Partida Rol por web

El lobo vuelve a gruñir amenazador y salta, abriendo sus fauces deseoso de probar la carne de Shirish. Esta vez parece que la astuta criatura encuentra la manera de dar una buena dentellada a la semiorca en el brazo, sacudiendo la cabeza para agravar la herida antes de caer con sus patas en el suelo, listo para seguir la pelea, su hocico teñido de rojo parece intimidador, mas ahora que ha probado la carne de Shirish.

-"Ahhhg!""- grito cuando siento los dientes del lobo atravesando mi piel y hundiéndose en mi carne. La cosa se pone fea, un ataque que acierta y me ha dejado bastante tocada. Procuro no perder la guardia, el pensamiento de mi compañera herida (o posiblemente muerta), me apremia a terminar el combate y esto puede que sea un error, tengo que centrarme, centrarme.

Vuelvo a atacar pero el dolor me distrae y fallo el golpe. El lobo comienza a confiarse, sólo espero que éste no sea mi últmo día.

El lobo se abalanza rapidamente hacia Shirish esquivando su ataque, pero el suyo propio falla por varios centimetros, la criatura cae en el suelo con sus patas tras una dentellada al aire.

Después de fallar el golpe como una auténtica novata, el lobo aprovecha mi posición poco aventajada para volver a probar el sabor de mi carne, pero se encuentra mordiendo el aire.

Supongo que es por mi ataque fallido que se ha lanzado hacia mí con demasiado ímpetu, confiado, saltando para agarrar una zona más vulnerable y despejada de mi cuerpo. Yo al ver venir al bicho, giro en redondo sobre mi eje dejando que éste pase por mi lado y aterrice sobre sus patas un poco más allá. Oigo el chasquido de su mandíbula al cerrarse cerca de mi cara al pasar por mi lado, pero no me asusto fácilmente.

Terminando de hacer el giro, aprovecho la fuerza centrífuga de éste para estirar el brazo con el que sujeto la espada y, calculando la distancia a la que ha aterrizado, ahora soy yo quien aprovecha la posición poco aventajada de mi enemigo. Ha cometido el error de tocar el suelo dándome la espalda, y hundo mi acero en su carne, deleitándome al ver su sangre salpicar los alrededores y manchar el escudo con el que me cubro el cuerpo.

El lobo recibe el corte en su costado, del cual mana bastante sangre salpicando la tierra, con un quejido se dispone a cojear en no muy buen estado, retirandose lastimado de la pelea, perdiendo toda esa ansia asesina que le corria por las venas al probar el sabor de la sangre -y la carne- de Shirish.

En un breve momento puede ver que Ishnae llace en el suelo, con los ojos cerrados y salpicada de su propia sangre. ¿Respirará aún? ¿estará muerta?, hay muchas preguntas en el aire.

El último ataque hunde el filo de mi espada en la carne de lobo abriéndole una buena herida en el costado. Tengo que apartarme de un salto para no quedar salpicada con la sangre que mana de ésta y veo que, tras lanzar al aire un aullido de dolor, el lobo se retira derrotado. Me ha mordido y tengo todavía bastante adrenalina corriendo por mis venas, así que mi primera intención es salir corriendo detrás de él para acabar con su sufrimiento, pero de repente me viene a la cabeza un nombre -"Ishnae"-.

Detengo en seco la carrera justo antes de que comience y me giro alarmada buscando la última posición conocida de mi compañera.

Lo que veo no es alentador. El cuerpo de Ishnae, inerte, está tumbado en el suelo, manchado con su propia sangre que mana de diversas heridas. Una principalmente fea en su pierna, parece que es la responsable de su estado, está perdiendo mucha sangre por ella.

Corro a su lado, agachandome para comprobar si todavía está viva -"¡Venga respira!"- digo mientras compruebo su pulso y respiración -"Pareces una chica fuerte, aguanta un poco"-.

Utilizando toda la tela que puedo recopilar, incluida mi capa, intento estabilizarla parando las hemorragias más graves que puedo localizar. Una vez terminada la árdua tarea, realizada con mi mejor intención y lo mejor que he sabido, vierto un poco de agua en sus labios para hidratarla un poco, con la esperanza de ver alguna reacción por su parte.

Tras esto, acomodo el campamento para que Ishnae esté lo más cómoda posible y poder pasar la noche. Esta vez hago un pequeño fuego para mantener su cuerpo caliente.

Me quedo de guardia hasta que despierte o muera, atendiéndola cuando sea necesario. No tengo intención de abandonarla si hay esperanza de que salga adelante.

No reacciona a las atenciones ni a la voz de Shirish, las multiples heridas de dientes de lobo no dejan de manar sangre tiñiendo las improvisadas vendas de rojo en cuestion de minutos; los torniquetes que hizo Shirish están haciendo mas bien poco por estabilizarla y eso es algo que se da cuenta en el mismo momento en que vierte agua en su boca. La mujer retiene el calor, pero el hecho de que este sangrando ya la ha tornado mas palida que de costumbre.

Las atenciones de Shirish por fin surten efecto a base de ensayo y error, vagamente recordaba como tratar heridas y menos las de una moribunda como era el caso de Ishnae, la cual seguia inconsciente, respiraba debilmente pero conservaba el calor corporal y lo mas importante, las heridas habian dejado de sangrar tras unos afortunados torniquetes por parte de la semiorca...Ahora solo quedaba ver que podia hacer, estaba en el campamento improvisado rodeada de cadaveres de lobos (excepto uno) y el olor a pólvora se metia por sus fosas nasales recordandola que el arma de Ishnae aún estaba por ahi cerca, ese palo habia sido capaz de volarle la cabeza a un lobo, pero no la habia defendido del segundo que se tiró, hambriento, sobre ella.

-"Bien, parece que se ha estabilizado"- digo en voz baja al ver que su respiración es constante y ha dejado de sangrar copiosamente. Ha sido un esfuerzo desmesurado, teniendo en cuenta la idea que tengo sobre primeros auxilios, pero al final lo he logrado.

Acomodo tan bien como puedo a Ishnae al lado del fuego, y me preparo para pasar el resto de la noche haciendo guardia, sin alejarme.

De repente me viene a la cabeza el olor penetrante que vino tan pronto como el "arma" estraña de Ishnae hizo ese ruido tan espantoso. He esstado oliendo eso desde entonces y ya me he acostumbrado, pero ahora que se ha relajado la situación, le he puesto atención.

Busco con la mirada dónde ha sido atacada y, tras dedicarle unos segundos, la localizo tirada en el suelo. Ya no sale humo, es raro pero de ese palo salía humo cuando se inició el ataque de los lobos. Me acerco cautelosamente y la cojo con desconfianza. Me la acerco a la nariz para comprovar ese fuerte olor -"AAargggg"- digo apartandome de inmediato eso de delante de las fosas nasales. Miro a mi paciente que está tumbada y me guardo esa arma en el macuto. ya habrá tiempo de averiguar qué es y cómo funciona.

Me aparto un poco del fuego, sin perder de vista nunca la zona, para dejar que mi visión nocturna me permita tener un mejor ángulo, al lado del fuego sólo alcanzo a ver dentro del círculo de luz.

El canto de los pajaros despierta a Shirish, ¿en que momento se quedó dormida?, parecia que habia pasado toda la noche y parte de la mañana y aunque intentó guardar a la mujer todo el tiempo que pudo termino por quedarse dormida -era inevitable- tras la batalla y todas las emociones del dia anterior. Ishnae ha abierto los ojos y aunque parece algo mas palida y tiene el rostro cansado, parece ligeramente consciente de lo que está pasando a su alrededor, los vendajes ensangrentados cubren sus heridas y su mirada se dirige a Shirish, aunque no demuestra estar muy lucida en estos momentos. Por lo agrietado de sus labios, la primera necesidad que pueda tener seguramente sea de agua.

Cuando abro los ojos, recuerdo con pereza trazas del sueño que estaba teniendo, miro hacia arriba y veo las copas de los árboles, sonrio me estiro y de repente, como una bofetada, recuerdo dónde estoy y qué estoy haciendo allí -"Mierda!"- digo mientras me levanto de un salto, mirando a mi alrededor con nerviosismo.

Lo primero que busco es a Ishnae, a la que veo con los ojos abiertos y mirándome. Tiene la cara demacrada y el cuerpo sucio de sangre y mal vendado supongo que de moverse mientras dormía.

Me acerco a ella, sin dejar de mirarla -"Hola, ¿Cómo te encuentras?"- digo con toda la suavidad que me deja la boca pastosa después de haber dormido tanto rato y no haber tomado nada, recién despertada. No confío en que me conteste, sé que nuestro idioma hablado es totalmente diferente y mútuamente desconocido, pero al menos intento poner voz suave para tranquilizarla.

Al mirarle la cara, veo en sus ojos vidriosos y apagados que todo y estar despierta no está recuperada. Está pálida, provablemente por la falta de sangre, y tiene los labios descoloridos y agrietados.

-"Agua!"- digo en voz alta mientras me levanto para localizar mi cantimplora. La cojo, compruebo que todavía queda un poco del líquido de la vida y me acerco a ella, arrodillándome a su lado y vertiendo con cuidado el agua en su boca, despacio para que no se atrabante. Le levanto la cabeza con el otro brazo, poniéndolo debajo de la cabeza -"Bebe un poco de agua, tranquila..."- digo mientras voy dejando caer las gotas en su boca.

Una vez atendida, o sea, le limpio de nuevo las heridas y se las vuelvo a vendar lo mejor que me permiten mis conocimientos y destreza en esta área, me levanto, recojo todos mis bártulos y con unas ramas gordas y la lona de la tienda improviso una camilla, la que pienso llevar arrastrando, aún que el camino se haga más lento y largo. Lo primero que hay que hacer es encontrar un río, arroyo o fuente de agua, o nos vamos a morir las dos. No creo que sea difícil en un bosque frondoso como en el que nos encontramos, si hay arboles verdes y vegetación a tutti plen, seguro que hay agua cerca.

Una vez preparada la "camilla", lo mejor que puedo y sin prisa, improvisando cuerdas con las lianas o ramas flexibles que pueda encontrar, envuelvo a Ishnae en el saco para que quede protegida, la tumbo en la camilla y cogiendo dos extremos, los cuales he preparado para este fin, emprendo camino siguiendo la misma dirección que llevávamos cuando entramos en el bosque.

Tras preparar todo eso Shirish consigue llevarse a Ishnae a rastras, que esta sumida en un profundo sueño la mayor parte del camino; alguna vez se despierta, especialmente cuando Shirish tiene que subir por algun terraplen o grupo de piedras para seguir su camino, pero a lo lejos, a un par de horas de camino se escucha el murmullo del rio saltar entre las rocas. Cuando Shirish llega a la orilla de este puede ver un rio no muy generoso, quiza una vertiente de alguno mas grande, pero que lleva aguas cristalinas surcadas por algun casual pez.

Cuando oigo el sonido de agua correr, el semblante sobrío y cansado se me anima un poco -"¡Bién, por fin!"- digo mientras me dirijo hacia el origen de éste.

Cuando llego al riachuelo, todo y que la cantidad de agua no es suficiente para bañarme, veo que baja límpia. Miro a los alrededores para verificar que no hay ningún pelibro y me acerco a la orilla, dejando con cuiddo la camilla improvisada, y me agacho para beber agua a grandes sorbos, cogiendola con la mano.

Acto seguido, no saciada pero sí consciente de que hay acciones más apremiantes, lleno de nuevo el orde que llevo encima y me acerco a Ishnae. Me agacho a su lado y cogiendole la cabeza con cuidado, la levanto y le vierto un poco de agua en los labios.

Voy tirnado agua poco a poco hasta que veo que ha bebido lo suficiente como para estar fuera de peligro, al menos de morir por deshidratación.

Vuelvo a mirar a mi alrededor y, estando cerca de agua, busco un lugar cerca donde poder levantar un campamento improvisado.

Ya estando todo preparado, desvisto a mi compañera para examinarla, y limpiarla. Curo sus heridas con agua limpia. Al no tener nada más con que reponer los paños, los labo y vuelvo a utilizarlos para vendarla de nuevo. La visto y la dejo descansar.

Yo mientras ella descansa y cae la noche, doy una vuelta por los alrededores, sin perder de vista el campamento, para ver si puedo cazar algo que poder comer.

...

-"Vaya suerte"- pienso mientras voy de nuevo al campamento con un par de animalillos silvestres desprevenidos. Al llegar preparo un pequeño fuego y preparo a los animales para comer.

Una vez hechos, si está Ishnae despierta, ayudo a incorporarla y le doy un poco de la carne de estos pequeños roedores, si no lo está, la despierto, vertiendo un poco más de agua en sus labios y zarandeándola suavemente.

Así me dispongo a pasar otra noche en vela, todo y que estoy cansada de la caminata cargando con la camilla.

Ishnae responde vagamente, por un par de minutos parece despierta pero luego vuelve a quedarse dormida; al menos eso indica que la mujer puede ir recuperandose; las vendas limpias y el agua del rio parecen una bendición y cuando Shirish sale de caza puede atrapar a algun que otro roedor, comida menor...Aunque el gran premio es un ciervo, una hembra, que está bebiendo agua rio arriba. Es una buena presa sin duda, comida para varios dias, pero claro...Cazar un ciervo es una tarea mas complicada que atrapar un puñado de roedores.

Retrocediendo... Estoy explorando los alrededores para cazar algo qué llevarnos a la boca. Ya tengo un par de pequeños roedores colgados del cinto que, todo y no llenarnos, nos harán más soportable la espera hasta poder encontrar un asentamiento "humano".

De repente, por el rabillo del ojo, distingo un leve movimiento en la orilla del rio, y al mirar veo un gran ciervo bebiendo agua ajeno a mi presencia, de momento. No tiene una gran cornamenta, así que deduzco que es una hembra, pero su carne es igual de deliciosa.

Me agacho entre la maleza, con la jabalina que llevo en posción horizontal al suelo. Poco a poco, me situo en una posición donde el viento no delate mi presencia, y me voy acercando hasta tener a mi presa a tiro. Si no tengo suerte, al menos podemos comernos a estas pequeñas criaturas que llevo colgadas del cinturón, todo y que ahora que he visto al ciervo, me parecen ridículas y para nada apetecibles.

----- A partir de aquí si consigo acercarme al ciervo, no sé cual es la CA para acechar -----

Una vez está a tiro de jabalina, incorporándome con mucho cuidado, posiciono mi cuerpo con las piernas separadas, una delante de la otra, y hago el movimiento del brazo, llevándolo hacia atrás e impulsando la pequeña lanza que me acompaña para probar de ensartar al animal.

----- Si lo consigo, y no pasa nada más, sigo con el plan original que puse en mi post anterior, con la salvedad de que me doy una comilona, y si Ishnae consigue recuperarse un poco, también va a disfrugar de una jugosa carne, si no pues... los ratones de campo que llevo colgados del cinturón -----