Partida Rol por web

Asiento solemnemente ante la sugerencia de Obsidiana. Tomo con delicadeza una de las gemas que nos tiende a Heliotropo y a mí y la encierro en una burbuja de tono ambarino. 

- Más tarde podremos comprobar si están corrompidas o no. Por el momento lo más sensato es mantenerlas encerradas - digo con suavidad.

Miro a Ámbar.

- Parece que estamos todas de acuerdo. El Santuario es nuestro.

Esbozo una ligera sonrisa.

- ¿Cómo deberíamos proceder?

Ámbar sonríe, realmente contenta de que hayáis accedido a su petición. Detrás de ella, Esmeralda da un salto de alegría y Piedra Lunar suspira aliviada. Aunque sea sólo un poco, sentís cómo la tensión que hay entre vosotros disminuye. Como mínimo, las gemas que acaban de llegar parecen confiar más en vosotras.

Obsidiana da a Citrino y Heliotropo las tres gemas que lleva encima. La gema más joven consigue crear una burbuja, perfeccionando un poco más su habilidad. Citrino se encarga de una de ellas y, viendo que nadie más parece dispuesta a hacerlo, acaba por encerrar a la gema restante en una tercera burbuja.

Intercambiáis miradas. Ahora sois ocho gemas y, en teoría, trabajaréis en aras de un objetivo común. ¿Conseguiréis dejar de lado vuestras diferencias y cooperaréis para acabar con la amenaza de las gemas corruptas en la Tierra? El futuro es incierto, pero por algo se tiene que empezar.