La gema se tranquiliza a medida que Citrino habla con más calma. Os mira atentamente y veis que no duda de lo que decís. No parece tener razones para desconfiar de vosotras. Si es cierto que es una gema joven, es normal que sea impresionable. Aun así, está claramente afectada por lo que está ocurriendo. Sois desconocidas y lleváis a Jade en una burbuja.
Pero os cree. Probablemente lo que ha visto en los días anteriores os dé la razón.
- De acuerdo.- responde a la propuesta de Citrino.- Pensaba que en Santuario sólo estaba Petalita.
Empieza a ir a la plataforma detrás de Esmeralda, pero se asusta cuando la guerrera se gira de repente. La diferencia de tamaño es suficiente para que se sienta muy intimidada por su presencia.
- Sí... Creo que sí.- responde mientras recobra la compostura.- Petalita... le dijo que la ayudaría a buscarlas. Pero yo no sé a quién se refería. Jade quería saber dónde estaban "las demás"...- hace una pausa para pensar.- Jade tenía esperanza. Petalita... sonreía. Sonreía sin sonreír.- añade mirando a través de Esmeralda.
Niega con la cabeza y se sube al teletransportador lentamente, vigilando a la guerrera no sea que haga otro movimiento brusco.
- Soy Turquesa.- dice después de un silencio.- Petalita dijo que es de buena educación presentarse. Pero no sé qué es "educación".- explica encogiéndose de hombros y sonriendo con timidez.
Le genuina inocencia de Turquesa me hace sonreír. Me recuerda a Heliotropo.
- Educación es una manera de comportarse, respetuosa para con los demás.
Uso un tono suave, instructivo. En el fondo me gusta enseñar cosas al resto de gemas. Quizá esa debería haber sido mi función.
Junto a Esmeralda y Turquesa, subo a la plataforma de teletransporte.
- Sea como fuere, es hora de volver a casa - digo mientras activo el teletransporte, con destino a Santuario.
La luz os envuelve y os manda directamente al teletransportador que hay cerca de Santuario, protegido por ese extraño edificio a medio hacer. En la travesía, notáis cómo Turquesa pierde el equilibrio y se apoya sobre Esmeralda sin quererlo. Cuando aparecéis en la otra plataforma, trastabilla y consigue mantenerse en pie.
Os ponéis en camino. La gema os sigue de cerca por detrás. Mira en todas direcciones pero especialmente os observa a vosotras. Notáis su mirada clavada en vosotras. Tiene una expresión neutra y casi parece que os esté analizando con interés comedido.
En breve llegáis ante las puertas de Santuario, que se abren a vuestro paso.
Seguimos en la escena de Santuario