Partida Rol por web

Me dediqué a mirar el paisaje mientras mi chico hablaba: era verdaderamente inteligente, y parecía que nada se le fuera a escapar de las manos... Si los que le habían contratado querían saber la verdad, Alan era el mejor investigador que podía conseguirse.

-La verdad es que sí... con este frío a una se le quitan las ganas de todo, o de casi todo- sonreí con picardía a mi acompañante y continué escuchándolo. Al menos, su voz hacía más agradable todo el trayecto.

Pocas palabras más se intercambiaron durante el trayecto; Alan parecía estar pensando en sus cosas, y yo no quería molestarle. También tenía muchas preguntas, no solo relacionadas con lo que hacíamos en estos momentos, sino con todo lo que nos rodeaba: ¿Por qué tanta gente nos perseguía? ¿era demasiado importante lo que estaba buscando Alan?

Llegamos al hotel y sentí un cosquilleo por el cuerpo. ¿Qué pasaría si nos descubrían? ¿Qué probabilidad había de ello? Bajé de aquel vehículo y le di la mano a Alan, sonriendo. Nos adentramos en el hotel, intentando aparentar la mayor tranquilidad posible; no quería que se nos descubriera como sospechosos.

Noté el dulce beso de Alan y me entraron ganas de no separarme, de quedarme con aquel buen momento y parar el tiempo: pero el trabajo era el trabajo, y debía ser profesional por ahora; ya encontraríamos otros momentos para estar juntos, por mucho que me desagradara el tener que alejarme de sus labios.

Subí por las escaleras agarrada a él. Me ponía nerviosa que nos descubrieran, pero la adrenalina me ayudaba a continuar, además del no querer dejar a Alan solo. Llegamos hasta aquella habitación y vimos lo que se encontraba. Quizá, si buscábamos bien, encontraríamos algo más.

Era una habitación amplia a la par que discreta. Viejas alfombras cubrían un suelo polvoriento, donde las huellas quedaban marcadas a cada paso. De las paredes colgaban torcidos cuadros de decoración. El resto de la sala no estaba decorada con demasiado esmero.

Cuando Alan comenzó con una concienzuda investigación pudo revelar un par de cosas interesantes. La primera, ingentes cantidades de ceniza en un par de ceniceros sobre una mesita de noche. Pudo identificar que no se trataba de ceniza de tabaco si no de restos de incienso ritual. También pudo encontrar algo más entre los restos. Parecía un extraño medallón.

Por otro lado, lo más revelador de la investigación corrió por parte de Chris. Habían un par de ordenadores, uno de ellos apagado y el otro mostraba una clara pantalla donde se apreciaba un carguero con el nombre Oddissey. Te encargaste de navegar por el dossier mientras Alan trataba de percibir cualquier dato importante.

La última entrada del dossier indicaba que el barco atracó el 20 de Septiembre a las 8:15 de la mañana en el muelle número 7 durante un periodo de 11 horas para rebasticimiento de combustible y alimento. En ese mismo dossier, y tras una búsqueda por diferentes fotos y datos sobre el carguero, había anexado un detallado documento donde se indicaba como incidencia el desembarco de un cádaver de a bordo. Ésto último te llamó la atención.

Tras estar un rato observando, sin saber muy bien que estaba buscando, hubo algo que me llamó la atención: los ordenadores. Uno de ellos estaba encendido, pero no sabía desde cuando; vi el dossier del Oddisey  y lo abri, con curiosidad: quizá eso nos dejaría más cerca de aquello que buscábamos.

Se mostraban varios registros del oddissey, de sus movimientos y de porqué hacía las paradas. Me llamó demasiado la atención el incidente del cadáver- Alan, carriño, ven aquí. Crreo que deberrías ver esto-  comenté sin apartar la mirada de la pantalla. Es sobre el oddissey.

Arrugué un poco la nariz cuando descubrí la ceniza destinada a hacer rituales. ¿Quiénes nos perseguían? Los enemigos podrían ser una secta peligrosa, que ya habían quedado demostrado que eran capaces de morir antes que rendirse. Pero no era lo único raro de la habitación, un colgante sobre la cama captó mi atención.

Al parecer Chris también captó algo valioso. Me acerqué a ella. Podía ser importante.

-¿Qué pasa cielo?

Fuí repasando el expediente, y mi gesto de asombro iba creciendo con el paso de los datos. Aquello era algo que no me esperaba, algo de lo que no me habían hablado. Ya supuse que nos ocultaban algo, pero no un cadáver. A pesar de que el tema no había salido a flote aún, ella podía leerma mejor que nadie. Chris se daba cuenta de que no estaba del todo allí, que algo me molestaba.

Debemos ir al puerto cuanto antes.- Cogí una de sus manos, mirando hacia el techo.

Había alguien arriba. El lento crujir del techo de madera rebeló que alguien avanzaba con paso lento y vacilante. Esos pasos, fueran de quien fueran, no se correspondían con el sonido de unas botas o pies, sino más bien con el sonido que haría alguien descalzo que arrastra los pies.