Partida Rol por web

El Reino de Barro

Acto 3. Pálidas criaturas

Cargando editor
10/08/2019, 17:03
Joshua

La cara de pasmarote se me tiene que notar desde media legua... bueno, si no me conociesen, porque mis gentes no notarían diferencia... "-Volver allí arriba y esperar a esos tipos, y soltarles una excusa"

... no se por qué, pero pensar en el plan, me da escalofríos... Malo es que sospechemos que tenemos enfrente uno seres antinaturalmente blasfemos, pero... ¿andar mintiéndoles?.... Y encima... ahora somos uno más... bueno, siempre se les puede decir, que cuando nos vieron aparecer, nos metieron una bronca, a todos, y nos mandaron de vuelta, asignándonos al cazador como vigía para la atalaya, pues la plataforma ya es operativa y desde allí podrá hacer lo que se supone que hacen los vigías... o sea, otear...

-Madre mía... se me da bien mentir... se lo llevo haciendo a mi señora esposa desde hace más de 10 años, pero con estos tipos, va a ser más complicado parecer convincente....

... voy rumiando, a la ve que soy más pesimista a cada paso que damos; aunque... siempre se puede decir que el tipo duerme con ella dia y noche, y que tendremos que esperar al baño semanal... pero no creo que cuele...

- Tiradas (1)
Cargando editor
12/08/2019, 01:08
Narrador

Al día siguiente la mañana amanece muy húmeda y tranquila. Los animales están muy calmados, una densa niebla lo inunda todo e impide ver la luz del sol, cuyo brillo se intuye en alguna parte del blanco cielo al este. Los vigías apenas pueden ver unos metros más allá de la empalizada y dentro del campamento tampoco es que sea mejor. Sin embargo todos parecen tranquilos y optimistas. No saben lo que vosotros sabéis, obviamente. Sir Vormund os espera en la sala de mando. Parece tranquilo, como si hubiese encontrado una solución:

Cargando editor
12/08/2019, 01:08
Sir Vormund

- Buenos días. -saludo con una amplia sonrisa, amable- Espero que hayáis descansado, pues esta noche os aguarda una difícil misión. ¿Habéis pensado en ello? ¿Seréis capaces de hacerlo? -apenas os doy tiempo para responder, pues lo que espero de vosotros un simple "sí", y continúo- Sé que ninguno de vosotros sois bravos soldados. Aunque un cazador puede demostrar puntería en el bosque, un guerrero valor en la lucha, y unos obreros maestría levantando construcciones, sé que no están entre vuestras destrezas el engaño y la intriga, y aún menos ante una criatura como puede ser un... vampiro. Es por esto que prescindiré de seis de mis hombres para que os acompañen. Velarán por vuestra seguridad, escondidos de esos ojos rojos que describísteis, y sólo intervendrán si la cosa se pone fea. -suspiro- Debéis conseguir tiempo. Esto es lo más importante. Debemos aguardar órdenes del Rey. -inspiro profundamente- Os brindo mi protección y os prometo que seréis recompensados si hacéis esto que os pido. -luego termino mi discurso y os explico quiénes son mis hombres. Son tres arqueros que os acompañarán a la Atalaya y otros tres que acompañarán a Ringelf al interior del bosque. Son soldados, expertos, y saben hacerse invisibles.

 

Notas de juego

Podéis expresarle lo que queráis a Sir Vormund antes de emprender los caminos hacia los respectivos puntos de encuentro.

Cargando editor
12/08/2019, 04:37
Ringelf

Nos reunimos ante Sir Vormund, sus rápidos comentarios no nos dan oportunidad de responder, diría que a penas de pensar, pero entiendo que seremos escoltados por 3 de los mejores soldados y que estos estarán bien ocultos. Sin embargo, en mi cabeza hay algunas inquietudes que no pueden aguardar, así que cuando tengo claro en mi cabeza lo que quiero expresar me dirijo a Sir Vormund:

-Disculpe Sir Vormund, no quiero ser inoportuno, pero quisiera saber si los soldados llevarán las flechas de plata como defensa, pues en caso de que sean las típicas que usamos para cazar, creo que no surtirían efecto en esas criaturas. Además, la neblina no deja ver a unos cuantos metros de nuestras narices, lo que obligaría a los arqueros a estar muy cerca para poder asegurar un golpe certero, esto podría provocar también que las criaturas los detectasen. 

Aguardo expectante a la respuesta de Sir Vormund, la verdad no deseo salir, pero si no tenemos opción al menos espero estar seguro de que lo que haremos no será un suicidio. 

Cargando editor
12/08/2019, 08:39
Joshua

Al empezar a oir las palabras de Sir Vormund, siento cierto regocijo; cuando termino de hacierlo, lo que siento es cierto desasosiego, pues lo que era una escolta de 6 soldados, en realidad se ha dividido por dos, así que... "estamos jodidos", pienso; ni recompensa, ni recompenso; siento que mis probabilidades de mojar el churro de nuevo, se esfuman a pasos agigantados.

Pero en fín, resignación... queda la posibilidad de que podamos engañar a esos seres que tienen que ser más viejos que las piedras de mi casa, aunque si es cierto lo que dicen, que más sabe el demonio por viejo que por demonio, aviaos estamos.

Por mi parte, no tengo nada que aportar en este momento... dormí un sueño agitado, en que sentía que ojos sin vida me observaban desde las tinieblas, y bocas llenas de afilados colmillos se cernían sobre mi pescuezo... Después de eso, y vista la niebla que nos ha saludado desde la mañana,... ¡como para ser optimistas!

Con cara de mal humor, solo espero que se nos ocurra algo sobre la marcha, y que nos cedan un segundo mulo para subir provisiones a la atalaya, pues ahora seremos ...cuento con los dedos... 8, creo

Cargando editor
12/08/2019, 10:40
Rimald de Lem

—Mi señor... podemos mentir, por supuesto, pero llegar con las manos vacías me parece una locura. Los vampiros no parecían estar por la labor de darnos más tiempo, si bien tampoco sé por qué no se deciden a atacar de inmediato.

Me vuelvo hacia Ringelf:

—¿Qué flechas os pidieron? ¿Dónde os dijeron que estaban? Armadura y espada sólo tenemos una, pero supongo que de esas flechas habrá varios fajos. Propongo llevar una y explicarles una historia donde nos encontramos con Ringelf y la cosa se complicó porque cada uno pensaba que era un vigilante de la unidad. Después de todo los vampiros si nos ven llegar juntos pueden sospechar algo, pero así aprovechamos la ocasión para cubrir esta pequeña farsa y a la par ganar tiempo. Al encontrarnos perdimos un tiempo precioso y sólo fuimos capaces de conseguir unas cuantas flechas, pero si nos dan otra noche conseguiremos las demás.

Después miro directamente a los ojos a Sir Vormund:

—Pero debemos saber: ¿esa noche nos valdrá de algo? ¿Qué acciones se están llevando a cabo para enfrentarnos a estos seres? No necesita prometernos recompensas señor, si no nos enfrentamos a esos seres no veremos la luz de la próxima luna pero quisiera saber qué medidas estamos tomando para ganar esta batalla. Y en caso de que sea imposible hacerlo sugeriría evacuar a los trabajadores para volver en otra ocasión al bosque. No tiene sentido sacrificar las vidas de quienes no podrán ni luchar.

Dejo claro con esto que yo no me iré de aquí. Pero mi prioridad sigue siendo proteger la vida de esta gente o, al menos, su retirada.
 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Disculpad mi desaparición del fin de semana, no me di cuenta que esta partida no paraba ¡no volverá a suceder! Hago las tiradas del día anterior por si el director me las acepta (si no no pasa nada).

Cargando editor
12/08/2019, 14:37
Rilwen

Rilwen no sabía de tácticas militares, así que, asiente ante el plan de sir Vormund, a la vez que escucha las objeciones del caballero Rimald. Parece que nos envía conjúntamente con 6 soldados más para protegernos en caso de que la estratagema que contemos a los vampiros no surta el efecto deseado. 

Quizás si avanzásemos en la construcción de la atalaya, a una mala nos podríamos refugiar dentro y resistir. O incluso, dependiendo del estado avanzado en que se encuentre la construcción, podríamos sorprenderlos aprovechando la altura con fuego.

Bueno, en todo caso, el plan pasará por las ideas de Rimald y Ringelf, espero que acierten, por el pellejo que nos jugamos.

Cargando editor
12/08/2019, 16:43
Sir Vormund

Ante la pregunta de Ringelf sobre las flechas con punta de plata, le respondo que sí contamos con ellas, pero que no son muchas. Así que cada arquero llevará sólo dos de ellas con él, y el mismo Ringelf llevará una, como prueba de que ha encontrado el baúl. Las demás se utilizarán para defender el campamento en caso de ataque. El grupo de la atalaya se llevará un guantelete de mi armadura como prueba. Respecto a las medidas sobre las que pregunta Rimald, considero que es mucho más peligroso mandar una expedición de vuelta formada sólo por obreros a través del bosque, que permanecer todos unidos aquí, en este lugar que cada vez estamos haciendo más fuerte. Mis hombres protegerán a los obreros mientras esperamos nuevas del Rey: - Se lo pondremos muy difícil a lo que quiera que sean esas criaturas. -termino diciendo. Luego os mando a cada uno a vuestro lugar, pues el tiempo apremia y no creo que sea necesario explicaros los pormenores del plan. Para mí simplemente sois una pieza, importante, que espero que cumpla su función, pero una pieza más del plan al fin y al cabo.

Cargando editor
12/08/2019, 16:43
Director

Notas de juego

Cierro la escena. Seguimos en el Acto 4.