Partida Rol por web

Ha pasado mucho tiempo. No sabrías decir cuánto, pues cuando una gema pierde su forma física y se retira a su forma más básica, el tiempo es algo relativo. Lo que sí sabes es que algo va mal: no es normal que tardes tanto en regenerarte. ¿Qué habrá sido de ti? ¿Cuál será la razón por la que eres incapaz de recuperar el control de ti misma?

Sabes que hay métodos para impedir que una gema se reforme. Si pudieras sentir algo, quizá tendrías miedo. Sin embargo, todo pasa sin que te invadan las emociones. Desde que viste aquellos horrores en la gran guerra que dividió a tu gente, ya nada puede sorprenderte. Tiranas que esclavizaban a su propia gente para conseguir las riquezas de un planeta, rebeldes dispuestas a combatir contra sus propias compañeras para defender los ideales de tu líder... Una cruenta batalla sin fin que no llevaba a nada.

A veces, sientes la aflicción. Los rostros de las gemas a las que intentaste ayudar y no pudiste salvar. Es más fácil recordarlas a ellas que a las gemas que se sanaron gracias a tus habilidades. Por mucho que hicieras, no había forma de detener una guerra. No había manera de salvarlas a todas.

Y ahora, atrapada en tu propio ser, no puedes hacer otra cosa sino pensar. Incapaz de moverte, incapaz de liberarte. Sueles ver esa imagen que se te grabó en la memoria: una avalancha de rocas precipitándose sobre ti. ¿Te habrán aplastado? ¿Seguirá intacta tu gema, o es que estás hecha pedazos? ¿Es posible que estés enterrada bajo metros de tierra y piedras? De ser así... ¿Cómo será tu existencia?

Llevas tanto tiempo regenerándote que ya no queda nada por regenerar.

Solamente puedes pensar... Y pensando sólo acabas haciéndote daño.

Por otra parte, notas cómo tus fuerzas desfallecen cada vez más...

Una voz hace eco. Primero es un sonido lejano pero poco a poco se acerca más y más. Repite una palabra... tu nombre. "Obsidiana", susurra esa voz. Te está llamando y te es muy familiar.

Aquellas voces, aquellos rostros cortados que provocaban que volvieran a sus gemas, esos gestos de agonía, de dolor... Todas aquellas que también fueron sus gemas quebradas o fracturadas... Todo ese sufrimiento, todo ese mal hecho por el enfrentamiento entre hermanas, gemas de todos los tipos entre ellas ¿Por que había surgido todo aquello de esa manera? Y lo peor aun era ver sus rostros de dolor aquellas que con sus gemas agrietadas.

Y Hematita... Verla así... Verla poco a poco desaparecer para siempre... Aquellas fueron las últimas lagrimas que llegue soltar antes de que dejase de impactar en mi todo lo que llegaba desde fuera. Entonces aquella voz llegó a retumbar en mi mente.

"-¿Quien me llama?...-"

Un nuevo pensamiento que había llegado a mi mente tras tantísimos años al escuchar esa llamada ¿Que significaba ello?...

Sientes una presencia. No hay nadie a tu alrededor porque no hay nada. Sin embargo, puedes sentir como si alguien se acercara a ti. Lentamente, la sientes más cerca. Está junto a ti, quizá detrás. Te toca, te abraza. Sientes calidez. Esa presencia está tan pegada a ti que llega a fundirse contigo. Sois sólo un ser dentro de tu conciencia.

Esta sensación te llena de emoción, pero al mismo tiempo no querrías repetirla. No puedes repetirla. No después de todo lo que ha ocurrido.

- Ya has estado demasiado tiempo aquí.- dice la voz que se ha fundido contigo.

Sin siquiera un breve instante para recomponerte, todo desaparece. Sientes un profundo vértigo y notas como si te estiraran desde todas las direcciones. Algo está pasando, algo que no has notado en demasiado tiempo.

Te estás regenerando. Lo has conseguido.