- Así es Mikail…Tras despertarme y no encontrar a nadie durante varias horas, volví a Tiro con el jefe…Pero todo a ido a peor.- Pone gesto serio.- Los Americci nos han ido cazando como a perros; se han aliado con La Familia y se han cargado a Andrei…Muchos se han cambiado de chaqueta, pero yo volví a buscarte.
Parece algo inquieto.
- Tenemos que irnos. Nos buscan por todas partes…Han puesto precio a nuestras cabezas por haber matado a Fabio Americci y no tenemos mucho tiempo.
Suelto un bufido de molestia pero asiento. Inconscientemente me palpo la chaqueta buscando el tabaco. Al darme cuenta de que no tengo miro a mi compañero con una sonrisa.
-¿Tienes un cigarro? Algo con lo que defenderme también estaría bien. Creo que me dejé todo en el otro traje.
- Aquí tienes algo de ropa.- Te acerca una mochila.- Tabaco y una pistola. Larguémonos de aquí cuanto antes.
Cojo la mochila y tras comprobar que todo lo de dentro está correcto, asiento a mi compañero y le sigo.
Una vez bien abrigados os disponéis a salir de la casa, aunque antes Makarov habla con la señora y parece darle algo de dinero. Una vez en la calle te das cuenta de que sigues en el Yermo, dónde las calles tienen hielo y hace demasiado frío.
Os encamináis hacia el puerto.
- ¿Recuerdas algo?- Te pregunta.
Me rasco la cabeza con incertidumbre.
-No. Nada... ¿Dices que no sabes como saliste vivo?- Pregunto mirandolo con curiosidad.- El sitio estaba rodeado...
- No tengo ni idea…Cuando desperté ya no quedaba nadie...
Se enciende un cigarro y te ofrece uno mientras camináis. No obstante Makarov tiene los ojos vivos, revisando cada calle y cada casa, como esperando algún posible peligro.
- Supongo que hemos perdido el trabajo…Espero que tengas algo ahorrado, ya que tendremos que desaparecer algún tiempo.
Me quedo parado tras coger el cigarro y encendermelo mirando a Makarov seriamente.
-¿Que coño está pasando Makarov? ¡Esto es demasiado raro! ¡Hasta para nosotros! ¿Que coño me estas ocultando?
- ¡Joder!- Exclama con cierta indignación.- Desapareces tres semanas, matan a nuestro jefe y a nuestros compañeros, me han golpeado, disparado y casi acaban conmigo cuatro o cinco veces…Vengo a buscarte al maldito Yermo y…¿Soy yo el que esconde algo? Tú tendrías que decirme dónde has estado todo este tiempo...
Dejo escapar el humo del cigarro mientras levanto las manos.
-Se tanto como tu, viejo. Poco o nada.- Me lo llevo de vuelta a la boca para dar una calada tranquilamente.- Ya sabes que te aprecio tio... Solo estoy tenso. Esto es demasiado raro.
- Sí…En menos de un mes ha cambiado todo de repente.- Te habla.- Yo voy a desaparecer un tiempo…Quizá vaya a la Nación Confederada o incluso hasta La República. Deberías hacer lo mismo...