Humano procedente de Thelgaard, varón que tiene que ser caballero porque su padre, lo es, su abuelo lo fue, y si nos vamos muy atrás en los primeros fundadores, estará su apellido. Y se supone humano porque hasta su padre, Sir Duncan, bromeaba con su madre sobre una posible infidelidad con un Gigante!! Frase que siempre sacaba un arranque de genio, de los que solo su madre podia tener, con un lanzamiento de lo que mas a mano tuviera, aunque siempre acababa riendose, mientras pegaba ligeros puñetazos a su padre, al ritmo de "Tonto, tonto y tonto!!!".
Aun no tiene claro si por llevar la contraria a su padre, Caballero de los de Antiguo, pero el "pequeño" Leviathan, desde muy joven se hacia preguntas sobre como se lleva la orden. Tuvo claro desde bien joven seria sangre nueva entre los caballeros, huyendo de lo estricto que siempre era todo en La Orden. Siempre soñaba con llevar la orden a una nueva época (si conseguia sobrevivir lo suficiente para subir en la Orden). Desde siempre tiene un claro código de honor que cumplir, pero siempre buscando la trampa, como revelándose a lo que le han impuesto ser por tradición, pero en el fondo es tan caballero como el que más.
Enseguida se alzó varias cuartas por encima de sus amigos, por lo que no habia armadura que se le ajustara bien, ademas de que, al no tener un canon de proporciones "normales" todo eran problemas con ella. Hasta que, un dia de verano, en pleno combate en el Torneo de Mitad de Verano, mayor fiesta en la Villa, donde se reunia lo mas granado de la Caballeria, junto a quienes quisieran, gentes de bien, participar, que una pieza del casco le cegó por un momento, y el gran martillo del Campeon Enano de Garnet le mandó a la enfermeria para 3 dias, con una contusión en la cabeza que pasó del rojo al amarillo, pasando por toda la gama de colores!! Fue al despertarse de esa convalecencia, al 3er dia, cuando Sir Leviathan juró y perjuró que Paladine mismo le habia abierto los ojos a lo evindente: No hay lucha mejor, que la que se desarrolla sin armadura. Y esa fue su meta desde entonces: Conseguir inculcar, en la Orden de la Corona un estilo de lucha sin armadura... Ni que decir tiene, que su padre, Sir Duncan, aprovecha para desacreditarle en cuanto puede, y quizá por ello, todo le cuesta mas al giganton, cuando podria pensarse que podria ser lo contrario...
" Se habla mucho de fortalecer a los débiles, la medida habla mucho de protección y de dedicación.... Todo eso es muy fácil detrás de tu armadura, pero a su vez nos aleja del pueblo. En esta nueva era, no podemos volver a lo de antes, necesitamos una mentalidad nueva. Y eso es lo que pretendo. Una orden de caballería sin armaduras, cualquiera puede defender a los débiles, su hermanos, su madre, a sus seres queridos, y no se necesita una costosa armadura, la fe en los ideales y una convicción decidida. No pone por ningún lado que sea obligatorio la armadura. Así que esa es mi propuesta. Un caballero cercano, que no tenga miedo de nada, que se sobreponga a las heridas con el poder de Kiri-Jolith ."
Esta es la arenga que suele soltar, cada noche, cuando baja por la Calle del Cisne Blanco, junto a sus compañeros y amigos en la Caballeria, sobre todo el "Heredero de Crownguard", como caroñosamente llama a Sir Traben, el Clerigo de Kiri-Jolith con el que compartió la Ceremonia de Escudero, hasta "El Cielo del Viajero", la taberna con el mejor aguardiente enanil traido directamente del interior de las montañas Garnet.
Allí fue donde conoció a Zoak, el Minotauro molido a cicatrices, y con un cuerno roto que habia "apadrinado" el viejo Gondar, el Herrero del Cruce de Bueyes. Unos cuantos pulsos, y alguna que otra pelea a guantazos, y de ahi surgió una amistad que no necesita de apretones de manos, ni incluso de mucha conversación. Basta con unas cuantas miradas para que uno de ellos rompa a reir a carcajadas, y le toque levantarse a la barra a por otra ronda...
Sir Leviathan se dio cuenta de que, de algun modo, podia usar su presencia en combate, haciendo titubear a sus oponentes, incluso al bravo minotauro de las Islas del Mar Sangriento, por lo que fue desarrollando ese Don, "otorgado por el mismisimo Paladine", como siempre gusta resaltar, lo que en el ultimo año, tras la Guerra de los Espiritus, hace saltar la chanza de "... Y si ahora ya no está en los Cielos, como puede ser que aun lo tengas?? Jajajaja!!!". Pero él no necesita justificarse: El Aura de Magnificiencia es un hecho, y está ligado a su determinacion a luchar sin armadura, al menos sin armadura molesta y pesada, y a un pacto hecho consigo mismo para cumplirlo.
Ya hace mas de un año del Fin de la Guerra, aunque no hace ni uno del asalto de los Brutales Señores de la Guerra de los Caballeros Negros, que se hicieron con la ciudad... para, en menos de dos meses, mediante una maniobra magistral de Lord Walker du Crawford, Duke de Thelgaard, recuperar la Villa a los Ejercitos Negros, ocultando un contingente en las antiguas minas bajo la ciudad, en una operacion relampago que duró solo 2 dias!!
La vida vuelve a la normalidad, mientras te entrenas, filtreas con Marabelle, la hija del Hilador, y ayudas en los preparativos para la nueva edicion del Torneo de Mitad de Verano. Dirias que, tras mucho tiempo, la vida te sonrie por fin. Te quedará, a lo sumo, un año mas de Escudero, y en breve, como no podrá ser de otro modo, otro Sharkenar será Caballero de la Corona!! En esa te hayas, moviendo unos troncos, para las fortificaciones que se usan en los festejos, cuando Thomas, el orondo (y perenne) escudero de Sancrist te silba desde el otro lado del campo. Miras y ves que ha llegado alguien a caballo, subiendo la rampa desde la Fortaleza. Curioso, te acercas, para ver a un "corredor", como los llamais, un mensajero de la Caballeria, de no mas de 16 años, con un zurron de piel mas que viejo, que se cuadra ante ti, diciendo...
- Señor, le traigo un despacho de Lord Fashtel du Terminaard, Ilustre Caballero de la Espada, mientras te acerca un rollo de pergamino con un lacre rojo de un Martin Pescador volando alrededor de una espada.
Tras dar su mensaje, el chico se vuelve a cuadrar, sube a su caballo, y vuelva cuesta abajo hacia la Fortaleza de los Caballeros de la Corona...
Mi poderoso torso perlado de sudor, baja y sube cuando me acerco al corredor, llevamos toda la mañana trabajando con esfuerzo para adelantar las fortificaciones para el Torneo. Llevo ropa cómoda, pecho y brazos descubiertos, unos pantalones gruesos, pero unas botas blandas. Una hachuela que me han prestado cuela de mi cinturón para los trabajos más delicados, la otra más grande la está usando Bill ahora mismo para la cerca central. En el otro lado junto al odre de agua, cuelga mi espada.
De esa guisa tiendo la manaza para coger el pergamino, mientras bajo el mostacho pregunto con mi poderosa voz, sin levantar la vista del documento, con mis ojos cubiertos por frondosas cejas.
-¿Como te llamas?- le pregunto antes que se marche, ya que hace el amago de volverse sobre sus pasos-
El chico, que se disponia a irse, de pronto se da cuenta de que algo no ha hecho como debia, y se gira deprisa, adoptando la posicion de firmes de nuevo, mientras dirias que puedes ver su corazón chocandose contra su pecho:
- Asthor, señor, hijo de Ferak, y Aprendiz de la Corona!!, se presenta, alineando la mandíbula.
No hace muchos años, tu pasaste por los escalones que ahora sube este muchacho, y sabes lo que te imponian los Caballeros, e incluso los Escuderos, como ahora eres tu.
Levanto los ojos del documento sin abrirlo todavía. Mientras le dedico una sonrisa al chico, con la otra mano cojo el odre de agua fresca que cuelga de mi cinturón y se lo ofrezco.
- Gracias Asthor, hijo de Ferak- señalo con la cabeza a un lado del campo- ahora descansa cinco minutos, que tu caballo coma y beba también, que esos viejos caballeros no te asusten, correr sin pensar no tiene sentido, repasa el camino, y te pones en marcha con la cabeza despejada- con un último golpe amistoso en el hombro me dedico a las noticias.
Me doy la vuelta y abro la misiva con el entrecejo fruncido, ¿Que habrá pasado?
El muchacho agarra el odre de agua completamente sorprendido, y casi sin pensarlo, da un trago largo, para quitarse el polvo que ya se le ha colado en la garganta, dado lo avanzado de los preparativos para el Torneo.
Tras unos segundos de ordenar su cabeza, dice de carrerilla algo aprendido ya, a estas alturas, en su corta carrera como Aprendiz:
- Agradezco la intención, mi señor Escudero, pero tengo órdenes claras de volver tan rápido como entregue el mensaje: tengo despachos importantes que entregar, y no pueden esperar.
Ya sabéis, la Medida de la Orden de la Corona habla de Obediencia, y en virtud a esta, como le digo, debo partir. En tiempo libre no tendría problema, sabe usté..., dice inquieto, mientras rehuye tu poderosa mirada, que sabes que normalmente amilana a aquellos con los que te mides.
Bueno, aún los hay adiestrados "a la la antigua" ("Este debe estar bajo el paraguas de mi padre!!", piensas con una sonrisa cansada). Pero bueno, tienes cosas más apremiantes de las que preocuparte ahora, así que le despides con un movimiento de la mano, lo cual el muchacho agradece sobremanera. Monta de un salto, y sale caso a un galope inconsciente hacia el Alcázar.
Picado por la curiosidad, quitas el lacre rojo y desenrollas el pergamino:
" En el vigésimo octavo día de Holmsvira del 422 S.C.,
Al, en ciernes, Caballero de la Corona, Sir Leviathan de Sharkenar,
Inquietantes visiones me apremian a citaros, tras el entrenamiento de Tarde, en la Sala de la Visión, en el piso superior de la Fortaleza de su Señoría el Duque. Me he tomado la libertad de haceros llamar, junto a otros interesados, pues antes he de tratar de desentrañar algunos misterios, que darán ciertas respuestas en esta reunión.
Creo firmemente en nuestros Patrones Divinos, y como sus instrumentos en este mundo, debemos estar preparados para cuando se solicite nuestra intervención. Ahora es el momento, pues tiempos oscuros pueden cernirse sobre el futuro de nuestro castigado mundo, y es nuestro deber protegerle frente a tal eventualidad.
Su señoría,
Lord Fashtel du Terminaard "
Tirada oculta
Motivo: Diplomacia con el mensajero
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 3(+4)=7 (Fracaso)
Mala suerte, compañero!! Primera tirada, y no satisfactoria!! Bueno, mejor ahora, en el rodaje, que no cuando empiece lo bueno, no?? ;)
Vuelto a doblar la carta por los mismos bordes y con ella en la mano me dirijo a mi casa. Hago una señal a mi compañero de trabajo señalando la carta y despidiéndome. Tengo muchas cosas que hacer hasta esta tarde, y no pienso entrenar como un tonto, sólo por no salirme de la rutina.
Voy a asearme, elegir una ropa adecuada a la ocasión y partir para allá nada más termine de comer algo. Me gustaría llegar el primero para ver quien más es citado. También haré algunas preguntas, no me gusta no saber lo que pasa, obedecer sí, siempre. Obedecer ciegamente, eso ya me cuesta más...
Con estas cosas en la cabeza me cuelgo el odre otra vez de la cintura y pongo rumbo a mi hogar.
Jjajaja Si si, es mejor gastar los dados malos ahora ^^
Bueno, aún los hay adiestrados "a la la antigua" ("Este debe estar bajo el paraguas de mi padre!!", piensas con una sonrisa cansada). Pero bueno, tienes cosas más apremiantes de las que preocuparte ahora, así que le despides con un movimiento de la mano, lo cual el muchacho agradece sobremanera. Monta de un salto, y sale caso a un galope inconsciente hacia el Alcázar.
¡Pero compañero! yo tengo la mala costumbre, como tú, de pjnetizar a los jugadores ^^, deja a los jugadores pensar lo que ellos quieran y despedir a la gente como quieran, básicamente me has escrito todo lo que yo pretendía escribir en mi post, jajaja, ojo que no lo digo a malas ¿eh? es un fallo que yo tengo también e intento corregir y te lo digo para que lo medites xD
Cuando entras al Alcazar de su Señoria, ves el lujo en el que vive el Duque, amigo de elaboradas estatuas de marmol, y ricas pinturas y tapices. Vas saludando a los guardias que hay en los distintos puntos, y te van abriendo paso hacia la Sala de la Vision. En la puerta, dos Caballeros, uno de la Corona y otro de la Espada, embutidos en una Coraza pulida con esmero, te saludan y retiran sus Clavas para abrirte paso al recinto, una vez te presentas.
La gruesa puerta de madera con refuerzos se abre a una antesala baja abovedada, iluminada por lamparas de aceite, engarzadas en la pared, donde hay varios ganchos para colgar ropa. De uno de ellos cuelga un sobretodo de color crema, con el simbolo de la Orden de la Espada (La Espada sobre cian ceruleo), y un cinturon, con una espada bastarda metida en su funda, con el sello del Caballero du Terminaard, el mismo del lacre de la misiva que os mandó. Bajo todo, descansa un yelmo plateado.
En otro de los ganchos descansa una capa y una espada, descansando en su vaina, que reconoces al instante: Skull Slayer, la espada de Tarben Crownguard ("ya se ha encargado él de que no se me olvide!!", piensas con una sonrisa, recordando las veces que tu amigo te ha habalado, con orgullo, del arma que forjó su abuelo):
Al fondo de la sala, otra puerta, gemela de la anterior, da a la propia sala de reuniones, en la que debe esperar, por lo menos, el noble, y por lo que parece, tu colega, Sir Tarben Uth Crownguard...
Tirada oculta
Motivo: Recordar
Tirada: 1d20
Dificultad: 7+
Resultado: 12(+1)=13 (Exito)
Jajajaja!!! Tienes razón!! Intento no hacerlo, pero con la "prisa" por juntaros, a veces me excedo!! :) xDDD
¿Sigo escribiendo aquí? ¿o paso a la otra escena?
Perdona, que se me ha ido la olla: en la otra escena ya!! ;)
De momento, hasta que te juntes con los otros, "Solo para el Director", ok??