Partida Rol por web

- ¿No lo he dicho antes? - Responde. - Alguien necesita poner un poco de orden en esta ciudad. En cierto modo soy un justiciero, algunos secretos serían demasiado peligrosos si se mantuvieran guardados por mucho tiempo. - Pequeña pausa. -  Pero sea cómo sea... - Le pone una mano en el hombro a Undine. - Haces demasiadas preguntas, Alaris, para alguien que ha estado encontrando repuestas por su cuenta durante tanto tiempo. Vas a tener que tener un poco de paciencia. - Quita la mano del hombro y se pasea por la sala. De espaldas a Undine vuelve a hablar. - Ah, por cierto, no tengo problema con que le cuentes esto a Margeryth, al fin y al cabo lo tendrá que descubrir tarde o temprano. Pero espero de que seas lo bastante convincente para que no le de por hacer alguna locura por su cuenta. 

Undine se mantenía el silencio. Tenía miles de preguntas, miles de contestaciones a lo que le decía, pero no le apetecía decir ninguna. No le parecía una buena idea.

Solo le seguía con la mirada. Tras un largo silencio en el que se daba por entendido que Undine no tenía más que añadir, hace una pregunta. - Por qué era vuestra última opción?

- Te digo que haces demasiadas preguntas, y lo siguiente que hace es hacer otra. - Dice Crow, con tono cansado. Tras eso suspira, y añade. - Si eras la última opción era porque quería creer que no eras tú. - Lo había dicho con la misma naturalidad con lo anterior, pero Undine había captado algo, un sentimiento oculto en aquellas palabras... Una mezcla de resentimiento y tristeza. 

Undine abre ligeramente los ojos al ver ese sentimiento. No podía maldecirse más a ella misma. Tenía su confianza y esta se le había escapado entre sus dedos, no la volvería a recuperar...

Se encoge y se queda mirando a la nada, por un momento esboza una leve sonrisa entristecida por aquello. - Me hubiese gustado...no ser yo..- Dice con un hilo de voz, casi inaudible...como si hablase para ella misma, levanta la mirada y mira a Crow. - Hay cosas a las que no me puedo negar...- No era una justificacción a sus actos, solo un intento de que Crow pudiese ver que en verdad no deseaba aquello.

- Solo espero que esas filtraciones no os hayan creado demasiados problemas. - De nuevo ese amago de una triste sonrisa, dulce y a la vez cargada de pesar, aunque no termina de formarse del todo ya que la culpa y la situación en si no le permitían sonreír. Le miraba a los ojos y en estos se notaba su sinceridad.

Seguía sin saber que pensar de él. Era bueno? Era malo? Había sido importante para él y ahora era solo una herramienta..?

Crow se encoge de hombros. 

- No ha sido fácil ni barato, pero no voy a caer por algo así. Ya procuro no tener demasiada información sensible encima. - Por fin se vuelve a girar, sonriente. - Sea cómo sea, eso es el pasado y ahora estamos hablando del futuro. Tenemos trato, ¿Verdad? - Y sin dejar contestar a Undine, añade. - Entonces no creo que haya nada más que hablar por hoy. A no ser que tengas algo realmente urgente que añadir. - Crow se pone las manos en la espalda y Undine puede captar un movimiento muy leve de muñeca, casi imperceptible. 

Undine mira preocupada ese movimiento, era evidente que lo había notado. Y le oberva con cierta desconfianza. - Si... No es como si tubiese otra opción. - Dice aún con preocupación mirándole a los ojos.

- En ese caso ha llegado la hora de dar fin a este encuentro. - Dice Crow, con normalidad. Se acerca a Undine, y mientras lo hace sigue hablando. - Estoy seguro de que con un poco de esfuerzo podremos llegar a llevarnos bien, Alaris.

Undine da un paso atrás, alejándose mientras él se acercaba, mantenía su mirada firme, segura, pero preocupada. - Mostrad las manos...

Crow frunce el ceño cuando Undine se aleja, y él por su lado se detiene en seco. Entonce sonríe. 

- Imagino que no habrías llegado a dónde estás si no te fijaras en los detalles, una habilidad muy requerido en este mundillo sin dudas. - Crow saca las manos, de una de las mangas sobresalía un extraño artilugio que rodeaba la muñeca de Crow y contenía lo que parecía un pequeño frasco y una aguja. - ¿Contenta ahora? 

Undine le mira con severidad por ver aquello. - No se que queréis hacer con eso pero no es necesario. - Seguía manteniendo la distáncia.- Más si queréis que nos podamos llevar bien.

- ¿Esto? - Dice Crow divertido, levantando la mano con el artilugio, cómo si se acabara de dar cuenta de que Undine se refería a eso. - Cuando alguien llega hasta dónde estoy yo, y hace negocios con gente en la que no termina de confiar, tiene que aprender a tomar una serie de precauciones... Este es un veneno de cosecha propia. Inmoviliza temporalmente gran parte de tu cuerpo de forma temporal... El resultado te hace parecer que estás dormido. No es peligro, Alaris, yo mismo me lo he inyectado antes, y me dará el tiempo suficiente para irme sin que te ocurra de pronto que sería una buena idea seguirme. 

- No voy a seguiros. - Dice encogiéndose algo temerosa de que siguiese con sus intenciones, aunque a la vez seguía mirándole con severidad por ese gesto ofensivo hacia ella.

- Tú dices eso, pero... ¿De verdad merece la pena tomar el riesgo? - Suspira. - Podemos hacer esto por las buenas o por la malas, Alaris.

Undine le miraba desconfiada, era ágil, pero seguramente Crow lo sería más. Y un pinchazo mal hecho podía ser muy peligroso, aparte que le dejaría una marca.

Suspira con resignació, quedándose de pie casi al lado de la pared. - Haced lo que queráis.- Le mira dando a entender que no se iba a mover si se acercaba a drogarla.- Quiero recuperar lo que he perdido con vos. Ahora sois el único que sabe lo que soy, el único sabe lo que he de hacer. No voy a evitar que me drogéis. Tomad esto como un gesto de confianza... Para un nuevo inicio.- Sus ojos azules miraban a los de Crow, hablando con sinceridad y a la vez cierta inseguridad por lo que le iba a suceder. 

Crow sonríe, satisfecho.

- Así me gusta, Alaris - Dice mientras que termina de dar los últimos pasos.

Y entonces, si dar demasiados rodeos, le clava la aguja en el cuello. Undine no tarda en notar los efectos, sintiendo un breve mareo tras lo que los músculos se comienzan a debilitar y pierde el equilibrio. Crow la aguanta y la guía hasta la cama, ayudándola a colocar su cuerpo en una buena postura. Para cuando Undine esta tumbada, ya apenas siente el cuerpo. 

- Buenas noches. - Y de pronto, pillando totalmente desprevenida a Undine, Crow la besa en la frente a modo de despedida y se da la vuelta. Mientras que Crow recoge sus cosas y sale por la puerta, el mundo alrededor de Undine se va oscureciendo poco a poco hasta que se vuelve totalmente negro. 

[FIN DEL PRÓLOGO]