Partida Rol por web

Dorothy se alegró que se fuera recuperando poco a poco. Le sonrió tímidamente y le contestó: Sí, creo que quedó impresionado.  Sus mejillas cogieron un color algo sonrosado.

- Pero no te preocupes por eso ahora, quiero que descanses y te repongas del susto. Sentirse tan impotente es algo agotador... continuó - Quizás deberías quedarte en el campamento si salimos mañana... pensó en voz alta.

Quedarse en el campamento...Molly no había pensado en el día siguiente todavía. - Supongo que podría quedarme atendiendo al Sr. Farewell...

Dorothy asintió: Así te sentirías mucho más tranquila, y más útil.  Y podrá descansar, además de que me sentiré menos preocupada por ella, sin rifle... podía haberle atacado a ella la leona... pensó la mujer, pero deshechó en seguida ese pensamiento tratando de pensar en que estarían todos a salvo.

- Como has comprobado sé defenderme. sonrió tratando de aliviar la tensión que sufría la joven.

Es cierto, Milady, sí que sabéis. ¡Me quedé tan sorprendida cuando disparásteis tan certeramente!

- Molly, yo... Lady Cottonwell se levantó después de volver a acariciar tu pelo y comenzó a preparar un té. Mi hermano me enseñó a disparar, además de muchas más cosas... parecía que necesitaba contar algo, así que sin mirarla comenzó a hablar serenamente, aunque tratara de evitarlo una punzada de tristeza se escondía al fondo.

- Hace unos años mi hermano vino a África para acudir a unos asuntos de unas tierras que mi familia tiene en este continente. Nuestra madre hacía tiempo que había fallecido, y Rob, bueno, él nunca fue malo conmigo, simplemente se dejaba llevar por los demás. Pero comenzó a madurar y cambió... Dorothy sonrió, algún recuerdo alegre había vuelto a su mente... pero cuando volvieron las palabras, volvió la tristeza, Mi padre arregló mi matrimonio con un joven de familia rica, yo era joven... rebelde... y estaba herida, así que como un gatito asustado saqué mis uñas en vez de ser buena chica y obedecer. Suspiró y prosiguió. Solo Rob estuvo de acuerdo conmigo, pero no me dijo nada. Cuando después del escándalo por mi desplante, comenzó los preparativos del viaje, le pedí... le supliqué que me llevara con él... Mi madre siempre había soñado con visitar África, pero mi padre nunca la trajo. Rob se negó en rotundo, le asustaba demasiado lo que mi padre pudiera decir o hacer... al igual que mis hermanos. Rob es el peque... era... el pequeño de mis tres hermanos varones, yo soy la menor de todos.

Dorothy volvió a suspirar, en su cabeza tenía grabada la historia a fuego, pero dejarla salir era tan doloroso como haberla vivido, tuvo que recuperar el aliento para continuar.

- Sin embargo, y a escondidas de todos me fui en el barco con Rob, cuando me descubrió, ya era tarde para volver, sería costoso y arruinaría sus planes y su viaje por completo. Así que no tuvo más remedio que llevarme. miró a Molly, Ya había estado en África, aunque en el sur, una región algo diferente, pero igual de fascinante. No lo he dicho porque nadie sabe de mi viaje aquí, no quiero que nadie más lo sepa. Desde que tuve que regresar a Inglaterra me moría por volver a África, así que mi esposo pensó que me hacía ilusión, y así era, solo que por otra razón diferente. Aquí es como estar en otro mundo... cierro los ojos y me siento libre... En Londres me sentía en una jaula de oro, amplia, cómoda, hermosa, pero una jaula al fin y al cabo. Quería decírtelo para que estuvieras tranquila, yo... no dijo nada más... simplemente miró a Molly entre asustada y expectante.

Molly se mantuvo callada durante la historia de Milady, casi aguantando la respiración, al sentir que su señora se estaba confiando a ella y que eran recuerdos a la vez dolorosos y felices. Mientras Lady Cottonwell hablaba, miraba hacia el frente como si estuviese viendo las imágenes de aquéllos días, en tanto que Molly no podía apartar sus ojos de ella, intentando captar lo que no llegaba a contarle.

Cuando, por fin, terminó, Lady Cottonwell pareció volver a la realidad y sus miradas se encontraron. En la de Molly podía leerse el sincero afecto que profesaba a su señora, algo de sorpresa por las revelaciones y también algo de curiosidad, pues malady no le había contado toda la historia. 

Milady, yo...nunca habría podido imaginar que tuviéseis un pasado tan...-no encontraba las palabras- tan apasionantemente misterioso. - Molly se moría por saber qué le había sucedido al hermano de Lady Cottonwell, pero no se atrevió a preguntar.

Las miradas de las dos mujeres se encontraron, Lady Cottonwell mantenía la serenidad al igual que la joven, que parecía mucho más calmada.

Cuando Molly habló, los ojos de Dorothy se abrieron un poco y una risa feliz y risueña salió de su boca, algo que muy pocas veces hacía.

- Jajajajaja... ¡Oh Molly! las palabras de la joven la animaron de una inusual manera, ¿Apasionadamente misterioso? ¡Eh? Jajaja.

Lady Cottonwell se acercó a la muchacha que estaba algo descolocada y la abrazó calurosamente, Gracias Molly. Me alegro mucho que esa sea la impresión que te queda al confiarte mi secreto. Creí que pensarías que era una caprichosa malcriada. Jajajaja en sus brazos Dorothy reía, pero las lágrimas corrían sin descanso por sus mejillas.

Molly se quedó algo perpleja cuando Lady Cottonwell, ante su sorpresa, se echó a reir. No creía haber dicho nada divertido, pero a Milady parecía divertirle sobremanera su comentario. Sin embargo, se alegró de haberla animado, pues instantes antes se la veía triste, y cuando la abrazó, Molly respondió a su abrazo con cariño. Ahora sentía todavía menos apropiado preguntarle por su hermano, pero la curiosidad pudo más que ella.- Milady, ¡yo nunca pensaría eso! ¡Sois toda una dama!.- Tomó aire y se atrevió - ¿Puedo....puedo preguntaros qué le sucedió a vuestro hermano?

- Desgraciadamente murió muy joven, no sé las circunstancias exactas, pero fue aquí en África, a causa de unos negocios que mi familia tiene aquí... o tenía... no lo sé. Solo sé que una noche le dispararon unos hombres... Dorothy respiró profundamente... se apartó de Molly y le dijo. Bueno, ya está bien de charla por hoy, deberías ir a ver cómo se encuentra el Señor Farewell, ya que en parte eres su enfermera. Yo terminaré de arreglarme para la cena.

Lady Cottonwell parecía animada y aunque te contó la muerte de su hermano, estaba más nostálgica que triste.