Kris escucha la conversación de lejos y se acerca a observar y escuchar en una posición más cercana. Eso de reparar cosas era un buen pasatiempo. Kris se divertiría también, si tuviese una forja en ese carromato. En fin, había escuchado que tenía 4 días antes que el Zepelín partiese. Quizá podía dedicar un tiempo extra en sacar algún beneficio.
Por fin llega donde están e intenta hacerse sitio
- Eso parece divertido! -Kris estudia concentrado las manipulaciones de Shalash - Si necesitas que te repare o te reconstruya una pieza dímelo. - le comenta a Shalash en voz baja mientras sigue observando. Después mira a Kayne y sonríe. Después recuerda en lo que venía pensando-Por cierto chicos!!! Todos sois mercenarios verdad? No sé si lo he comentado, pero soy un buen herrero y os puedo hacer unas bonitas armas a buen precio...
Por cierto. No sé si las lleváis a la vista (me imagino que shalash sí)... pero si es así dejad que el herrero se maraville de vuestras armas. Tenéis algo digno? Si es así y Kris ha podido verlo, seguro que se interesará en el objeto.
P.D.: En los ojos de Kris se ven unos "777" y se escucha en la lejanía un "Ka-ching"
Valeria vuelve con los otros tres mientras muerde una manzana. No presta demasiada atención al pasatiempo de Shalash; le resulta aburrido. La oferta de Kris tampoco parece interesarle demasiado.
- Gracias por la oferta Kris, pero con mi estoque tengo suficiente
De hecho, no se veía capaz de emplear otro arma
Valeria siempre lleva el estoque al cinto, así que Kris puede echarle un vistazo si quiere
Kayne cogió un objeto al azar de la pila que Shalash tenía guardada y lo giró a la altura de los ojos antes de intentar repararlo. De fondo oyó la propuesta de Kris y señaló el arco que colgaba de su espalda, del que nunca se había separado.
-Gracias, pero yo también estoy muy contento con mi arco. Si necesito repararlo me acordaré de ti-
Cogió una herramienta y, sin saber muy bien que hacía, toqueteó el cacharro.
-Por cierto Valeria, ¿A qué venía el comentario en casa de Yoshida?
Valeria sonríe y se sienta al lado de los demás. Le gustaba contar esa historia.
- Yo también soy una "novia a la fuga". Mi padre intentó casarme con un desconocido que casi me triplicaba la edad, así que me escapé el día de la boda. Por eso quiero hablar con la chica antes de hacer nada; a nadie deberían obligarle a casarse con una persona a la que no se ama, y menos aún por cuestiones económicas o políticas.
--- no sabria decirte que esta roto y que no, pero si veo algo claramente que se deba reparar te avisaré.- digo encogiendome de hombros y luego saco la enrome espada bastarda- Si crees que puedes mejorarla sin romperla...adelante... no me importaria...
Dejo a criterio del Master el estado mi espada ya que el tendrá mas idea de como deberia estar con respecto a mi historia.
Me mantengo bastante absorto en mis pensamientos la mayor parte del viaje. Al saber que llegaríamos entre dos viajes de Zepelín me relajo, ya que aunque pudiera llegar antes, tampoco podría hacer demasiado, así que intento disfrutar del trayecto.
Ante la afición de Shalash me sorprendo bastante, aunque no le presto mucha atención a su hacer, aunque si a lo que está reparando.
-No entiendo muy bien esa afición por reparar cosas, pero si consigues algo interesante...me gustaría...verlo- digo mientras me aparto del grupo y les dejo trabajar.
La historia de Valeria si me llama la atención, no la imaginaba en una situación así, aunque me cuadra por ciertos comentarios que la he escuchado en otras ocasiones.
-Sinceramente Valeria no me importa demasiado las motivaciones de esa chica, solo se que la tenemos que llevar a su casa. Si no quiere casarse con ese hombre, no es nuestro problema -digo con una sonrisa-por cierto ¿alguien anda buscándote a ti?
Me descubro con falta de brío en muchos días, observando mi alrededor sin darme cuenta de lo que me rodea. El viaje sin duda alguna es interesante, lo de la chica para mi es lo de menos pero ¿entonces qué es lo que estoy buscando? ¿diversión?¿aventuras?. No todos los días lo tengo claro. No lo comparto con el resto del grupo, pero si le voy dando vueltas en mi cabeza según avanzamos.
Lo único que llevo como arma es mi bastón de acero negro con el que siempre camino.
Valeria asiente ante la pregunta de Decland
- Mi padre está bastante cabreado y alguna vez me he topado con mercenarios o cazarrecompensas pagados por él, pero siempre los he despachado o les he dado esquinazo. Que me quieran viva es una ventaja; así puedo ponerme agresiva sin miedo a que se pongan duros de verdad. Supongo que incluso después de más de cinco años, el muy idiota se piensa que todavía puede obligarme a casarme con ese viejo.