Partida Rol por web

BRINDLEWOOD BAY S01

S01 E01 - ¡PAPÁ AL AGUA!

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14/07/2021, 17:09
Director

A: - ¿Pero seguro que quieres ver eso? Estoy casi convencido de que el tiempo debe de haber sido cruel con esa serie...

B: - Era la serie favorita de mi abuela, ¿Vale? Nunca nos la perdíamos, así que, si, quiero verla, y espero que sigan subiendo más temporadas a Amaflix.

A: - ¡Mppppf! Si, caro, porque tu lo pidas.

B: - Anda, sé de utilidad y tre las palomitas que ya ha sonado el micro.

A: - ¡Tttttt! Claro, y una birra, si no te importa.

B: - Como te pongas alegre y me jodas la serie, te toca dormir en el sofá, capullo.

A: - No, voy a ser un nietecito bueno.

B: - Anda y que te... Voy poniendo los créditos, que quiero verlos. Trae el queso y un cuchillo también.

A: - Y a tu abuela ya de paso.

B: - Que te calles, capullo.

 

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14/07/2021, 20:09
Director

(El característico logo rojo y verde de Amaflix, acompañado por su característico sonido de televisión de tubo encendiéndose en un canal muerto acompañado por dos segundos de coro celestial con eco, da paso a una imagen en tonos marrones, oscura, una escena previa a los créditos que nunca había sido emitida hasta que esta plataforma decidió volver a emitir Brindlewood Bay).

Unos ronquidos bajos se ven seguidos por un rápido respingo emitido por una mujer mayor. Primer plano de Muriel con expresión de dolor al girarse en la cama. Da la impresión de que se ha clavado algo o sufre algún otro tipo de molestia similar. Baja la mirada y vemos, desde su perspectiva, un leño que reposa a su lado, sobre una colcha bordada. La mujer se extraña, pues el leño tiene su propia cama y no es tan despistada, peor de golpe percibe cómo el leño tiembla contra su torso. Estirándose lo toma hacia si, descubriendo que en su parte superior se abre una pequeña boca de dientes plateados que no debería de estar ahí. Es un tronco, los troncos no tiene boca. No les hace falta para hablar, en absoluto, si lo sabrá ella. Pero aquellos dientes se separan emitiendo un siseo similar al de una tetera cuando su agua comienza a hervir.

Una voz cavernosa nace del nudoso centro del leño para emitir un eructo que termina convertido en una inesperada palabra:
 

- EL VACÍO.

Tras soltar tan extraño vocablo (Con su artículo y todo, no es un vacío como de tener hambre y no saber de qué o un vacío cualquiera, es EL vacío), los dientes desaparecen en el interior de la reseca pulpa de la madera, mostrando una tráquea leñosa de la que el compañero de Muriel carece, que expulsa sin previo aviso una ráfaga de agua salada sobre el lecho de la anciana.

Fundido a negro.

 

 

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14/07/2021, 20:20
Director

(Entra la sintonía de la serie)

(Un rápido montaje en el que se intercalan imágenes comunes del día a día en el pueblo costero de Brindlewood Bay con tomas cortas tomadas de distintos capítulos de la serie en los que vemos a nuestras protagonistas riéndo, asustándose, bebiendo, poniendo cara de oler un gas, tratando de intuir cómo ostener una luger mientras los nombres de las actrices y sus personajes van desfilando por la pantalla, antes de dar paso a un montaje con imágenes de la última fiesta de cumpleaños de Bella, que termina con una toma de las cuatro Expertas del Crimen abrazándose, unas con expresiones más felices que otras, acompañadas por los créditos de los guionistas, productores y director del capítulo.
Sobre una toma panorámica, estática, del pueblo en el que acontece sus aventuras en tonos sepias, aparece el nombre de la serie.
 

BRINDLEWOOD BAY

Con una fuente modernista que también es empleada para darnos el título del capítulo en marrón sobre fondo negro.
 

 

 

¡PAPÁ AL AGUA!

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14/07/2021, 20:33
Director

(Pasamos al característico montaje inicial de todos los capítulos de la serie, en el que vemos a sus protagonistas realizando distintas labores cotidianas disfrutando de su disipada vida de jubiladas en un idílico pueblo fabricado a su medida, lo que no significa que no pueda ser aburrido y una señora prisión para las mismas).

Notas de juego

Pues eso, en esta primera fase del juego, cada jugador narrará una escena sencilla, reconfortante, en la que se vea a su personaje realizando alguna tarea común en su día a día. Sois libres de introducir personajes comunes que creéis que forman parte del día a día de vuestros personajes o hacer referencia a lugares que os gustaría que hubiese en el pueblo.

No hace falta mucho más de un párrafo. Tras una ronda de estas escenas, pasamos a conocer el misterio.

Le debo una pista a Agatha, pero se la daré tras ver su escena.

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14/07/2021, 22:33
Bella Thomas

Bella daba vueltas alrededor de su última creación pastelera, tarareando y cantando algún verso suelto del que sí recordaba la letra, mientra le daba los últimos toques. Unas flores de crema rosada por aquí, alrededor del tronco del arbol de chocolate. Unos adornos por allá, escogiéndolos de la bandeja en los que tenía puestos los que ya había montado. Un pozo de jengibre en el centro, con su cubito de chocolate. Ovejas de nube pastando en la "hierba" de crema coloreada de verde. Un pastorcito, junto a un saco de un buen tamaño, con el fondo pintado de mermelada de fresa, que le daba un aspecto de contener algo que chorreaba rojo.

Todas las superficies de la cocina estaban cubiertas de cuencos, bandejas, instrumentos de cocina, ingredientes...Pero también de libros, fotografías escabrosas con anotaciones al margen sobre colores y cómo conseguir las formas adecuadas y noticias sobre crímenes con partes subrayadas.

Finalmente Bella colocó con cuidado el hacha diminuta apoyada en el pozo, y dió un paso atrás para admirar su obra terminada, satisfecha con el resultado. Tras sacar varias fotos y anotar algo en su cuaderno, cogió un largo cuchillo bien afilado y partió la tarta por la mitad, con cuidado de cortar limpiamente el pozo por el centro, pero sin tocar el resto de elementos de la escena.

-¿Qué le parece Señor Thomas? ¿Cree que es una buena representación del Caso de los lobos de Anderswood? ¿Cree que las chicas apreciarán los trocitos crujientes en la crema?

Cómo respuesta, únicamente un maullido contestó desde fuera de plano.

Al abrir la tarta por la mitad, se veía que debajo del pozo había un centro de espesa crema roja entre el oscuro bizcocho de chocolate, que daba la impresión de un lago subterráneo hecho de sangre. Era increíble la maña que tenía Bella para esculpir con chocolate, porque aunque los trozos de esqueletos de chocolate blanco "flotando" en el lago eran diminutos, eran notablemente anatómicamente correctos.

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15/07/2021, 09:57
Margaret Fairchild

La escena viaja a la fachada de una pequeña casa unifamiliar. Frente al porche de entrada hay un caminito de losetas que conduce hasta una acera de baldosa geométrica. Junto al camino, se puede ver un buzón de correos con la banderilla subida y un periódico atravesado en la portezuela entreabierta. En el buzón se puede leer un rótulo de tipografía sencilla.

PETERSON

Greenfield St. 42

Un molesto chirrido agudo y el runrún de un pequeño motor contrastan con la plácida escena.

La puerta se abre y un hombre de mediana edad vestido con una bata larga de franela bajo la cual asoman unos calzoncillos celestes y una camiseta de tirantes que apenas cubre una cuidada e incipiente barriga. El hombre sale y avanza hasta el buzón con rostro molesto. Abre la portezuela, recoge el periódico y baja la banderilla. Después, se encamina de vuelta por el caminito de losetas, pero a mitad de camino gira a su derecha siguiendo una bifurcación. La cámara le sigue brevemente abriendo el plano y muestra el final de aquella bifurcación en un garaje amplio que tiene su amplia puerta abierta.

El garaje es un elemento separado del resto del edificio unifamiliar, dentro se puede ver una característica furgoneta amarilla de la que salen chispas. La furgoneta es un viejo conocido de los seguidores de la serie que reconocen inmediatamente como "Lorry Van". Sobre el portón abierto del garaje, hay un cartel que reza:

YOU ARE ENTERING BRITISH TERRITORY

GOD SAVE THE QUEEN

- Miss Fairchild. ¡Miss Fairchild! - Pronuncia el hombre intentando imponerse sin éxito al fuerte ruido que parece llenar el espacio.

- ¡Miss Fairchild! - Vuelve a probar sin éxito.

¡¡MARGARET!! - Grita perdiendo la paciencia y consiguiendo, al fin, que el agudo chirrido se detenga.

Margaret Fairchild sale de debajo de la furgoneta amarilla deslizándose sobre una plataforma plana con ruedas. Sostiene una lija eléctrica que, en este momento, está apagada.

- ¡Mr. Peterson, buenos días! ¿Cómo usted despierto tan temprano un domingo? - Pregunta con un marcado acento británico la interpelada.

El señor Peterson pone los ojos en blanco.

- ¿Qué le tengo dicho de sus reparaciones matutinas? ¡Cuando acordamos el alquiler de mi garaje como su vivienda ya hablamos de esto!

- Pero querido Mr. Peterson, esto no es una reparación. Es el pulido mensual de los bajos de Lorry. Como sabe, me gusta mantenerle sano.

- ¿Puede al menos esperar a después de la hora del café? - Preguntó el señor Peterson dándose por vencido, como acostumbraba a pasarle cuando intentaba conversar con Margaret.

- Gracias, Mr. Peterson. Para mi que sea un té. Sin azucarillo. Termino en cinco minutos lo que estoy haciendo y me acerco a su puerta a buscarlo.

Volviendo a hacer rodar la plataforma se introdujo de nuevo bajo la furgoneta amarilla.

¿Pero cómo qu...? - El chirrido se reanuda tragándose las objeciones del hombre que, después de varios segundos de indecisión, acaba regresando malhumorado por el caminito en dirección a su vivienda donde, sin duda alguna, podrá a hervir una tetera con agua.

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15/07/2021, 14:20
Agatha Shaw

En la escena de inicio, se ve a Agatha reparando la rueda de su bici con su kit. Después sube a ella y pasa por las calles del pueblo, saludando con la mano y una a toda aquella persona con la que se va cruzando, que le devuelven el saludo, algunos alegremente y otros no tanto ( no se puede gustar a todo el mundo).

Llega a su casa en el 42 de Backstrand St y deja la bicicleta en la puerta. 

Al entrar deja las llaves en la estantería, donde conserva un viejo paquete sin entregar de hace muchos años. Lo mira un instante, lo acaricia... y se gira. Toma el último cuaderno de crucigramas que está realizando. Al levantarlo, se puede ver que debajo está su vieja agenda de direcciones de Brindlewood Bay. Coge su pluma de oro y se sienta en un sillón orejero de tapizado victoriano a realizar su crucigrama.

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15/07/2021, 23:33
Muriel Lanterman

El entramado de los cuadros del crucigrama se funde en la cortina de una ventana que se cierra violentamente. De espaldas veíamos a Muriel cotillear por ella.

—Ahí está de nuevo el señor Mainfield haciendo como que repara la verja, ¡viejo verde!— Muriel se separa de la ventana buscando algo mientras continúa despotricando de su vecino.

—Es la quinta vez ya en lo que va de verano. Lo hace sólo para pasarse la mañana observando a esas frescas que toman el sol en la playa—  se mueve por la habitación con torpeza. Parece que busca algo con su mano entre las mantas de una silla hasta que obtiene la manguerilla del oxigeno y se la pone, aspirando fuerte y sonoramente.

Un poco más recuperada se sienta en la silla que parece no haber abandonado en toda la noche mientras mese una preciosa cuna de madera a su lado.

—Ya lo sé. Jezabel y Margaret no dejan de insistir en el concurso de repostería que habrá en acción de gracias. Pero ¿sabes lo que te digo? Que al final asistiré con un tuper de boñiga. ¡JA! Seguro que gano.

Rebusca entre su bata y saca un caramelo que le cuesta bastante desenvolver para llevarse a la boca.

—Además... no me cambies de tema. No creas que se me ha olvidado lo que me hiciste anoche.

La cámara enfoca el interior de la cuna, en el que el tronco de madera de Muriel descansa enfundado en un pijama de bebé. En la parte superior hay un móvil hecho con cuerdecitas y trocitos de madera de forma irregular.

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16/07/2021, 19:01
Director

Curiosamente, cuando Agatha se dispone a abrir el volumen de pasatiempos en el que lleva enfrascada un par de horas (Por desgracia es un fascículo de una publicación mensual un poco mediocre en el que ni tan siquiera se separan o especifican los niveles de los desafíos, pues parecen piezas descargadas directamente de internet o hechas con algún generador informático random, sin gradación, gran dificultad o alma), este se abre por una página concreta, por efecto de un cuerpo ligeramente abultado en su interior: una tirita con un infantil estampado de personajes Disney.

Hace unos años, Agatha se habría escandalizado por aquella desagradable irrupción en un objeto 'personal' con el que solo su librero podría haber interactuado, pero Shaw había aprendido a aceptar aquellas pequeñas pistas como indicaciones de que un misterio abría sus alas en Brindlewood Bay y de que su misterioso benefactor la quería envuelta en el cotarro.

 

 

 

Notas de juego

Desbloqueadas dos pistas

 

PISTA DE LA CONJURA

 

El Vacío...

 

PISTA DEL MISTERIO

 

Tirita con motivos Disney (Goofy practicando deportes con diversos uniformes)

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16/07/2021, 19:41
Agatha Shaw

Agatha toma el último ejemplar de crucigramas, mascullando entre dientes que ya no hagan crucigramas como los de antes. Al abrirlo por una página al azar, tiene la sensación de que algo ha caído al suelo. Se agacha y mira bajo su sillón orejero. Le parece ver una pequeña lamina de plástico de vistosos colores. Alarga la mano para cogerla y ve que se trata de una tirita infantil...

Esto no es propio del Sr. Baily...No suele dejar que los niños ronden por su librería. ¿ Cómo ha llegado esta tirita al número de crucigramas?... ¡ Tengo que llamar a las chicas! ¡ Por fin un poco de diversión!

Toma el auricular del teléfono y, una a una, llama al resto de expertas. Cuando cogen el teléfono el mensaje es el mismo, sin más saludo, ni despedida, ni dar tiempo a ninguna de ellas a mediar palabra:

- Esta tarde té. En mi casa a las 5. ¡ Tenemos un misterio!- dice a cada una, colgando el teléfono inmediatamente después.

Cuando ha realizado las 3 llamadas, se dispone a comprobar que tiene suficiente té y pastas en la despensa para una larga tarde, que espera ilusionada como una colegiala.

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17/07/2021, 00:29
Director

Aquellas reuniones improvisadas por Agatha, cada vez que su ángel guardián le daba nuevos indicios de algún crimen o misterio en la zona, habían sido aceptadas con un poco de escepticismo por el resto de las Expertas en Crimen al principio, pero tuvieron que acabar reconociendo que tras estas siempre terminaban por encontrarse envueltas en las más variopintas investigaciones, normalmente no de gran envergadura, pero su tensión e importancia iban en crescendo ¿Qué misterio les depararía esta vez aquella colorida tirita? ¿O es que Agatha había terminado por perder el norte y se aferraba a aquella pequeña banda adhesiva para encontrar el sentido a alguna laguna existencial?

 

Sea como fuere, aquella citación había caído en sábado, lo que significaba que, tras la sesión de té, pastas y sospechas extendida, las Expertas debían de asistir a su cita periódica en la tercera planta de la librería EL CANDELERO, donde se reunían con otras seguidoras de la saga de novelas LOS MISTERIOS DE LA CORONA DORADA, trepidantes aventuras de intriga y suspense protagonizadas por la carismática y siempre resolutiva Amanda Delacourt, escritas por la incansable e inspirada pluma de Robin Masterson.

 

 

En Brindlewood Bay había una decena más de aficionados que solían acudir a esta cita, pero eran pasajeros, meros espectadores que gozaban de su dosis de adrenalina, mentiras y puzzles sin afrontar su lectura de una forma práctica o activa, en eso se diferenciaban las cuatro Expertas del resto: ellas amaban husmear e investigar los enigmas reales que saliesen a su encuentro, viendo en Delacourt no sola una inspiración, si no una maestra sobre cómo abordar sus periplos aventureros o un reflejo en el que ver la mejor forma de esquivar los peligros propios de sus afanes detectivescos.

 

Llevaban años reuniéndose en aquel atestado almacén, viendo como otros aficionados iban, venían o partían al viaje definitivo, dedicando horas, PowerPoints y extensas bibliografías a documentar las bases reales y las buenas prácticas de una auténtica Experta en Crimen. Solo el Club del Arlequín Púrpura, de lectores de novelas románticas, igualaba su entrega y devoción por aquel acogedor rincón cedido por la única librería del lugar que llevaba abierta más de cuarenta años sin ser absorbida por alguna cadena de distribución sin alma incapaz de ofrecer libros editados hacía más de seis meses.

 

Pero las Expertas habían personalizado con pequeños detalles aquel espacio, dejando claro a cualquier visitante ocasional que aquel era su lugar.

 

Notas de juego

Pregunta para Dar Pintura a la Escena, a responder por todas, aún someramente ¿Qué habéis aportado al lugar para hacerlo vuestro?

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17/07/2021, 09:43
Agatha Shaw

El Candelero era para Agatha como una extensión de su casa. Perfectamente podría considerar parte de su hogar aquel almacén en el que se apilaban infinidad de libros y objetos, y que hacía que a Agatha le pareciera una peculiar cámara del tesoro. Un tesoro en el que, según el Sr. Baily, ellas 4  eran las "joyas de la corona", haciendo una avispada referencia a su afición por LOS MISTERIOS DE LA CORONA DORADA.

- Como toda cámara del tesoro requiere, Sr. Baily- dijo un día, sacando de su bolso un pequeño paquetito- necesita una cerradura que guarde sus secretos- guiñó un ojo, al tiempo que abría el paquetito del que sacó un candado de combinación.

 

 

Podría usarlo para cerrar el almacén, y en cada reunión darnos alguna pista para averiguar la clave y poder acceder... a la cámara del tesoro- comentó tímidamente como una niña que propone un juego a un adulto y no sabe si aceptará.

 

Notas de juego

He editado para poner un candado con letras, que me parecía más propio de Agatha

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17/07/2021, 14:10
Bella Thomas

Si bien técnicamente no era la anfitriona, Bella si se había erigido en la encargada de bebidas, refrigerios, tentempiés, meriendas y todo lo necesario para convertir una simple reunión de gente aficionada al mismo tipo de libros en una agradable reunión social.

En cuanto llegó, empezó a sacar las cosas para la reunión del armarito al que poco a poco había ido trayendo el equipamiento imprescindible para una tarde de lectura con las amigas.

Colocó su última creación repostera en el soporte para pasteles, un tanto ansiosa por ver la recepción que tendría esta vez, rellenó y enchufó el hervidor de agua, sacó las tazas, platos, cubiertos y servilletas (después de colocar en su sitio las que traía lavadas de la reunión anterior) y puso sobre la mesa la lata de pastas para quien no quisiera tarta, el azúcar, la leche, el café, la latita con distintos tipo de infusiones, y la lata con el té favorito de Margaret y un cuenco con varios limones que había traído de casa. Porque siempre había alguien que quería su infusión con limón, y después de la primera vez, no iba a volver a pasar la vergüenza de decirle a alguien que no podía hacerle la infusión como le gustaba.

Una vez todo listo, se sentó en el sofá con su propia taza bien llena de té con leche, con mucho azucar. La taza había sido un regalo de su hija mayor. Decía "I love tea and books" y tenía un dibujo de una taza de té encima de varios libros, rodeados de flores y corazones. Resultaba adorable.

Por supuesto, tenía un surtido de tazas genéricas, pero las habituales tenían su propia taza, y cualquier visitante que cogiese una taza que no era la suya recibía una comprensiva pero decepcionada sonrisa, como la de una abuela cogiendo a su nieto robando de la caja de galletas, que hacía que el perpetrador se disculpara inmediatamente y se replantease todas sus elecciones vitales para haber acabado cometiendo un crimen semejante.

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18/07/2021, 22:35
Margaret Fairchild

Margaret, a diferencia de sus compañeras, era británica. Y eso se lleva en la sangre tan grabado que no se puede desprender, así que, como buena británica, había aportado al lugar un toque sutil, fuera del alcance de muchos, pero tan claro como una Unión Jack o un documento de pertenencia a la Common Wealth para los más avispados.

Sencillamente, justo delante de la puerta del despachito donde organizaban sus reuniones había un pequeño y estilizado paragüero cilíndrico de hierro forjado y un felpudo con unas palabras escritas.

Por supuesto, el hecho de que ambos elementos decorativos estuvieran delante de la puerta del despachito hacía que ambos estuvieran en el interior de la librería lejos de la puerta de entrada a la misma, lo cual no dejaba de ser muy revelador para el supuesto visitante avispado.

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20/07/2021, 01:42
Muriel Lanterman

Muriel había dedicado "los últimos años de su vida útil", como ella suele decir, a esta librería. Aunque muy a su pesar el local seguía evolucionando, adaptándose a los nuevos tiempos, pero sobre todo a los nuevos clientes. Aún así la tienda rezumaba a Muriel por todos lados. 

Algunas de las estanterías tenían bolsas de tela tejidas a mano para recoger los libros que debían ser ordenados de nuevo en ellas. Las mesas de todo el local estaban decoradas con mantillas bordadas con motivos de los top ventas de todos los tiempos en la tienda. Desde Ignatius J. Relly hasta el coronel Aureliano Buendía descansaban en las superficies de toda la tienda, además por supuesto de la queridísima Amanda Delacourt, quién tenía un lugar especial en el apartado del club de lectura. 

 

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20/07/2021, 11:43
Director

La tranquila reunión del club fue ocupada, mayormente, por el recitado en voz alta del relato corto DESDE SALEM CON CLOROFORMO, publicado hace años en un suplemento semanal de verano que solo se había distribuído en Europa, durante una campaña literaria en de escritoras en la que aquel manuscrito primerizo de Robin Masterson se codeaba con las ficciones de Agatha Christie, Marie Higgins Clark, Ruth Rendell o Patricia Highsmith.

 

A las Expertas no les costaba imaginar una buena merendola en la que cada una de ellas pudiese interpretar a cada una de las grandes maestras del suspense, y esa ensoñación era casi mejor que el relato, recitado por la joven Patricia Wong, pero el deseo de poder estudiar toda bibliografía de Masterson y el reconocer en esos escasos apuntes un esbozo de lo que se convertiría en la destacable novela UN CLARO PARA TRES SUICIDAS (Previa al arranque de la saga de los MISTERIOS DE LA CORONA DORADA), eran alicientes más que suficientes para dedicarle una sesión del club.

 

Pero, mientras las Expertas recogían y limpiaban los restos de la batalla, discutiendo las incongruencias y aciertos de Robin en aquel divertimento ligero, una conocida figura se materializó sobre el felpudo que Margaret había depositado en el acceso al corazón del club. El Sheriff Wyman Dalrymple agarraba, nervioso, su sombrero de ala ancha entre las manos, esperando a que solo las Expertas quedasen en el lugar, buen sabedor de que aquellas marujas fisgonas, como les había llamado a la cara en más de una ocasión, como grupo o por separado, no se podían permitir el abandonar aquel rinconcito antes que el resto de los miembros del club.

 

Cuando finalmente vio que su espera había valido la pena, se animó, aún medio molesto a dirigirse a ellas, abordando a Muriel, por ser la más cercana, pero hablando realmente para todas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1/2 (Falta otro post)

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20/07/2021, 14:20
Sheriff Wyman Dalrymple

- Mis muy queridas... Señoras.- Arrancó mientras terminaba por abandonar el felpudo, se veía un gran esfuerzo en sus caídas facciones, similares a las del inseparable perro pachón que le solía acompañar cuando no estaba de servicio. En el brillo de sus ojos cualquier aprendiz en la lectura del tarot podía leer brujas chismosas, en vez de lo que realmente había adornado sus labios, pero había que reconocer que las Expertas le habían dejado en evidencia más de una vez, voluntaria o involuntariamente, y eso escocía al hombrecillo.- Estoy seguro de que, siendo ustedes como son, grandes conocedoras de todo lo que ocurre en nuestra pequeña comunidad, ya estarán al tanto de cierto pequeño incidente acaecido hace dos noches en alta mar, cuando nuestro querido pescó algo que casi rompe una de sus mejores cañas.

Ciertamente había habido algo de revuelo entre los marineros, las gentes del puerto y los trabajadores de la lonja en el último día, peor era fácil achacárselo a algún pequeño delito de contrabando bienintencionado (Como lo solían catalogar los implicados) o multas por alguna licencia caducada. Puede que incluso la tirita encontrada por Agatha en su magazine de pasatiempos tuviese algo que ver con ello, pero los agentes de la ley debían de haberse molestado más dela cuenta en tratar de ocultar lo ocurrido, así que la cosa pillaba a las Expertas de primeras, pero con un brillo de incipiente curiosidad sonriendo entre las arrugas que flanqueaban sus ojos.

- Si, es cierto. Albert Krause, el conocido financiero que suele veranear en nuestro pueblo junto a su familia, haciendo buen uso de nuestros pantalanes con su yate, la Dama Regia, ha muerto. Su viuda (Amanda) e hijos (Sara, Emily y David) ya han aportado su declaración, insistiendo en que el páter familias se ha caído de la borda durante una borrachera, peor he de reconocer que hay algo que me huele mal en todo esto y por ello recurro a ustedes, ya que ni yo ni los chicos conseguimos avanzar en esta investigación y sé que ustedes son unas expertas en... En estas materias.-  Comentó mientras señalaba un troquelado que publicitaba la última novela de los Misterios de la Corona Dorada.

Aquello era MUY NUEVO, para las Expertas, el sheriff y sus ayudantes habían sido siempre estorbos ineptos cuando ellas trataban de dilucidar pequeños misterios locales y, aun teniendo la simpatía de algún agente, todos debían de ponerles mala cara cuando comenzaban a husmear en la escena de un crimen o sus inmediaciones. Aquello había pasado a formar parte del decálogo de los agentes para que Wyman no les pillase ojeriza y les dejase tirados haciendo trabajo de oficina o multando las eternas colas de coches en doble fila del puerto.

- Créanme, soy el último que querría...  Importunarlas durante sus... Atareadas vidas, pero si me pudiesen ayudar.- Existía un remoto resquicio de súplica en sus palabras, entrecomilladas por sus ojillos castaños. - Amanda está reclamando el cuerpo para poder darle entierro en Boston y no me quedan más excusas para tratar de retener al yate y sus ocupantes en Brindlewood Bay. El cuerpo está siendo guardado en una de las cámaras frigoríficas e la lonja. Por... Esta vez, pueden contra conque no nos entrometeremos en sus investigaciones.- El sheriff parecía querer irse de allí a toda prisa, peor sabía que tenía que esperar a que las Expertas le confirmasen su interés en ayudarle y le pudiesen preguntar o comentar cualquier duda al respecto.

- Tiradas (1)

Notas de juego

2/2

MARGARET hace años tuviste algún tipo de encuentro con alguno de los hijos de los Krause, de ahí que te suene alguno de los nombres implicados ¿Qué recuerdas al respecto?

Dejando a un lado el comentario de Margaret, tenéis todas vía libre para hablar con el sheriff y/o plantear posibles métodos ara abordar la investigación la mañana siguiente.

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20/07/2021, 16:47
Agatha Shaw

Agatha escuchaba con aire de suficiencia como el sheriff Dalrymple les pedía ayuda para un caso, a ellas, a las que tantas veces  había bufado cuando habían suplicado por un un pedacito de información sobre alguna investigación... Hoy, por fin había llegado el día en que la policía necesitaba su ayuda. 

- Bien, bien...  ¿y podemos ver a ese pobre señor Krause?

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22/07/2021, 16:48
Sheriff Wyman Dalrymple

- Mi querida señorita.- Arrancó Wyman, dirigiéndose a Agatha. - El cuerpo ya ha sido analizado y ciertamente las causas apuntan a que se ha ahogado, peor creo que eso no ha sido sin ayuda desde fuera del agua. Claro que pueden ir a ver el cuerpo, peor tendrán que apañárselas con Etienne, que era amigo del fallecido y es el encargado de la lonja que se ha ofrecido responsable para guardarlo en sus frigoríficos. Una cosa es que les dé vía libre para investigar y otra que les dé una placa de policías honorarias, que no es el caso.

Casi parecía decir aquello con la seguridad de quien se congratula de que aquello no fuese a pasar nunca, si tenía competencias en el asunto.

El sherfiff se refería a Etienne Beauregard, responsable de la compra y distribución de productos marinos a través de su pequeña empresa Beau Travail LTD.

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22/07/2021, 16:54
Director

 

¡PAPÁ AL AGUA! - COMPLEJIDAD 5

PRUEBAS DEL ENIGMA: 0

PRUEBAS DEL VACÍO: 1

PRUEBAS COMODÍN:

  • Tirita Disney