Partida Rol por web

- ¿Nada? - Dice con cierta resignación. 

- Bueno... Pues entonces adiós..- Tras esto empieza a guardar sus cosas.

Al cabo de unos segundos, Undine puede volver a escuchar algo, un murmullo ahora, con una entonación parecida a la anterior, pero de nuevo no puede entender su significado. Y finalmente, lo repite una tercera vez, ahora un poco más alto. A medida que habla su tono se vuelve más alto. 

- ... Fue m-mi culpa... ¡F-fue culpa mía! - Y en un grito que le rompe la voz termina. - ¡L-LO SIENTO! 

Y tan pronto cómo dice esto el ser invisible rompe a correr a través de la hierba, lejos de Undine. 

No le apetecía nada correr.

Ya tenía su dispositivo en la mano por “finjir” que guardaba sus cosas así que inmediatamente avisa al servicio añadiendo un mensaje de que había un acosador con traje de invisibilidad corriendo por el jardín hacia la salida.

Tras aquello se vuelve a sentar mientras las palabras de su acosador retumbaban por su cabeza. ¿Qué había sido su culpa? ¿El ataque que iba con intención de matarla? ¿O era algo totalmente sin importancia pero que quizás para él había sido algo malo?

Lo del ataque... No parecía muy posible dada la insana admiración que le tenía... Quizás era algo que ni ella misma se había dado cuenta. Huuuum...

Aunque había logrado sacar algo de interés de todo aquello. Aparte del miedo constante a que su acosador estuviese siempre en todo momento sin que ella lo supiese... A partir de ahora iría con un puntero láser siempre. Así podría “limpiar” todas las habitaciones por las que pasaba...

Pero definitivamente parecía un niño. Un niño noble seguramente. Podría hacer una búsqueda de qué niños de entre... 13 y 19 estaban en la fiesta. Aunque seguramente saldrían bastantes resultados. Aunque era demasiado inocente como para tener mas de... 15 o 16...

Había mencionado a su padre, si se mezclaba con Angus Fellgiery quizás era de una casa importante, empezaría por ahí.

Con sus ideas ordenadas, Undine recoge sus cosas para volver a su habitación y ponerse a investigar. Al parecer, aquel no iba a ser un día tan tranquilo cómo esperaba.

Mientras que atraviesa las puertas de la mansión un criado la intercepta informando de que no habían detectado nada extraño en los terrenos, pero que reforzarían la seguridad si así lo deseaba. Tras eso la que la intercepta, ya en su cuarto, es la propia Margeryth, a la que evidentemente habían informado de la alarma que había puesto en marcha Undine. Está le explica la situación a Margeryth con detalle sin molestarse en ocultar nada, lo que hace que Margeryth se preocupe más. Pero no había mucho que pudieran hacer con la poca información de la que disponían por lo que simplemente Margeryth la anima a dedicar su tiempo a investigar a su misterioso perseguidor.

Lo que si que descubren juntas, tras una petición específica de Margeryth para que consultara los registros de entrada y salida de la mansión, es que alguien había alterado de forma externa el sistema de acceso de una de las entradas a los terrenos de la mansión, haciendo que dejara pasar a cualquiera durante unos minutos. ¿Es que acaso ese crío era un hacker cómo ella? Parecía un poco difícil de creer. Ni siquiera ella podía hacer algo así con esa facilidad. 

Tras eso, Undine prosigue con su consulta de los asistentes a la fiesta. Había bastante niños que encajaban en ese perfil, pero sin duda aquello le ayudaría a reducir la lista de sospechosos... Claro que tampoco podía permitirse ir a investigar a cada uno personalmente. Aquello era un camino sin salida. 

Podría pedirle a Fran si les haría algún descuento para algún dron que detectase a gente no autorizada incluso llevando un traje de camuflaje... 

Suspira, aquello era frustrante. Lo que si que hace es reforzar todo lo que puede los sistemas de seguridad internos de la mansión para que aquello no vuelva a suceder.

Esperaba que todo aquello junto no hiciese que a Margeryth empezase a caersele el pelo... Entre la casa de baños, Crow, lord Fellgiery... y ahora esto... Temía que le diese un ataque de estrés si se seguían sumando cosas. Pero algo que afectaba a la seguridad de la mansión no se lo iba a ocultar. Quería que Margeryth estuviese segura.

Eventualmente, entre descansos y investigaciones, el atardecer termina por llegar antes de que Undine se de cuenta. Y cuando estaba recogiendo sus cosas, harta ya de darle vueltas al asunto en un día en el que se suponía que sólo iba a descansar, alguien la llama a su teléfono. Cuando lo coge puede ver que era un número oculto. 

Aunque la duda la corroe, Undine no puede resistirse a cogerlo, al fin y al cabo podría ser Crow y llevaba días queriendo saber algo de él después de su última reunión. 

- ¿Me dirijo a Undine? - Pregunta la voz al otro lado del interlocutor tan pronto cómo Undine va abrir la boca para preguntar quien es. De forma algo torpe, y sin poder ocultar su decepción Undine responde. - Saludos Undine, soy el Administrador y a partir de este momento deberá dirigirse a mí de esa forma. Trabajo para Crow. Me he puesto en contacto con usted para comunicarle que a partir de ahora me encargaré de realizar la presentación y el seguimiento de las dos tareas pendientes de vuestro acuerdo verbal en su lugar. 

Su tono era cordial, pero también frío. No parecía un hombre con el que se pudiera discutir. 

- Me niego.- Dice claramente molesta. Por uno momento había estado a punto de responder otra cosa pero aquel tipo de palabras no debían salir de una boca como la suya.

Aquello la enfurece. No. Por encima de su cadaver. ¡Después de todo lo sucedido ahora le ponía un intermediario!

No. Por ahí no pasaba.

- Me da igual que trabaje para él. Es con él con quien tengo un acuerdo. Si tiene algo que pedirme que me lo diga él mismo. Buenas tardes. - Dice con sequedad y le cuelga.

Aquello había sido bastante impulsivo por su parte... Ahora empezaba a entrarle el temor... Pero.. No. No. ¿Ahora tenía trabajadores que sabían de su acuerdo? No iba a aceptar que nadie le dijese lo que tenía que hacer si no era él.

Si volvía a llamar no pensaba cogerlo.

Al cabo de unos segundos, Undine recibe de nuevo una llamada de un número oculto. 

Undine se mantiene firme en su intención. Estaba harta ya de aquello. Estaba harta de sus sentimientos de ese síndrome de estocolmo. Y se había pasada todos esos días mentalizándose para poder mirarle de nuevo después de lo sucedido como para que ahora fuese un covarde y le pusiese un intermediario!

Agua... necesitaba agua... Necesitaba relajarse... Un baño... agua caliente... 

El dispositivo sonando no existía... Esperaba que no fuese a visitarla ahora ese administrador en vez de Crow.

El teléfono deja de sonar, calmando el agitado corazón de Undine. Sin embargo, cuando parecía que iba a poder respirar tranquila el sonido de un mensaje rompe el silencio. 

Temorosa se acerca al dispositivo. Aunque ya sabía lo que iba a encontrar. Una amenaza con su nueva tarea...

Era un mensaje de nuevo de un número oculto.

"Me veo en la obligación de informarle de que el comportamiento demostrado no será tolerado en futuras interacciones. En cinco minutos recibirá otra llamada. Si esa llamada no es respondida, se interpretará cómo un incumplimiento del acuerdo y el mismo llegará a su fin."

Tal y cómo decía el mensaje, Undine recibe una llamada a los cinco minutos. 

Ahí estaba... Tal y como esperaba...

Descuelga el telefono.

- Quiero saber el motivo por ese cambio de trato. No estaba especificado. - Explica con seriedad. - Cuando haya hablado con Crow y este me haya informado aceparé un intermediario.

Undine escucha un suspiro de cansancio a través del interlocutor. 

- Señorita Undine, me parece que debo recordarle que si hemos llegado a esta situación ha sido debido a la voluntad pacífica de Crow para la resolución de este conflicto. Es evidente que ha malinterpretado por completo su situación si se cree con derecho de mostrar una actitud cómo está. - Pequeña pausa. - Crow tiene otras tareas más importantes de las que ocuparse por el momento, por lo que tendrá que tratar conmigo desde ahora. Así que no me obligue a recordarle las consecuencias de no obedecer, no tengo porque ser tan compasivo cómo Crow. ¿Me ha entendido? 

Todo aquello no hacía más que aumentar el dolor de su corazón.

Si.. Lo había malinterpretado. Había pensado que aquello era un trato de igual a igual. Pero ahora se daba cuenta que no, para él no era nadie. Había sido un etretenimiento en el pasado y ahora solo era... Álguien que debía cumplir ordenes. Otro peón.

No era importante, ni en lo más mínimo. Ni siquiera iba a esforzarse en tratar con ella directamente. Estaba agotada de ese día, y aquello se le sumaba y le venían ganas de echarse a llorar. Nunca se había considerado una mujer que llorase fácil. No entendía que le sucedía últimamente.

Coge aire suavemente con los ojos llorosos, intentando serenarse y controlar el dolor.

Lo peor era que no entendía por qué ese cambio... ¿Había hecho algo mal?...

Si fuese por ella se negaría. Era demasiado orgullosa para aceptar ese trato. Si fuese por ella no le importaría mantener la dignidad y ser libre a cambio de perder todo lo demás. Pero no podía... Porque si ella caía seguramente afectaría a Margeryth. Y aquello no podía permitirlo.

- ¿Como se que realmente trabaja para quien dice y no es alguien que ha descubierto el trato y quiere aprovecharse de ello? - Pregunta con seriedad pero menos cortante.

El Administrador vuelve a suspirar. 

- A pesar de que comprendo sus dudas, debo reconocer que está situación comienza a resultar tediosa, señorita Undine. Por suerte, Crow se preparó ya para una situación cómo esta. Preparó una grabación en caso de que se resistiera a creerme.

Hay un corte en la comunicación y de pronto se escucha la siguiente grabación:

"Hola Alaris. No voy a poder seguir tratando contigo durante una temporada. Hasta entonces, el Administrador se encargará de gestionar el cumplimiento de nuestro acuerdo."

La voz era la de Crow, de eso no había duda, pero su entonación... Había algo que no resultaba convincente. Estaba demasiado... Muerta. No tenía para nada el toque de sorna que tenían todas las frases de Crow. 

- ¿Será eso suficiente, señorita Undine? - Interviene de nuevo el Administrador, impaciente. 

- Podria haber empezado por ahí... - Dice frustrada por aquella situación.

Aunque esa entonción en la voz... Bueno... Le parecía bien que no fuese el Crow jovial ya que anunciaba que no se verían, pero parecía forzado a hacer ese comunicado. Aunque estaba ahora un poco más calmada después de aquello... Había un motivo para ese distanciamento, o era una excusa. Pero estaba más calmada y eso era lo que importaba.

Aún así no podía evitar preocuparse por el estado de Crow, aunque sabía que no debía. No debía dejar qe ese mensaje le diese esperanza.

- Es suficiente, si. - Responde a su pregunta.

El Administrador vuelve a suspirar. 

- Está bien. En ese caso podemos proseguir. - Pequeña pausa. - No sólo me he puesto en contacto con usted para presentarme. También lo he hecho para informarle sobre cuál será su segunda tarea. 

[FIN DEL INTERLUDIO]