Partida Rol por web

Esta escena es para personalizar, desarrollar a tu personaje, también para apuntar cosas que tu PJ sabe y que no quieres que el resto de compañeros lo sepa.....

En Thay cualquier mago puede alzarse con el poder independientemente de su sexo o estatus social; tan sólo importa el poder mágico y la voluntad para utilizarlo. Y desde luego, a Valeria no le faltaba ni lo uno ni lo otro.

Era una alumna brillante e implacable, con tanto potencial mágico como carencia de escrúpulos. Era ajena a cualquier noción de equilibro o mesura.Únicamente deseaba desarrollar su talento y amansar más poder, incluso si ello significaba pisotear a sus compañeros.

Ni qué decir tiene que en una sociedad como la thayina medró rápidamente. Temiéndose que Valeria se hubiera vuelto demasiado ambiciosa como para tratar de asesinarlo, su maestro le concedió la túnica roja que la indentificaba como maga por derecho propio y le mandó a ingresar en las filas de los magos de batalla. Poco después la enviaron a Rashemen como parte de la invasión thayina.

Lo que empezó como una guerrilla pronto se convirtió en un exterminio. No era el glorioso combate de hechizos que Valeria había esperado, tan solo muerte y aniquilación, sin reparar en si masacraban civiles, mujeres o niños. Durante un enfrentamiento amargo, la unidad de Valeria se vio rodeada por una unidad de berserkers rashemíes. Pidieron ayuda cuando se vieron rodeados, pero lo que recibieron fue una andana de bolas de fuego de sus propios compatriotas.

Valeria observó mientras a su alrededor, thayinos y rashemíes eran víctimas de un final abrasador. Si ella sobrevivió fue gracias a que un caballero thayino la salvó de las llamas. No sólo cumpliendo su deber, sino sacrificándose por ella, porque durante la campaña habían compartido lecho más de una vez. Valeria sobrevivió a la masacre, aunque jamás pudo borrar el recuerdo de la traición y el amargo vacío que le dejó su antiguo amante.

En Thay la dieron por muerta y ella lo vio como una oportunidad para volver a empezar y reconsiderar el concepto que ella tenía del Arte. Destrozó su túnica roja y se dejó crecer el cabello para ocultar los tatuajes rúnicos de su cabeza, cortando con ello sus lazos con el pasado y con su patria. Vagó en un exilio autoimpuesto, en una aventura para buscarse a si misma, para encontrar la expiación y un modo de superar la visión thayina de la vida que había sido el pilar en el que había fundamentado toda su existencia.

Durante un año entero se dedicó a viajar por los Reinos Olvidados, hacia el oeste, interesándose en conocer otras culturas y otros puntos de vista que le ayudaran a salir de la sesgada visión de la vida que le habían inculcado en su patria natal. Ocultó su identidad como maga roja de Thay y rehusó a utilizar el Arte hasta haber madurado y superado su personal ordalía. Agradada por su carácter cosmopolita se estableció definitivamente en la Luna Plateada, donde lleva viviendo cinco años. Hoy día considera la Marca su hogar y su nueva patria, y tiene muchos amigos en la ciudad; amigos de verdad que la aprecian por cómo es, no las falsas y movedizas relaciones a las que estaba acostumbrada en Thay.

Una de esas amistades, Dregon Myristar, un sacerdote de Mystra le convenció de que volviera a utilizar su Arte. Que el mundo podía beneficiarse con alguien de su talento si ella estuviera dispuesta a utilizarlo de un modo no egoísta. Recientemente ha aceptado unirse a la Guarda Sortílega de Luna Plateada. Su identidad como Maga Roja llegó a los oídos de Alustriel, quien decidió que Valeria merecía la oportunidad de redimirse.

La primera misión de Valeria en la Guardia fue viajar a Nevesmortas como agente independiente para asegurar que aquel trasiego de oro se llevara de forma ordenada, pacífica y legal.

Este es el boceto de mi personaje. Ya me contarás qué te parece.

Caras Conocidas
Coros Thrunn: Coros es un joven y agresivo mago rojo especializado en la nigromancia y en la adivinación. También es un antiguo compañero de Valeria a la que guarda un rencor abyecto por haberlo ridiculizado en el pasado. Es de los pocos en Thay que saben que Valeria está viva, y piensa recuperar el favor de su maestro común trayéndole su cabeza.

Coros habla en un tono de voz bajo y siseante que produce escalofríos, pero impone incluso en sus silencios.

Dregon Myristar: este sacerdote de Mystra y profesor de ética mágica en la Escuela de la Dama ha sido una suerte de guía espiritual para Valeria. Dregon ofrecería consejo, curación y ayuda a Valeria si lo necesitara. Ella sospecha que Dregon es el responsable de que Alustriel decidiera dejar correr su pasado como maga roja y se le permitiera entrar en la Guarda Sortílega de Luna Plateada.

Erglareo: este joven elfo está  dispuesto a ganarse un puesto entre los Arpistas a costa de Valeria. Ha extendido el falso rumor de que ella no es la renegada que dice ser, y que en realidad sigue trabajando para los zúlkirs de Thay recopilando información de la Marca Argéntea. Aunque marrullero y desconfiado, no tiene mal corazón, y quizá cambie su opinión sobre Valeria a lo largo de la partida.

Helgrim el Montaraz: este hombre ha sido el que poco a poco ha ido ocupando el lugar en el corazón de Valeria que en su día ocupaba el caballero thayino. Se trata de un batidor marquense, a cargo de mantener las rutas comerciales libres de orcos.Ya han tenido sus escarceos amorosos, pero no han progresado más allá de unos besos robados tras compartir un par de cervezas. Valeria se sorprender a si misma pensando cada vez más en Helgrim, y no le importaría compartir con él algo más.

«Tengo las manos manchadas, pero mi espíritu no está perdido.»

Descripción Física
Valeria es una mujer alta y esbelta como una espada, con apenas un atisbo de pechos. Parece desaprobar todo aquello que la rodea: tiene los labios carnosos perpetuamente fruncidos en una fina línea, en un gesto avinagrado que hace juego con su mirada de hielo gris. Tiene el pelo negro como el ala de cuervo, tan encrespado que no te extrañaría averiguar que se lo corta con un puñal. Lo cierto es que es un vestigio de su pasado como maga roja: tras años de habérselo afeitado, no volvió a crecer como es debido.

Cuando es posible utiliza vestidos ribeteados con marta que le dejen las clavículas al desnudo, para que se vea el inmenso tatuaje de una rosa roja que lleva en el hombro derecho. Suele utilizar corpiños que resalten su escaso escote. Sus colores favoritos son el verde, el morado y el amarillo, y nunca la verás vestida de rojo. Cuando viaja a la intemperie suele utilizar ropas más utilitarias, como pantalones, chalecos largos de piel y abrigadas capas. Utiliza pocas piezas de joyería, decantándose por piezas de bisutería muy sencillas de plata labrada con piedras semipreciosas. Siempre lleva un broche con forma de libélula con diminutas alejandritas y crisoberilos que le regaló cierto caballero thayino: el único recuerdo grato que conserva de su pasado en Thay.

El libro de conjuros de Valeria está encuadernado en piel con tres gruesas argollas de hierro y está impregnada de un desagradable olor a carne quemada. Algunas páginas están aún cubiertas de ceniza, la escritura es irregular y puntiaguda, y hay escalofriantes anotaciones al margen de una Valeria más joven obsesionada con la búsqueda de la magia más devastadora.

Personalidad
Su reputación, al menos en Thay, es la de ser una de las magas más brillantes, inteligentes y llenas de recursos de su generación y Valeria hace lo posible por mantenerla en su nuevo hogar. Su fuerte es la memoria, la relexión y el análisis frío y concienzudo de hechos, posibilidades y contingencias, no los juicios rápidos o las decisiones en momentos de crisis. Lo cierto es que hoy día, tras los terribles acontecimientos acaecidos en la guerra entre Thay y Rashemen, se siente profundamente insegura e indigna y tiene miedo de que la rechacen por su oscuro pasado en el Azote Rojo. Para compensarlo, trata de ser la mejor en todo, proyectando una imagen de seguridad en si misma que unida a que nunca parece equivocarse en nada puede resultar tan insoportable como un dolor de muelas.
 

Más Caras Conocidas:

Niren: ¿cazatesoros? En Thay los llamamos "ladrones". Niren y Valeria se encontraron hace años, cuando la maga aún estudiaba para Duskar Flamehaern. La tiefling le robó un objeto mágico a su maestro, y más furioso por su atrevimiento que deseoso de recuperarlo, mandó a Valeria detrás de ella. La excusa perfecta para quitarse a la ambiciosa aprendiz de en medio.

Lo cierto es que Valeria no estuvo detrás de Niren mucho tiempo porque pronto se alistaría en el frente de batalla contra Rashemen. Hoy día, si no fuera por el hecho de que se tragó todo el mal humor de Duskar, hasta le haría gracia lo que hizo Niren.

Yathlanae: es una maga semielfa que frecuenta el templo de Mystra, los subterráneos olvidados y las tabernas de Luna Plateada a partes iguales. Tiene un temperamento extrovertido, gracioso, pendenciero y hasta explosivo que contrasta y complementa al serio y sesudo de Valeria.

Empezó siendo una compañera de aprendizaje con la que compartir conjuros y tener un repertorio menos "thayino", pasó a ser una compañera de cervezas en las tabernas, y hoy día se ha convertido en una amiga leal y una confidente de sus problemas.

Cambios:

— Su maestro pasa a llamarse Duskar Flamehaern (antes no tenía nombre)
— Erglareo pasa a ser elfo (antes era semielfo)

Aún más caras conocidas:

 Talith Symmarast: la calavera encantada que Valeria lleva colgada del cinto perteneció a una de las aprendizas de Duskar. Coros y Talith, celosos de los progresos de Valeria, trataron de quitársela de en medio por la vía rápida. Pero no contaron con que Valeria estaba al tanto de sus conspiraciones gracias a un conjuro de ojo espía que estudió por su cuenta. 

Valeria se adelantó a ellos y contrató a tres de matones a sueldo para que la ayudaran a derrotar a sus rivales. Coros logró escapar, pero Valeria acabó con Talith y aprisionó su espíritu a una calavera como advertencia a los que trataran de seguir sus pasos.

Cambios:

— El objetivo de Coros no es asesinar a Valeria, sino recuperar la calavera de Talith (de la que estaba secretamente enamorado) para que su alma pueda descansar en paz.

LA PROFECÍA DE PASHMA Y NIREN

Los muertos se alzarán,
El cuervo negro se posará,
Y la maldad reinará,

Un sacrificio se hará,
Con la sangre de la alada jugará, <- puede referirse a alguien con sangre celestial, ¿Ángelo?
Entre las sombras conspirará, 
Y su poder incrementará,

Las sombras se moverán, <- coincide con el ataque de las sombras que vimos en Nevesmortas y el tema de los no-muertos
Y antiguos artefactos encontrarán, <- imagino que será el McGuffin de la partida en algún momento
Impedirlo debes, las sombras desvaneserse deben, 
Bajo el velo del sol, protección no encontrarás,
A menos que el sacrificio y la búsqueda no prosperen.

Engaños, mentiras y desidias,
Culpables e inocentes conviven, <- ¿traidor en Nevesmortas? ¿dentro del propio grupo?
Hasta cuando tu veas con los otros ojos,
Con ellos vivirás y confiarás, darte cuenta deberás,
Y finalmente la dama morirá, mientra menos pienses con el corazón,
De la verdad mas cerca estarás.

Engaños, mentiras y desidias,
Los que buscan la venganza son sus armas,
y hasta el mas puro de los corazones,
Tiene mas de mil razones,
No confiarás, y así encontrarás.
A la alada salvarás y sus planes arruinarás.

EL SUEÑO EN SI MISMO

Me encontré en un infinito de una terrible negrura, nada podía ver salvo una luz a lo lejos. Corrí hacia la luz pero no conseguía acercarme, hasta que paré, por desesperación, y entonces fue la luz la que vino hacia mí. Era una mujer, una mujer joven, tenía alas de plumas y las manos atadas[...] <- la mujer parece un celestial. Un solar, deva o algo parecido. Lo de las manos atadas puede referirse al símbolo sagrado de Ilmáter, pero en el pueblo no parece haber demasiada presencia de ese clero. Quizá sólo se refiere a que está prisionera o indefensa literal o figuradamente.

manos esqueléticas la agarraban por las piernas como tirando de ella, <- parece algún dios de la muerte. Cyric, Bane o los difuntos Bhaal - Myrkul. Quizá Velsharun, porque tenemos nigromantes haciendo de las suyas.

y sobre su cabeza parecía volar un cuervo negro <- la imagen del cuervo es recurrente. Pero no sé a qué se refiere, aparte de una representación de un carroñero que va con todo el tema este de los muertos.