Partida Rol por web

Finalmente se habían calmados los ánimos y el comandante no parecía enfadado con la apuesta, sino más bien interesado. De todas formas, primero nos invitó a su mesa. Me miró al hacer la pregunta, quizá esperando que yo no tuviese la intención de dejar la pelea para después. Sonreí, aunque un poco toscamente, y dije:

- Por supuesto que prefiero comer algo sentada.

Antes de ir con los hombres escuché a Marçao. Le dije, también por lo bajo:

-Tu consejo es bueno, respecto a los que nos ofrezcan. Ya nos ha pasado una vez y no pienso caer de nuevo. Ahora, aunque me den al más fuerte de sus hombres, creo que podré manejarlo -choqué el puño con la palma abierta mientras lo decía -pero no me molesta si se retira. Aunque tampoco temo pelear con él.

Acompañé a Aximad a la mesa, junto el resto de mis compañeros. Me iba a sentar pero el comandante decidió ayudar a las damas de manera cortés supongo, aunque yo no entendía de modales. Dejé que hiciera su parte y me senté. Ví como hacía que sus soldados se retiraran y levanté la ceja derecha en gesto interrogante.

"¿Qué estará diciendo?" me pregunté.

- Está bien - Dice a la par que sus compañeros van hacia la nueva mesa. Se acercó a su silla y la examinó minuciosamente antes de sentarse encima, no le gustaba la idea de que está se rompiera nada más sentarse. Tras comprobar que la silla parecia robusta, se sentó esperando que alguien le trajera algo a lo que incar el diente.

- Aximad, supongo que para hombres de vuestra raza esto - dice señalando los aperitivos - parecerán suficientes para alimentar a unos soldados, pero no creo que sea suficiente para alimentar a dos O'Shar y el resto de mis compañeros. Donde puedo pedir un trozo de carne como para dos hombres?

Al escuchar las palabras de Marçao , su gesto apenas varía, y decide no inmiscuirse en sus cosas, todos son lo suficientemente adultos como para tomar sus decisiones. Sigue al resto hasta la mesa preparada, y se sienta lentamente, aunque, cuando el hombre intenta acomodarle la silla, sin mediar palabra, le mira negandose a tal acción, esperando que él no insista en sus intenciones.

Observa la situación en silencio, y claramente no se muestra cómoda en esta situación.

            Aximad ayuda a Breielssa y a Rachet a sentarte, dejando a Sahsnot para el final, pera la fria mirada de esta hace que se de la vuelta a mitad del camino y vuelva a su silla un tanto decepcionado. Sin embargo no tarda en recuperar la sonrisa.

 Ante las palabras de Garland y Marcao grita: - Mas bebida y comida para mis amigos... - Aunque el local esta bastante lleno de gente, buena parte de la cual esta ahora formando un corrillo alrededor de vuestra mesa, apenas si tardan en servir lo pedido por Aximad... Jarras de cerveza fria, algo de vino (sin especiar) carne acompañada de grandes trozos de patatas. - No se si habra comida suficiente en la ciudad para alimentar a guerreros con vuestro tamaño (lo dice por el comentario de Garland, que si no me equivoco aun no ha dicho su nombre)

- Aqui, teniendoos ahora delante, empiezo a pensar que tal vez todas esas historias y leyendas sobre las proezas de los Oshar puede que sean algo mas que un mito, pero decirme ¿Son todos los Oshar tan grandes como vosotros dos? Pues en mi vida habia visto ni hombre o mujer tan grande ¿O sois una excepcion?.... Y vos Marcao, desde luego he tratado con muchos Draniannos en mi vida y por Yul (una Deidad) que nunca habia visto ninguno con vuestro tamaño, ¿Es producto de la magia, o es un efecto secundario por viajar con los dos Oshar.

 - En cuanto a la Dama Sahsnot, ahora entiendo perfectamente porque siempre se ha dicho que las mujeres Alhyon son las mas bellas de Arcalon (asi se llama el mundo) si bien me las imaginaba mas menudas.

 - Y vosotros dos, dice ahora señalando a Rachet y Yorash, como es que viajais ¿con semejantes compañeros? ¿Hace mucho que os conoceis? ¿No acabais el dia con un terrible dolor de cuello de tanto mirar hacia arriba.

 - Pero no temais por la prueba (dice a Yorash) nadie saldra herido, o al menos malherido, y al final y al cabo la dama de cabellos de fuego parece animada, y seguro que un espectaculo digno de ver como este tambien animara a muchos soldados, pero dejar las apuestas para despues, no es inteligente apostar antes de ver los dos oponentes...

Me quise reír cuando ví como Sahsnôt rechazaba la ayuda del comandante. Por mí parte estaba demasiado preocupada en comer. Tomé un trozo de carne y lo observé con atención. Luego decidí que se podía hincarle el diente, aunque tampoco tenía mucha manera de saberlo. Dí un par de bocados y tomé un sorbo de vino, que afortunadamente parecía ni tener rastro de alguna especia.

Ante el comentario de Garland sonreí. Es cierto que nuestros cuerpos tenían más lugar para la comida. La altura, el físico, no podíamos pretender comer como todos los demás, que eran muy bajitos como siempre.

Entonces el comandante nos preguntó de nuestro pueblo. Hablé mirando a nadie en particular:

- Nosotros no habíamos visto nunca hombres tan pequeños hasta que salimos de casa- la sonrisa en mi cara dejaba claro que no tenía intención de insultar.

- Somos todos así, guerreros, fuertes, acostumbrados al frío y a la caza. Para algunos, salvajes, para nosotros simplemente personas que están en conección con la lucha desde niños.

Luego seguí comiendo y esperé que los demás contaran sus propias historias.

Ante la actitud del capitán y del resto de sus compañeros Yorash movió su mano de forma despectiva. Había sido ignorado por todos ellos sin más, sin mediar una sola palabra y sin que nadie se molestase en hacerle caso, como si realmente no existiera. ¿Sería así su nueva vida? ¿Un mero acompañante para los "grandes"? Gruñó y se apartó de todos frustrado y enfadado. Se acercó al tabernero al que solició una gran jarra de cerveza tibia. La tragó con avidez y regresó junto al resto mientras se ajustaba los guantes ajados.

- Nos encontramos casualmente y me salvaron de un grupo de dementes. Y no, no les miro hacia arriba, sería imposible. Es más sencillo mirar al frente, ya sea el ombligo de ellos o los pechos de ellas -respondió desganado-. No me preocupa la prueba, no seré yo quien combata, os lo puedo asegurar.

Ha sido un honor viajar con ellos, asi que ya para mi es normal... ellos me salvaron la vida...

Trato de evitar al sujeto del que siento algo de desagrado.

Al final parecia que de una manera u otra todos aceptaban sentarse en aquella mesa, tomo una copa de vino y la bebio a largos tragos, mientras disfrutaba de la carne... Intentaba no perder ojo a lo que sucedia a su alrededor ni la sonrisa, aunque esto ultimo era bien facil ante las intentonas del noble por cortejar a la rubia Valkyria Draniano yo?? eres un hombre gracioso Aximad, de verdad me resultas simpatico. Soy Nhuminio y aunque los mios somos todos mas grandes que vuestra raza es cierto que no tanto como los O'shar, yo soy un portento entre ellos, si has tratado con Dranianos quizas hayas encontrado mercaderes de esclavos, esos sucios enanos son piratas, esclavistas y poco mas...
Su rostro recupero la sonrisa cuando hablo de la apuesta Creo que nuestras apuestas siguen en pie, ya te dije que estas mujeres no son como las vuestras y de hecho si sigues por ciertos derroteros no tardaras en averiguarlo personalmente. Unas carcajadas escapaban del titan de ebano producto del alcohol.

Sahsnôt escucha atenta las conversaciones, aunque cuando habla de las mujeres de su raza, no puede evitar ladear ligeramente la cabeza y observarle. Pues ya veis que menudas no somos, señor. Aunque tampoco me considero tan bella como vos insinuais, imagino que mi tamaño y mi raza llaman la atención - dice tratando de restarle importancia al asunto.
 

Y a parte del reto. ¿de qué más queríais hablar con nosotros? Ya que creo que ha quedado claro que no vamos a luchar junto a vosotros, no puedo evitar preguntarme el por qué de esta invitación, así como de vuestro intento de confraternización.

Aximad escucha atentamente vuestras respuestas, a la mesa lo acompañan por asi decir dos lugartenientes, si bien estos dos ultimos no prueban la comida, solo algo de cerveza. Aximad por su parte pica alli y alla, pero sin mucho entusiasmo.

Ante el comentario de Breielssa de "pequeños" Aximad se tiene que morder el labio para que no se le escape la risa, encontra, sus dos lugartenientes lanzan una fria y dura mirada a Breielssa, esta claro que no les ha hecho ninguna gracia su comentario, tal vez haya herido su hombria (no son mas altos que el propio Aximad, rondando el metro setenta, poco mas). Veis que escucha con mucha atencion la explicacion de Breielssa sobre su pueblo.

En cuanto al comentario de Yorash, suelta una carcajada - Amigo mio, debeis ser realmente valiente para atreveros a mirar los pechos de estas mujeres, por lo poco que he visto, eso puede resultar mas que peligroso...

Ante la explicacion de Rachet se limita a asentir.

Marcao, que parece ser el mas dispuesto a seguir su juego le comenta... - Nhuminio eh? entonces si que estas lejos de casa, si es que no he olvidado de todo las lecciones de Geografia que recibi de joven... - Tuerce la cabeza en un gesto de disgusto ante la mencion de exclavitud... - Si hay naciones en las que la esclavitud es lo mas normal del mundo, pero no lo encontraras aqui, salvo claro esta caigamos en manos de los Hijos del Dragon. - Luego cambia de tema - Dejemos las apuestas, tengo algo en mente que puede repostarnos ciertos beneficios - Y Guiña el ojo a Marcao mientras se fija en Breielssa, como evaluandola

A Sahsnot le presta una especial atencion. Esta claro que nota su frialdad, pero eso no parece desanimarle ni mucho menos, quien sabe puede que asi la encuentre mas interesante. - Desde luego si vos os considerais de una belleza normal, antes de morir he de visitar vuestro hermoso Reino, antes de morir y antes de hacerme demasiado viejo por supuesto, - Suelta una carcajada ante su ocurrencia, secundada por varios hombres de la sala.

- Mirad Dama Alhyon, no todos los dias tienen uno la opotunidad de conocer a Oshars, ni a una Dama Alhyon, ni a un Nhuminio por supuesto... la vida aqui es muy aburrida, 15 dias de descanso y 4 meses en el frente, luchando por que no lo maten a uno... cualquier cambio es bienvenido... ¿O acaso vos no estais disfrutando de mi compañia? - Esta ultima pregunta lleva mucha intencion... todos se quedan en silencio en espera de la respuesta de Sahsnot.

La mujer no puede evitar fruncir el ceño ante las risas y comentarios jocosos. Aunque sabe que no es más que una invitada, y faltarle al respeto a un hombre así en esta situación podría significar algo más que un simple desaire, decide hacerse la estúpida y dejarse de rodeos que no llevan a ningún sitio.

- Entiendo, espero que un viaje al reino de donde provengo confirmen mis palabras. Además, no vereis a muchas mujeres por alli con armadura, como ya sabeis, lo cual realza todavía más su belleza... - ignora conscientemente la pregunta que le ha hecho.

Entonces, que proponeis que nos pueda reportar beneficios, señor? Aunque acabar con esos malditos es suficiente recompensa, algo de oro nunca biene mal...

Sahsnôt tiene, como siempre, buenas palabras para todo. Le está dando a entender al comandante que no la va a ganar con sus modos. Por mi parte, me causó mucha gracia la mirada de enojo de los dos hombres que estaban junto a él al hablar de su altura. Sigo disfrutando de mi comida, ahora un poco más relajada. No creo que estas personas tengan malas intenciones, pero tampoco voy a ser inocente.

En este momento no tengo nada que decir, así que me limito a dejar a los otros hablar. Lo observo a Garland y me pregunto qué realmente piensa de Aximad.

Garland se limita a comer. Carne, uno de sus platos predilectos. En verdad, siempre prefirio la caza que las lanceras O'Shar se encargaban de encontrar. Su sabor intenso era especial. Allí, sin embargo, rodeado de una multitud desconocida, y bajo las miradas atentas de todos era un poco más dificil de diregir. Aún así engulló con gusto, cual lobo devora a su presa recien capturada. Sus miradas se dirigian hacia uno y otro lado, mirando las caras de aquellos que no dejaban de observarle. Estaba cohibido una vez más, pero al menos estaba a salvo, de momento.

Los duros trozos de carne atravesaban sin parar su esofago, a tal velocidad, que el O'Shar tenía dificultad de vez en cuando al tragar. Tanta fue, que tuvo que ayudarse de aquel líquido amarillento al que todos llaman "cerveza"