- Dice que este asentamiento lleva aquí más de cien años. - Jacrow sorprendió a Valyëvan en ese preciso instante.
No esperaba que le hablara y menos que le desvelara información de la que había conseguido sin que ella se la pidiera. ¿Empezaba a sentirla como parte del grupo? Eso parecía. Desde luego, las malas caras y los comentarios en su contra habían cesado en gran medida desde que embarcaran en Arthanis. Podía ser que todo empezara a normalizarse.
- Dice que están rodeados por un sinfín de tribus trasgas. - Prosiguió hablando el líder del grupo. - Son muy violentas y cada vez lo serán más a medida que vayamos hacia el sur. - Habló aquel extraño hombre de escasas sonrisas. - Le he contado lo de nuestro encuentro con aquel grupo de trasgos. Le he comentado lo del estandarte que portaban. El hacha ensangrentada al revés. Posiblemente se tratase de un grupo de exploradores del clan de Bolgka. Un poderoso señor de la guerra que opera al suroeste de aquí... - Se encogió de hombros. - No sé de que nos va a servir saber eso, pero lo cierto es que si es cierto lo que dice de ese clan, hemos tenido suerte...
Tras besarnos me deje acariciar disfrutando el momento, sus manos en mi rostro y mi cabello y por supuesto nuestros labios saboreando los labios de su compañero.
Para cuando nos separamos ya habia comenzado una nueva cancion y Alex no me dejo ir, se veia animado y enamorado asi que hice el esfuerzo de quedarme una cancion mas.
Tal vez despues me enteraria un poco sobre que estaba haciendo Jacrow, pero por ahora no importaba.
Centrándome solo en lo que decía el tabernero a través de Jacrow, mi mente se alejó de todo cuanto no tuviese que ver con nuestro viaje. Eso era lo importante, lo más importante.
Agradecí en silencio aquel momento de confianza de Jacrow, que parecía verme, por primera vez, como alguien importante dentro del grupo y no como alguien que no debía estar allí. Allí entre los dos, podíamos decidir cuáles serían nuestros siguientes pasos.
La información que le estaba proporcionando nos advertía del peligro que correríamos a partir de entonces, aunque tampoco nos decía gran cosa.
-Si dispusiéramos de un mapa con la localización de los poblados podríamos buscar un paso seguro entre ellos. Será difícil incluso con él, pero a lo mejor tenemos más posibilidades de evitarlos. Bastaría con que hiciese un dibujo básico.
Siguieron bailando durante un rato. Se lo estaban pasando bien, como hacia tiempo que no lo pasaban. Alex recordaba los momentos que había pasado junto a aquella mujer y soñaba con revivirlos. Parecía que todo lo que quedó atrás, había regresado en un abrir y cerrar de ojos, era como si nunca se hubieran separado. La complicidad que había entre ambos era enorme y podían comunicarse entre ellos sin necesidad de utilizar el lenguaje.
Pero también estaba ella... Valyëvan. No le quería ningún mal, desde luego que no, pero esa obsesión insana que tenía con él empezaba a ser enfermiza. ¿Por qué de tal actitud? ¿Estaba enamorada de Aenifer? Empezaba a pensar que sí. No era muy común entre las norteñas el lesbianismo, pero aquella mujer en particular, no tenía nada que envidiar a un hombre en cuanto a fuerza física y tamaño. Alex empezaba a dudar también que no la tuviera más grande que él...
- Me gustaría mucho abrazarte en un lugar apartado de miradas indiscretas... - Le dijo guiñándole un ojo. Aenifer sabía muy bien a que clase de abrazo se refería Alex Ryder.
- Eso será difícil... - Respondió aquel hombre. Por primera vez su tono de voz no sonaba tan agrio como de costumbre, sino que parecía a gusto hablando sobre aquello con la norteña. - Los trasgos son animales que están en continua trifulca. Además suelen ser bastante nómadas. Agotan los terrenos y se marchan a otro sitio. Pocas veces tienen asentamientos que duren más de un año... - Gruñó hastiado y alzó la mirada dirigiéndose de nuevo hacia el mesonero. - Dos cervezas... - Le pidió.
Por primera vez desde que se conocían parecía que aquel hombre la aceptaba en el grupo. De hecho, Valyëvan tenía la extraña sensación de que estaban hablando de igual a igual. Lo cual no era malo de por si, pero si extraño viniendo de Jacrow Geja. El mesonero colocó dos jarras rebosantes de cerveza sobre la barra, una frente a Valyëvan y la otra frente a Jacrow. Entonces aquel hombre agarró la suya y le ofreció un brindis a la pelirroja. ¿Era la manera de pedirle disculpas? ¿De aceptarla realmente en el grupo?
- Creo que simplemente tendremos que andar con ojo de no toparnos con más sabandijas... - Afirmó.
Tras el guiño de ojo de Alex le tome las manos y salimos de la taberna para encontrarnos medianamente solos. Pasaban algunos enanos que podia vernos con curiosidad pero nadie se acerco o nos dijo nada. Al menos que yo supiese.
Fue entonces cuando agradeci que el aire fresco despejara mi mente, aquel licor era fuerte y realmente estaba algo mareada, tal vez por eso veia a Alex tan varonil y ....
- Yo tambien quiero que me abraces Alex, pero no creo que sea el momento, ademas ni siquiera se aun donde vamos a dormir? De seguro que no cabemos los dos... Y solte una risa apoyada tambien por el alcohol que habia tomado.
- De seguro las camas son chiquiticas... ja ja ja ja. Dije haciendo señas con las manos acerca de lo pequeña que deberian ser.
Sabia que no era prudente bromear asi pero aquel momento no me pude controlar, entonces lo abrace y todo se desvanecio en un beso que nuevamente encendio mi cuerpo dormido por el cansancio o el alcohol.
- Antes no necesitabamos una habitacion para estar juntos, susurre a su oido.
Estaba lista para dejarme llevar a donde quisiera llevarme, todo lo demas podia esperar.
Aquel brindis, aquella "ofrenda" entre guerreros, hizo que por primera vez viese a Jacrow con otros ojos. Seguramente no sería la mejor persona del mundo, pero su seriedad era solo un reflejo de su capacidad para centrarse en una sola cosa hasta el final y el hecho de que me conociese, o al menos hiciese que me sintiera como si así fuese, como un igual, merecía que le diese el beneficio de la duda.
Choqué la copa con él y me bebí el contenido de un trago.
Creo que simplemente tendremos que andar con ojo de no toparnos con más sabandijas...
Contemos con ello entonces, pero ay de los que se crucen en nuestro camino. No dejaremos a nadie con vida -le dije. A continuación solté ruidosamente mi copa y me limpié la boca con el brazo -. Me voy a descansar. Nos veremos por la mañana.
Cuando me giré, no vi ni rastro de Aenifer ni de Alex. En realidad, entendía que sintiese algo por él, de verdad, pero en mi fuero interno algo me decía que las personas no cambian, que quien es traicionero y salvaje una vez, lo es siempre, y que aquel hombre iba a darle la espalda a Aenifer tarde o temprano. ¿Y eso en que me convertía a mí? En una amiga muy furiosa que tendría que recoger sus pedazos.
Joder. Por una parte esperaba equivocarme pero por otra, estaba convencida de que tenía razón y eso no me permitía acercarme a Alex con una sonrisa en los labios.
Pero a la mierda todo.
- Harás bien en descansar... - Dijo Jacrow girándose para buscar a Aenifer y a Alex. Era evidente que iba a dirigirse a ellos. Posiblemente para darles un toque de queda pero... - ¡Maldita sea! - Gruñó enfadado. - ¿Dónde demonios se han metido esos dos? - Preguntó al aire e inmediatamente miró a Valyëvan, como buscando una respuesta en ella.
Sí, Jacrow, como Valyëvan había supuesto no era el mejor hombre del mundo. De hecho, posiblemente fuera uno de los peores, pero era un hombre que sabía priorizar y que evidentemente no tenía un gran sentido del humor ni demasiadas dotes para congeniar con la gente. La pregunta obvia era acerca del porqué. ¿Cómo alguien llegaba a ser como Jacrow? Fuera como fuera, parecía que había aceptado por fin a Valyëvan, lo cual era un motivo de tranquilidad.
Eliferum se puso en pie cuando Jacrow lo escrutó con la mirada. ¿Le habría aceptado a él también? Cuando aquel hombre un tanto desagradable vio como Eliferum se acercaba a donde él se encontraba, éste agrió el gesto, vació sus pulmones de aire lentamente, como tratando de serenarse y puso los ojos en blanco. Era evidente que todavía no consideraba demasiado útil al manco.
- Creo que esos dos dormirán en caliente... - Dijo un sonriente Eliferum. - Acaban de subir a toda prisa en busca de un sitio donde... - Soltó una risotada e hizo un gesto obsceno con las manos. - ¡Ya sabéis! Se lo van a pasar mejor que nosotros... - Afirmó con rotundidad. - Creo que ya es hora de retirarme. ¿Tenemos habitaciones?
Tenían habitaciones. Jacrow así lo había previsto. Una en concreto con dos literas. Era la única que quedaba libre pues el resto ya habían sido ocupadas. Lo que en principio podía parecer un problema, cuatro lechos para cinco personas, se había convertido en una ventaja, pues era evidente que dos miembros de la expedición compartirían una de las camas con mucho gusto.
Estuvieron un buen rato disfrutando de la compañía enana y aunque tan solo Jacrow entendía el idioma enano, el idioma de la fiesta y el alcohol era más o menos universal en todos los rincones de Gea. Lo cierto fue que comieron bien, bebieron mejor y hasta el malcarado de Jacrow acabó por sonreír y unirse a la fiesta. Incluso llegó a dar algunos pasos de baile, desvelando que no era lo que desde luego, la danza no era una de sus virtudes.
Finalmente, un par de horas después, agotados de danzas y sobre todo de intoxicar su hígado con bebidas espirituosas, decidieron marcharse a sus aposentos. Habían estado esperando al regreso de Alex y Aneifer, pero éste no llegó. En cualquier otra circunstancia se hubieran preocupado. La desaparición de dos miembros del grupo sin decir nada, siempre era motivo de preocupación, pero tenían la intuición de que aquellos dos muchachos se lo habrían pasado juntos, incluso mejor que ellos.
Una vez en la habitación, descubrieron que se trataba de una estancia muy austera. El espacio era bastante reducido y escasamente decorado. Un candelabro apagado pendía de una de las paredes y no había ventanas. A cada lado de la habitación había dispuesta una litera de un tamaño bastante pequeño. Los más altos del grupo tendrían que dormir un poco arrugados, pero siempre era mejor que dormir a la intemperie. No había más muebles salvo un arcón de tamaño bastante grande situado en la pared frente a la puerta.
Por suerte tenían llave tanto de la puerta como del arcón, así que muy posiblemente no tendrían problemas de ladronzuelos nocturnos. La única pega era que no sabían como lo iban a hacer Aenifer y Alex para llegar hasta la habitación. Entonces los vieron. Se dirigían hacia la escalera y entonces Eliferum llamó su atención. Se giraron hacia ellos y se dirigieron hacia la habitación.
Jacrow estaba evidentemente embriagado. Se notaba por la mueca que mostraba en el rostro y que se asemejaba ligeramente a una sonrisa. Se notaba que no se le daba demasiado bien sonreír, pero el alcohol que corría por sus venas le obligaba a hacerlo, aunque fuera de una manera un tanto dantesca. Miró a Alex y frunció el ceño cuando pasó por su lado introduciéndose en la habitación.
- Espero que ella... - Levantó las cejas señalando hacia Aenifer. - ...no sea un impedimento en la misión... - Le dijo.
Alex, que portaba consigo una sonrisa bobalicona difícil de borrar, se puso serio de inmediato ante el comentario de Jacrow. No parecía haberle caído muy bien y por un momento pareció a punto de agarrar la empuñadura de su espada y resolver aquel asunto como hombres. Como hombres borrachos concretamente. Por suerte Alex no estaba borracho, no al menos de alcohol y si de algo parecido al amor y finalmente no se decidió a zanjar el asuntos por las bravas.
- Lo que suceda entre ella y yo, debe quedar entre ella y yo. - Afirmó con bastante énfasis. - No perjudicará a la misión. Sé lo que estoy haciendo y sé cual es la prioridad. - Levantó el dedo señalando a Jacrow. - ¿Entendido? - Le preguntó.
Jacrow no respondió a aquella "amenaza". Simplemente asintió con la cabeza mientras mantenía una mirada un tanto desafiante sobre Alex. Pero por suerte no dijo nada, se dio media vuelta y se tumbó en una de las literas.
Si queréis que vuestros pj's escuchen la conversación entre Jacrow y Alex, tirada percepción CD 10 para lo que dice Jacrow y 12 para lo que dice Alex.
Eliferum escuchó lo que Jacrow acababa de decirle a Alex. Abrió los ojos de par en par. Sabía que con la mujer de uno no se podía jugar y que el líder de la expedición se acababa de meter en terreno pantanoso. Por suerte Alex, aunque aparentó estar muy cabreado, se tomó aquel comentario con filosofía y tan solo le respondió algo en un susurro imperceptible para el norteño.
- ¡Tengamos la fiesta en paz! - Dijo entonces el vovit. - ¡A dormir! - Exclamó ocupando la litera de la parte superior de la que Jacrow acababa de hacerse suya.
Motivo: Escuchar Jacrow
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 8(+2)=10 (Exito)
Motivo: Escuchar Alex
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 2(+2)=4 (Fracaso)
Estaba claro, no que habían estado juntos, sino que finalmente, Aenifer había sucumbido. A esas alturas, no es que me importara demasiado, e incluso me pregunté si serían simples celos estúpidos lo que estaba sintiendo, en lugar de desconfianza.
Me lo pregunté... pero no encontré una respuesta clara.
Lo único que sabía era que no me gustaba Alex y que solo el tiempo diría si tenía yo razón o al final, aquel encuentro, había sido lo mejor para Aeni.
Claro que lo que yo expresaba únicamente con la mirada, Jacrow lo hacía directamente, empujado sobre todo por la bebida y la opinión que siempre había tenido sobre la presencia de mi amiga en aquella empresa.
Por supuesto, Alex la defendió. Ahora estaba en su "territorio" y nadie, ni siquiera yo, teníamos ya derecho a inmiscuirnos en su vida salvo ella. Casi estuve a punto de sonreír. Qué la defendiera ella con su espada. Escuché aquel intercambio de frases entre él y Jacrow y en lugar de hablar como habría sido mi costumbre, miré a Aenifer, me encogí de hombros y me di la vuelta para dirigirme a mi catre.
Mañana sería otro día. Mañana lucharía y por una vez, pensaría solo en mí, porque ella ya tenía a un paladín que la defendiese y tres eran multitud. Solo esperaba que a la hora de repartir, no fuese así.
Motivo: Escuchar 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 15(+8)=23 (Exito)
Motivo: Escuchar 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 7(+8)=15 (Exito)
Apenas entramos entre risas y mostrando algo mas de intimidad vi a mi amiga y rapidamente me senti avergonzada. Por alguna razon sentia que habia fallado a su confianza y eso me hizo sentir apenada. Podia jurar que mis mejillas se habian enrojecido hasta que escuche a Alex.
sé cual es la prioridad.
¿¿¿¿Prioridad????
Si claro, sabiamos que habia una mision, o a eso habiamos venido, pero aquella frase me hacia sugerir que habia algo oculto. Negue con la cabeza sobre todo porque no podia dudar de el, de Alex, despues de lo que habiamos hecho minutos atras.
¿O si?
Volvi a negar con la cabeza.
No seas paranoica Aenifer, te va a dar algo.
Ademas estaba acogedora la habitacion despues de todo. El hecho de no tener ventanas mantenia el frio afuera aunque las paredes fuesen de piedra. Me prepare para descansar, tendriamos un largo viaje y esperaba poder contar con mi amiga para ello.
Motivo: Escuchar a Alex
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 3(+11)=14 (Exito)
Perdon por la demora, ha sido una semana dificil.
Ya estoy aqui.