Partida Rol por web

Oulard contemplaba el cuadro con aire introspectivo.

- ¿Dónde guardará sus utensilios de pintura? - musitó dubitativo para sí mientras daba vueltas a diversas conjeturas en su mente a juzgar por su expresión.

Katharina se echó atrás mareada de nuevo cuando vio el cuadro. Las pupilas se dilataron por unos segundos antes de que murmurase verdaderamente extrañada. 

No es el estilo de pinturas de mi hermana...ella era...es...de pintar ríos, montañas, colores...ya me entienden— explicó mientras se acercaba a la cama y miraba bajo la almohada buscando "algo".

Jonas se acercó al caballete para intentar vislumbrar la pintura. Mientras lo hacía mantuvo la conversación con la tía y el inspector. - “Pues he estado inspeccionando el coche de la señorita Pyro. Tiene manchas de fango, lo cual no es de extrañar a estas alturas. También he encontrado algunos pinceles que deben de pertenecer a su sobrina.” Dijo dirigiéndose a Bella. Sin embargo, se sacó los pinceles envueltos en el pañuelo y se los entregó al inspector.

-¡El coche de Dionisia!- Exclamó Bella, dirigiéndose acto seguido hasta la ventana y husmeando entre el cortinaje, casi como si esperara que su sobrina se apeara del vehículo.- Si está aquí significa que no ha ido muy lejos. Debe de estar en alguna parte de este complejo hotelero, o paseando por el parque...- Entonces, se dio cuenta de las temibles consecuencias que ello podrían suponer.- ¿Y si se ha perdido por el parque? ¿Y si le ha ocurrido algo y está herida? ¿Y si los dedos que encontramos en la boca de aquel animal...? .- Pero no pudo terminar la frase. Girándose apresuradamente para ocultar su rostro, con un pañuelo seca una lágrima furtiva que amenazaba con escapar.

Levantando la vista, miró al exterior. Poco a poco, Bella fue ladeando la cabeza la vez que intentaba recordar algo que había dicho el joven investigador.- Joven Marchaud, habéis comentado que encontrasteis los pinceles. Dionisia adoraba la pintura y rara vez se separaba de ellos. Si a ello juntamos el hecho que el coche todavía está aquí, y además hay comida fresca en la casa, y esta está limpia y adecentada...- Girándose hacia el Inspector Lewis y el Detective Marchaud, asevera.- ¿No es más que plausible pensar que Dionisia sigue aquí, próxima a esta casa? Pero si es así... ¿Porqué no da señales de vida? ¿Acaso está huyendo de algo, o de alguien?. Debo decírselo a Katharina.-

Apresurando sus pasos hasta la escalera de subida, desde allí alzó la voz.- ¡KATHARINA! ¡KATHARINA! ¡BAJA POR FAVOR, CREO QUE HEMOS ENCONTRADO ALGO!- Entonces, volviendo de nuevo a la cocina, se quita el pesado abrigo, el enorme bolso y el mortal paraguas sobre una silla, y empieza a afanarse entre los cacharros de la cocina, preparando platos para la cena.- Inspector, Detective, ¿Serían ustedes tan amables de encender fuego? ¡Ah! Y enciendan todas la luces que puedan y corran las cortinas, que desde fuera puedan ver claramente que hay gente aquí. Si Dionisia andara cerca de la casa es la mejor manera de hacérselo saber.- Ordenó, mientras habría colocaba varias sartenes sobre los fogones, y colocaba platos en la mesa. Parándose, se giró a los dos hombres.- ¡Vamosvamosvamovamos! Pronto anochecerá y no hay un minuto que perder. ¡Menudo ejército tendríamos si la salvación de la Patria dependiera de su rapidez!- Les amenazó con un cucharón en la mano.

¡KATHARINA! ¡KATHARINA! ¡BAJA POR FAVOR, CREO QUE HEMOS ENCONTRADO ALGO!- escuchan la voz de bella gritando.

Tocas debajo de la almohada, y sacas esto.

Justo en ese momento escuchas el grito de tu tía. El libro es   grande, cosa que los inspectores de policia se dan cuenta de él.

Notan que antes de que Bella grite llamando a su sobrina, Katharina  saca un librito de debajo de la almohada de color cafe y un poco gastado.

El inspector de policía Lewis, un poco sorprendido se acerca hacia la chimenea, mira a Bella y dice. Señora, no hay suficiente leña para enceder el fuego, pero no se preocupe,  creo que vi varios troncos cerca a la casa.  Dice de manera rápida. No demoro.

Y sin dejar que haya respuesta, sale de la casa.

El grito de Bella al parecer ha tenido efecto en quienes investigan en las habitaciones, lo que no seria raro que bajaran pronto.

Vaya....el diario de mi hermana. Puede que haya escrito donde se iba o que..—comentó Katharina mientras abría un libro que estaba bajo la almohada. La misma almohada donde Katharina había ido directamente después de ver el cuadro. No había llegado a pasar dos hojas del diario, cuando un par de gritos la hicieron dar un bote, que por poco hizo que el diario saliese volando. La chica dudo unos segundos antes de bajar corriendo las escaleras con el diario en la mano para ver que ocurría. 

Cuando escuché los gritos de la señora Corneau esperé pacientemente a que hicieran efecto.

Cuando su sobrina bajó corriendo las escaleras me dediqué a investigar sin la molesta supervisión de aquella jovencita. Miré en la mesita, el armario y la maleta, tratando de encontrar tanto algo fuera de lugar como algo que debiera estar pero no estuviera, igual que me habían enseñado en la academia y había puesto en práctica en infinidad de ocasiones.

El inspector no encuentra nada realmente significativo,  hay cosas femeninas. Maquillaje, un pañuelo, y una foto de su difunto esposo. Evidentemente la mujer estaba ahí desde hace poco, no se ve desorden o polvo, aunque... puedes ver en el suelo, justo cerca a la cama una huella hecha de barro, de ese barro ya conocido.

Jonas miró al inspector con cara de incredulidad ante la actitud de Bella. Le caia bien esta mujer, le recordaba a su abuela.  “Espere inspector, le acompaño a por la leña”

-¡Katharina! ¡Mira!- Grita a su sobrina, a la vez que señala la nevera.-¡Comida!- Viendo la cara de incredulidad de su sobrina, un torrente de palabras sale de la boca de Bella, embargada en la emoción.-¡Comida fresca y en buen estado! En la nevera hay filetes de pescado, y en la mesa fruta en fresca, además el joven detect...- Se para en seco, al ver que el inspector Lewis y el detective Marchaud habían salido a buscar leña.- Pues el joven detective Marchaud ha encontrado el coche de Dionisia aquí fuera, y estaba con sus pinceles.- Después, caminando apresuradamente hacia la cocina, vuelve a coger un trapo y lo pasa por la mesa.-¡Y no hay polvo! Eso significa que tiene que estar cerca. Dionisia no debe andar muy lejos.- Concluye, continuando afanándose en encender las pocas luces de la casa y en abrir cortinas.- Si anda cerca tiene que ver que estamos aquí, Dionisia tiene que darse cuenta de que la estamos buscando, debe saber que no está sola y que podemos ayudarla, debe...- 

Entonces, parándose en seco, se gira hacia los fogones, fingiendo estar repentinamente ocupada, mientras se seca rápidamente una furtiva lágrima.-Voy a preparar la cena.- Concluye, sin poder decir nada más.

Me detengo a estudiar la huella más de cerca mientras la señora Corneau grita a los cuarto vientos lo mismo que ya había pensado yo por la evidente falta de polvo sobre los muebles de la casa, que su sobrina ha estado viviendo allí estos últimos días.

Supongo que será de mujer y de la misma talla que los zapatos de Katharina, pero es mejor asegurarse.

¿Cómo? Katharina revisó rápidamente las últimas páginas del diario. Probablemente su hermana habría escrito en ellas donde había ido...o mejor dicho...donde pretendía irse. Si las pinturas estaban en el coche es que pretendía marcharse pero...¿Donde está entonces?

Cuando sales la lluvia es fuerte, pero no consiguen leña suficiente, te acercas al vehiculo a mostrarle el simbolo al inspector, pero por la lluvia este se ha borrado. Le comentas adicionalmente lo de los pinceles.

El salvalguandose de la lluvia te dice: ¿esta seguro que ha visto algún simbolo?, parece que se ha borrado, pero es importante lo del auto. Creo que es mejor que le comente esto al inspector Durant, yo solo soy un aprendiz, el sabra que hacer. Vaya, entre a la casa, que yo me encargo de la leña, que está bajando la temperatura y necesitamos que este caliente, en la casa usted es más importante para  ayudar a encontrar a la señora .

Básicamente no te queda de otra que volver a la casa, pues  Tom se cubre con su propia ropa y corre hacia el camino por donde llegaron.

Justo cuando Jonas sale acompañar al  inspector Tom regresa a los pocos minutos y escucha la conversación entre la joven y su tía. El inspector Durant, esta aún en el segundo piso. Posible él quien vio el auto pueda dar más información.

Independientemente del lugar donde esten en la casa escuchan un gran trueno que ensordece el ambiente. Cada vez se esta poniendo más oscuro.