Partida Rol por web

El Reino de Barro

Acto 6. De vuelta al campamento

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11/09/2019, 09:05
Ringelf

En el momento en que los murciélagos aparecieron y rodearon a todos, excepto a Rilwen y a mi, mi mente recordó aquella vez en el bosque, donde fuimos emboscados con Farnirir. Sabía lo que se acercaba, pero esta vez, no tenía aquel temor que me paralizó aquella noche.

Crucé mis brazos para tener una flecha de plata a la mano y esperé. Frente a nosotros se encontraban esas criaturas que odiaba. Mis deseos por querer sacar la flecha de plata y dispararles era muy grande, aunque aún tenía sentido común para saber que era un suicidio.

En el momento en que Rimald comienza a hablar me quedo perplejo. Nunca me imaginé que fuera a expresarse con tanta verdad, todo era cierto, algunos detalles incluso mms había olvidado por estar enfocado en las órdenes de Sir Vormund, el objetivo por el cual se vino hasta acá, se ha perdido. Me impresionó el discurso de aquel guerrero, un guerrero noble y cansado por todo lo que nos toca vivir en este mundo. Espero de verdad que comprendan lo que dice.

Notas de juego

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11/09/2019, 14:25
Rilwen

Si tan enemigo eres del rey de Barro, ¿por qué nunca te has enfrentado a él? - Era algo que me llamó la atención en su discurso, tan, tan, enemigo y resulta que lo esperaba en el bosque - ¿acaso fuera del bosque no tienes poder ni influencia? ¿Por qué nos necesitas, acaso tu poder es tan limitado que necesitas de obreros y carpinteros para reconstruirlo? - Si tan poderosos eran, por qué venían a nosotros, que hicieran la guerra de igual a igual con los guerreros, pero aquello sabía que sino lo hacían era porque se consideraban seres inferiores, tan sólo eran capaces de atemorizar y asustar de noche a grupos pequeños e indefensos.

Vinisteis a la atalaya cuando aún no estaba construída - cualquiera podría haberlo hecho - nos atemorizasteis en base a que érais más y bajo la amenaza de un gran poder - que nunca vimos, aunque la superioridad era sencilla porque sólo había un guerrero (Rimald) - Necesitábais algo del campamento de sir Vormund - evidentemente ni se acercaron, no vaya a ser que los mataran a todos de un plumazo - y en vez de ir vosotros, tan poderosos y temidos que sois... habéis venido aquí? - Igual esperaba algún tipo agasajo, o postramiento por nuestra parta, alabanzas e idolatrías varias - yo lo único que veo es a un grupo de fantasmas tratando de aparentar ser poderosos con quienes no son guerreros, no vaya ser que Sir Vormund se despierte, coja la espada y os haga un traje.

¿Te imaginas, Rimald? un enemigo tuyo se pasa cientos de años escondido en un bosque porque te odia muuuucho, y como es tan poderoso tu enemigo se oculta en el bosque y atemoriza a los viajeros - había mucha chanza en mis comentarios, pero es que ya, de perdidos al río (que por cierto, estaba cerca) - ohhh, cuánto poder, cuánto miedo, terror me causáis, no puedo, no puedo vivir así, oh qué será de mí - con estas burlas trato también de recargar los ánimos en los obreros que nos acompañan, tratando de mostrar al enemigo como un payaso o unos seres decrépitos que se alimentan del miedo pero que en realidad son frustraciones alimentadas durante, siglos; vamos que trato de infundirles valor, minimizando y ridiculizando el poder de los vampiros - sí, sí, si no muero de risa, creo que construiré un escenario en la ciudad para llevar a cabo una representación teatral de esta aventura, será divertido, y cumpliré vuestro deseo Conde Rochester de haceros conocido, hay muy buenos actores en el Reino, aunque podríamos empezar con marionetas - simulo una mano con semejante personaje hablando a la otra mano, que sería Sir Vormund y simulo voces burlonas representando a ambos - "El Conde de la risa" se llamará.

 

Notas de juego

siento la espera

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11/09/2019, 18:26
Narrador

Tras vuestras respuestas el vampiro parece no reaccionar, al menos no rápidamente. Puede que sea normal, ya que para un ser inmortal el tiempo puede pasar de otra manera. Ante vuestras provocaciones parece que sólo tiene una única opción, que es seguir adelante y destruiros.

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11/09/2019, 18:29
Conde Rochester

- No comprendéis...

- Matadlos.

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11/09/2019, 18:30
Narrador

De entre las sombras aparecen decenas de figuras, todas ellas pálidas y de mirada rojiza, pero diferentes a las que habéis visto antes. Se acercan lentamente a vuestra maltrecha empalizada, más que caminar parecen flotar y deslizarse a pocos centímetros del suelo. Pasan sin inmutarse, sin mostrar expresión alguna, entre las antorchas que habíais colocado fuera para iluminar los alrededores del improvisado campamento. Cada vez son más figuras las que aparecen, todas de rasgos humanos, de haber sido humanos en algún momento, sobretodo hombres, vestidos con ropas de otras épocas, otros con ropas más actuales. Son como espectros inanimados, desprovistos de ánimo, carentes de vida, sin alma. No son vampiros como los de la atalaya, ni tan siquiera como Joshua, que aún conservaba su personalidad y su voluntad. Son otro tipo de criatura, un recuerdo de lo que un día fueron, una sombra. Son seres vencidos, sometidos, y desprovistos de toda voluntad.

Algo oscuro y horrible se agita en vuestro interior cuando de entre todos ellos empezáis a reconocer algunas caras, compañeros extraviados de la expedición, los que desaparecieron durante el viaje de ida, algunos obreros, algunos soldados, a Farnirir, a Maese Otto, a los arqueros, a Sir Vormund. Todos están ahí, derrotados por el Conde Rochester, sometidos a su voluntad. Son meros títeres que se mueven al antojo de su señor, marionetas de afilados colmillos que se ciernen sobre vosotros.