- Por mi parte, si me lo permitís... - Dijo la elfa de forma educada. - Iré a dar una vuelta por la zona. A ver que puedo encontrar...
Aunque todos pensaron en que Liadrel seguiría los pasos de su inseparable amigo Innos, o bien se uniría a los caballeros en su búsqueda de una ropa más adecuada al entorno, no fue así. Por primera vez la elfa decidió andar su propio camino y aunque no dio demasiadas explicaciones también acabó por desaparecer de la vista del resto entre los abarrotados puestos de aquel inmenso mercado callejero.