Partida Rol por web

La unanimidad había sido alcanzada, a fin de cuentas, al parecer la gente no le gustaba en absoluto que se metieran con su dinero aún habiendo sido electos para esto mismo. O mejor dicho, el hecho de engañar a los tontos para que estos pudieran forrarse aún más de la pasta del heraldo público. Como sea, a fin de cuentas, un abogado es el que desea que te denuncien o que tu denuncies, un dentista es el que desea que se te rompan los dientes o sufras una caries, un mecánico que tu coche comience a tener fallas... un ladrón es el único que te desea prosperidad en tu vida.

Por desgracia, los problemas no habían finalizado, sino que parecían haber acabado de comenzar, pues otra cuestión asomaba por el horizonte, por lo que raudo y veloz, el Revisor explicó a los presentes cuales eran las opciones a tomar ahora. Casi con un hilo de voz, tras el atroz acto que los presentes habían cometido, no él, evidentemente, él era un simple "mandao".

-Tenemos otro problema, hay otros más adelante...

- Vía Principal -

Coro de Iglesia

No cantan del todo bien, pero porque son niños y cantan todos mas o menos juntos y desde lejos, con la reverberación y demás, se escucha algo medio decente. A fin de cuentas, no hay nadie ajeno que vaya a venir a quejarse porque estén hablando en latin mal.

- Vía Secundaria -

Grupo de K-POP

A estos tampoco se les entiende una mierda, y probablemente por los mismos motivos. Sea como sea, por algún motivo, este grupo de clones con pelos tintados y con peinados ligeramente distintos tienen gran sensación en los jóvenes, en particular en las féminas, por lo que, quizás sean buenos en lo que hagan... o no... a fin de cuentas, estos chinos con sus dibujos y sus músicos ya se saben como son... ¡Dos bombas nucleares no fueron suficientes!.

¿Qué hacemos?

 Debbie se acomoda el hombro luego de haber propinado un bárbaro cachetazo; mientras mira el nuevo "dilema moral". Ya habiendo nombrado a su familia y a lo que había hecho su padre en Pearl Harbor, quedaba evidente lo que iba a hacer la senadora.

- Arroyemos a los asiáticos... aquí no hay dilema que afrontar.

- Jamás creí que fuera a pensar igual que Satán... - dijo la monja mirando a Badnews de reojo, la mujer más agresiva del mundo -... es curioso, ¿se siente mejor después de haberme golpeado? ¿o no piensa usted de que tiene un problema de fondo?... ¿No le querían sus padres? ¿Fue internada en un centro y no le dieron cariño?... Debería practicar más el amor..., así sería más feliz... - le sugiere a la Senadora.

Bateman estaba de acuerdo con la monja y la querida senadora. 

Pues si los asiaticos eso son lo que está conviertiendo a los chavales de hoy en medio nenazas. Dijo con desdén Aquí lo unico que hay que hacer es acelerar y machacar y si a alguna le entristece la muerte de sus compatriotas pues...aquí me tiene dijo haciendole ojitos lujuriosos a la coreana.

--No...No se peleen más por favor, no es propio de señoras de su clase. Nunca vi a una señora monja en esta situación y tampoco imaginaba que una señora senadora sucumbiría ante una oponente y utilizaría un estilo tan bajuno. Sabían que son las dos unas caudillos del racismo?, deberían pensar sobre esto... si señor eso es lo que haría yo, pensar sobre porqué no quieren a los asiáticos. Yo personalmente no entiendo sus canciones y para mí esta razón es suficiente para elegir... ya les he dicho antes que no me gusta nada este pasatiempo? tal vez sea el momento de cambiar al veo veo, aunque no lo crean es muy entretenido.--Mary ignoró a ese señor tan desagradable, no quería que la molestara más.

 La monja nuevamente apelaba al sentimentalismo. Parecía empecinada en poner una opinión negativa sobre la cabeza de la senadora, aunque muchos de los presentes hubieran dicho que votarían por aquella senadora si fueran alabamenses.

- Yo solo conozco el respeto en esta vida, monja... dar una cachetada cuando te encuentras a un irrespetuoso es la forma en la que se manejaban las cosas en los viejos días. Es una cuestión de disciplina, un correctivo. Si usted lo llama violencia, entonces veo de donde surgen los problemas de esta generación. Gente endeble. Y no se preocupe por mí: a diferencia suya, yo no soy feliz. Porque llegaré a la felicidad cuando haya erradicado los problemas de este país desde mi posición de política. Mientras tanto, usted siga regodeándose en la miseria ajena.

Venga que al menos a los del coro de la iglesia se les entiende probablemente los otros hasta palabrotas nos están diciendo sin contar que la música ni es buena pasarles por encima- el altercado entre las dos mujeres si que llamaba la atención pero la gota que derramó el vaso fue el comentario del viejo hombre que quería apostar -Caballero déjeme decirle que lo que usted haces es probablemente visto como algo inmoral pero aun mas yo por mi parte- el viejo guardó silencio unos segundos antes de continuar -Aceptó su apuesta,hay que ver de que es capaz la monja.

- Oh..., vaya..., gracias por instruirme..., entonces...¿dar una cachetada es una forma de disciplinar irrespetuosos?... Y yo sin saberlo... No es violencia, es un correctivo..., me parece bien.... - y así fue como Sor Gertrudis aplicó un gancho de derecha sobre la nariz de la Senadora, la cual iba a tener que pensar seriamente en practicarse una rinoplastia pues los puños de la religiosa estaban acostumbrados a amasar pan de manera tradicional y eso provocaba que su golpe fuera poderoso -... Con la Iglesia acaba usted de topar, señora mía..., compórtese como una dama o aplicaré justicia divina con el crucifijo... - y se quitó el objeto como si de un cinturón se tratase -... Le traeré la paz de Cristo sobre el pecho como siga por la vía de la violencia o mejor dicho..., de la disciplina...

¡¡¡Joder!!! Redios... jamás lo hubiese pensado. Para no dar misas no veas las hostias que reparte la monjita...

Y es que el viejo patrón estaba acostumbrado a los rudos ambientes de los puertos, pero lo que comenzaba a ocurrir en el vagón de este tren era propio de alguno de los puertos más salvajes de centroamérica.

Bien, señor Uken... ¿doble o nada? - lancé el desafio ante el único hombre que aceptó mi apuesta mientras miraba con respeto a sor Gertru... sor Nudillos de Oblea Gertrudis...

Pero, centrémonos. Lo que el revisor quiere y nos urge a decidir es si seguimos rectos y despachurramos a un puñado de chavales que cantan en las iglesias, o nos desviamos y mandamos al otro barrio a un grupo de indeseables pelofantas... vaya dilema... ¿captan la ironía?

Revisor, lo tengo claro. Muerte a los despreciables poPeros asiáticos...