Contemplas a Vaiana a través del cristal de su cuna. Tiene los ojos abiertos, pero no te mira. Su mente está perdida en algún otro lugar, en algún otro momento. Te ha obedecido sin dudar y se ha tumbado en la cuna etiquetada con su nombre. Como yo sabía que haría. Esperabas resistencia por su parte. Esperabas rabia. Quizá ya no quede nada dentro de ese cascarón, y en el fondo sea tan transparente, tan vacía, como tú mismo. Oh, sí, no eres más que un holograma, recuérdalo. Aunque... «Bien hecho, Arturo. Como puedes ver, hay otras dos cunas vacías. Una de ellas es la mía». Te acercas a las otras dos cunas y lees los nombres grabados en ellas. Patrick Hearts. Arturo. Comandante Arturo Harris. Enfoco todas las cámaras sobre tu rostro traslúcido, y veo como en un instante comprendes todo, si comprender lo ocurrido es posible para un holograma. El despertar. La locura.
—¡Sé quién soy! —gritas—. ¡Sé quien soy! «No, Arturo. Sabes quién soy yo», digo. «Y me temo que tú ya no eres nada». Un instante después dejas de existir.
Fin de la historia de Arturo Harris
Y así fue como Arturo desapareció de la existencia... realmente este final estaba más cantado que el del clon, pero eso no parecía ser importante, ahora lo que realmente importaba era... ¿Y ahora qué?. ¿No hay más?. ¿Se ha resuelto todo?. Comut Von Biems desea más...
-Comut no está satisfecho. -Dijo con seriedad- El holograma tenía buenos gráficos... Je...Je...
- Menos mal Comut, algo demuestras de humanid... ¿¿¿Cómo que buenos gráficos??? ¿Eso es lo que te disgusta?
-Sus polígonos habían sido bien definidos y pulidos. -Explicó Comut sin mostrar ningún tipo de emoción- Esto lo pudimos ver en el 2244.2.0, Comut sabe bien lo que dice. No podéis negar la verdad que Comut os expone.