Partida Rol por web

Mannock señaló un edificio grande, de dos plantas, con una puerta de donde emanaba luz, bulla y música. y siguió su camino junto a Niren y Valeria.

Un derruido cartel de madera colgado, con el dibujo de una rosa, un martillo y un vaso de cerveza espumosa, daba la bienvenida a los clintes.

Por dentro, el hall principal tenía no mas de cinco mesas, todas ocupadas por gente bebiendo y bailando, al mayoría humanos, pero algunos Enanos, medianos y semielfos también.
Un sátiro con grandes cuernos, bailaba y cantaba sobre una de las mesas, con una cerveza en las manos, pisoteando y regando todo lo que había en ella.

La chica se fue, la chica llegó
Pero cuando me encontró, jamás me perdonó,
Que culpa amada mia, que culpa querida mia
Pero cuando la elfa se encendió
No pude aguantarme a ese gran <<culó>>!

La gente del bar lo coreaba animado, cantaban y bebian en un tono amistoso, propio de una pequeña taberna.

-Saludos, Viajeros.. -Dijo una voz de entre la multitud, un hombre joven con una musculatura marcada, y bastante sudoroso salió y se presentó: - nuevos en la villa ¿eh?, mi nombre es Jédrick. Jédrick 'Martillo' Tórlund y soy el dueño de esta posada, en nombre mio y de mi esposa rosa, les damos la Bienvenida!, anda, tomen asiento, en la barra hay espacio! ¿Que desean?. Beber, comer, dormir...... Quizá algo de entretenimiento mas discreto!....

-Todo eso y además establos para una mula y un caballo ligero. Soy un buen cliente, puede creerme -dijo el aventurero afirmándose con un simpático guiño y una moneda de plata- Seguro que podéis aconsejarme con quién pasar la noche y con quién mejor no, ya me entendéis...

Aventurero, pero sólo hasta cierto punto, o al menos en ciertos temas. ¿La experiencia, tal vez?

-Todo eso se te tiene, maese 'buen cliente', mi mozo de cuadra se encargará personalmente de alimentar y cuidar. Solo deben saber que la noche cuesta 6 doradas* por noche en habitación privada, y una dorada  en habitación común, incluye el desayuno de mañana. -Se limpió el sudor de la frente y la boca. -Ahh, y son otras cuatro de plata por cada bestia!.

Esbozó su gran sonrisa -Amigo mio, ponte cómodo que aquí todos son amigables y....... Esa peliroja -Dijo señalando a una semielfa bastante bella, sus rizos rojos y sus pecas la hacian adorable y sensual a la vez, cocuqeteaba con los clientes y se reia con ellos -..tiene buena fama entre los viajeros, si tú me entiendes. -Guiñó el ojo e invitó con sus brazos a los nuevos clientes a sentarse en la barra.

La taberna poco se diferenciaba de las que había frecuentado en otros lugares, incluso la gente parecía la misma. Había mucha alegría en el ambiente y mucha animación, demasiada quizás para Sven, pero por lo menos podrían comer y beber sin pasar una noche más a la intemperie.

- Para mí comida y bebida serán suficientes, y me conformaré con descansar en la habitación común. -Si algún día quería cumplir su sueño no podía malgastar el dinero como si fuera un gran lord. Además estaba demasiado acostumbrado a la falta de comodidades como para importarle dormir en un jergón en el suelo acompañado por los ronquidos de sus vecinos.

Echó un vistazo a la mujer pelirroja, bastante bonita por cierto, pero a él en aquellos momentos sólo le apetecía llenar la barriga, llevarse un buen trago o dos al gaznate y dormir a pierna suelta.

- Seguro que pasas buena noche... aunque no vayas a descansar precisamente.

Había amarrado todas sus pertenencias rápidamente al caballo para no tardar demasiado, incluso, llevaba su pesada lanza de caballería al hombro para controlar mejor que no golpeara contra nada al no ver bien por donde andaba.

Cuando los tres llegaron a la taberna, y las mujeres se marcharon con Mannok, Redwim no pudo hacer otra cosa que sonreír "maliciosamente" ya que se sentía aliviado. Ellas no parecían de esas personas que se divirtieran demasiado y sin tomarse las cosas mal, así que el hecho de que siguieran su camino, era algo bueno para esta noche.

Al entrar en la posada, el hombretón inspiró profundamente. Le encantaba el aire que se respiraba en ese lugar, alegría, diversión, carcajadas cargadas de bebida y comida y según decía el propietario también había posibilidad de buena compañía, aunque tal vez esa noche se procurara u buen descanso.

-Saludos Jedrick, mi nombre es Redwim -dijo tendiéndole la mano- el buen cliente se llama Errol y  este de aquí Sven, hemos tenido un largo trayecto, así que trae el doble de lo que ellos han pedido ¡Y UNA RONDA PARA TODOS LOS PRESENTES!

Al decir esto levanto el puño derecho y rió alegremente-también tengo un caballo ahí fuera, que tu muchacho le de buena cama. Yo me conformaré con dormir con Sven y con el resto junto al fuego, ¡que hoy no es día de intimidades!

No tardó mucho en juntarse con algunos de los parroquianos y comenzar a hablar a la par que echaba un vistazo a alguna de las mueres presentes momentos antes de comenzar a contar alguna historia...

"Y allí estábamos todos intentando sacar aquel maldito carro del fango pero no se movía, parecía que estaba atado a la tierra, así que pusimos incluso a la mula de Errol a tirar-hizo una pausa medio riendo a la par que cogía un pedazo de carne para llevarse a la boca- la mula al parecer había comido unas setas o algo que no le sentaron bien. y se cagó sobre Thir...thren...bueno, no re cuerdo como se llamaba el enano, ¡pero lo llenó de mierda! JAJAJA.

Las lagrimas le saltaban de los ojos al recordar la escena.

-Querían apodarle "el nauseabundo", pero claro, al parecer era el mejor herrero que tenían y no le habría gustado demasiado..." 

Discrepo pensó para sí Errol cuando Redwim dijo aquello de "hoy no es día de intimidades", pero se limitó a sonreir con picardía y negar con la cabeza, echando una larga mirada a la moza de cabellos rojos. Si había algo que llevara mal una persona como este Flynt era la abstinencia y sin duda caer rendido en una cama tras disfrutar de la grata y experta compañía con una buena fémina haría mucho por su paz interior.

Sin dudarlo un instante participó de la alegría general, cantó, danzó, bebió e invitó a lo que quisiera la moza, procurando ganársela sin ofender a quien ésta estaba calentando el regazo. Aaaah, los simpáticos lugareños, siempre hospitalarios, sabedores que el empático recién llegado le invitaría también por su generosa cesión... Resultaba evidente que el alcohol y la alegría le daban fuerzas renovadas a Errol, pues parecía rebosante de energía, tal vez el más activo de toda la sala.

Toda la gente presente coreó y gritó en agradecimiento al ofrecimiento del caballero.

La noche fue entrando en calor, en medio de la bebida y la comida, los estómagos de los tres nuevos rebozaban de alegría y buen agrado. Errol tenía a la peliroja charlada y conquistada, iba a pasar la noche en una habitación privada. Mientras Redwin contaba con la atención de la totalidad de los presentes para contar sus historias.

Los tres nombres empezaban a ser reconocidos entre los lugareños por su generosidad y su elocuencia.

La despertada al día siguiente, había sido un completo martirio, el exceso de tragos había hecho mella en los pobres cuerpos de los tres!.