¡Saludos, Compañero!
Te doy la bienvenida a esta apasionante aventura. Por favor, pasa, ponte cómodo y prepárate para disfrutar.
A medida que te vayas adentrando en este mundo se irán haciendo visibles las escenas. Por ahora, ya puedes ver unas cuantas aunque no podrás escribir en ellas. Esas son sólo de consulta.
En el primer tema titulado Ciudad de Arkhania y al que puedes pinchar para acceder (te lo he puesto como enlace), encontrarás una sola publicación con el plano de la ciudad. Como intuirás, hay muchas más, pero por ahora sólo esa te es visible.
Es decir, controlo no sólo los temas que puedes ver sino los temas dentro de cada uno de ellos. Esto es fundamental para que, dentro de la partida, el resto de jugadores no vea qué es lo que estás haciendo. Por eso, cuando escribas por ejemplo en la posada, recuerda siempre pulsar el botón "sólo para el director" que verás debajo de los editores de texto.
Date una vuelta por ellas y cuando estés listo, empezamos.
Ok, en el foro soy Trasgo, como te comenté ayer. Pero dentro de la partida soy así -Arquietectos de Voluntad- que es el nombre de la misma.
Hay varias cosas que debes saber de la página. Su funcionamiento se encuentra en su totalidad en el dado de 8 caras de arriba (el de la derecha del todo) con el nombre "tutoriales". Donde podrás buscar si tienes algún problema con el funcionamiento de la web.
Hay, además de las partidas, varios foros en los que puedes participar (Como el de presentación, captación de jugadores, etc). También hay un chat por el que podremos hablar cuando coincidamos y por el que podrás conocer a más narradores o jugadores, resolver dudas, hacer comentarios...
Hola, Cafelete.
Bien, hacer un personaje es conplejo por lo que vamos a ir por partes.
¿Quién eras cuando fuiste en vida?
Los liches suelen ser magos que decidieron hacerse inmortales, superar a la muerte y hacerse más poderosos. Dicho esto ¿eras un mago en vida?¿qué tipo de mago?¿te interesabas ya por la nigromancia desde que eras un chiquitín o practicabas otro tipo de magia?¿pertenecías a una escuela?
Explicación, Mago vs Hechicero
El Mago estudia la magia. El Hechicero posee magia innata por alguna herencia pasada.
El mago, a su vez, puede pertenecer a una escuela (evocación, adivinación, conjuración, encantamiento, nigromancia, abjuración, ilusión...)
Era un soldado humano corriente a las ordenes de un rey conflictivo que comenzó una batalla con un ser muy poderoso, o eso decían los rumoree, ya que al ser un soldado raso solo cumplias ordenes.Tras morir en una batalla (por un poder desconocido que destruyó a todo el ejercito al que pertenecía), despertó con unos poderes que latían en su interior, con los que podía oir las voces de sus compañeros muertos y mientras una imagen lejana le observaba oyó una voz que le decía es una pena perder a un hechicero como tu aprobecha tus poderes de nigromancia, entonces comenzó la busqueda de esa figura.
Cuando escribas un preludio intenta extenderte lo que necesites para resolver dudas, no para generar más preguntas y cuidado con las ambigüedades:
Era un soldado humano corriente a las ordenes de un rey conflictivo que comenzó una batalla con un ser muy poderoso.
¿Quién empezó la batalla?¿tú como soldado o el rey poderoso?
¿Por qué comenzó la batalla con ese ser tan poderoso?
¿Por qué escuchaste la voz después de muerto?¿Porqué eres soldado si tienes un poder latente en tu interior?¿Cómo explicas que escuches la voz de tus compañeros caídos?
Recuerda el correcto uso de los signos de puntuación.
Ejemplo 1:
Mal: Señor muerto esta tarde hemos llegado.
Bien: Señor, muerto está, tarde hemos llegado.
Ejemplo 2:
[...] con los que podía oir las voces de sus compañeros muertos y mientras una imagen lejana le observaba oyó una voz que le decía es una pena perder a un hechicero como tu aprobecha tus poderes de nigromancia, entonces comenzó la busqueda de esa figura.
Mejor:
[...] con los que podía oir las voces de sus compañeros muertos y, mientras una imagen lejana le observaba, oyó una voz que le decía -es una pena perder a un hechicero como tú, aprobecha tus poderes de nigromancia.- Entonces comenzó la busqueda de esa figura.
¿La búsqueda de qué figura?¿de la imagen lejana?¿Por qué buscó la imagen lejana en lugar de plantearse potenciar esos poderes?
Ejemplo de preludio:
Desde pequeño he sido un chico con un don especial que no sabría definir. Podía ver cosas que otros ignoraban. Sombras en la noche, en los cementerios, voces traídas por el tiempo como si fueran susurros. Al principio eran cosas sin sentido, inconexas... pero poco a poco comenzaban a guiarme, me aconsejaban o me alertaban.
Desgraciadamente era hijo de familia humilde. Mi padre fue soldado hasta que su vejez le obligó a regresar a casa y dedicarse a la fabricación de flechas mientras mi madre atendía el pequeño huerto y a los animales que teníamos. Poca cosa. Normalmente eran conejos o gallinas. Si había suerte quizá llegara algún cerdo. Por eso me alisté en la guardia real. Necesitábamos el dinero y no entretenerme con esas visiones absurdas que, por muy bien que me vinieran a veces, sólo las escuchaba en mi cabeza.
Los años pasaron y el entrenamiento hicieron de mí un soldado digno de desfilar junto a nuestro comandante y el portaestandarte. En aquel tiempo estábamos en guerra con el país vecino. Concretamente con un señor feudal de extraños dones, de extraños poderes que atemorizaban a los soldados.
Recordaba las historias de este señor de la guerra. Los rumores que amenazaban el valor de los hombres. Pero me mantuve firme, con lo piés hundidos en el fango y el fragor de la batalla llenando la atmósfera... entonces lo vi a lo lejos. Las sombras, las voces pululaban a su alrededor. Como si me hubieran abandonado y ahora le ayudaran a él. Creo que se dio cuenta, me miró... ¿o quizá no? no lo supe con claridad pues, de pronto, la punta de una espada emergió de mi pecho. Algún desgraciado ruín me había atacado por la espalda, un golpe mortal. Inqué las rodillas en el fango mezclado por mi propia sangre.
Sentí las voces acercarse. A medida que la vida me abandonaba as escuchaba con más claridad -Pequeño, tu hora-, -Se acaba tu tiempo-, -ahora vendrás con nosotros-. Pero me negué a la idea de caer en ese pozo de negrura. Había luchado toda mi vida para ser algo, para ser alguien y me negaba a morir en un campo olvidado, dejado de la mano de las dioses. -¡No!- grité -Os controlaré- y sin saber muy bien cómo, me alimenté de las voces, de la negrura. Mi herida no sanó, pero cicatrizó de forma curiosa, ennegrecida y pálida a la vez. Pude alzarme de nuevo, blandir mi espada y presentar un glorioso combate.
<continuará>
... Tras la batalla. Los supervivientes ayudábais a los enferemor y médicos de campaña a atender a los heridos y retirar los cadáveres. Ahí, experimentaste una sensación muy extraña. Tu corazón parecía hundirse en el pecho conmovido por los centenares de hombres leales a su patria que habían dejado sus familias, sus sueños, sus esperanzas, sus vidas... como si fueras consciente de aquella ausencia.
Un cuerpo atrajo tu atención. Estaba lejos, ascendiendo a rastras por una colina. Te acercaste corriendo para prestarle ayuda sólo para descubrir que tenía la cabeza hundida, había sido aplastado por los potentes cascos de la caballería. Era algo imposible que siguiera con vida. Sin embargo, ahí estaba, moviéndose. Cuando alzaste la cabeza viste al señor feudal del bando contrario con su mano derecha haciendo el típico gesto de "ven". Cuando se detuvo, el cadáver cayó inerte como siempre debería haber estado. -Tienes potencial. Humano. Ven conmigo y te enseñaré.- Frunciste el ceño ante semejante propuesta. Él era tu enemigo, el enemigo de tu patria.
Como si te hubiera leído el pensamiento añadió -No soy el enemigo. Ellos me atacan a mí por lo que soy. Pronto se darán cuenta de lo que eres y también te darán la espalda pues el ser humano teme lo que no comprende.- Te extiende la mano -Ven conmigo y yo daré orientación a tus poderes. La muerte no será un problema para ti, no tiene por qué ser el final.- te mira fijamente con unos ojos vacíos, desprovistos de alma -La muerte, para nosotros, es sólo el principio.-
Te toca contestar. Debes elegir.
Rechazas la invitación del nigromante y vuelves con los soldados o aceptas y caminas junto a él hacia su castillo.
Se que abandonar a mis compañeros no está bien pero tengo la necesidad de ir con el nigromante y obtener respuestas,asi que acepto la propuesta del nigromante y lo acompaño
a su castillo
El abandonar a tus compañeros tras el combate fue una decisión difícil que aliviabas pensando en que conocerías más datos del enemigo al que os enfrentábais. Podrías volver con información valiosa que aprovechar en la siguiente batalla. Pero también eras consciente del hecho de que, quizá, sea esta la oportunidad que habías estado esperando para desarrollar tus extraños dones, de entenderlos y así poder usarlos.
El Señor Feudal cogió el camino del Oeste, avanzando hacia una arboleda cercana mientras el sol comenzaba a descender en el orizonte. Dandoos en el acara provocando, cada vez, más molestia.
Para cuando desapareció habías cruzado el pequeño bosque y llegado a la zona del acantilado. El sonido de las olas chocando contra las rocas era sobrecogedor. Allí, en aquel abrupto paisaje, divisaste el castillo al otro lado del acantinado que tenía forma de media luna. Sin embargo, no fuisteis hacia allí, sino hacia la playa que se encontraba más al sur.
Descendisteis por un sendero estrecho y progresivamente los helechos dieron paso al forraje, la tierra a la arena y la humedad del bosque al salitre del mar.
-Tienes un don- comenzó a decir el señor feudal con voz ronca y ceremonial -Es tu obligación aprender a usarlo. Yo puedeo enseñarte pero primero debes renunciar a todo aquello que posees ahora- te explica mientras camináis por la arena hacia las rocas. Al fondo, divisas la entrada a una cueva de la que sale un arrollo pequeño hacia el mar.
El ser feudal te acompañó al interior. Allí había un altar tallado en la piedra, con telas raídas por la humedad y los insectos y trozos de cerámica que, antaño, pudieron ser bellas vasijas y jarrones. Sobre el altar yacía una botella de cristal con un líquido negruzco en su interior. El señor rezó una plegaria en una lengua incomprensible para ti, cogió la botella y te la ofreció. -Si bebes, tu poder aumentará. Te acercarás a mí, a la inmortalidad. Tuya es la decisión.- Descorcha el frasco y te extiende la mano, ofreciéndotelo.
Ya he renunciado dejarlo todo y seguirlo, es demasiado tarde para dar marcha atrás.
Ademas esta es la única manera de obtener respuestas, así que me acerco a el con cautela cojo la botella y sin pensármelo dos veces me la bebo de un trago y empiezo a notar como me quema la garganta, todos los músculos de mi cuerpo se quedan entumecidos, un dolor intenso recorre todo mi cuerpo, como si de un rayo atravesándome de arriba a abajo se tratase.-¡¿Qué me has hecho?! - Grité asustado, pero no contestó, solo se limitaba a observar.
-Este es mi fin... -Murmuré mientras me desplomaba en el suelo y perdía el conocimiento, entonces justo antes de quedar inconsciente, volví a escuchar al señor feudal rezar una plegaria.
El señor feudal terminó de rezar la plegaria y se marchó, dejándote en el acantilado. No sabes cuánto tiempo pasó, el dolor era insoportable. A menudo vomitabas cuajarones de un icor negro de sabor acre. Sentías cómo tus músculos se entumecían, las fuerzas te abandonaban sólo para regresar junto a oleadas de dolor provocándote los estertores propios de un hombre cuyos días llegaban a su fin.
Así ocurrió hasta que, por fin, cesó. La oscuridad era todo cuanto te rodeaba.
-Ya has renacido- escuchaste decir a una voz familiar -álzate como mi heraldo y dime ¿cómo te llamas?-
-¿Cómo te llamas?¿Quién eres?- Hasta el momento no eras nada. Sólo un recuerdo condenado al olvido en un mar de negrura eterna. Pero, de pronto, con esa voz algo en ti despierta en aquella inmensidad. -Identidad- Comienzas a sentir. Tu mente despierta y lo primero que obtienes es consciencia de ti mismo. Hasta ti llegan los rescuerdos de una vida pasada, pero se te antojan lejanos, muy lejanos...
Continuamos en este enlace: La Cripta Demos