Antes de la despedida, le comenté que estaba alojado con unos camaradas en la taberna "El Yelmo y la Capa". Estaba seguro de que Gilak se sorprendería de que un cazarrecompensas estuviera en un alojamiento tan pudiente, por lo que rápidamente añadí que estaba en una misión especial y que había sido el cliente quien nos había pagado la estancia.
En cuanto al dinero, acepté lo que me dio. Era de mala educación rechazar un regalo, aunque no quería abusar de su amabilidad. Desde luego, la hospitalidad de Gilak era innegable... entendía por qué padre le tenía en tanta estima. Era un enano de gran corazón, no me cabía la menor duda de ello.
Acepto lo que me dé de inicio, ¿tú me lo apuntas en la ficha?
Nota del DM: ¡Anotado queda!