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Reino Fronterizo
El Bastión es un lugar fuera del Plano Material, anclado en varios lugares a Krynn, pero que existe en una especie de dimensión de bolsillo en el Griseo. Es el creado tercero de su clase en ser creado por el Cónclave de las Órdenes de la Alta Hechicería tras el fracaso de los dos primeros.

Historia
La historia de Bastión comienza con la Ciudadela Perdida. Al final de la Segunda Guerra de los Dragones, los tres magos elfos que se unieron para derrotar a los dragones con magia salvaje sobrestimaron sus poderes y crearon las tormentas mágicas que devastaron gran parte de Krynn. Huyendo de las represalias, los hechiceros se encerraron en una torre y apelaron a los Dioses de la Magia. Los Dioses de las Tres Lunas sacaron la torre del Reino Mortal y la colocaron en las profundidades del Griseo, cerca de la Puerta de las Almas. Aquí enseñaron a los elfos los Fundamentos de la Magia, convirtiéndose en los primeros magos. La Ciudadela Perdida, como se conocía a la torre, se convirtió en un almacén de conocimientos mágicos, un lugar al que ningún mortal no iniciado tenía permitido ir, y su ubicación era un secreto de confianza de las recién fundadas Órdenes de Alta Hechicería.
En los últimos días de la Era del Poder, en la llamada Noche de la Perdición, la Ciudadela Perdida se acercó a Krynn para permitir que los dioses llamaran a sus verdaderos clérigos. El Cataclismo trajo una gran destrucción a Krynn, dando paso a la Era de la Desesperación. Cientos de años después, un mago renegado llamado Belize se propuso asaltar la Ciudadela Perdida desde su anclaje físico en Krynn, los pilares de Stonecliff. En una época de sospechas y persecución, las Órdenes no podían permitir que uno de los suyos, especialmente un renegado, accediera a la Ciudadela Perdida. Una vez frustrado el intento de Belice, las Órdenes crearon el primer Bastión como obstáculo a nuevos intentos de intrusión en la Ciudadela, y los pilares de Stonecliff fueron destruidos por los Dioses de la Magia.
Aunque Bastión servía como defensa contra intrusiones no deseadas, por desgracia no era capaz de resistir un asalto importante o un esfuerzo concertado de un mago con suficiente conocimiento interno de sus defensas. El mago renegado Lyim Rhistadt consiguió abrir una brecha en la entrada a la Ciudadela Perdida desde Bastión y, en represalia, los Dioses de la Magia destruyeron la fortaleza, sellando una vez más la Ciudadela Perdida del Reino Mortal. Los jefes del Cónclave, el Consejo de los Tres, construyeron un segundo Bastión con las lecciones del primero firmemente en sus mentes. Esta vez, la fortaleza permaneció en el plano material, enclavada en un lugar apartado entre las Khalkist.
El segundo Bastión permaneció en su lugar durante muchos años, sirviendo de atalaya para incidentes de magia incontrolada o amenazas al Arte. Fue desde el Bastión desde donde Par-Salian percibió la inminente amenaza de los Ejércitos de los Dragones, lo que condujo a la Prueba de Raistlin Majere y a las consecuencias de esa decisión. Sin embargo, a pesar de este periodo de relativa unidad, las Órdenes se vieron fracturadas por la alianza de los magos de la Túnica Negra de Nuitari con Takhisis; sin una inversión compartida, Bastión resultó infructuoso en la Guerra de la Lanza, y un asalto del Emperador Dragón Ariakas provocó la destrucción de la localidad de Khalkist.
Los magos no pudieron volver a recurrir a los recursos comunes hasta años después de la Guerra de la Dama Azul y el intento de Raistlin Majere de convertirse en dios. Con pleno conocimiento de la necesidad de vigilar Krynn desde un lugar más seguro, los nuevos jefes del Cónclave -Justarius, Dunbar Mastersmate y Dalamar el Oscuro- ordenaron la construcción de un tercer y último Bastión a partir de los restos del primero, situado en un Reino Fronterizo al que sólo se podía acceder desde varios puntos de Ansalon. Poco más que un nexo de puertas, el nuevo Bastión inacabado sólo se utilizó una vez para permitir a las Órdenes atacar la Fortaleza de las Tormentas e intentar poner fin a la creciente amenaza de los Caballeros de la Espina. Fue un fracaso, y las Órdenes fueron incapaces de completar adecuadamente el Bastión antes de que estallara la Guerra del Caos y Takhisis robara el mundo.
Palin y los demás miembros de las Órdenes que sobrevivieron a la pérdida de magia pensaron que Bastión había desaparecido para siempre. En realidad, se movía con Krynn, arrastrado por la Puerta de las Almas y a través del Mar Etéreo.

Composición
El Bastión se compone de una serie de construcciones arcanas entrelazadas, atadas entre sí y hechas para parecerse a una fortaleza o castillo desde el interior. Aunque parece real, no lo es. Paredes, suelos, puertas, techos y otros elementos están hechos de materia etérea y son inmunes a la mayoría de los daños físicos. En esencia, Bastión está compuesto de fuerza, similar a la que invoca un muro de fuerza. Sólo aquellos en sintonía con el Corazón de la Magia pueden atravesar estas barreras, utilizando hechizos como intermitencia, puerta en fase o teletransporte. Todos los demás visitantes de Bastión encontrarán inútil este tipo de magia.

Disposición
Toda la estructura flota en el Griseo, que para el ojo mortal parece una vasta extensión multicolor de cambiante nubes de tormenta grises inundadas de sombras y brillantes cintas de luz.
El Bastión consta de un gran pasillo anular con habitaciones dispuestas a ambos lados conocido como la Corona, con tres estructuras destinadas asignadas a cada una de las tres Órdenes de la Alta Hechicería denominadas Ternos. La Gran Galería y el Corazón de la Magia forman dos zonas independientes más pequeñas.
La Gran Galería, es una estructura circular, parecida a una pagoda de tres alturas, con grandes vidrieras que representan a los dioses de la magia y repleto de cuadros, con tres plataformas que conducen al extremo más exterior de los respectivos Ternos. En el extremo más interno de cada Terno hay un balcón con una barandilla que mira hacia el vacío interior que existe entre los otros dos. Cuando se colocan las tres Esencias en sus respectivos pedestales, tres puentes de luz blanca, roja y negra intersectan en el centro exacto de la Corona, creando un Portal que conduce al Corazón de la Magia y que solo puede ser abierto por poderosos hechizos o alguien previamente sintonizado con el lugar.
El Corazón de la Magia es una esfera de 100' de radio en la que la magia de los Planos Exteriores converge para ser canalizada hacia el Plano Material. En su interior, todos los conjuros resultan Potenciados (+50% variables numéricas), Prolongados (doble duración) y +1 NL, pero causan 1d3 INT, 1d3 SAB, 1d3 CAR al lanzador. Es posible sintonizarse con la magia con una prueba de NL (CD 30) para no sufrir este daño.

Rasgos planares
- Gravedad normal, excepto en el Corazón de la Magia y fuera de los edificios que conforman Bastión, donde no hay gravedad.
- Divinamente mórfico. Los Dioses de la Magia pueden cambiar, alterar, manipular o incluso destruir Bastión, pero necesitarían una buena razón para hacerlo.
- Ligeramente alineado con la ley. Los personajes caóticos sufren una penalización de -2 a todos los chequeos basados en el Carisma en el Reino Fronterizo de Bastión.
- Magia limitada. La magia de la escuela de Conjuración está limitada por los límites de cada habitación o área de Bastión. Conjuros como puerta dimensional y teletransporte no permiten al lanzador traspasar las paredes, el suelo o el techo de una habitación a menos que el lanzador esté en sintonía con el Corazón de la Magia. Del mismo modo, los hechizos que llaman o invocan criaturas, o transportan al lanzador y/o a sus aliados fuera del Plano Etéreo, fallarán a menos que el lanzador esté sintonizado.