Yo me encargare de todo lo relacionado con el señor Yoshida. Vosotros a lo vuestro.
El inquisidor se fue acompañado de su sequito y al poco tiempo los guardias os pusieron en libertad y os entregaron vuestras pertenencias para acto seguido invitaros a salir del calabozo tan rápido como fuera posible. Estaba claro que no querían tener nada que ver con la inquisición o con alguien que trabajase para ellos. Mientras salíais pudisteis ver como limpiaban la sangre y terminaban de retirar los cadáveres pertenecientes al grupo de Pieter y el de algún guardia.
Habéis salido de la cárcel y por ahora seguís de una pieza, pero el inquisidor os a puesto una misión, una tarea que cumplir y ha llegado vuestro momento de tomar decisiones e ir en pos de la misión o intentar sobrevivir contrariando las ordenes del Inquisidor, la decisión es vuestra y ha llegado el momento de que os pongáis en marcha. Está claro que la decisión que tomeis ahora decidirá el resto de vuestra vida.
Una vez en el exterior, inspiro profundamente.
-Ahhh, la libertad, que dulce néctar sólo al alcance de unos pocos y solo unos pocos saben disfrutar de la libertad...
Comienzo a caminar decidido pero tras dar media docena de pasos, giro bruscamente y luego otra vez más dándome cuenta de que no tengo muy claro donde tenemos que ir.
-Emmm...amigo mio- digo mientras me dirijo hacia Kris -veras, no voy a negar que me encantaría regresar a mi casa y disfrutar de un poco de tranquilidad teniendo el aliciente de contar unos cuantos chascarrillos sobre lo que hemos visto y vivido. Me encantaría poder disfrutar de una buena cena y agradable compañía femenina y no voy a negar que aquella mujer...mmm...estoo...a lo que iba. Soy consciente que si yo tengo esos impulsos, puede que tu también los tengas, incluso ese perro los tendría- señalo a un chucho gris que anda correteando por la zona- pero no creo que ninguno de los tres estemos dispuestos en este momento a romper un trato con la inquisición, así que creo que deberíamos ponernos en marcha cuanto antes. Recojamos nuestras cosas, preparemos lo necesario y partamos a ese Zepel...a los lagos.
Me vuelvo a girar sin esperar muchas respuestas del grandullón, ya que en el camino a la posada hablaremos largo y tendido. Solo espero que acepte acompañarme, ya que el grupo se ha reducido y espero contar con más compañía que la de Tobias. Justo cuando comenzamos a caminar, vuelvo a detenerme, miro al perro y le silbo haciendo un gesto para que venga
-¡¡"Sweet"!!, Tobias, ven aquí chico, no te quedes atrás...
-Este perro siempre igual...
Cuando por fin reciben sus posesiones, Kris coge su martillo y lo mira durante unos segundos. Y pensar que...
Se pone a caminar mientras mira a Decland por delante suyo hasta que se gira y le habla.
- No, no es muy inteligente romper un trato con la inquisición. Yo ta recogí mis cosas de la posada. Cuando quieras nos vamos a los lagos.
Son sus únicas palabras mientras camina, pensativo, a su lado, ignorando la repentina conversación con el perro.
Volvéis a la posada donde recogéis las pocas pertenencias que os habíais dejado. Preparáis vuestro equipaje y volvéis a estar listos para emprender la marcha hacia una nueva aventura.
Sois muchos menos que antes y vuestra misión parece más peligroso, sobre todo si fracasáis, pero ya no hay vuelta atrás el camino se abre ante vosotros, los lagos hacia los que os dirigís están lejos y no sabéis muy bien que o como buscar lo que sea y a quien sea que tengáis que buscar, solo confiáis en tener suerte y saldar cuanto antes vuestra deuda ante la inquisición, aunque algo os dice que eso no será tan sencillo...
El camino ahora se vuelve un poco más complicado, ahora solo somos dos y todo lo que hay que hacer cuesta un poco mas, aunque también puede ser más sencillo encontrar un lugar para dormir, para comer...
-Kris, realmente eres enorme-digo uno de los días de camino-tal vez en algún principado existan caballos gigantes, o algún bicho que pueda llevarte, si salimos de esta deberíamos buscarte una montura decente.
El camino a pie dura más, pero preparar una carreta solo para que el grandullón pudiera viajar, es algo más complejo, así que el caballo carga con las cosas y nosotros caminamos, aunque las zancadas de Kris hacen que en algunos tramos suba a mi caballo para poder mantener el ritmo
En las noches, las guardias son más complejas y aunque nos gustaría poder encontrarnos con más gente para compartir la seguridad, no es tan sencillo, así que decido compartir un pequeño secreto con mi gran amigo para que él pueda dormir bien; no necesito dormir, me gusta hacerlo, pero no lo necesito así que dejo que él haga una pequeña guardia de un par de horas yo me encargo del resto de la noche normalmente. No es algo que me desagrade, aunque prefiero cuando puedo dormir a pierna suelta, sobre todo porque la noche me atrapa en pensamientos que se pierden en las estrellas.
-No tengo ni idea de cómo vamos a encontrar a lo que se supone que buscamos- digo en otro momento-aunque por otra parte, supongo que si preguntamos a los lugareños, seguro que averiguamos algo ya que seguro que alguien sabe algo
Tal vez una monedas puedan ayudarnos para encontrar información, aunque lo que más me preocupa es el posible enfrentamiento contra lo que se supone que nos ha mandado a buscar el Inquisidor. Solo somos dos...y puede que el poder al que nos enfrentemos sea demasiado para nosotros...me doy cuenta que en algunos momentos echo de menos a Melissa...la echo profundamente de menos...aunque no tengo muy claro quién era Melissa..,.
Kris miró a Decland cuando mencionó su tamaño.
- Monturas? No sé montar. Animales demasiado caros y débiles.- dijo recordando aquella vez que se subió a uno y se cansó demasiado rápido. Kris prefería ir a pie, o en carreta tirada por varios caballos a lo sumo antes que ir montado en uno solo.
Las noches, mucho más agradables gracias a la insistencia de Decland en hacer guardias. Pronto descubrió que Kris era algo perezoso en la cama y que costaba horrores levantarlo y cuando se levantaba, era bastante tosco y bruto y no convenía molestarlo demasiado.
Cuando ya estábamos llegando, Kris escucha atentamente a Decland y le responde cambiando de tema radicalmente.
- Has pensado que harás si resulta que este asunto no es trigo limpio? No me da buena impresión ese inquisidor.
-Creo que si no diera mala espina no le dejarían ser Inquisidor-digo con una pequeña risa- debe ser un requisito indispensable para ese tipo de gente, provocar escalofríos a su alrededor.
Realmente no es algo que me haya planteado en ningún momento del viaje.
-Te mentiría si te dijera que tengo algo pensado, supongo que pasará como en este caso...por mi parte actuaré con lo que crea conveniente y sinceramente espero que tu hagas lo mismo, ya que no quisiera arrastrarte a una decisión de la que te puedas lamentar...al fin y al cabo somos libre ¿no?