Sin saber muy bien que más hacer, y viendo a la mujer allí inconsciente, decidiste dejar de perder el tiempo y bajaste para tratar qué pases emprender con el resto de los acompañantes.
Posiblmente fuera interesante adentrarse en las ruinas para poder preparar el informe para la reina Margarita. Sin lugar a dudas, tarde o temprano será necesario adentrarse en ellas. Quizás sea mejor hacerlo ahora con compañeros que más tarade solo... ¿pero serán estos compañeros de fiar?
Finalmente Desmond salió del dormitorio, cerrando con llave tras de si, y bajo hasta el salón, con mirada desconcertada o reflexiva. Llego ala mesa y se dejó caer en ella.
- Realmente ese tipo está pero de lo que creía.- Encogiendose de hombros os miró.- Y bien, ¿qué hacemos?
PNJ
- Pues lo dicho... Enricco se inclinó hacia adelante para asegurarse que sus compañeros le escuchaban bien. - Los cuatro podemos adentrarnos en la ciudad maldita, e intentar sacar provecho de ello. Sonrió al imaginarse el oro que podían sacar de aquella empresa.
- ¿Que me decís? Tampoco tenemos nada mejor que hacer, salvo volver a nuestras casas con el rabo entre las piernas. Observó a sus compañeros, pero estaba seguro que todos aceptarían. - Hagamos los preparativos y partamos cuanto antes mejor, ya llevamos demasiado tiempo dando tumbos sin sentido.
- Para bién o para mal tenemos algo ya entre manos, esperad almenos a que podamos hablar con esa mujer cuando entre en sí; no me gusta dejar nada a medias, si podeis esperar os acompañaré, prefiero saber que dejamos un aliado que un pellejo moribundo en este antro.. y tu ya me entiendes Enricco.
Parte era interés economico y parte algo más; no habia llegado a esas tierras para simplemente hechar fortuna.. para eso se hubiera quedado donde conocia..
- Por cierto Desmond explicate mejor..
Tu fiel primo llamó la atención de Mandíbulas, a la vez que le dió un hueso de buen tamaño para que este los royera.
Pronto se pusieron a la zaga del caballero que se dirigía en dirección a su destino, a las ruinas de Mordheim.
El viaje se hizo tranquilo, el cielo se mostraba encapotado, de color plomizo, amenazador, anunciando lluvia tarde o temprano, pero no sería eso lo que retrasaría el paso del caballero.
El mercenario miro cansadamente a su compañero mientras se frotaba la nuca. - Nada compadre, solo que uno esta acostumbrado a buscar segundas y terceras intenciones . Debo haber pasado demasiado tiempo en la gran ciudad . En los caminos la vida es mas sencilla . Pero creo que tienes razon ,no pasara nada si esperamos un dia o dos antes de partir. Tal vez nuestro caballerete ya esté de vuelta entonces.
- De eso ni hablar! Se incorporó de un salto Enricco de su silla, golpeando con el puño la mesa. - Estoy harto que las tonterías de ese bufón nos hagan perder el tiempo. Los ojos del espadachín relampagueaban de furia. - Si queréis esperar aquí sentados a que ese advenedizo regrese a por sus putitas, hacerlo. Yo partiré lo antes posible, si vosotros no venís, encontraré otra compañía que aprecie más mi acero.
Enricco, de pié junto a la mesa, esperaba la respuesta de sus supuestos compañeros. Ya estaba harto de Tymos, ya estaba harto de lamerse las heridas por culpa de un bocazas sin sentido del peligro. No, Enricco no esperaría ni un minuto más a que el supuesto caballero regresara.
- ¿Y bien, que decís?
- Ya lo he dicho antes Enricco... - Sin levantarse de la mesa añade impasible mirandolo fijamente.
- Esperaré a que la mujer se recupere, no la dejaré aquí sin màs; lo diré claro: quiero sacar algo más de todo esto; y nada tiene que ver Tymos ahora. Es mi decisión y aunque aprecio vuestro acero, partid si no podeis esperar ni un sólo dia, quizá nos veamos en algun putrido rincón de estas aciagas tierras.
Enricco bufó insolente, mientras se pasaba los dedos por la perilla. - Si esa es vuestra decisión, sea. No pienso quedarme ni un minuto más en este lugar, pues nada me retiene.
Con elegante porte, se caló su sombrero de ala ancha, he hizo una teatral reverencia. - Caballeros, ha sido un placer hacer este viaje con ustedes. Espero que nuestros negocios no se crucen de nuevo.
Y dicho esto, se acercó a la barra, tenía algo que hablar con el orondo posadero.
Con aire divertido, te esperaba el mofletudo mesero mientras llenaba una jarra de birra, que nada más llenarla se la llevó a los labios para dar un largo sorvo. Luego se quitó la espuma con el dorso de la mano y te preguntó.
- Al aprecer esta banda ha tenido suerte, antes de que nadie se hiciera daño ya se ha disuelto. Dime, tileano, que quieres. Te sirvo una.- Dice lanzando una mirad a la jarra.- ¿O buscas otro tipo de servicios?
Los tres hombres que permanecieron sentados en la mesa vieron como el veterano espadachín parecía haberse determinado por algo de acción, pero claro a diferencia de Rod o el temerario ser Tymos, el se había sobrepuesto bastante bien a las heridas del combate con los hombres bestia.
Lo visteis hablar con Gordon. ¿Dando por terminada su relación con vosotros... o solo sería un farol?
Una vez enricco se acera al posadero, Rod se dirije al resto de la compañia.
- Si estáis conmigo quizás consigamos algo de pasta por el rescate y algun que otro contacto en estas tierras, luego iremos a por ese oro oscuro si todo va como creo ya que puedo equivocarme..., vosotros decidid, lo que el carazon os diga, y sin rencor ninguno a diferencia de él. Aunque id con cuidado si decidis seguirle - señalando a Enricco - es algo nervioso.. , si hay algo que aprender en esta profesión es saber esperar.. quizás no lo sabe pero en eso se parece demasiado a alguien que conocemos..
Rod hace un guiño de ojo a los presentes, mientras espera su reacción inminente, rebaña su plato con algo de pan y acaba su jarra sin demasiada prisa..
Enricco dejó la jarra sobre la barra, pues no era que se la llenaran lo que buscaba.
- No mi buen amigo, solo busco información, que de eso seguro vais sobrado. Sonrió mientras se pasaba los dedos por el bigote. - ¿Mencionaste que conocías ciertas bandas que buscaban gente? ¿Me equivoco? ¿Seriáis tan amable de volver a explicarme donde puedo encontrarlas?
Como al parecer no era posible ganar ni una sola moneda más con el grupo con el que había llegado hasta allí, Enricco decidió buscarse otras compañías que le proporcionaran mayor beneficio.
El hombretón sonreía ante las palabras del tileano.
- Soy o no soy un posadero en las cercanías de Mordheim, conozco a todas las bandas que se precien por los alrededores, tileano. La información forma parte del negocio como Rita o la birra jejeje.- Se ríe con un deje pervertido en su mirada.- Como ya te dije son varias las bandas que hay, dime un poco que compañías buscas y te podré orientar mejor. Pero par aque no haya mal entendidos, todo tiene su coste.
Desmond sonrie ante el comentario de Rod. -Es posible que sean dos caras de la misma moneda.Yo tambien creo que debemos esperar ,no es bueno precipitarse tan ansiosamente hacia un lugar tan peligroso. Y alzando su copa añadio: -Estoy contigo Rod .Pero te aconsejo que no nos demoremos demasiado. Cada dia que pasa nos costara más tomar la decisión de partir.
El espadachín se llevó la mano a la bolsa de monedas dibujando una pícara sonrisa. - No me esperaba menos, seguro que llegaremos a un acuerdo.
Enricco se acercó un poco más al posadero. - Mientras no sean fanáticos religiosos, ni monstruos come bebes, supongo que podré arreglármelas. Dijo sonriendo.
Todas aquellas ruinas se hacían bien tristes. Según las descubrían restos quemados, derrumbados señalaban lugares que antes habían estado rebosante de vida y alegría. Pero no era esto lo que entristeció el corazón del bretoniano. Había esperado algún tipo de aventura, quizás son el favor de los dioses alguna modesta hazaña a la que poder llevar a cabo. Pero aquellas tierras eran mucho más tranquilas do lo que le habían apenas insinuado.
-Vamos Foyle, no te demores. Cuanto antes lleguemos, antes habremos cumplido y podremos dar una vuelta por el sitio para ver si podemos encontrar algún caballero con necesidad de liberarle de algún voto hecho, o con ganas de romper alguna lanza.- Sir Tymos pensó que se sentiría afortunado de volver a encontrarse con los hombre de Gotliet o alguien de valía equitativa.
Su escudero tan solo resopló una vez más.
Pensaba que cauría algun post més. XDDDDDD No sé si se suposa que estic en pausa o debía postejar. Pero per si de cas... aquí ho deixo. XD
Master: Volia fer-ho abans però entre una cosa i l'altre no podia. Bé ara ja tenim un lloc o continuar.
El ánimo de Dareus se desinchó un poco en perspectiva de tener que quedarse uno o dos dias más en esa mala representación de civilización. Por un lado quería hacer algo más que esperar, pñero ir solo con Enricco... pues serian solo 2. El grupo se fragmentaba y aquello les hacía más vulnerables.
- De acuerdo, me quedaré uno o dos dias más, pero si para entonces la moza no se ha recuperado... pues me buscaré la vida. Esperaba poder aprovechar el tiempo para indagar un poco más sobre la zona, quienes swe miovian por allí y algo de informaciñon sobre el "trabajito" que tenia encomendado. Unas coronas de oro más no le vendrian mal en estas tierras.
- Bien Dareus, .. Desmond..
Habiamos quedado pocos.. pero almenos los que quedabamos parecia que estabamos de acuerdo en algo, y eso
era bueno, así que Rod se dispone ha aligerar sus próximos pasos.
- Bién, como parece que estamos de acuerdo en esto, en uno, a lo sumo dos dias partiremos, este es el tiempo que le daremos a esa mujer para que nos de unas cuantas explicaciones y alguna buena noticia para variar.. si os parece nos turnamos y almenos uno de nosotros que esté en la posada para procurar que se recupere sin contratiempos y no desaparezca. El resto del tiempo que cada uno haga lo que desee y se prepare para partir para tenerlo todo a punto cuando llegue el momento. Os parece bien?
Rod parece seguro y franco.
Disculpad mi franqueza pero... Rod no se va a rajar y cuidará de sus palabras. Cuando no cuide de la mujer y en sus tiempos muertos buscarà información, hablará con el mèdico, o lo que surja. Si te parece Master aligera la escena que esto ya ha dado mucho de sí, no?? que me decís?