Cuando Cliff llegó al bar Tony ya estaba allí, sentado en uno de los sillones junto a la ventana tomando algo. Se dirigió a la barra a pedir un whisky y se sentó en la mesa de Tony.
—¿Qué tal te ha ido? —preguntó aunque por la expresión de Tony, sospechaba la respuesta—. Yo he contactado con un antiguo policía amigo de mi hermano... con suerte esta noche nos dará algo de información sobre ese Willis.
Cliff estuvo un buen rato explicando a Tony su relación con el policía y su conversación con él.
—Perdona, creo que me he emocionado un poco y no te dejo hablar. Esto es como jugar a los policías, ¿sabes?
Una larga calada a su pipa y la expresión de la cara de Cliff revelaban cierto orgullo por su trabajo de esa tarde.
Aún esperaba la respuesta de Tony cuando vieron que Chief aparecía por la puerta del local. Evidentemente los estaba buscando y vino hacia ellos de forma directa. Había cierto tono de cansancio en su aspecto aunque su mirada seguía manteniendo el fuego vivo de quien ha logrado un éxito sin precedentes con algo.
Vamos reuniéndonos...
@Momo: ya falta menos para que lleguen a ti. Voy a dar por hecho que el suceso que tenía inquieta a Reba es lo que le ha pasado a Chief, que probablemente te habrá llamado antes de venir aquí para contártelo y tenerte al día (o quizás lo haga antes de que salgan del bar).
—¡Hey! —saludó Tony cuando llegó Chief— ¿Qué tal ha ido? —preguntó con curiosidad, aunque siguió hablando— Justo iba a contarle a Cliff lo bien que ha ido con Ally...
La cara se le iluminaba cuando hablaba de una conquista. Todo muy adornado. Todo muy de película de Hollywood. Tenía que ser así, era lo que se le daba bien...
—Eso sí, al final todo pasa por ese tal Roger —dijo torciendo un poco el gesto—. Tú lo conoces, ¿no, Cliff? Es el dueño o el encargado, o lo que sea, del garito en el que estuvimos ayer. Parece que conoce al tal Willis...
Cliff ladeó la cabeza.
—Lo conozco de vista. Voy mucho por The Goat. Es el dueño, sí.
Dio un trago a su bebida y volvió a hablar.
—Todo no... esta noche volveré a hablar con Robert y me dirá que tiene de ese Willis. Confío en que nos de alguna buena pista para seguir.
Miró el reloj, faltaba poco más de una hora para que Reba acabara su programa1.
—¿Qué os parece si vamos yendo a por Reba? Partimos esta noche, ¿verdad? Salvo que se nos revele algo raro, creo que mejor salir ya.
[1] Creo que no hemos hablado de qué hora era así que le he metido el turbo al reloj. Creo que ninguno queríais hacer nada más por la tarde, ¿verdad?
Al entrar, el sacerdote llevaba en las manos una vieja lata de Maxwell House en las manos, con una desgastada biblia sobre ella.
Las bolsas bajo sus ojos parecían haber aumentado, como si hubieran pasado años en vez de horas, pero el efecto era completamente opuesto en sus ojos, los cuales parecían poseer la energía de un guerrero.
- Estamos avanzando sobre tierras pantanosas. - fueron sus primeras palabras nada mas sentarse, sin soltar en ningún momento la lata de café.
Miró alrededor para asegurarse que nadie prestaba atención a la conversación y les contó con todo lujo de detalles lo sucedido en el hogar de la señora Painbell.
- Llamé a Reba a la radio desde allí y la puse al día. - les informó. - Pero tenemos que tener claro que esto es algo más que unas simples grabaciones musicales, vuestro alma podría estar en peligro si continuáis con esta busqueda.
En cualquier otro momento, por cualquier otro interlocutor, esas palabras sonarían a manicomio o al menos a un buen control de drogas pero el Chief hablaba en serio y la preocupación por sus compañeros era clara y genuina.
—Depende del valor que le pongas a tu alma eso puede ser más o menos importante —dijo Cliff restando hierro a las palabras del chief.
Cliff no era creyente y esas palabras de Chief no percutían tanto como pretendía su amigo.
—Os propongo una cosa. ¿Qué tal si vais a buscar a Reba mientras yo voy a hablar con Robert sobre ese Willis? Nos vemos después en mi apartamento y nos ponemos en marcha. Hay una llave bajo el felpudo.
¡Ok! Hacemos una pequeña elipsis hasta 'On the road again'