Partida Rol por web

Me pego al arquero pero atento a sus movimientos. Si intenta tan solo desenfundar una espada o daga le romperé el cuello como una rama.

—Pues maldito sea sir Vormund por considerarnos mera carnaza. Más si tan sólo era eso ¿para qué entregarnos el guantalete? Si no esperaba vampiros ¿por qué traer flechas de plata? La plata es una puta mierda para atravesar carne y hueso, cualquier guerrero competente lo sabría. Muy bonita para desfiles y viejas leyendas... y especialmente útil por lo que veo contra los vampiros. Habla malnacido o juro que desenfundo la espada y te ensarto como un pavo en día de fiesta, sin derramar una puñetera lágrima por ti.
 

Vaya, parece que Sir Vormund tenía planes propios para esta escaramuza - no quiero ni pensar lo que ha podido trasladarle al rey sobre el caso - ¿Qué sabéis de estas figuras, soldado, acaso os han informado de quiénes son o qué historias hablan de ellos? - Igual sabía y estaba al corriente de algo que no supiéramos, o tener información fresca sobre a quién nos enfrentábamos realmente.

¿Qué historias circulan sobre estas criaturas, qué os ha contado Sir Vormund?

Vaya, vaya,....

Antes de que todo se desencadenase, éramos en total ocho: tres arqueros, Etor, Gernaro, Rimald, Rilwen, y yo....
Hago recuento... el arquero muerto fuera... sí, lo recuerdo, y ya me es inútil; en el interior... solo quedan cuatro en condiciones de hacer algo, y parece que hay un enfrentamiento.

Sonrío... la discordia siempre es buena.., salvo si hay un enemigo común que les pueda atemorizar, en cuyo caso, se olvidarán de todo y el miedo hará que planten cara juntos, aunque,..¿por cuanto tiempo? el miedo a que uno traicione a los demás estará flotando en el ambiente, y ese uno, es el tercer arquero, por lo que puedo oir.

Afortunadamente para mí, están tan interesados en sus... discrepancias, que parece que nadie está atendiendo la misión de vigilar; se ve que el guantelete de plata les parece suficiente defensa. Bueno... por lo que se, es correcto hasta cierto punto: en cuerpo a cuerpo mejor no acercarse.... pues habrá que evitar las tortas.

Pensemos... Estos idiotas... no están vigilantes.... aprovechemos, mientras aún quede noche.

Sonriendo echo mano a las cosas que llevo en el currón; mi Señor ha tenido a bien permitirme conservar lo que llevaba encima, y tengo lo suficiente para... bueno, vamos a ser malos..., hacer algo de fuego. Mientras les sigo oyendo discutir en la tranquilidad que les da la falsa seguridad que ofrece el pìso inferior de la atalaya, me muevo rápido; tanto que me resulta extraño... y maravilloso. En breves instantes he recogido, y en silencio, ramas, muchas, una buena brazada; tanto secas, para hacer un fuego que dure, como húmedas, para que suelte humo. Repito la acción varias veces, hasta tener varios haces.

Rápido como la muerte, en el más absoluto silencio, como el que envuelve a mis nuevos hermanos cuando se mueven, llevo los haces y los deposito, todos ellos, alrededor de la atalaya, pegados a ella. Finalmente, me retiro, prendo estopa donde se que el ruido de la operación no se notará, lo llevo para prender los distintos haces, en especial, el que está justo en la puerta, y me retiro con la misma rapidez.

Al pasar junto al adáver del arquero, me lo pienso un segundo... o menos; le despojo del arco y del carcaj con las flechas... no soy especialmente bueno con estas cosas, pero... ellos saben que tengo una honda, pero no pensarán que pueda tener un arco y flechas. Vuelvo a sonreir...

Vuelvo a apresurarme,llegando junto a un árbol que me de cobertura, fuera del radio de luz que genere la hoguera cuando esté en plenitud, pues aún apenas es un hilillo de humo y un leve resplandor lo que genera, pero no tardará en llegar a la horarrasca más seca, y cogerá brío. Ramas resinosas harán que el fuego sea persistentes, las secas, que sea llamativo, las húmedas, que genere más humo.

Mi idea... notarán el humo que se filtra a través de la puerta, de la única puerta, el fuego estará rodeándoles y... bueno ,es poco probable que prendan los troncos de la atalaya, pero el humo sí es un problema..., y tendrán que elegir, salir por la puerta a afrontar lo que sea, y exponerse a una posible lluvia de flechas, que es lo que temerá supongo sir Rimald, o subirán a la plataforma...

Preparo el arco y la flecha... aunque no acierte a nadie, el susto que se llevarán en cuanto abran la puerta.... Sonrío solo de pensarlo, pues... en la noche, desde allí y con el humillo ante sus narices, que les picará en los ojos, no verán un carajo