Partida Rol por web

Confusa cerró la puerta y esperó, mirando el suelo, a que Jake abriera la dichosa puerta.

Luego, en su interior esperó a poder quitarse el casco y respiró hondo. Con la piel casi morada por la falta de aire y el frío y con los ojos rojos tardó un buen rato en tomar aliento.

Ni siquiera ella era consciente todavía de lo enfadada que estaba con el piloto. No se había parado a pensar en lo que acababa de pasar y si le hubieran preguntado habría dicho que ella no era quién para exigir que alguien pusiera su vida en juego por arrastrar su peso… Eso habría dicho la Dido de antes. La chica de instituto, que no había sufrido un apocalipsis, un montón de golpes y tres roturas en su traje espacial. Ahora todo era distinto.

—Pensándolo bien, ahora todo es distinto, señor Sullivan.

Ella siempre había estado dispuesta a hacer lo que fuera por los demás. Creía, como era tradicional en su familia, que la ayuda mutua era garantía de supervivencia de la sociedad. Pero antes ella era más indulgente con el egoísmo y la debilidad.

Ahora se había convertido en ¿un soldado? Sí, un soldado. Y en el peor momento de una guerra total en la que estaba en juego la aniquilación de la humanidad.

Tomó aire y le descargó con toda la fuerza de su gancho de izquierda su puño sobre la mandíbula de aquel señor.

—Ya no podemos permitirnos el lujo de mirar cada uno por lo suyo ¿Entiende?

Danaón observó cómo Gaheris le entregaba la tarjeta a Booner; es mala idea, pero sabe que no puede hacer nada por evitarlo.

Ahora, lo único que importa es regresar con vida para comunicar la información: es un pena haber perdido el respaldo, el medio de prueba para corrobora lo que vieron, pero ya se las arreglarían llegado el caso.

- Sí ... sí ... vamos de este maldito lugar.

Jake cayó de culo, y desde el suelo escupió una muela envuelta en sangre.

Jodida psicópata...

Es toda la réplica que el piloto llegó a dar. Estando Dido tan maltrecha, Jake se sentía seguro de poder ganarla en una pelea, pero la culpa le hizo reconocer que ese directo a la mandíbula se lo había ganado. Aún faltaba cambiarse de traje, que dados los antecedentes entre ellos se convirtió en una situación bastante enrarecida. En silencio. Ambos dándose la espalda, y con toda la distancia que el cubículo permitía.

Con trajes nuevos, salieron para ver qué había sido de sus compañeros, y del corrosivo Skorpion...

Joder, Karen. Tienes los brazos de un buey. Ni siquiera yo fui capaz de volcarlo.

El minero se aproximó con cuidado al Skorpion mientras la máquina se contorneaba para intentar recuperar la verticalidad. Pulsó el interruptor con el que Dido pudo haber detenido ese combate si hubiese logrado cabalgar sobre el robot. De inmediato, la linterna ojo del Skorpion se apagó, y su cola y sus patas se ciñeron más al cuerpo.

Podemos esperar aquí a que Dido y Jake vuelvan... Si es que llegaron a tiempo a la cámara del compartimento estanco.

Unos minutos después, Jake y Dido volvían con trajes nuevos. Jake tenía un moratón en la mandíbula, que a penas se veía con el casco puesto. Los rezagados pudieron comprobar que el Skorpion no había rajado ningún traje más, que solamente eran Dido y Jake los gafes. La máquina minera estaba volcada y apagada, mientras Jisoo trasteaba en ella, con Ragger y Karen de espectadores.

Jisoo determinó que los cierres del láser y el taladro podían servir como abrazaderas para ajustar esas armas a los antebrazos. Disponían de una batería autónoma que podrían recargar si el taladro o el láser se quedaban sin energía. También podía reprogramar al Skorpion para que siguiese a Jisoo (o a cualquier otro objetivo designado), que era el único modo de poder cargar con aquella máquina como botín, ya que era muy pesada para arrastrarla. El Skorpion podía ser reprogramado para tareas sencillas, como si fuese una bestia de tiro. Si lo llevaban a la bodega del Olympic Carrier, podrían usarlo para mover maletas y empujar contenedores.

Boomer guardó la tarjeta de memoria bajo el tirante del sujetador, y se pusieron en marcha. Lograron llegar sin problemas al ascensor, pero optaron por bajar por las escaleras de emergencia.

No hay ni un alma...

Es cierto que no encontraron ningún Cylon. Casi parecía que Danaón había acabado con todas las cafeteras de la base lunar con aquel explosivo, pero en algún pasillo y algún recoveco, el sonido hidráulico de las piernas de cylons caminando les puso en alerta.

Lo más delator y descarado de cómo había manipulado Boomer aquel escenario era que un lugar estratégico como el hangar estaba sin protección: no había ni un solo cylon a la vista. Una galería transparente separaba el hangar del resto de la nave, y podía ser usado de compartimento estanco en caso de que el hangar tuviese alguna fuga de aire, como era el caso. En la galería también había media docena de trajes espaciales.

Después estaba el hangar propiamente dicho...

El raider pesado cylon se había cargado la mitad derecha del techo y los dos shuttles sobre los que había aterrizado. Estaba en oblicuo, con el culo de la nave en el techo, y la compuerta frontal abierta en una gran rampa que mostraba un interior oscuro.

A la izquierda, tres naves colonial modelo shuttle, alineadas bajo la mitad del techo abatible. Un panel alejado permitía levantar el techo, lo cual era necesario para despegar.

Finalmente, al fondo a la derecha, más allá del raider, había una estructura de hormigón, con un portón de garage bajado y los paneles de control para abrirlos. La estructura de hormigón era lo bastante grande como para ocultar un vehículo terrestre de gran tamaño, y seguramente tendría un segundo portón por el que salir al exterior.

Poneos los trajes...

 Asentí ante la orden de Boomer y cogí uno de los trajes, antes de susurrar:

 - Hay que revisar los trajes, no sabemos cuanto tiempo llevan aquí ni cuando se les dio una revisión de mantenimiento. Sería un asco que, consiguiendo escapar, muriésemos por culpa de un fallo en ellos.

Danaón sigue al duo militar; toda la base parece desierta, a excepción de algunos sonidos de las tostadoras. ''Raro ... muy raro. Pero mejor que siga así, por ahora'' No se sentía en condiciones de otro enfrentamiento con los malditos cylones.

La teniente Valerii les indicó que se pusieran los trajes. El tauronio iba a comenzar cuando Gaheris sugirió que los comprobaran ''Maldición!!! ¿Cómo mierda se comprueba un traje?'', pensó Dan.

- Teniente ... no tengo la más mínima idea de qué debo controlar en un traje de este tipo - trataba que su voz fuera apenas audible, evitando que la misma revelase su posición a las máquinas.

Para su sorpresa fue Karen la que consiguió volcar el skorpión. Jisoo dio tres aplausos muy rápido y abrazó a Karen felicitándola por su hazaña.

-¡Pues para no ser lo tuyo lo has hecho genial!

No se entretuvo mucho más pues la máquina intentaba ponerse de nuevo en pie, aunque Ragger le dio al botón de apagado justo a tiempo. Había sido un buen trabajo en equipo y ahora le tocaba a ella hacer su parte. Sacó la PDA de Danaón y la conectó con el skorpion mientras intentaba reprogramarlo. Durante el proceso Dido y Jake volvieron con trajes nuevos y Jisoo los saludó con la mano.

-¡Eh! ¡Lo conseguimos, Karen pudo volcarlo y Ragger lo apagó. Lo estoy reprogramando para que no sea peligroso y mirad -Jisoo señaló las extremidades que le quedaban funcionales con el taladro y el láser.- podemos desconectar el láser y el taladro y usar las abrazaderas para acoplarlo a alguno de nuestros trajes. -Ya se imaginaba a Dido con un taladro incorporado, eso iba a ser imparable, la idea le dio la risa.- Jijiji. Ahora lo estoy programando para que nos siga, puede sernos útil para hacer tareas pesadas.

Jisoo sonrió, se notaba que disfrutaba haciendo aquellas cosas y que ahora se encontraba algo más relajada viendo que todos estaban bien y que ya no tenían un peligro inminente.

Llegó seria pero al ver el taladro sonrió enseñando todos sus dientes. Habló por el intercomunicador.

—¡Me lo pido! Si os parece bien, claro.

Miró al resto, se detuvo un poco más en Jake que en el resto.

—Me alegro de que sigamos todos de una pieza. ¡Gracias!

Y si no hubo ninguna objeción a su petición insistió a su amiga.

—Jisoo, pequeña, ponme el taladro ese, en la zurda. ¡Qué pasada!

Hizo el típico gesto de hacer fuerza doblando el brazo izquierdo y luego lo posó en su cadera dejando los brazos en jarras.

—Aunque la verdad… ¡Visto lo visto tengo miedo de taladrarme yo misma y hacerme otro agujero! ¡Ya tengo agujeros de sobra!

Y soltó una risotada más bien rústica, pensando en que Karen y Ragger deberían estar alucinando con la pandilla de frikis que habían ido a "rescatarles".

Karen dejó de echar su peso sobre la barra tan rápidamente como está perdió resistencia al volcar el Skorpion. Se quedó boquiabierta mirando a aquella cosa patalear hasta que Ragger la desconectó.

-Fuerza no creo, ha sido más maña. La barra hizo el resto-le contestó a Ragger, sin creerselo aún.

Al poco llegaron Dido y Jake, los dos sanos y salvos-Me alegro de que consiguiérais llegar al compartimento estanco, la verdad es que has tenido muy mala suerte Dido. ¿Ha sido solo el traje o también luces un nuevo agujero en tu piel?-bromeó, sabiendo que la muchacha estaba bien, ya que estaba bromeando y planeando que le pusieran una de aquellas cosas del Skorpion en su brazo.

Mientras unos y otros manipulaban el Skorpion, Karen se sentó, observándoles. Ella poco podía ayudar en eso.

-Vuestra nave, ¿no hay peligro de que la descubran si tardamos mucho en salir de esta luna? Entiendo que al caer habréis sido detectados... ¿tenéis forma de comunicaros con ellos para que os digan si todo va bien?

-Jajajajaja. ¡Lo sabía! -Jisoo se rió divertida ante la reacción de Dido y comenzó a desmontar el taladro. Nadie había dicho nada así que se lo pondría a su amiga, cosa que no le llevó demasiado tiempo. Dudó cuando habló de hacerse un agujero a si misma, podía ocurrir y se sentiría mal si pasaba, pero por otro lado no tendría porqué ocurrir.- Vale, te lo pongo en la izquierda. Pero prométeme que tendrás cuidado ¿Vale? -Se puso seria durante un minuto y cuando Dido afirmó con la cabeza comenzó a montar el pequeño taladro.- Mira, puedes quitarlo así. ¿Ves? Es un sistema de cierre sencillo pero eficaz, no debería moverse ni soltarse por las buenas. Y aquí está el botón de encendido. ¡Espera! ¡Espera! Antes de darle déjame alejarme, me da un poco de miedo.

Conocía el ímpetu de Dido y estaba segura que lo querría probar, ella haría lo mismo en su lugar si no le diera algo de miedo tener en la muñeca algo que podía atravesar rocas.
Con Dido lista se dispuso a soltar el pequeño láser acoplado en la cola del scorpion.

-Bueno, creo que Karen se ha ganado el derecho a llevar el láser. ¿Verdad caballeros? -Preguntó a Ragger y Jake, ya no solo era un tema de justicia, también de caballerosidad al no dejar a una dama indefensa.- Ya has visto de lo que es capaz, no hace falta que te de muchas explicaciones. -Una vez desmontado se levantó y se acercó a la enfermera mostrándole el láser.- ¿Derecha o izquierda?

Como Ragger tenía la barra ahora ya iban casi todos con algo con lo que defenderse, faltaba Jake pero él necesitaría las manos libres para pilotar cualquier cosa que encontraran. Cuando terminó de montar el láser a Karen comenzó a caminar por la mina solamente para comprobar que el skorpion la seguía.

-¿Habéis visto que mono? -Dijo muy ilusionada.- ¡Me encanta como mueve las patitas mientras viene detrás de mi!

Quizás más adelante podría programarlo mejor y que hiciera más cosas, pero dudaba que pudiera tener las herramientas y materiales necesarios para intentarlo. La pregunta de Karen la devolvió a la realidad.

-Sí, supongo que sí, pero necesitábamos los explosivos para poder irnos. Ahora que los tenemos deberíamos regresar. ¡Ojalá que Boomer, Danaón y Gaheris hayan salido ya!

La comunicación es un problema-contestó a Karen-. Necesitaríamos la radio de otra nave para contactar con la Olympic Carrier. Por ejemplo, desde el raptor en el que vinimos hasta aquí sí podríamos llamarles. Pero los comunicadores de los trajes son de corto alcance. El caso es que nos lo tenemos que jugar todo a esa carta. Sin la Olympic Carrier, estamos jodidos. Así que más nos vale que las cafeteras no la hayan detectado.

Karen y Dido se armaron con las piezas del Skorpion, y la expedición siguió su viaje. Más adelante, la galería bajaba en pendiente hasta una gran caverna con varias salidas. Agazapados tras unas rocas, pudieron contemplar más abajo a cinco de esos modelos skorpion taladrando las paredes. En el centro estaban lo que habían venido a buscar: la vagoneta electrónica. La vagoneta corría en círculos en el centro de la caverna, una y otra vez, sin descanso.

Madre del amor hermoso, va a estar complicado.

Tiene un medidor en la muñequera. Tienes que ponerte el traje y el casco. Después pulsa este botón de aquí. Saldrán dos medidores en la pantalla. El de la izquierda mide la presión: la aguja tiene que estar en el centro del medidor. Si está más baja, significa que el traje tiene una fuga. Si está más alta, significa que la válvula de la bombona está rota, y expulsa en el traje demasiado aire. El medidor de la derecha mide el oxígeno restante mediante una estimación, suponiendo que la botella esté al máximo cuando la empezamos a usar. Asegúrate que coges una botella de oxígeno precintada. Rompe el precinto como indica el dibujo de la bombona, y ponle el tubo inmediatamente.

La falsa Valerii no se molestaba en bajar la voz, pero dejó de hablar en cuanto finalizó la explicación. Los trajes estaban bien, y tenían a mano bombonas por estrenar.

Alguien debe ir hasta la otra punta del hangar para pulsar el botón que levanta el techo plegable mientras otro se cuela en un shuttle y empieza a encender los motores. Yo sé pilotar, así que necesito un voluntario que me abra las puertas.

Luego de chequear el traje como le indican, Danaón mira confuso a Gaheris y a Boomer. Se siente algo descolocado en una situación de enfrentamiento militar, sin saber que hacer. No se anima a ir a pulsar el botón, pero tampoco quiere quedar como un cobarde, en especial cuando la alternativa es quedar a solas con una potencial traidora.

Finalmente, como si lanzara una moneda al aire, toma su decisión:

- Yo iré por el botón ... si tengo éxito, volveré lo más rápido que pueda. - no quiere exagerar, pero la situación es extrema - En cualquier caso, si tengo que volver al suelo (*), no regresen por mí.

 Asentí ante el ofrecimiento de Káleros, antes de dirigirme a Boomer:

 - Bien, entre los dos podemos poner ese pájaro a punto enseguida, teniente.

A Jisoo no le gustaba nada la idea de que la Olimpic Carrier hubiera sido detectada, no quería ni imaginarse a los cylons irrumpiendo en la nave y llevándose por delante a toda esa gente. Por eso debían darse prisa para solucionar el problema cuanto antes y poder marcharse de aquella luna y reunirse con la flota. Un poco más adelante encontraron el siguiente obstáculo que además era el vehículo que debería sacarlos de allí, pero la vagoneta estaba completamente loca corriendo en círculos a una velocidad que sería difícil detenerla.

-Uffff... sí. -Respondió a Jake.- Necesitamos que esté parada para poder reprogramarla. Quizás si pudiéramos volcarla... Parece que sigue siempre la misma trayectoria, eso debería facilitarnos las cosas. Podríamos poner algo para que sus ruedas se desequilibren y vuelque, o... poner algo grande y pesado en su trayectoria, como una gran roca. Quizás pueda también usar el skorpión, aunque no se si podrá con ella, bueno ahí tenemos cinco más...

—Sé que te has enamorado de tu cacharito y que te dará pena si se rompe pero... ¿Qué tal si hacemos que el skorpion intente levantar la vagoneta reteniéndola el tiempo suficiente como para que yo salte dentro?

Frunció un poco el ceño.

—¿Porque ese trasto tiene controles manuales, no?

En fin... También puedes reprogramar el resto de skorpions para tener nuestro propio ejército de cacharrines...

No, a ver... Si te subes a la vagoneta estarás dentro de la vagoneta, y ya. Ahí no hay controles, es dónde va la carga. Lo que buscamos está en un panel lateral del vehículo: tenemos que abrirle el "armarito". Dentro encontraremos el mando para controlar manualmente la vagoneta, y también está el permutador para apagarla, y los puertos usb para programar una ruta con el pad de Jisoo. Si la volcamos y cae sobre el lateral que no toca, el "armarito" quedará debajo de la estructura, y no podremos acceder a él. Además, hay que tener en cuenta que necesitaremos el Skorpion para volver a enderezarlo. No es una maniobra que podamos hacer con calma con todos esos Skorpion por ahí cerca.

La vagoneta mide quince pies de alto, pero tiene unas escalerillas adosadas a la parte trasera por si un operario necesita limpiar el interior. Estamos hablando de una máquina muy grande. Dentro, las paredes de la vagoneta nos ocultarán de los disparos de los Skorpion. Tened en cuenta que estamos mucho más lejos que la última vez de la sala con el oxígeno, y que aquí no hay un módulo estanco en el que cambiarse de traje. Si nos perforan la tela, se acabó.

Tengo una idea mejor... Puedo preparar con los explosivos una especie de "cartucho de dinamita". Si lo tiramos y hacemos explotar el suelo de la caverna, cuando la vagoneta pase por ahí encontrará un terreno irregular en los escombros que podrían suponer cualquier cosa: que vuelque, que lo ralentice, o incluso que lo detenga del todo y sus ruedas resbalen al quedar atrapadas. Hay un 33% de posibilidades de que ocurra cualquiera de esas cosas, es una lotería, pero es lo que hay.