Jarl se guardó sus pensamientos, sabía que a veces todos los caminos llevan al mismo destino. Esperaba que este fuera el caso
-Bien, si así lo queréis... -jugó con un hilillo dentro de su bolsillo. Miro a Salma y me interno por el camino de la derecha y en cuanto encuentro un lugar apropiado para pasar el día, me recuesto.