Justo en aquel momento, irrumpió Erik al interior de la cocina. Había calculado que más o menos Walter ya habría terminado con la mañana y su intuición no le falló lo más mínimo. Vestía con una indumentaria de muy buen gusto como casi siempre solía hace. Se apoyó justo en el hombral, contra el marco de la puerta y se cruzó de brazos.
-No esperraba verrle tan prronto recuperrado Sr. Ross. Sonrió, orgulloso por la ágil recuperación de Walter. Le dije a su esposa que ya tengo preparrados el transporrte que les prrometí, podemos viajar esta misma noche si lo prrefierren.
También he estado averiguando algo de los tipos que os atacarron. Sigo sin saber nada. Concluyó. Perro es probable que sean quiénes sean estén trratando de llegar allí cuanto antes. Así que serrá mejor que se decidan rrápido.-
-El doctor dijo que llamaría si me necesita, pero puede que no averigüe nada más- dijo, antes de que Erik entrara en la sala.
Según él quien les atacó tenía prisa por ir a Groenlandia y se adelantarían a ellos si no iban pronto. Por otro lado, la perspectiva de volverse a encontrar con ellos no era de su agrado.
-Ya sabes que soy poco paciente y que me puede ir de aventura- le dijo a su mujer- pero si crees que es mejor esperar a otro día, lo haremos.
Aunque la curiosidad de Walter era bastante alta.
Ante la perspectiva de tener otro encuentro con los tipos que habían intentado matar a Walter si se dejaban estar, Alex negó con la cabeza a lo dicho por él.
-No, no. Normalmente te diría que descanses un poco más, pero estos hombres son peligrosos. Si tenemos que ir allí- ella no pensaba quedarse sola en el hotel, contando los minutos y sufriendo por no saber como estaba su marido -que sea cuanto antes. No sé Erick cuando tenías planeado partir, pero si los dos están de acuerdo, almorzamos, juntamos algo de ropa y salimos. Cuanto antes lleguemos a Groenlandia, menos chance de cruzarnos con los asesinos habrá.
Pido disculpas nuevamente... estoy teniendo unos días complicados en el trabajo que no me dejan resto para nada :-/
Erik, os miró a mabo con cierta incertidumbre. Quizá es porque no se esperara ese tipo de respuesta. Pero en cualquier caso no era el tipo de persona que le gustaba tirar por tierra los planes de otros. -Muy bien. Más vale que cogan todo lo que tenga parra abrrirgarrse si no quierren quedarrse como dos cubitos de hielo. Os esperrarré a segunda horra de la mañana. Descansen.- Dijo.
Con amabilidad Erik se despidió, y salió al exterior, probablemente para preparar los últimos retoques del viaje. De nuevo, ya en el interior de la habitación tuvísteis un intercambio de palabras de ánimo. Lo que ocurrió hacía un par de días aún estaba reciente y era costoso de digerir, pero sin duda el amor que reflejábais el uno al otro era superior a cualquier cosa que se pusiera como obstáculo.