Crow pone una mueca.
- No puedes fiarte de ese hombre, Alaris. No tanto por ser quien es... Si no por la gente para la que trabaja. Hay demasiado que no sabes sobre él y no tengo tiempo de pararme a explicártelo. - Extiende la mano, esperando que Undine le de algo.
- Le creé un sistema de apagado, ahora no emite señal.- Coge su dispositivo y desactiva la señal también.
- Vamos. - Sujeta la mano extenida de Crow y da un paso adelante para indicarle que siguieran. - Tendrás tiempo para convencerme cuando salgamos de aqui.
Crow frunce el ceño en una mueca pero termina por suspirar y asiente. Tras eso, sin comentarios adicionales, se ponen en marcha a través del pasillo que se había abierto. El mismo desembocaba en toda una red de pasadizos por debajo de los jardines y la mansión, aunque algunos de los tramos parecían mucho más transitados que otros. Los pasadizos no sólo giraban y se cruzaban unos con otros, si no que también había tramos que descendían. Siguiendo su instinto y la corriente de aire que aseguraba sentir Crow, terminan atravesando el lugar hasta llegar a una puerta metálica que parecía que hacía tiempo que no se usaba. La misma estaba bloqueada con un candado el cuál destruye Crow con facilidad usando una de sus guadañas.
Entran en una polvorienta habitación, cerrando la puerta detrás de ellos. El lugar parecía una especie de recepción, lo que resultaba un poco fuera de lugar, con una habitación a un lado.
Crow mira la habitación, sonriente.
- A esto es a lo que yo llamo un golpe de suerte. - Dice satisfecho, entonces mira a Undine. - Creo que estamos en una de las antiguas entradas del servicio. Hace tiempo que los Fellgiery sólo contratan a mayordomos con cierto rango social, de ahí que no esté en uso.
Avanza por la habitación hasta llegar a lo que parecía una ventana tapada con una gruesa capa de polvo. Pasa la mano por delante para ver el exterior y Undine le acompaña a su lado. Efectivamente en el exterior se podía ver un paisaje que Undine hacía años que no observaba. Un amacijo caótico de viviendas pegadas al techo conectadas por puentes y distribuidas a diferentes niveles. Si mirabas hacía abajo, sólo una caída mortal te esperaba, sin duda no era un lugar apto para las personas con vértigo. Pero aquel lugar era dónde se encontraban principalmente los almacenes de Cele que interesaba tener cerca de la ciudad y las viviendas de los empleados del servicio que no se podían permitir una vivienda en Cele. A pesar de aquellas pobres condiciones de vivir, muchas personas luchaban durante años en los suburbios para poder llegar hasta allí arriba.
- Pero bueno, no deberiamos cantar victoria aún. No debería costarles encontrar nuestro rastro. - Entonces parece que se le ocurre algo y se mete en la habitación de al lado.
Undine mira por la ventana y suelta una pequeña exhalación.
- Vaya, qué recuerdos... - Ella había vivido en la zona de trabajadores antes de que Margeryth la sacase para vivir en la mansión tras la muerte de Arthur. - Pensaba que nunca volvería aquí... - Sonríe con cierta tristeza mirando hacia Crow cuando ve que se va a la habitación de al lado y va a ver qué se le había ocurrido.
Posiblemente cambiar de ropa o algo por el estilo.
Cuando Undine entra en la habitación se encuentra a Crow rebuscando entre cajones y armarios de una habitción que parece un vestidor, hasta que parece que da con algo que lo complace. Eran una capa con capucha, que cubrían lo suficiente, hasta estaban en bastante mal estado.
- Creo que esta te valdrá. - Dice mientras que se la extiende. Undine no recordaba la última vez que se había puesto algo tan sucio, pero al menos era la capucha era lo bastante grande cómo para que pudiera esconder su pelo. - Voy a ver si hay algo para cambiarte, no puedes ir por ahí con un vestido... - Sigue rebuscando.
Finalmente termina por encontrar un par de botas que le iban un tanto grandes a Undine, y pantalones y camisa de trabajo.
- No te preocupes si te va grande, intentaré encontrar algo mejor una vez que estemos abajo.
Tras eso, Crow sale de la habitación y planta frente a la ventana, dejandole a Undine intimidad.
- Había olvidado que te gusta disfrazarte. - Intenta bromear pese a la situación.
Undine se viste todo lo rápido que podía, recogiendo su cabello y guardando todas su cosas en los bolsillos de esos pantalones.
Termina saliendo y yendo a su lado. Incluso con aquella ropa se veía preciosa, por suerte la capa ocultaría más o menos su rostro.
- ¿Me... llevas a los suburbios? ... - Pregunta asustada en esa pobre apariencia que no hacía más que sumarle puntos a su carita de pena. - No voy a durar ni un día ...
Crow suspira, aún mirando por la ventana.
- Hay pocos lugares que sean seguros para nosotros ya. - Dice con una sonrisa amarga. - Y aunque resulte irónico... Los suburbios no son el peor de ellos. Lo entenderás cuando tengamos tiempo para que pueda explicártelo todo. - Se encoge de hombros. - Y no te preocupes, se moverme por ahí abajo.
Undine suspira con una leve sonrisa, temerosa por la situación, pero se dispone a seguirle. - ¿Hay algo que no sepas hacer? - Le pregunta como pequeña broma, intentando mantenerse “positiva” pese a la situación.
Crow sonríe divertido. Parece que va a decir algo pero se detiene, entonces parece decidirse y comenta.
- Estoy seguro de que tendremos tiempo de sobra para descubrirlo. - Abre la puerta, le vuelve a coger la mano a Undine y dice. - En marcha.
Y con esto, ambos salen al exterior. Dejando a Cele atrás y todo por lo que Undine había luchado durante años. ¿Cómo afectaría lo ocurrido aquella noche a su carrera? ¿Cómo afectaría a la ciudad en si mismo? Cientos de dudas se amontaban en su cabeza, pero ella no se iba a quedar de brazos cruzados. Volvería... Y cuando lo hiciera, sería para recuperar lo que era suyo.
[FIN DEL CAPÍTULO 2]