-Sora es una persona muy... libre. Puede cuidarse bien sola, y también es que le gusta eso de ir a hacer compras sola para hacer sorpresas y tal... -explicaría el chico sobre su relación con la peli-rosa, antes de fijarse en Jess tras su pregunta. -. Entre una cosa y otra, nos topamos con Hanzo Nobunaga, uno de los hijos de un multimillonario con mucho poder. Sora hizo buenas relaciones con él, lo invitó a cenar, y... yo vine a traer las armas que conseguimos.
Ya respecto al café, el bartender también miraría a la científica esperando que esta aprobase o no la petición de la pequeña, siendo que tras intercambiar una mirada cansada con Jess la mujer acabaría por asentir.
-Dale algo ligero -indicaría, siendo que Keitaro obedecería al preparar algo sencillo y mayormente dulce.
Seria la afirmación de Aoi lo que provocaría que Angelo soltase una carcajada.
-¡Lo he pensado! -respondería entre risas, antes de escuchar su otra afirmación, la cual dibujaría una sonrisa más sincera en su rostro. -. Pues siempre he pensado que el crimen trae cierta emoción que no se consigue de otra forma.
Finalmente, Jess parecía interesada en salir a jugar, algo que apoyaría Aoi combinando su mirada de suplica con la de la niña para que le dejase salir, ante lo cual Sayomi poco pudo hacer más que suspirar.
-Hay un parque cerca de aquí: iremos un rato y volveremos. Iré por algo para cubrirme -diría antes de ir hacia el pasillo de habitaciones para al poco tiempo regresar con una gabardina con capucha. -. Muy bien... Vamos.
-Yo también iré con ustedes: si pasa algo, será mejor que me tengan a mano -añadiría el hombre pelirrojo, con una sonrisa de confianza dispuesto a acompañarlos al exterior.
De ese modo, dejarían nuevamente a Keitaro solo en el bar mientras llevaban a Jess a dar un paseo al parque, donde descubriría un nuevo ambiente lleno de juegos y felicidad, bastante alejado a lo que la pequeña estaba acostumbrada cuando de salir a jugar se trataba. Los minutos pasarían volando, y antes de que pasase la hora Sayomi indicaría que era momento de regresar, prometiendo a Jess que otro día podrían volver al parque a jugar de nuevo.
Hanzo Nobunaga, un nombre que Aoi conocía bien.
Era el hijo adoptivo mayor de Kazama Nobunaga, el primero de los tres que forman su "trinidad de reliquías".
Su quirk disparó el ascenso de los negocios de su padre, teniendo la capacidad de sacar deducciones de forma inhumana y hasta ilógica a través de la información que tiene, siendo casi como predecir el pasado y el futuro. Como contra, es incapaz de controlar del todo el uso de su quirk, siendo que muchas veces acaba usándolo inconscientemente y entre tanta información termina por sufrir amnesia, siendo numerosas las veces que ha olvidado su identidad. Por suerte, es capaz de ir recordando todo de forma relativamente rápida según van encajando las piezas.
No es un misterio para nadie que conozca a la familia que, de los cuatro Nobunaga, es el más "normal": no es excéntrico de ninguna manera en particular, y tiene valores humildes de amabilidad y ética, siendo fácilmente el favorito para los empleados que han tenido que trabajar para su apellido.
-Quién sabe, si consigue camelarle a lo mejor nos consigue hasta un jet privado para nuestras misiones. Se terminó el Lungo riendo por lo dicho. -¿Qué clase de armas conseguisteis?
Angelo no le sorprendió, estaba diciendo lo más cliché que cualquier delincuente podía decir por lo que sencillamente sonrió y asintió.
-Bueno Nakamura, parece que nos veremos un poco más tarde. ¿O quieres venir con nosotros al parque? Al final marcharon y se divirtieron todo lo que se tuvieran que divertir, vigilando a Angelo de alguna manera pues o era muy despreocupado o buscaba información y descubrir algo. ¿Seguro que era un delincuente?