Partida Rol por web

El Revisor movió la palanca hacia la vía secundaria, la última vía secundaria que iba a pulsar en mucho tiempo, y mientras se veía como la distancia entre el destino y el tren se iba alejando cada vez más, así como la quizás última vez en la que verían a los amigos y los familiares, el tren marchaba hacia lo desconocido... o al menos hacia donde aquellas vías los llevaran.

-Pues alea jacta est... -comentó el Revisor- o como diría mi Pili, "Cago na cona". Y hablando de Pili.

Sacando el teléfono móvil El Revisor marcó el número denominado como "AAAPili".

-Amorcito, no saques las lentejas, que creo que no llego para cenar.

Dicho esto, El Revisor se recluyó en el compartimento del Maquinista el solo, cerrando la puerta tras de sí, a fin de cuentas, lo que iba a decir no iba a ser algo ni minimamente agradable para los presentes que de forma amable habían decidido dejar de sacrificar a la gente, al menos a sus familiares y amigos.

-No tenemos comida/bebida para todos, el tren no va a parar en días y... sinceramente, algunos me caeis peor que una patada en los cojones, por lo que... ¿Qué opináis sobre hacer unas últimas votaciones sorpresa?.

Con una sonrisa sádica el maquinista da un ultimatum. Al final, parecía que matar a tanta gente había hecho que el pobre Revisor sí que le interesase eso de gente matarse mutuamente.

-Los que sobrevivan se llevan las raciones que hay, hay para 3 (racionados) hasta la próxima estación.

Ante el trauma de perder su puesto de trabajo de maquinista a causa del revisor, Mariano se tiró por la ventana. Su mayor arrepentimiento fue el no haber entregado la panceta cocinada a tiempo.

*saco un cigarro y lo prende* lo fumo, veo el cielo por un momento y me paro afrente de mis compañeros de viaje...

Voten por mi... si hay que morir que sea aquel por voluntad y no por votos..

Ni loco iba a sacrificarse. Así que apuntó tres nombres en una hoja y se la pasó al revisor.

Al parecer estamos condenados a una eternidad sobre raíles. Por culpa de vuestro sentimentalismo idiota. Sin reparo empezó a hacerse otra raya con su menguante reserva de cocaína. ¿Así que por que perder la costumbre? Hagamos un poco de selección antinatural.

 Aghhhh... 

¡¡ Bark~bark !!

 Jajajajaja pues si... usted siempre sabe que decir señor Nocto segundo - mientras Lorenzo terminaba de escribir sus votos en una hoja la que entregaba al revisor.

Bark

 Me hubiera encantado conocer a Tercero... - dejando su correa atada a uno de los tubos que se veían dentro del vagón.

  Fue un gusto señor... un placer trabajar para usted.. - acercándose a la ventana que uso Mariano - Lorenzo Puffton.. se va.. - sin perder su semblante el muchacho se arrojaba al vacio.

​¡¡ Bark~bark !!

¡¡ Bark !!

...

...

Auuuuuuuuuuu...

Decepcionado, volví a bajarme las mangas de la camisa... parece ser que esta vez tampoco habrá pelea... Y para colmo... ¡¡va el estirado y no dice nombres!! Ja.

Señor Bateman... pese a tener el ego más grande de todo el vagón, más incluso que la señora Badnews... siempre acaba agachando la cabeza, ¿acaso no tiene la valentía necesaria de decir a quien vota por tirar del tren? Aunque - añado tras ver como el tipejo raro ese, ese del perro, el señor Puffton, sigue con lo del voto secreto... ¿acaso no había entendido bien las normas? - mmmm... ¡¡¡revisor!!! ¡¡Revisor!! ¿Donde se ha metido ese botarate? - digo mirando en todas direcciones... ah si... el muy miserable se ha encerrado en la locomotora eléctrica a carbón.

Mientras miraba al pasaje, uno a uno, manteniendo la mirada de algunos que me la devolván con cierto odio, saqué una pequeña libreta forrada en cuero de mi levita y garabateé algunos nombres dentro, pasando después la hoja bajo la puerta tras la que se escondía el revisor... - AHI TIENE, DOCTOR.

Señor Bateman... obviamente un voto es para usted, sin acritud - dije mirando al yuppie.

Señores, señoras, señoritas... hermana... un placer compartir este viaje con ustedes, ha sido... mmm... interesante. Les veré en el infierno.

¿Me da fuego por última vez, señor Shelby? - pregunté al joven amable que me había proveido de lumbre durante todo el trayecto... algo podría sacar de las cenizas que quedaban en el cazoleto de la pipa.

Las malas noticias parecían no acabar nunca y la matanza seguía en los raíles, pero esta vez de manos de los pasajeros que debían tomar la decisión más difícil de su vida.

- Por mi parte, no diré que quiero vivir por mi, si no para ayudar a los demás... Creo que los tres supervivientes deben hacer un compromiso serio y real para con el mundo y hacer el bien tras esta experiencia... Si vivo mi existencia será más que nunca para ayudar a la juventud a encontrar el camino, tender la mano a quien lo necesite y no mirar a otro lado ante las desgracias de las personas, que la palabra cristiano tenga el sentido real que Jesús nos encomendó, el de amar y vivir con entrega hacia los hermanos.... Si vivo, ese es mi compromiso... Si no vivo..., espero que hagáis por mi lo que deseo... - comenta la mujer suspirando en paz -... Gracias a todos por vuestra compañía..., gracias a todos por haber compartido conmigo este viaje.... Buena suerte...

Y le dio su nota al revisor.

Y el grupo entre unos y otros comenzó a luchar por ver quien era el que al final iba a caer a las vías, el primero en caer sería Patrick Bateman por casi un consenso popular entre sus detractores, seguida muy de cerca de Debbie Badnews, luego fue algo borroso para los presentes, pero tanto Hotar Uken, Musul-Man y Sor Gertrudis tambien cayeron a las vías, posteriormente Sebastián Guarnido y Axel Dickens caerían para finalizar con Berengario Rodríguez, Jacinto Elámez, Jose, Mary Claus, Michel, Tommy Shelby, V y por último el "Adulto Normal" que resultaron ser dos niños con gabardina, para sorpresa de los que quedaron aún en el vagón.

Los Supervivientes

                         Jess     - Shin Yang Mi -   Yeeeee Ler                

Y...

Mr. Notwo.

El cual al parecer se había librado de su "esclavo" con tal de aumentar su posibilidad de supervivencia.