Partida Rol por web

El camino no fue largo, pero si silencioso hasta la atalaya del alba. La gran torre se alzaba imponente sobre los demás edificios de la villa. Un estandarte ondeaba en su punta más alta, representando la salida del sol de Lazhander.

Su enorme puerta se abrió y dentro se encontraban lo fieles seguidores de Lazhander reunidos, en torno al gran salón de adoración, esperaban al sacerdote mayor.

-No son buenas las noticias que vienen de la calle, hijos mios, Vilto.... Nuestro hermano Vilto ha sido asesinado -Dijo crudamente, pero con cierto grado de dulcura a la vez. -Lo mejor es rezar a Lazhander para que ilumine su espíritu que ya no se encuentra entre nosotros, y para que pose sus rayos de luz dorada en esta villa y en este templo que se enfrenta a una sombra más allá de nuestra comprensión.Ahora estoy cansado y el cuerpo me pesa, mañana, en solana, nos reuniremos y les contaré todos los detalles.

Estaba a punto de seguir sus pasos a su recamara, cuando cayó en la cuenta de su invitado. -Oh, pero que olvidadizo soy!... Este es Pashma, es mi invitado y espero que lo traten como tal!. -Hizo hincapié en la frase final, ante la extrañada y curiosa mirada de todos los presentes, quienes a pesar de su extraña apariencia, saludaron con gesto amable.

-¡Sígueme, es por este lugar!.

El sacerdote siguió su marcha y Pashma lo siguió, hasta una de las tantas puertas de la segunda planta. Era un cuarto para una sola persona, con una gran litera, suficiente para acomodar al gran minotauro y sobraba espacio. Una pequeña repiza con unos cuantos libros, una mesa con un par de butacos, con una jarra y un par de vasos de plata. Tenía también un armario, un alijo y una pequeña mesa de madera de roble. -Aquí puedes dejar todas tus pertenencias, sin tener que estar cuidándolas en todo momento, este es el cuarto de invitados y puedes hacerlo tuyo todo el tiempo que desees. lo que hiciste hoy fue...... valiente, muy valiente!. Que la luz de Lazhander te ilumine en la mañana que está por llegar!.

El sacerdote se despidió, y el minotauro quedó solo, asombrado por el lugar donde se encontraba, lo mas parecido a una habitación donde hubiese dormido, era un establo, por unos momentos quedó estupefacto.

Knoc Knock... tocaron a su puerta, y sin esperar respuesta, ingresó la figura del anciano Ashnar.

-Perdón por volver, pero es que necesitaba hablar con alguien.... -Suspiró fuertemente y continuó: -Temgo información que no he querido compartir con nadie a excepción de Kerila Gemastro, suma sacerdote del hospicio de Moradin. Se han visto algunos sacerdotes vestido de negro, en las montañas Rauvin, al norte de aquí, parece que tienen algunos nexos con una tribu de goblins, y se les ha visto partir hacia el este y el norte, siempre es lo mismo, algunos sacerdotes de negro llevan consigo un destacamento de goblins y orcos encadenados. Mis espías les pierden la pista cuando se internan en el bosque Vordrorn, no se atreven a ingresar en él por nada del mundo. Inumerables fantasmas y no-muertos habitan en su interior, amparados por una constante niebla que lo cubre en todo momento..... No se si sean seguidores de Shar, las conjeturas de tus compañeras puede ser lógica. Pero para mí, se trata de algún nigromante experimentando con los no-muertos del bosque!. Me temo lo peor......

Un silencio sepulcral reinó la recamara por unos instántes y una gélida briza erizó la gruesa piel del minotauro.

- Parece... parece que nno se conntenntann conn las mmonntañas. Rezaré al Señor del Alba esta nnoche, nnos va a hacer falta...  

Pashma guardó silencio, su tutor hablaba de esas cosas cuando tenía la noche charlatana o tomaba algo de vino caliente con especias, sus guerras, sus aventuras, sus luchas contra los no-muertos. Pero solo contaba la parte épica, las victorias, la felicidad cuando el mal era erradicado. Claro que eran historias para sus hijos, y a veces para él y para algún otro muchacho de entre los criados, y cuando se cuentan las historias así no sale a relucir la otra parte: el miedo ante un enemigo superior en número y poder, las consecuencias del mal, las consecuencias que trae el fracaso cuando se fracasa, incluso el enorme dolor cuando eres herido por un arma o por una bola de fuego. Ese dolor tan intenso que por un momento crees que te va a dejar paralizado para que te rematen. Pashma ya había pasado por cosas así aunque a pequeña escala. Esto era peor, esto era... bueno, Pashma estaba aterrado, sabía que debería ir ahí aunque no sabía si tendría que ir solo. Su fe vaciló. No tenía miedo a la muerte, pero... ser aniquilado por una sombra y convertirse él mismo en uno de esos seres... 

-Y harás bien en hacerlo, hijo mio, que la oscura noche pase rápido y los brazos de Lazhander lleguen en un nuevo día para abrazarte y darte cobijo bajo su calor!.
- El anciano se retiró a paso lento, Dejando al minotauro metido en sus pensamientos, pero antes de cerrar la puerta se dirigió al minotauro una vez más: -Y no olvides lo que te acabé de decir, será tu deber revelarlo mañana -Sonrió y cerró la puerta sin decir más.

Entre recuerdos y pensamientos, Pashma logró conciliar un tranquilo sueño que duró hasta el siguiente día.