Partida Rol por web

 No podía decir que el hombre no me había dejado sin habla... Comparado con él, mi maestro es un ejemplo de normalidad:

 - Veréis, como practicante de la magia, querría saber si estarías interesado en intercambiar conocimientos conmigo, si fuerais tan amable...

Una cara de sorpresa surca su rostro, con mas que evidentes arrugas, ahora que le ves de cerca: - Demonios de la Sima Oscura, y que diantres podrías ofrecerme tú, que aún no se ha sometido siquiera a las Torres?? He oído que el jodido elfo exiliado, y su zorrita Roja están reuniendo a los grandes magos para reformar las Antiguas Órdenes. Me da que tienen miedo de la Nueva Hechicería!!! Jajaja!!, retumba la voz del mago, que se levanta a atizar el fuego... - Pero dime, joven, que tienes que ofrecerme??, te dice, otra vez sentado en su silla, degustando el buen caldo...

Mientras te piensas su pregunta, te empiezas a fijar en sus facciones, ergothianas del Norte, sin duda, uno de sus agujeros de las orejas, roto, en algún momento en el pasado, el tercer incisivo mandibular de un metal que en inicio te parece plata, pero con sorpresa descubres que es  metal dragonil!!, ... De que te suena eso?? Entonces, como una tromba que invadiera tu mente, te das cuenta, este que se hace llamar Urenthi, se parece sospechosamente a un gran Mago de tu Orden, desparecido tras la Guerra de Caos, y predecesor de Palin Majere a la cabeza de la Orden de Túnicas Blancas: ​Dunbar Mastermate!!

Te estará jugando tu mente una mala pasada...?? 

 Miré al hombre de hito a hito. Finalmente logré reunir el valor para preguntarle, tras adoptar una aptitud perspicaz:

 - Disculpadme, ¿os han dicho que os parecéis mucho a Dunbar Mastermate?.

 A ver como reacciona, veremos si se le corta la risa.

El anciano marinero deja caer la taza que coge, a la vez que trata de balbucear algo tipo:

-Ehhh... Peeerooo... Tonterias!! Sí, tonterias!! Dondeeee...?? En que cabeza cabe...???, mientras se levanta a atizar el fuego, y con un mas que malo dismulo, le ves trazar unos simbolos en el aire que descifras como liberadores de guardas arcanas, supones que, por toda la Torre. Suelta el atizador, y moviendo de un lado a otro de la cabeza, vuelve a sonreir, y dice:

- A quien quiero engañar, nunca se me dio bien esto!! Sí, soy yo, muchacho, aunque hace ya 40 años que nadie se dirige así hacia mi... Quien te lo ha dicho??, te dice, echandote una dura mirada... Quien mas está al tanto?? Porque dudo que un mocoso como tu sepa algo sobre mi, mas allá de lo que contarán en las Torres..., dice, cruzando los poderosos (aunque ya viejos) brazos.

 - Vuestro incisivo mandibular os delató... - Respondí, cauteloso. - ... Conozco vuestra descripción y ese detalle me sirvió para atar cabos. No sabía quien eráis hasta que os vi en persona...

El anciano hombretón se queda como congelado, mirandote, con los ojos muy abiertos... Hasta que, pasados unos segundos, rompe a reir de nuevo:

- Bueno, muy bueno!!! Nadie en 40 años se ha dado cuenta, y tiene que venir un esmirriado que no llega a los 20 para reconocerme!!!, tras lo que te da una palmada en el hombro que demuestra que aun tiene fuerza en los brazos, pese a tener... cerca de 80 años??

De pronto, vuelve a poner el ceño fruncido, y te dice: - Bueno, supongo que al menos te has ganado que te responda algunas dudas. Luego te irás, y en esta habitación quedará lo que hemos hablado... TODO!! Queda claro, chico?? Aquella vida quedó atras. Ahora, mi vida es otra, pese a que ahora deba estar un tiempo lejos del mar...

Venga, dispara!! 

 Tras meditar unos segundos, decidí hacer la que más me intrigaba en ese momento:

 - Supongo que la primera pregunta es la más obvia, ¿que hacéis aquí, ocultando vuestra verdadera identidad?. ¿Por qué no habéis tratado de ayudar a reconstruir la orden, ahora que la magia divina a vuelto?.

-Esa es una buena pregunta, cachorro, y cada año que pasa la respuesta varía, aunque creo que el agua que la mueve ya está llegando a un remanso... Tu no viviste esa guerra, hijo, dice, momentáneamente abatido, con los anchos hombros hundidos,  las huestes de Caos campando a sus anchas, mientras nosotros, simples mortales, caíamos como moscas al llegar el Otoño... Luchamos fieramente, pero muchos cayeron, rostros e historia olvidadas por el Tiempo... Y luego, de nuevo, como cinco centurias antes, el Silencio... Nada, abandono, sin magia, sin Dioses, y de nuevo el caos reinando por doquier... Y ahí decidí: "Que cojones!! Se acabó!!", y me hice a la Mar de nuevo, y revivi, vaya su lo hice, por las barbas del Sahuagin!! Fueron años duros, pero buenos, con la salada brisa y el inclemente sol sobre mi piel...

... hasta que ese condenado Majere vino con la puñetera magia primigenia bajo el brazo!!! La tentación era demasiada, así que, finalmente decidí acercarme a la Escuela, en Solace. La magia es algo inherente a mi, te dice mirándote de nuevo a los ojos,  Sí, no me mires así, no me estoy pavoneando, es un hecho!! Bien, el caso es que ese condenado niñato no me reconoció, así que decidí dejar todo atrás, y empezar una nueva vida, ya a mis 45!! Y fue así donde conocí al Duque, antes de que lo fuera. Nos hicimos amigos, sin preguntas, y Urenthi se hizo famoso.

Que por qué estoy lejos del Mar?? Hace unos años molestamos a alguien que no debía ser molestado, y es mejor seguirle desde la distancia. Pero volveré, vaya si lo haré, ahora que la verdadera magia ha vuelto!! Y le haré tragarse sus pelotas abismales!! Jajaja!!!

Bueno, y ahora, hablemos de ti, Anubis. Es obvio que eres Abanasinio, pero, que pintas en Thelgaard?? Te piensas unir a los Caballeros?? La sesera de los "huevos-cuadrados" ha mejorado mucho desde Caos, y por fin aceptan Magos entre sus filas, aunque aún, por supuesto, sin darles mucho poder en la Caballería. Hablamos de prejuicios de milenios, no se van a votar en un día, no?? Jajaja!!, dice mientras da la vuelta al cochino en el fuego, y su ectoplásmico sirviente le echa otra copa de vino...

 Decidí que podía confiar en él, de todas maneras no tardaría en descubrirlo:

 - Soy el aprendiz de Valthonis de Silvanesti, mi maestro me a enviado a aquí a una misión, cuyos detalles desconozco, por ahora, para Lord Fashtel du Terminaard. ¿Sabéis algo de ello, por favor?. Odio estar a oscuras...

- Valthonis de Silvanesti?? Demonios de Agua, muchacho, si es del que he oido hablar, estamos hablando del mismisimo Paladine, en su forma mortal!! Gracias a su sacrificio, se pudo acabar con la mas Zorra de las Zorras, que en sus infiernos se pudra!! Debes ser un aprendiz importante, entonces!!, te dice, dandote otra palmada en la espalda de las que quitan el hipo.

- Du Terminaard?? Es uno de los hombres de confianza de Walker, el Duque, a parte de un importante Caballero de la Espada. Es un tio de confianza, no tengas cuidado. Eso sí, si me preguntas, está un poco como un cencerro... Me explico, dice, al ver tu cara de perplejidad, afirma estar tocado por su Dios, Corij, como le conocemos en Ergoth, o Kiri-Jolith, como le conoceras tu, lo que se traduce en Visiones que este le transmite, y que guian sus actos, tanto en combate, como en las numerosas misiones que le han valido el ascenso hasta su actual puesto... Vas a verle?? Pues tira, no es un hombre al que le haga gracia andar esperando. Siempre parece tener prisa!!

- Que las olas del Sirrion guien tus pasos, Anubis!! Si vuelves a pasar por aquí, no dejes de visitarme!! Y recuerda, estoy la mar de bien como estoy, así que manten la boca cerrada en cuanto a Dunbar, estamos??, te dice, dandote un abrazo de oso que casi te deja sin respiracion.

Los cerrojos se descorren solos, mientras él se afana en trinchar el cerdo asado, y la puerta de la tarde se abre. Es hora de visitar a Lord du Terminaard!!

Cuando sales de la Torre, una ondulacion del aire, junto a un ladrido, pasa como una exhalacion a tu lado, entrando en la casa. - Un can de gran tamaño, como su dueño!!, piensas, mientras sonries.

Asthor espera en la linde del camino, con una pajita en al boca: - Al Alcazar, mi señor?? Tu asentimiento hace que te preceda, e inicias el camino de retorno a la zona intramuros de la Villa, que a esta hora aun sigue bullendo de actividad, aunque ya son muchos los que pliegan materiales al carro, para volver a sus hogares.