Partida Rol por web

 Tras encontrar lo que estaba buscando sutilmente lo guardo dentro de mis ropas como habia hecho con las pertenencias del Paladin, tras verificar que esta bien oculto y luego que no quedo nada de sangre de orco o restos de tripas en mi emprendo el camino de regreso al campamento. Si alguien pregunta tranquilamente puedo decir que fue a hacer mis necesidades, o a tomar algo de aire puro... despues de lo que habia pasado no creo que nadie me tomaria por loca o sospecharia de querer tener un poco de tranquilidad.

Estos compañeros estaban resultando ser muy productivos para aumentar mis recursos.... definitivamente hice bien en tomar este trabajo.

La pregunta de Arshade se ve respondida al aparecer Lorethel de entre las sombras.

Oh! Allì està... por un instante temí lo peor! dice la maga, todo sinceridad.

Al ver la expresion de Arshade vi que realmente se habia preocupado por mi asuencia. Con un ligero movimiento de la mano lleve parte de mi cabello hacia atras y mire a los ojos de la maga.

-No quise preocupar a nadie, pero con las ultimas novedades necesitaba tomar algo de aire fresco... ahora volvere a descansar ya que como dijo nuestro lider en la mañana hemos de seguir viaje hacia nuestro propio destino.

Luego de la leve explicacion me retire hacia el lugar donde me encontraba recostada con anterioridad.

Las indicaciones de Durbara fueron cuando menos, precisas.
Llegaste al sitio en poco tiempo, para enfrentarte a una dantesca imagen...
Crotar, boca abajo, recostado con las manos al costado del cuerpo, con sus propias tripas como colchon... Por si fuera poco, la cabeza estallada por un hachazo de la enana en el centro de la misma...
La asquerosa faena de enterrarlo te lleva casi una hora, sin herramientas adecuadas.
Tus manos se cubren de tierra, y luego de trozos de ceso de Crotar.
Cansado, algo triste incluso, vuelves al campamento sin haber sido molestado por bestia alguna...

Regreso al campamento, visiblemente cabizbajo y cansado. Lo único en lo que pienso ahora es en descansar un poco. Me encuentro a todos descansando excepto a Durbara, quien estaba haciendo guardia, y me acerco a ella.

- Ya le di sepultura... - menciono escuetamente y sin ganas, antes de buscar mi sitio y recostarme para intentar descansar... eso si soy capaz de ello

La noche parecía finalmene quedar en calma. Otro dia traeria fricciones, quizá. Mas accion sin duda.

Durbara bufó cuando escuchó lo que dijo la semielfa al volver.

Sí, tenía toooda la pinta de ser el tipo de florecilla que se impresionaba tanto ante una noticia semejante que necesitaba tomar aire. Seguro que no tenía nada que ver con afanarse las pertenencias del semiorco. Oh, claro que no.

Aunque después de lo sucedido, no quería expresar sus sospechas en voz alta. Se iban a creer que era una especie de psicópata paranoica. Pero desde aquel momento en adelante no perdería de vista a la semielfa que tantas misteriosas idas y venidas hacía. Y a sus pertenencias, desde luego.

Cuando volvió el paladín y se dirigió a ella asintió pensativamente y se encogió de hombros.

--Supongo que es lo correcto. Descansa, Nathan --replicó esbozando una sonrisa que trataba de ser tranquilizadora.