Partida Rol por web

Al Doctor Weir no le gustaba viajar, por regla general. No solo odiaba los barcos -las grandes cantidades de agua le causaban cierta fobia-, además detestaba los aviones. Le recordaba a los pájaros, y esa también era otra fobia que siempre llevaba con él en el equipaje. Y para alguien que vivía en una isla, odiar el barco y el avión solía traducirse como "Problema".

Dejando sus manías a los transportes, Weir había disfrutado del viaje en la medida de sus posibilidades. Había leido un buen libro sobre las bondades de las dietas ricas en fibra. Había repasado su mandarín. Había escrito un par de capitulos de su último libro. Y por último, pero no por ello menos importante, había visto un par de capitulos de su serie favorita en el móvil. Si quien no se distraía en un vuelo, era porque no quería. 

Así, antes de que pudiera darse cuenta, su avión dió el terrible bote en la pista de aterrizaje, mientras el ensordecedor ruido de los motores frenando aquella bestia de 400 toneladas le obligaba a taparse los oidos con disgusto. Esa era la parte que más odiaba de los vuelos. Más incluso que los niños que lloraban durante el vuelo o el compañero de asiento que no comprende donde acaba la libertad de movimiento de su asiento.

Previsor de él, había alterado su sueño los días anteriores para adaptarse al jetlag. Una diferencia de ocho horas podía dejar a cualquiera fuera de lugar durante varios días, y no tenía planeado malgastar tanto tiempo en necesidades autobiológicas. Así que cuando se bajó del avión, recorrió la pista hasta la terminal en la parte más atrasada del autobús jardinera, evitando en la medida de lo posible el contacto físico con otros pasajeros.

Porque por supuesto, el contacto físico no deseado también estaba en su larga lista de cosas que no le gustaban.

Tras recoger la maleta, sacó de esta una pequeña carpeta que repasó buscando los datos de su contacto. Tras guardarla, salió de la terminal y contempló la lluvia. La lluvia no era un problema, en Feroe solía llover a practicamente todas horas, todos los días. La contaminación, en cambio, era otro tema muy distinto.

No tardó en vislumbrar a Aratani, quien ya se encontraba con varias personas más. Desde aquella distancia, no las reconocía, así que ordenó a sus pies que lo llevaran hasta Aratani y sus acompañantes. Al llegar, dejó la maleta en el suelo e hizo una pequeña reverencia con la cabeza. - Ni hao. - Carraspeó, haciendo un leve repaso mental de su manual mental de chino. - Wo jiao Doctor Weir. Wo cong Feroe. - Se notaba que tenía que pensar aquello que iba a decir, no dominaba el idioma con soltura. Y después de presentarse y saludar a su anfitriona, se giró hacia los demás presentes repitiendo el saludo que realizó a Aratani. - Buenos días, soy el Doctor Weir, un placer. -

Ni hao: Buenos días.

Wo jiao Doctor Weir: Soy el Doctor Weir.

Wo cong Feroe: Vengo de Feroe.

El viaje había sido largo y a pesar, o mejor dicho, por ello, algo agotador así que nada más llegar estiré un poco los músculos dando gracias por tener, por fin, algo de libertad de movimiento, seguidamente busqué mi equipaje y a quien sería mi contacto, quien por suerte o desgracia ya parecía acompañada.

Tan pronto como me acerqué me incliné ligeramente en señal de respeto mientras me disculpaba -lamento el retraso- continuando con un saludo con la mano y corta presentación -Encantada, soy Marina Sorní.- fijándome en cierta cara conocida -Hola John, debo admitir que no esperaba verte por aquí- comenté esbozando una ligera sonrisa algo forzada.

En general los viajes se me pasan volando. Tengo tendencia a dibujar y leer tan concentrado que me abstraigo con facilidad del espacio tiempo. Ya sea en un tren en la India o en un crucero nocturno por el Nilo tengo la máxima capacidad de concentración con mis libretas.

Llevaba un par de semanas soñando alguna cosa un poco rara y trataba de dibujar lo que me venía a la mente. Cuando la gente se levantó de sus asientos en el avión me di cuenta que este había para y me apresuré a cerrar mis cuadernos.

Acabo de llegar a la terminal. No tardo en encontrar a mi contacto. Sin embargo antes de presentarme me topo con una vieja amiga.

-Oh Boze. ¿Marina cómo tu por aquí?

Estrecho la mano a nuestro contacto tras saludar a Sorní.

-Profesor Grzegorz Mielewczyk. Puede llamarme Greg.

Escucho al grupo mientras me limpio las gafas y me recoloco el abrigo

Una de las cosas que Heinrich más detestaba era "las personas", en concreto "Todo ser no-ario", y verse envuelto en personitas que se ven idénticas las unas a las otras, cual cobayas de pelo negro, no era una excepción a sus límites de tolerancia hacia los "No-Arios". Pese a ello, el bueno de Heinrich se reconfortaba pensando "Al menos no son negros", sin lugar a dudas, un pensamiento completamente legítimo, o al menos eso lo pensaba él.

-¡Maldito idioma-lunar!. -Exclamó- ¡Y todo está lleno de garabatos! Así uno no puede encontrar los lugares... 

Y así es como se presentó a los que allí se encontraban, con una frase racista, quejándose de las otras culturas, y probablemente si le hubieran dejado continuar, seguiría hablando y hablando sobre cómo odiaba todo lo que no tenga los tres colores de la bandera alemana, rojo, negro y blanco... o los que sean...

Lo primero es que al llegar un hombre mayor, de casi dos metros de altura y una edad que se aproximaba a los cincuenta y seis, apareció ante ti, dejándote pasar. Se presentó como Eduardo, como no te consentía amigo, no te nombró su nombre de pila. Sabía perfectamente quién eras y qué persona de valor tenías allí: el pequeño Adrián quien se encontraba en alguna sala estudiando para el examen teórico que él mismo le debía de realizar para que pasase una prueba.

Sin embargo, al entrar en una de las estancias con cristales, en aquella casa alejada de la civilización, pero no menos moderna, pues así era todo su interior: moderno e innovador, apropiado a la sociedad del momento, divisaste entre los cristales unos ojos azules que desaparecieron fugazmente... ¿Era aquello un sueño? ¿Un malquerer de los que te habría hablado Teo?

Entretanto, Eduardo, caminó erguido hacia el centro de la sala, en su manos sostenía una copa de vino, vacía, y atrás de él, una chimenea que daba calor a la estancia. Lo lógico y normal en aquella época del año.

Bienvenido a nuestro humilde hogar, Leonardo Romasanta, hermano mayor de nuestro querido Adrián. ¿Una copa de vino? -comentó dándote la copa y buscando la botella de vino para servirse una así y a ti-. ¿Qué te trae por estos lares?

Aratani ejerció una leve inclinación con el último llegado, Fox, quien no se presentó, parecía ser de aquel grupo de insociables; aunque aquello no le limitó a proseguir con lo programado. 

很高興見到你 .My name is Shiraiwa Aratani, hum... Aratani Shiraiwa. I hope you enjoy the next days in China.

La joven hablaba en un perfecto inglés, sobrentendiendo que los presentes se comunicasen en este idioma. Así pues, emplearía aquel idioma estándar. Una vez presentado, Aratani comentó que era una guía japonesa y que por cuestiones de placer, había escogido Pekín para realizar sus prácticas y ya... oficialmente se hubo mudado aquí, donde compartía vida con su pequeña hija de tres años. Era madre soltera.

En cualquier caso, tras su pequeño y gran monólogo para aliviar tensión y observando que algunos de los presentes se conocían entre sí, Aratani procedió a llevarlos en el vehículo propio de la empresa para hospedarlos en el hotel céntrico, pues bien intuía que aquellos estarían cansados del viaje y querían reponer energías.

Intuyo que ya habréis visto el hotel en el que os hospedaréis, aunque si no os acordáis de vuestra reserva, os comunico que nada más llega debéis de realizar el check in , por el cual el recepcionista os entregará la llave de la habitación. Tengo entendido que una pareja escogió habitación compartida... -sonrió a aquellas pareja que, individualmente, compartirían habitación: Henrich y Dagomaru. La mujer asiática sobreentendía que eran un matrimonio, aunque el primero estaba ya en una avanzada edad y eso le chocaba... en general, le chocaba todo, pero debía de pensar con mentalidad de occidente y, por fortuna, aquellos eran más libres-. 

El día de hoy será plenamente para ustedes, os podéis movilizar por las diferentes estancias del hotel. La cena se programa siempre desde las seis y hasta las diez, además de haber diversas actividades para los adultos. Hoy tengo entendido que hay un monólogo. En cualquier caso, yo también tengo mi propia habitación por lo que si -en el exterior, sin haberos dado cuenta, la atardecer había mostrado su rostro, la joven proseguía hablando mientras con el mando de las llaves procedía a invitaros a subir en los asientos de aquel gran y espacioso vehículo-, precisáis mi asistencia podéis llamarme. -Se señaló la nariz-

Pareció que se iba a callar, pero no fue así. Una vez que arrancó el vehículo, continuó:

Y... bueno, el día de mañana será un poco intenso. Por ello es importante que descanséis en el día de hoy... ¡Nos lo vamos a pasar muy bien, os lo prometo! ¿Queréis ir a algún lugar en concreto? Yo tengo mi ruta marcada, pero si queréis ver o contemplar algún sitio podemos hacerlo. Siempre y cuando esto sea pagado por vuestros bolsillos- rió-.

Con una reverencia respondo a nuestra guía.

-/Arigato gozaimash/. 

Tengo un japonés de batalla, de pura supervivencia. Aprendido en los viajes... no acabo el pensamiento y por mi espalda recorre un escalofrío.

Agarro mis cosas y me pongo en marcha.

-Muchas gracias, bonica. -Dijo el alemán- Y aunque creas que somos unos occidentales incultos, yo sé el tipo de muchacha que eres, sí, he hecho mis investigaciones antes de venir a este país de calcomanía, tu eres una geiser de esos.

Sin lugar a dudas, Heinrich tenía un campo de conocimiento bien cultivado con sus largas horas de avión mirando Wikipedia acerca de lo que, en teoría, era la cultura oriental. Una cultura, que para nada llamó la atención del alemán, a más de la que ya le llamaba por otros medios que el bien sabía y conocía.

-Bueno, pues... ¿Dónde puedo ir a recoger mi dinero para la piscina climatizada? -Le preguntó a Dagomaru.

A la hora acordada aparecio para atenderme el que supuestamente era el jefe de toda aquellainstalacion,era un hombre alto y mayor que  se presento como Eduardo, muy educadamente por cierto y me invito a seguirlo
Mientras lo seguia ojeaba aquel moderno edificio que desentona totalmente con lo esperado, que clase de gente tiene tanto dinero para construir aquellas instalaciones en un sitio como ese y lo que es mas , que razon los lleva a tenerlas en un sitio tan apartado de la urbe.
Mientras pensaba en aquello, a traves de una cristalera pude vislumbrar una melena pelirroja acompañada de unos ojos azules dificiles de olvidadar, de golpe sufri un vuelco en el corazon, era Diana aquella mirada era dificil de olvidar, preguntarme que hacia alli no tenia sentido me dije, ella era la que contratara los servicios de mi empresa para su jefe, el que suponia que era este Eduardo, no era raro que estuviera alli entonces, no sabia si queria verla o no, aun recordaba aquella noche de pasion y rencuentro cuando nos volvimos a encontrar y contrato los servicios de mi empresa, Diana no era una mujer facil de superar.
Sumido en mis pensamientos cuando me di cuenta ya estaba en una sala y el Señor Eduardo me ofrecia una copa.

Bienvenido a nuestro humilde hogar, Leonardo Romasanta, hermano mayor de nuestro querido Adrián. ¿Una copa de vino? -comentó dándote la copa y buscando la botella de vino para servirse una así y a ti-. ¿Qué te trae por estos lares?

 

Ahh si disculpe, no bebo durante el trabajo, gracias - dije amablemente mientras analizaba con detenimiento la frase de aquel hombre ,Adrián estaba aquí  como bien había predicho Teodoro, si había duda en mi de que fuera casualidad se había borrado de golpe, allí había algo más Teodoro se enfrenta a una organización llamada Triquel  dos veces casi muriendo, en esos enfrentamientos la organización queda destruida, poco después una organización con el mismo nombre a al que pertenece mi ex prometida y examante de mi hermano, descubre mi fingida muerte y reaparece en mi vida para contratar los servicios que ofrezco para dicha organización, esa misma organización contrata a mi hermano Adrián.
Debería huir de todo aquello claramente algo malo iba a pasar, Teodoro era un imán para las cosas peligrosas y ahora todo eso se había extendido a la familia romasanta,  por desgracia no podía traicionar a mi familia y dejarla tirada otra vez, años de muerte fingida ya había sido suficientes, no sé si aquella nueva Triquel era malvada o buena, si tenía algún plan oscuro para la familia romasanta pero me tenía que meter allí dentro como fuera e investigar como Teodoro me había dicho, de momento actuaria con cautela y fingiría normalidad más sorpresa por lo de Adrián.
-¿mi hermano Adrián trabaja con ustedes?, ¿esta aquí?, disculpe la pregunta pero por razones que no vienen a cuento hace ya muchos años tuve que cortar lazos con mi familia, y para ellos estoy como decirlo "muerto", sí que si mi pequeño hermano esta aquí,  cuiden bien del por favor- puse cara de tristeza por la situación, la verdad no seguía sin saber que decir si me encontraba con Adrián- bueno ahora sigamos con los negocios, como bien sabe en el contrato que su empresa y la mía firmaron está reflejado que cada cierto tiempo se enviara un Técnico cualificado a revisar que se le esté dando un buen uso a la tecnología que ofrecemos, comprobar su funcionalidad, actualizar los sistemas, el software y por ultimo ofrecer opinión de campo si a usted le interesa, supongo que recordara que hace unos pocos meses mande a uno de mis mejores técnicos para ello y se preguntara si hay algún problema porque ahora mismo yo como Ceo he solicitado una cita con usted, pero bueno que sepa que no tiene de que preocuparse, los informes que recibí de mi técnico cuando vino son perfectos-le digo con una sonrisa- Simplemente tengo por costumbre cada un número indeterminado de meses acudir yo mismo a los lugares donde  operan las empresas que contratan mi tecnología, aprovechando alguno de mis viajes de negocios como los que me traen ahora mismo a china ,así crear un ambiente más cercano con el cliente y de paso también me sirve para revisar que los empleados que he mandado anteriormente le estén dando la calidad Excélsior  que ofertamos, así que si no le importa solo serán unas semanas, me gustaría empezar por actualizar el Mapeado  de onda sónica, tengo un nuevo software que añadido a un cambio de sonda , le realizaría una mejora total de calidad de diseño del mapa de cualquier gruta, tumba o excavación que intente analizar.-Finalice, no le estaba mintiendo realmente era lo que hacía pero esta vez no fuera casualidad que mis viajes de negocios fueran en china, ni que fuera esta organización la escogida, y la actualización que mencionaba realmente estaba sin acabar solo era un proyecto, ahora mismo al mapear solo podría detectar con un poco más de claridad escombros o obstáculos bastante visibles en los túneles que se analizaran pero algo tenía que decir que los pudiera convencer de dejarme trabajar allí ahora mismo y no solicitarme que volviera  en otro momento, porque realmente no los podía obligar a aquellas actualizaciones prematuras

Al escuchar las palabras de nuestra guía me quedo algo desconcertado, no se si es lo culturalmente usual que además del nombre hagan una pequeña biografía, o nos recrimina sutilmente nuestro retraso mencionando a su hija pequeña para darnos a entender que tiene cosas mas importantes de las que ocuparse, y no precisamente de viajeros que llegan con retraso. Por si acaso le reitero mis disculpas.

– Muchas gracias por la bienvenida. Lamento el retraso del avión que ha hecho que nos tuviera que esperar.

Me habría gustado emplear su idioma, el japonés o el mandarín, pero no tengo tanta soltura. Frases de saludo sí. pero si ella me responde en uno de los dos idiomas tendré que preguntarle que me ha dicho a menos que me respondiera en un mensaje y pudiera usar un traductor informático para saber que me decía.

Asiento ante sus palabras de que tenemos que presentar nuestra reserva en la recepción, indicándonos que nos considera mínimamente capacitados para no recogerlas ella y después repartirnos ella las llaves como si fuera la tutora de un grupo de escolares, puede que alguno se ofenda, pero no seré yo.

Al nombrar la hora de la cena miro el reloj y recuerdo ahora que buscándola a ella no he mirado la hora en las pantallas de información para asegurarme de que ha funcionado correctamente el cambio a la hora local, en teoría debe actualizarse actualmente al acceder conectarse a los servidores locales, pero… mejor asegúrate Ramon.

Aguardo a que nos detenga un semáforo, no me gusta distraer a los que conducen.

– Disculpe Shiraiwa-sama, – usando mis escasísimos conocimientos de japonés y sin saber exactamente como pronuncian los japoneses “sama”. – Podría decirme que hora es, para confirmar que el smartphone se haya autoconfigurado correctamente aun habiendo bloqueado la descarga de datos automática.

Eduardo realizó una sonrisa de desagrado antes el rechazo de la oferta. Al oír que aquel sujeto se había declarado ''muerto'', algo en él le avispó, así como que era un tipo bastante aguerrido. Obviamente, lo importante para él, según le demostraba este Romasanta, era velar por la seguridad de Adrián, un joven que había mostrado grandes dotes par este... ''cursillo''.

El hombre mayor sentenció con la cabeza moviendo de arriba a abajo a modo de afirmación. Todo lo que decía le convencía, al menos así se aseguraban de tener a un ... ¿ingeniero técnico? en el equipo. Más que nada, porque él era puras letras; y con la experiencia del joven Romasanta, seguro que este apuntaba bien alto.

El caso es que pese aún no estar en China, el hombre conocía esa parte del trío, lo cual le llevaba a pensar que era alguien que se informaba dos ,o incluso hasta cinco veces, antes de aceptar un trato. El docto caminó hacia la chimenea y de la parte de arriba cogió el papel de hoja reciclada en el que había una serie de condiciones y... un seguro médico. Más que nada, porque en el trabajo era crucial velar por la seguridad del empleado.

No se preocupe, su hermano se encuentra en una sala estudiando. Mañana debe examinarse -comentó con una sonrisa tranquilizadora- espero que apruebe, se le ve un joven muy aplicado. ¿Es de familia? Le entrego aquí su contrato, puede revisarlo de arriba a abajo, no hay trampas, le doy todo el tiempo que quiera.

Entonces, te entrega el siguiente documento:

lo del contrato me pilla de sorpresa, el hombre me ofrece formar parte de su equipo a tiempo completo pero no quería tener que unirme con el de esa manera, ya que mi empresa tenía un acuerdo monetario con su organización para suministrarles mi tecnología puntera, ser contratado yo mismo y desatender mi propia empresa  para siempre no me era económicamente viable pero esa oferta me estaba abriendo otras puertas que debía aprovechar, lo valore y exprese mi opinión
- Disculpe pero tengo que rechazar tal oferta y proponerle algo a cambio, yo podría ahora mismo firmar este contrato en el que mi propia empresa le ofrece un técnico cualificado los 365 días del año sin problema ninguno, pero no sería yo, ahora mismo me sería interesante ocupar ese puesto para ver las necesidades que tienen, el entorno de trabajo y para que mentirle retomar el contacto con mi hermano pequeño, por unos meses no me importaría estar bajo su mando pero en algún momento tendría que volver a dirigir mi propia empresa y ahí en ese momento vendría uno de mis mejores técnicos a ocupar el puesto .

me habían dado una gran puerta para entrar en Triquel, con este contrato podría estar un tiempo vigilando a Adrián y si no pasaba nada extraño en unos meses volver a mi vida normal poniendo a trabajar aquí a cualquiera de mis hombres de confianza que le seguirían echando un ojo a Adrián, aparte  si por casualidad este sitio estaba podrido  y me pasaba algo  siempre abría una vía para que Teodoro pudiera poner alguien de su confianza aquí dentro para seguir la locura de misión que tuviera en mente.

-En cuanto a lo de mi hermano, si supongo que es de familia pero creo que lo de la adoracion por la historia de la humanidad le viene mas de mi otro hermano, por desgracia parece ser que se parece mas a el que a mi, si hay suerte quizas haya cogido lo mejor de los dos- dije con un poco de esperanza- bueno entonces que le parece mi oferta resumiento RMS-INC le ofrece un Tecnico 365 dias y en los proximos meses seria yo ese tecnico, el propio dueño,director de la empresa y creador de la tecnologia que le hemos suministrado estos meses atras.

Cita:

Sonreí cortesmente inclinando mi cabeza y eché un rápido vistazo a las fichas buscando a los supuestos compañeros de misión que venían con retraso. La primera en llegar fue una joven rubia y que por su acento era rusa o poco le faltaba.

Cita:

-Ulthred, un placer-dije cordialmente extendiendo mi mano para estrechar la suya, ejercicio que fuí repitiendo con cada nuevo integrande que iba uniéndose al grupo de los rezagados, hasta que ví a una cara que recordaba, una mujer que había conocido cuando yo tenía otra identidad...

-Hola Marina...-respondí con una extraña sonrisa-No me llames John, ese no es mi..nombre real, creo que te perdiste un gran culebrón sobre mí y...Victoria...-aquel nombre me revolvió el interior. Hacía años que aquel nombre no salía de mis labios y era doloroso. Aparté la mirada durante un instante para luego volver a mirarla-Ya te lo contaré en otro momento..Soy Ulthred Johansson, ese es mi verdadero nombre-finalicé, recibiendo a los últimos integrantes del nuevo grupo.

Finalmente Shiraiwa, nos dió una breve explicación de nuestro planning.

Cita:

-Vaya, y yo que esperaba que todos los gasto estuviese pagados-sonreí en respuesta a la broma de la joven-Nunca he estado en ésta ciudad y seguro que has preparado un gran tour turístico así que por mí, me dejo en tus manos-comenté sonriente mientras miraba a través del cristal del coche, como el atardecer comenzaba a cubrir la ciudad. un rojo intenso parecía formarse en el horizonte un rojo que tanto le recordaba a...-ahora no Ulthred, ahora no-

Mientras ibas o no al hotel, un mensaje al móvil procedente del Whatsaapp te llegó. En aquel momento observaste que el contenido era una imagen, así pues, al despegarlo, en la pantalla, advertiste una cómica fotografía de...

La tita se ha empeñado en hacerme una foto con esta ropa. La odio, la odio. Dice que es por mi décimo cumpleaños, hoy no estás aquí, que estás de viaje empresarial. Que sepas que yo tanvién ,quiero decir, también, te odio; por no haberme llevado, claro.

¡Por cierto!, me estoy divirtiendo con la lupa que he encontrado en tu estudio. Sé que no me permites entrar, pero me da igual, no estás aquí y te odio.

 Ea, me despido, que me reclaman para cenar. Hay pollo asado... ¡qué asco! ¿Cuándo vas a volver, papá? ¡¡Me podías haber llevado en la maleta!!

Apreté ligeramente los labios mientras escuchaba la respuesta de Ulthred, notando que acababa de meter la pata -Lo tendré en cuenta, lo lamento- no supe si hablaba realmente en serio a cerca de contarme "el culebrón" ya que solo nombrarlo parecía habérsele hecho cuesta arriba, pero lo cierto es que no podía negar que sentía ciertas ganas de intercambiar algunas palabras con él en un ambiente más íntimo sobre lo ocurrido en nuestro anterior encuentro -cuando quieras, encantada- finalicé como si se tratase de una nueva presentación, al fin y al cabo no sabía hasta que punto era una nueva persona. Y para mi sorpresa me encontré con otra cara conocida Grzegorz.
-Volvemos a vernos- salude este último con quien había mantenido ligeramente el contacto tras nuestro primer trabajo juntos -Trabajo- respondí aunque fuese algo obvio sonriendo de forma ligera y breve, acompañándolo de un suave encogerse de hombros antes de fijar mi atención de nuevo en la guía.
Poco a poco la gente fue dejando ver su carácter, entre ellos la guía quien intuía que trataba de hacer la situación menos tensa evitando los espacios de silencio.
Tras escuchar la oferta de la chica y la respuesta de Ulthred añadí la mía -Tú eres la experta- dándole a entender que confiaba en su criterio. Seguidamente me dirigí a Grzegorz -¿Todo bien?- pregunté, como una muestra típica de cortesía entre dos personas que se conocen mínimamente, antes de escuchar la preocupación de uno de mis compañeros a cerca de la hora -Aquí tienes- pronuncie dando por hecho que no le importaría que me ocupase yo de resolver su duda, mostrandole la pantalla de mi teléfono donde podía apreciarse la hora.

Cuando vi la foto de Eara en el móvil una amplia sonrisa se dibujo en mi rostro, una sonrisa de orgullo y amor, su pequeña se hacía cada vez más mayor. Inmediatamente comencé a responder.

-Por favor no me odies cariño, te hecho muchísimo de menos, es un lugar extraño para mí y necesito un abracito de los tuyos, pero ahora no puede ser Eara, te prometo que volveré pronto y te traeré una regalito ¿te gustaría?-

Leyendo su última frase entrecerré los ojos divertido, odiaba el pollo asado...-Volveré pronto, muy pronto y no te preocupes, no me enfado contigo por coger la lupa, utilízala y si encuentras algo chulo, me lo enseñas cuando vuelva ¿vale?-

Aquella niña era la única persona que amaba en éste mundo, me separaba de ella lo menos posible y leer esas cosas me entristecía.

-Papi te quiere mucho peque, recuérdalo siempre, que papi te quiere-

El que algunos del grupo se conozcan no lo encuentro extraño, pero el que uno de ellos le diga a la chica que se a presentado como Marina Sorti, que, si se conocen, aunque ahora él se llama de otra manera. No es una cosa muy habitual, no. Esto junto a la inusual rapidez del viaje, y que la documentación estuviera lista tan rápido me hace pensar que puede que haya algo más. A mí nadie me ha indicado nada distinto que en los otros viajes que he hecho.

Mientras vamos en el vehículo es ella misma quien resuelve mi duda y constato que el smartphone ha actualizado correctamente la hora. – Gracias… como prefiera que la llame, ¿Marina?, ¿señora Sorti? Soy Ramon. – Acabando por ofrecerle la mano.

Disculpe pero tengo que rechazar tal oferta y proponerle algo a cambio

Para empezar, aquel comienzo no le agradó del todo a Eduardo, quien se acarició la barba a la espera que prosiguiese relatando.

yo podría ahora mismo firmar este contrato en el que mi propia empresa le ofrece un técnico cualificado los 365 días del año sin problema ninguno, pero no sería yo, ahora mismo me sería interesante ocupar ese puesto para ver las necesidades que tienen, el entorno de trabajo y para que mentirle retomar el contacto con mi hermano pequeño, por unos meses no me importaría estar bajo su mando pero en algún momento tendría que volver a dirigir mi propia empresa y ahí en ese momento vendría uno de mis mejores técnicos a ocupar el puesto

 Ahí estaba. Le estaba rechanzando... ¿Pero a la misma vez aceptando? Eduardo se reincorporó en el sitio y con una sonrisa espetó:

Lo siento, pero no le veo sentido a su propuesta. Me temo que si no es usted quien esté aquí no podemos ofrecerle el puesto a otra persona, por lo que me veo obligado a comunicarle que si no lo quiere se lo tendremos que ofrecer a otras personas que sí están interesadas.

En aquel momento, Edu te cogió los papeles educadamente de las manos y los estrechó contra su torso:

¿Quiere despedirse de su hermano antes de partir?

No había negociación, o aceptabas o eras expulsado.