Partida Rol por web

El Despertar del Mal - II - La Máscara del Dios Viviente

I - Una larga travesía

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07/09/2015, 06:49
Arnama Lastrid

Arnama se levantó de un brinco lanzando la silla hacia atrás para acercarse al instante a la carrera hacia la puerta. ¿Pero qué demonios…?

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07/09/2015, 06:55
Jimes “Poco Cambio” Iggins

¡¡He ganado yo...!!! - Gritó una voz jovial al otro lado. Jimes Iggins se hallaba exultante tras lo que creía haber sido una rotunda y sonora victoria a una reñida carrera desde Las Siete Platas, la posada del pueblo, de la cual era camarero.

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07/09/2015, 06:57
Togo "El Niño" Overhill

¡NO!  ¡¡He sido yo, yo llegué primero!!! ¡¡Mira el chichón de mi frente!! ¡¡Es la prueba...!!!  - Añadió otra voz más aguda que la anterior como respuesta a la primera.

Ambos estallaron en risas a continuación ajenos a Alétheia y el Padre Prasst, que se dirigían hacia la casa provenientes del Templo del Débil, y a un misterioso y apuesto joven que venía a por otra de las calles en dirección a la casa de Rhylen.

Aquella alegría mostrada por ambas vocecillas, reflejada en forma de intensas y sinceras carcajadas, duraría poco. Arnama, visiblemente enfadada por lo que parecía alguna clase de travesura, abrió la puerta con violencia sólo para encontrarse tumbados en el suelo entre barriles de cerveza a dos niños que, tras un intenso escrutinio, resultaron ser medianos.

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07/09/2015, 07:21
Tanyl Argenthor

Gracias a los dioses a Tanyl le pilló aquella carrera de medianos a cierta distancia y pudo disfrutar de sus resultados sin peligro de ser atropellado. Se rió con ganas al ver como se estrellaban frente a la casa asustando a la gente que allí estaba esperando.

Fuluzi, su fiel gato familiar, sacó la cabeza del petate que el jóven semielfo llevaba a la espalda alarmado por el ruido, pero pronto vió que con él no iba el asunto y volvió a quedarse dormido.

Poco a poco fue llegando a la casa que el hechicero Moltus le había señalado como punto de reunión para conseguir su próximo encargo. Calmó su risa y se concentró en analizar a la gente allí reunida; seguramente, muchos de ellos serían sus próximos compañeros.

Buenos noches - saludó con educación el semielfo- ¿es aquí dónde han convocado la reunión para hablar con el alcalde? Soy Tanyl Argenthor y vengo de parte de Moltus Vardigan.

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07/09/2015, 07:24
Arnama Lastrid

¿¡Pero qué os habéis creído que es esto!? – Preguntó Arnama, la exploradora de Kassen, mirando de arriba abajo a ambos medianos. ¿Os parece que esto es un juego? ¡Podíais haber echado la casa abajo!– La mujer frunció el ceño y estudió a ambos personajes puesto que por unos instantes parecían haberse quedado petrificados. A uno lo conocía de sobra, pues lo había visto numerosas veces en la posada de Las Siete Platas. Se trataba de Jimes Iggins, conocido por “Poco Cambio” porque nunca daba la vuelta de los pagos bien y más de uno creía que lo hacía adrede; algo que desde luego era así. Al otro muchacho que le acompañaba no lo conocía de nada, puede que llevase poco tiempo en el pueblo y que trabajase junto a su congénere. Éste último devolvió la mirada a la mujer con sus grandes ojos, tan tiernos como inocentes, que junto a su piel clara y su complexión delgada acentuaban aún más el aspecto de niño pequeño que poseía.

¿Es eso para la cena? – Preguntó Arnama señalando los barriles. ¿No es mucha bebida para diez personas? – Añadió al instante. No es que le preocupase la cantidad de cerveza que contuviesen ambos recipientes, puesto que para personas que pudiesen contener sus impulsos aquello no sería un problema. No obstante, para Rhylen Carsson, el borracho más conocido de Kassen, aquello era otra historia. La mujer quiso continuar con su reprimenda pero, la aparición de aquel joven semielfo la hizo contenerse. 

Sí...sí...aquí es. - Respondió a éste un tanto turbada tanto por su belleza como por el hecho de que viniese de parte de Moltus Vardigan, el excéntrico hechicero que vivía con sus doce hijos en su extraña mansión. ¿Has dicho Moltus?

Notas de juego

Haced click en las imágenes para ampliar. No es que vayáis a ver muco más en estos mapas, pero normalmente cuando subo u nmapa siempre están a más calidad y los podéis ver con más detalle pinchando en ellos.

Éste mapa sólo es para mostrar las situaciones de cada uno en la escena. Podéis interactuar libremente.

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07/09/2015, 11:01
Alétheia

Alétheia caminaba rápido, obligando al Padre Prasst a hacer un esfuerzo soberano para no quedarse demasiado atrás. Estaba enfadada, muy enfadada, y lo expresaba frunciendo el ceño, poniendo morritos y apretando el paso. De naturaleza caprichosa, Alé tenía bastante carácter, aunque buen fondo, y no tardaría en arrepentirse de no haber caminado a la par que su mentor cogiéndole del tembloroso brazo para servirle de apoyo, como otras tantas veces había hecho. 

La reunión había sido concertada en casa del Sr. Carsson y ella no tenía un vestido nuevo que ponerse, se lo habían negado. En su fuero interno se sentía despreciada, con todo lo que había dado ella por el Templo del Débil y por el pueblucho de Kassen. A falta de vestido, había optado por ponerse su flamante y nueva armadura. Desde su triunfal vuelta de la Cripta, había dedicado mucho tiempo a expulsar la maldad que Assar había insuflado en ella. Ahora estaba pura y limpia. El problema era el peso y que, al haber acelerado el paso para fastidiar al Padre Prasst, sudaba como un pollo por el esfuerzo haciendo que el rizado pelo del flequillo se le pegara a la frente y su labio superior se viera adornado con pequeñas perlas de sudor.

Una cena informal entre amigos, pfff.

Para empezar, lo que veía no le agradaba en absoluto. ¿Quiénes eran todos aquellos? ¿Por qué el Padre Prasst no le había dado la valiosa información sobre quién acudiría a la cita? Así no había manera de hacer el trabajo que una buena Pitonisa debía hacer. Tentada estuvo de correr, si es que aún tuviera fuerzas, al ver a los dos chiquillos chocar contra el muro de la casa del Sr. Carsson.

- ¡Pero...!- Se adelantó aún más y pudo ser presente de las presentaciones, reconociendo inmediatamente a Arnama Lastrid, la instructora de Hostawen, y a Jimes “Poco Cambio” Iggins. A los otros dos no llegaba a reconocerlos. La llegada de la Pitonisa era precedida por los silbidos de la respiración estertórea del anciano Prasst.

- Buenas noches, la Pitonisa del Débil ha llegado.- Dijo con solemnidad, haciéndose la importante, aunque para ella era algo normal presentarse así, gajes del oficio. Se acercó a la puerta y de dos manotazos, apartó los barriles de su camino. Hubiera deseado preguntar que hacía allí "Pococambio" y el atractivo semielfo pero entonces su poderes adivinatorios hubieran quedado en entredicho, así que actuó como si nada la sorprendiera. Sonrió a la exploradora y con una voz dulce preguntó por su amiga.- ¿Ha llegado Hostawen?- Sus ojos azul claro se movían curiosos buscando quién se encontraba en la habitación. Sin embargo no se pararon al reconocer a la elfa, sino que siguieron buscando pues, aunque había preguntado por ella, a quien esperaba encontrar era a otra persona.

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07/09/2015, 18:19
Arnama Lastrid

Arnama se echó a un lado para dejar pasar a Alétheia al interior de la casa tras indicarle con la cabeza que sí, que efectivamente te Hostawen se encontraba dentro de la casa. – Buenas noches. Es un placer ver que estáis recuperada del todo… - La exploradora devolvió el saludo dibujando una forzada sonrisa en su rostro. La mujer no conocía demasiado bien a Alétheia, pues sólo había coincidido con ella un breve espacio de tiempo cuando los cuatro peregrinos volvieron de su peligrosa aventura en la cripta. Sin embargo aquello le había valido para hacerse una imagen mental de la Pitonisa, a quien consideraba altiva y caprichosa.

Saludos Padre Prasst. Que la paz del Débil sea con usted. – Saludó también al anciano una vez hubo llegado con su paso cansado hasta el quicio de la puerta. Una vez allí, Arnama ofreció su fibroso brazo al sacerdote para hacerlo pasar al interior de la casa. Sin embargo no se olvidó de los recién llegados.

A ver, vosotros dos, colocad esos barriles ahí dentro…  - Ordenó a Jimes y Togo para después añadir en un susurro. - Y vigilad bien que Rhylen no se acerque a ellos. Bastante tenemos ya.

Por favor, joven Tanyl, acompáñenos al interior y tome asiento. ¿No es usted del pueblo, verdad? – Arnama mostró su mejor cara al semielfo indicándole con la mano que los siguiese.

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07/09/2015, 18:33
Justina

Cuando los recién llegados entraron en la casa se encontraron con una amplia estancia pobremente iluminada dominada por una robusta mesa redonda junto a la que se habían dispuesto diez sillas de asiento de mimbre. Hostawen, la joven elfa pupila de Arnama, aguardaba sentada con las piernas cruzadas mientras acariciaba la cabeza de un lobo que reposaba a su lado y que miraba a todos los que entraban con curiosidad.

En la esquina opuesta de la casa, Alétheia, y más tarde el Padre Prasst seguido por los Tanyl y los dos medianos, encontraron al señor Carsson sentado sobre la cama con una palangana en entre sus manos. Sus largos cabellos blancos así como sus pobladas barbas del mismo color goteaban agua de forma abundante debido a las abluciones con las que se mojaba la cara. Aunque había dado tiempo de sobra a que el se renovase el aire del interior de la casa y a que éste se mezclase con el olor a leña quemada proveniente de la chimenea, un extraño olor avinagrado que recordaba al de una bodega era aún apreciable en la sala.

¡Oh Padre Prasst! ¡Qué honor recibirlo en esta casa tan necesitada de su guía! - Exclamó la viuda Justina acercándose al sacerdote y ayudando a acomodar a éste en una de las sillas.

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07/09/2015, 19:51
Hostawen

No había pasado mucho desde que la joven exploradora llegase a la casa. Abrir las ventanas para que se airease había resultado ser una buena idea y Rakna lo recompensó entrando en el hogar. Olisqueaba casi todo, incluso lamió la mano del viejo Rhylen para darle respetuosamente un saludo efusivo. La elfa ante la impotencia de ser de más ayuda se sentó en una de las sillas. Rakna se acercó cariñoso en busca de contacto y si podía ser que le rascasen la cabezota. Así la elfa se encontraba ocupada acariciando a su amigo. Era curioso lo rápido que Rakna se había acostumbrado a la vida fuera del bosque y, entre divagaciones, un estruendo le saco de su ensimismamiento. Dos revoltosos medianos hacían acto de presencia y no sólo eso parecía que más invitados aparecían.

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07/09/2015, 20:40
Rakna

-GRRRRRRR...- gruñía el lobo ante los extraños ruidos. Dos bípedos de altura enana parecían estar revoltosos y con exceso de energía. No era la primera vez que veía a un joven bípedo, todos parecían iguales. Siempre corriendo y haciendo que todos los sentidos de Rakna se alertasen, no gustaba de su compañía. Quizás por eso encontrase tan agradable la compañía de la elfa. Tenía un tacto y un olor que le relajaban y le inspiraban confianza. Parecía increíble que sólo hubiesen pasado dos semanas desde que llevase con aquella esbelta bípeda. Ambos parecían famélicos, Rakna almenos tenía la excusa de haber pasado un invierno demasiado largo y una época de cacerías escasas que habían dado como fruto una paulatina debilidad.
-GGGGGggggggrrrrrr...- gruñía de nuevo, desconfiado por las inventiva de aquellos críos. Todos eran iguales y tenían malas ideas.

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07/09/2015, 20:46
Hostawen

-Ya basta.- dijo la elfa acabando con las quejas del lobo. -Estoy aquí, Alétheia.- decía poniendose en pie con una sonrisa al encuentro de la pitonisa. Hacía tiempo que no veía sus rizados y rojizos pelos, sería agradable verla en esa velada. Al llegar a la puerta vio a los dos chiquillos y a un elfo o tal vez semielfo. Tuvo que mirar dos veces para confirmarlo, los nervios empaparon el rostro de Hostawen con un carmín inesperado, sólo su rapidez la hicieron salir del paso. -Vamos para adentro, no te quedes aquí.- dijo cogiendo a Alétheia por el brazo. Una fugaz mirada de confirmación se posó en Tanyl antes de entrar en la morada de Rhylen.

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07/09/2015, 20:53
Jimes “Poco Cambio” Iggins

Lamento las formas señorita...¿Arnama? - Se disculpó Jimes al incoporarse una vez pasaron los comensales al interior de la casa. Una vez de pie sacudió sus ropas lementándose de haber seguido las ideas alocadas de su amigo aunque, había que reconocerlo, se lo había pasado muy bien; tanto que estaba un tanto molesto por haber perdido la carrera. Estaba completamente dolorido por la caída pero, aparte de un par de raspones en los codos y rodillas, se encontraba bien. Ayudó a ponerse de pie a Togo y le señaló con la mirada la puerta.

El caso es que se nos escaparon los barriles y no pudimos controlarlos... - Mintió a la vez que los hacía rodar hacia adentro. Nos envía el señor Trelvar...para la cena.

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07/09/2015, 21:09
Alétheia

- Saludos Arnama Lastrid.- Fue la respuesta de Alétheia a la exploradora. La mujerona estaba acostumbrada a despertar recelos y envidias por lo que pasó sin inmutarse.

El rostro de la Pitonisa se iluminó al ver a Hostawen. Se vio sorprendida por la ilusión que sentía al volver a verla. Estaba claro que lo vivido en la cripta, aunque corto, había sido intenso y eso forjaba lazos entre las personas, aunque fueran de razas diferentes.

- Mira Hostawen, este es el Padre Prasst, del que tanto te hablé. Mi maestro.- El enfurruñamiento que había sentido al negársele el traje comenzaba a disiparse, tan rápido como había venido.

Cuando la elfa la tomó del brazo ella lo entrelazó con el suyo y entraron juntas, como dos chiquillas adolescentes, dentro de la casa de Rhylen. Estaba deseosa de ver  de nuevo la larga y lustrosa barba del guerrero anciano. Sin embargo lo primero que sintió al entrar en la casa fue un desconcertante olor

- Aquí huele a perro mojado.- Le dijo divertida a Hostawen en un susurro y con una sonrisa maliciosa dirigida a la uva pasa de Justina. Se suponía que la viuda cuidaba del Sr. Carsson como para tener la casa patas arriba y oliendo a pelo mojado de animal salvaje. Si ella fuera la que cuidara del guerrero lo tendría todo limpio como una patena. Pero cuando iba a presentarse de nuevo vio al lobo. Se llevó la mano al pecho enlatado en la nueva y flamante armadura pues el corazón parecía que iba a salírsele del pecho. El latir era tan desenfrenado que sentía cada uno de los latidos como latigazos rítmicos en los tímpanos.

- No...no puede ser...- Miró a Hostawen con incredulidad y esperando que sacara su lanza o hiciera lo que hubiese hecho ese aciago día para detenerlo. Lo había reconocido pero en su cabeza no encontraba la explicación de por qué estaba allí. ¿Es que el Débil la había abandonado por maltratar a su mentor y guía? Asustadiza dio un paso atrás colocándose tras el escuálido cuerpo de la exploradora. Estuvo tentada a preguntar a Hostawen qué significaba aquello. Se cortó de inmediato. No podía permitirse mostrar su debilidad delante de todos. Si el lobo tenía que comérsela que así fuera. Se lo llevaría por delante si fuese necesario. Volvió a recuperar la posición y en sus manos ya se encontraba una maza de extraordinaria factura.

Ven a por mí.

 

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07/09/2015, 22:20
Hostawen

-Encantada, padre Prast, Alétheia siempre habla de usted con tanta devoción. Debería estar orgullosa por haber formado a tan buena alumna.- decía sosteniendo la mano de Alétheia. Su primer comentario ya presagiaba lo peor, ¿cómo le contaría a la pitonisa del Débil que no había abandonado a Rakna? Y no sólo eso, si no que le había cobijado y este le había cogido un gran cariño. No habría mucho tiempo para divagar y morderse el labio no ayudaba. Finalmente, la pitonisa encontró al lobo y casi le dio un ataque. -No, no... no le temas. No te hara daño, te lo prometo.- decía acariciando la regordeta mano de la pitonisa. -Es muy bueno...- aunque haga lo que quiera. A veces me hace caso. pensaba la elfa, eso sin duda sería mejor omitirlo, era mejor que Alétheia pensase que tenía el control sobre aquel lobo. -Sólo tenían hambre y ahora sólo me tiene a mi. TIenes que entenderlo, no podía abandonarlo.- decía algo apenada intentando excusar a su fiel amigo. Casi estaba apurada por hacer pasar ese mal rato a Alétheia.

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07/09/2015, 22:26
Rakna

El bullicio de gente atacaba los nervios del lobo. Miraba con tensión y alerta todo lo que sucedía en la sala. Hostawen se levantó para acudir a la compañía de la bípeda más regordeta que habían visto los ojos de Rakna. Nunca había visto a un bípedo tan enorme, casi podían ser dos. Posó sus cuartos traseros en el suelo y levantó las orejas para depositar toda su atención en Hostawen. Atento al mínimo detalle para abalanzarse en caso de que hubiese enemigos. Casi estaba en el apogeo de toda su concentración cuando un picor atacó su cuello y con la pierna derecha se rascó saciando el picor. Ahí se distrajo para encontrar un rincón en el que daba el sol al lado de unaalfombra, en el que Rakna olisqueó brevemente, dio tres vueltas y encontró apetecible para dormir una ligera siesta.
 

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07/09/2015, 23:03
Togo "El Niño" Overhill

La puerta de la casa se abrió de golpe y una semielfa visiblemente enfadada salió de la casa . Togo se puso en pie de un brinco. Sin dejar de mirar a la alterada joven se exploraba sus ropas con una mano, mientras con la otra estiraba su corto flequillo disimuladamente, para tapar el colorado chichón que empezaba a crecer en su frente.  Sin casi escuchar lo que les decían, el pequeño, visiblemente nervioso, esperó a que Jimes dijera algo para luego contestar a cada una de sus frases.

Lamento las formas señorita...¿Arnama?

Sí, yo... yo  también  lamento las formas de la señorita....

El caso es que se nos escaparon los barriles y no pudimos controlarlos...

Sí , los...los barriles se nos descontrolaron  y no pudimos escaparnos...  

~~Nos envía el señor Trelvar...para la cena.  

Sí, no... no  venía el señor Trelvar.... paga la cena.   Dijo el inocente Togo con un tono de total arrepentimiento. El joven mediano notó como la chica lo extrañaba y algo más confiado dijo mientras una media sonrisa empezaba a adivinarse en su  cara angelical - Soy Togo, el camarero más discreto de Las siete Platas. Vengo solo a servir la cena y nada de lo que aquí se diga se quedará en mi cabeza. Y acto seguido el afable mediano introdujo, no sin esfuerzo, su barril dentro de la casa

~~¿Es eso para la cena? – Preguntó Arnama señalando los barriles. ¿No es mucha bebida para diez personas?

- No lo crea señorita - contestó rápidamente Togo -El anfitrión de la casa es uno de los mejores clientes de la taberna y tiene muy buen beber, no creo que estén de más estos barriles, aunque el señor Carsson es más de vino...  Bueno, Trelvar sabrá...   Ah, buenas noches señor Carsson - dijo el pequeño con total naturalidad cuando vio al anciano sentado en la cama - ¿ Dónde quiere que le deje esto...?   

Mientras esperaba una respuesta, Togo dio un rápido, pero más que suficiente vistazo, a la humilde  morada del señor Carsson. Sus redondos y perspicaces ojos no se perdieron detalle ni de las cosas y ni de las gentes que allí había, dándose cuenta enseguida de que aún faltaban invitados por llegar. De los presentes le llamó la atención la rolliza de pelo rizado por sus formas y modo de hablar  ¿ Qué será una pitonisa?. A la anciana y seca Justina alguna que otra vez la había visto aparecer por la posada en busca de un ebrio señor Carsson. Y al padre Prast lo conocía más  de oídas, todos decían que era  el señor más débil del pueblo y a tenor de su aspecto parecía verdad. Al joven semielfo no lo había visto nunca y al parecer no era el único, pero si venía de parte del mago sería mejor no tratar mucho con él, ni con su lindo gatito... Ya verás, cuando lo vea el perro, va a ser divertido. Togo dedicó algo más de tiempo a la joven de orejas puntiagudas amiga de la Atlética No sé por qué la llamarán así, no parece muy amante del ejercicio. Más que en la bella joven, se fijó en el perro que la acompañaba, sin duda el más grande que jamás había visto. Así era más bien como él se imaginaba a un lobo, pero por suerte,  nunca había visto ninguno para poder saberlo... ¿Muerde...? ¿ El perro muerde? Preguntó con una mirada cómplice a la que llamaban Hostawen.

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08/09/2015, 09:41
Tanyl Argenthor

Aquella reunión era un completo caos, cosa que complacía al jóven hechicero.

Encantado de conocerla señorita ... Arnama- dijo besando la mano de la que parecía anfitriona del evento y pasando dentro del hogar.

Advirtió que el que parecía dueño de la casa aún no se había presentado, pero sí lo hicieron los demás.

Aquella pareja de hembras... Generosos pechos la una, bello rostro la otra... Oh sí! Se podía imaginar a sí mismo en una noche de pasión con ambas a la vez compartiendo su lecho.

A los medianos, no había que quitarles el ojo encima. No tenía mucha experiencia tratando con los de su clase, pero había escuchado demasiadas historias acerca de sus habilidades y costumbres como para bajar la guardia. Aunque si se les ocurría meter la mano en su petate, se iban a llevar una sorpresa. Lo que le recordó...

Sacó a su fiel gato, medio dormido, de la bolsa.

Venga, Fuzuli, no seas perezoso, que hay comida y bebida gratis - le susurró a su familiar.Pese a que se había percatado del enorme perro que acompañaba a la elfa penso que, si iban a marchar juntos, ambos animales debían conocerse. Fuzuli era muy tranquilo e inteligente, y desde que lo castraron, aún más, asi que confiaba en que no le diera mucha importancia al cánido, o incluso que llegaran a hacerse amigos. Le dejó en el suelo para que campase a sus anchas.

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09/09/2015, 05:52
Fuzuli

¿Comida? - La sola mención de comida y bebida gratis fue suficiente para que el perezoso gato abriese los ojos y asomase sus peludas orejas fuera del petate donde pasaba gran parte del día entre cabezada y cabezada. Una vez Tanyl lo depositó en el suelo sus ojos pasaron uno por uno por los allí presentes mostrando una completa indiferencia. Su entera atención estaba puesta en la búsqueda de la comida. Sin embargo, un olor entre todos los allí presentes hizo que el animal girase la cabeza como un relámpago y dirigiese su mirada hacia el animal que estaba sentado junto a la muchacha elfa. ¡Puffffffffff! – El animal bufó a la vez que todos los pelos que cubrían su magro cuerpo se erizaban aumentando su tamaño hasta casi el doble y dándole una apariencia semejante a las semillas que se desprenden de los chopos llegada la primavera.

¡¿Pero cómo me suelta aquí?¿Es que no ha visto a ese monstruo?!  - Gritó mentalmente a la vez que corría al único lugar en el que podría ponerse a salvo: hacia la parte inferior de la cama donde un hombre de pelos y barbas blancas permanecía visiblemente conmocionado. ¿Cuántos años hacía que Fuzuli no corría? ¿Lo había hecho alguna vez? Desde luego ni dueño ni familiar lo recordaban.

El sonido de cristales rotos llegó a los presentes tan pronto el gato se adentró en la oscuridad de debajo de la cama de Rhylen. Hasta seis botellas de vino vacías rodaron desde debajo de la cama apareciendo frente a Justina quien sólo pudo contemplarlas con cierta vergüenza reflejada en sus pálidas y cóncavas mejillas.

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09/09/2015, 06:27
Arnama Lastrid

El Padre Prasst sonrió para sus adentros al ver una pequeña muestra de lo que depararía el futuro de aquellos muchachos. No obstante, no abrió la boca, se limitó a sentarse y a aceptar la infusión que acababa de ofrecerle Justina mientras el resto de los comensales iban apareciendo. Para el sacerdote del Débil no había sido ninguna sorpresa el que atractivo Tanyl apareciese, cosa que Arnama pareció notar. Creo que soy yo la única que no estaba al tanto de tu presencia.  – Comentó al hechicero semielfo que acababa de dejar a un enorme gato de pelaje azulado en el suelo. La reacción del animal la pilló en cierta medida desprevenida dado que, como estaba tan acostumbrada al lobo tras catorce días de convivencia, no había reparado en que aquel gato pudiese asustarte tanto.

¡Por los Dioses! – Exclamó echándose atrás un par de pasos. La mujer volvió la vista hacia el Padre Prasst quien parecía ser el único que disfrutaba con todo aquello. ¿Queda mucho para que vengan? – Preguntó al sacerdote bastante inquieta por el hecho de que la reunión pudiese acabar en el caos más absoluto, al fin y al cabo lo que allí se debatiría no era cosa baladí.

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09/09/2015, 19:41
Togo "El Niño" Overhill

jajajajaja Rió el pequeño Togo cuando el gato salió como alma que lleva el diablo a esconderse debajo de la cama - Ya sabía yo... ¿ Gatito, si sólo es un perro...? Y míralo que manso... Aunque el peludo animal parecía inofensivo, tenía una boca demasiado grande como para ganarse la confianza de Togo, que en un alarde de sensatez impropia de él,  no se acercó a acariciarlo, a pesar de ser lo primero que se le ocurrió hacer en cuanto lo vio. El mediano empezó a buscar vasos y jarras para  servir la cerveza a los invitados. El pequeño se acercó silbando a la esquina donde estaban los únicos muebles de la casa y comenzó a rebuscar entre las estanterías, cargó todos los utensilios que pudo entre sus brazos y de dirigió con su incesante silbido a dejarlos en la mesa rectangular del fondo de la casa.

En vistas de que la mayoría de las personas eran desconocidas para él, Togo optó por presentarse en voz alta. A pesar de los esfuerzos que hizo por sacar un tono serio, grave y respetable,  el mediano no pudo hacer nada por ocultar su agudo tono jovial y pueril - Señoras y señores, para quién no me conozca soy Togo, Togo Overhill, el camarero más discreto de Las Siete Platas. He sido enviado aquí por su dueño, Trelvar Plata, para servirles todo aquello que deseen y que pronto mi compañero Jimes traerá para la cena. Pueden hablar con total libertad. Pues nada de lo que digan permanecerá en mi cabeza más de unos pocos días... Qué digo días...?!! No permanecerán ni unos minutos... ni, ni, ni unos instantes siquiera...