18 de mayo de 1934, 07:56h - Redacción del New York Times, Nueva York
La redacción del periódico más prestigioso del país tiene su sede en el número 1475 de la calle Brodway, en pleno Times Square, en el corazón de Manhattan. Miles de automóviles y millones de personas pasan por allí todos los días. Nadie se para, todo el mundo está de paso.
Un lugar con tanta vida y a la vez tan impersonal es lo que la joven promesa del periodismo Dean Kennedy ve todas las mañanas desde la oficina.
En cuanto Dean llega a la redacción, el redactor jefe Jackson le coge del hombro y le lleva directamente a su despacho, sin dejar que ni siquiera se quite la chaqueta. Cuando ha cerrado la puerta tras de sí, le suelta y se dirige a él.
- No hace falta que se siente -anticipa-. Escúcheme bien, Kennedy -empieza a exponer con notas de agobio en su voz-. La Oficina de Investigación nos tiene agarrados por los huevos y necesito a alguien en quien pueda confiar para este trabajo. ¡Nos jugamos el tipo! Debes acudir al BOI de inmediato, ¿entendido? No puedes decirle nada de ésto a nadie.
Jackson se muestra visiblemente alterado, puedes preguntarle lo que quieras.
Ok ok jefe, haré lo que usted mande, pero dígame a que viene tanto secretismo, y por qué demonios tenemos que seguir aguantando las presiones de la oficina de investigación, en esta sección sabemos hacer nuestro trabajo, de que va todo esto. - ¿Dónde estará eso del BOI?, no creo que se refiera al término genérico que recibe (Board of Investments) la agencia gubernamental responsable de administrar los activos de un gobierno, que intenta atraer inversiones al país o región y / o regular la inversión. Dejémosle hablar -
Anthony Jackson se lleva las manos a la cabeza y respira hondo. Nunca se había mostrado así con ninguno de sus compañeros. Por lo menos, con ninguno de los que no estaba ya a punto de jubilarse, viejas glorias que ya calentaban más silla que periódico escribían y, por supuesto, ya nunca salían a la calle a perseguir la noticia.
- Verá, querido Kennedy, sé que es usted un buen entendedor -el tono condescendiente se imprime en cada una de sus palabras-. Y estoy seguro de que entiende usted que este periódico no ha llegado donde ha llegado solamente por entrevistar a presidentes y concejales. Pues bien, si quiere que este periódico siga imprimiendo sus artículos en portada... -hace una pausa y agita la cabeza, rectificando- Mejor dicho, si quiere que este periódico siga imprimiéndose, debemos acatar.
Jackson se enciende un cigarro y da una larga calada. Visiblemente más tranquilo, prosigue con su monólogo.
- Me ha llamado Weston, el director adjunto del BOI en Nueva York. No me ha dado muchos detalles, pero ha habido un caso -frunce el ceño-. Otro caso de otro bebé robado. No puede ocurrir como con el caso Lindbergh, me ha prohibido explícitamente dar ninguna información al respecto.
Cierra los ojos un momento, no queriendo pronunciar lo que va a pronunciar, pues hace estremecer a su periodista interior.
- Tienes que acompañar al equipo de la investigación para luego hacer una gran crónica de lo bueeeno que es el BOI, chuparles el culo -suspira-. Saben cosas, Kennedy, no nos queda otra.
El USBOI es el United States Bureau of Investigation, la Oficina de Investigación, el nombre que recibía el FBI allá por 1934. La sede está en Manhattan, conoces la ubicación, puedes ir hasta allí.
– Maldito burócrata, no tengo ni idea si esta la forma general de actuar de los redactores jefe, pero a ti parece que te encanta. Por otro lado, o esto, o preparar el resumen de la comparecencia en el congreso del presidente Roosevelt pidiendo la regulación del tráfico de armas. Uff no se, bueno creo que me va a venir bien desaparecer del periódico por unos días - Que puedo decir jefe!, si es por el evitar el cierre del periódico no tengo muchas opciones. No se preocupe hoy mismo iré hablar con el director Weston.
Antes de salir del periódico para ir a las oficinas del FBI, intento recabar información sobre caso Lindbergh utilizando la habilidad de Consuelo, ya sea hablando con el periodista responsable de seguir el caso o bien hablando con los encargados del periódico.
Kennedy se despide de su superior y se dirige a la hemeroteca. Le suena que el caso Lindbergh fue muy mediático y ocurrió hará un par de años, aunque él todavía no estaba escribiendo nada de mucho peso por aquél entonces.
En la hemeroteca, encuentra en un titular del 2 de marzo de 1932 que el hijo del famoso aviador Charles Lindbergh es secuestrado en su casa de East Amwell, Nueva Jersey. Del caso se encargaron varios peces gordos, incluído Will Bill Donovan, de la CIA, y Herbert Norman Schwarzkopf, jefe de policía de Nueva Jersey.
Al parecer, Lindbergh recibió una carta que le pedía 50.000 dólares si quería recuperar a su hijo, con algunas marcas características en el papel. Lamentablemente, alguien se fue de la lengua cuando no debía y la carta acabó publicada en todos los periódicos del país. A partir de entonces, Lindbergh empezó a recibir cartas falsificadas pidiendo dinero.
Días después, el hijo apareció muerto en un pueblo cercano y se arrestó a un carpintero local como autor material del homicidio en lo que se denominó "el juicio del siglo".
Si no tienes nada más que hacer, seguimos en la escena de la sede del BOI. En unas horas la abro.
Si en el periódico no queda nadie más el cual me pueda aportar algo más sobre este caso, me dirijo al edificio del BOI.
¿Me gustaría saber si puedo subir fotos para apoyar mis diálogos? En caso afirmativo me podrías decir cómo puedo subir las fotos para que no me pase lo mismo que cuando te envié la foto de mi personaje.
Muchas gracias.
Richard Francis.
Por supuesto, acabo de dejar un post en Off-topic ;)