Partida Rol por web

En busca de Acerak

2.1 Alessea, Drysiel y Zizel

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13/11/2008, 17:25
Alessëa

Aún no había dado ni un par de pasos, gráciles y tan delicados que las hojas caídas apenas ni crepitaron al ser holladas, cuando algo se movió cerca del camino que llevaba al claro. Se detuvo, haciendo al mismo tiempo un gesto con la mano a Shenasil. Quizá el perspicaz lunar ya se había dado cuenta, pero era posible que no...

Quieta bajo la trémula luz de unas estrellas más brillantes que la propia Selene, escondida esta noche tras una algodonosa masa de negro aterciopelado, Alessëa escuchó, y escudriñó las sombras que se enroscaban en los gigantescos troncos de arces, encinas y sombraltos...

¿Qué hay ahí delante...? ¿Qué se mueve en la oscuridad...?

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13/11/2008, 19:24
Drysiel

Se descubrió añorando a su hermana como si los metros que las separaban fuesen leguas; envidiando a ese magistrado que podía acariciarla con sus manos élficas, sin miedo a asustarla, dañarla o ni siquiera ser capaz de sentirla bajo una piel costrosa y sólida como el granito.

Desde la intimidad de la fronda, el monstruo que ahora era observaba la escena, en parte con envidia, en parte con melancolía. La parte más herida y vapuleada de sí misma se alegraba, sin embargo, por su situación, pues su deformidad alejaría de sí a todo pretendiente, quedando su amor puro hacia Eanor encerrado para siempre en este crisol de inmundicia con la que la habían investido.

Sin embargo, otro fuego mucho más apremiante ardía en su interior; uno que la acuciaba a actuar, a mostrarse y ofrecerse para solucionar la labor que tan ominosa aparecía impronunciada en boca del elfo: ella también conocía al Traidor; su maca pendía indeleble de su desaparecida piel. Quería devolvérsela multiplicada hasta la extenuación. Y luego, tal vez... tal vez pudiera descansar por fin, junto a Eanor, en un mundo en que esta aberración de cuerpo no sería más que un mal recuerdo. Bahamut proveería para su Garra fiel, si Drysiel cumplía su cometido; la devota servidora no lo dudó ni por un instante, y fue por ello que surgió a la luz del claro, sin importarle las consecuencias.

-Esperad.- dijo una voz quebrada y chasqueante, más parecida al grito silbante de una marabunta que a una dulce y melodiosa frase élfica –Escucharán las palabras desde su origen y contemplarán la verdad de estas por sus propios ojos. Os acompaño.- indicó el monstruo en que se había convertido la mujer, con un denodado arrebato de voluntad.

Notas de juego

Esto lo he escrito esta mañana, desde el curro, pero desde el proxy de google solo puedo leer, no postear, así que olvidaros de que pueda poner posts antes de la tarde-noche, si no es fin de semana. Afortunadamente, el post sigue siendo válido.

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13/11/2008, 23:11
Alessëa

El misterio dejó de ser tal cuando apareció Drysiel, surgiendo de entre las sombras.

A pesar de haberla visto ya innumerables ocasiones desde que había vuelto...  a pesar de que su corazón saltaba en su pecho cuando su mente le confirmaba que era verdad, que estaba viva... a pesar de que la sangre que corría  por sus venas le dictaba canciones de cuna que Alessëa había tarareado a su pequeña hermana... a pesar de todo eso, era inevitable: cada vez que Drysiel se mostraba, la mestiza tenía que contenerse para no dar un paso atrás, para no demostrar su horror.

E, inmediatamente, se maldecía a sí misma por una reacción tan pueril, tan mezquina. Su hermana era la misma, con una coraza más, completa y terrible, pero solo eso, una coraza. Se decía a sí misma que aquella que había tras esa coraza seguía siendo la dulce elfa que entregó su amor al noble Eanor, la que cuando partió hacia Bosque Alto, aquella madrugada de otoño, le entregó junto a una lágrima cristalina la diadema que ahora mismo llevaba, la Eärwen Silimaurë , el Fuego Radiante, que había labrado y engarzado con sus propias manos, y cuya aleación había forjado en aliento de Dragón para ella.

Esta vez, quizá por la gravedad de las nuevas, sin embargo, los ojos de Alessëa resbalaron en las brasas que asomaban por las rendijas reptilianas de su hermana, y lo hicieron sin miedo, sólo con ternura. Expresión que cambió al punto, al escuchar las palabras que pronunciara. Y la fatalidad llenó su mirada, y la compartió con ella.

-Vamos pues, Drysiel, hermana. Escuchemos la verdad, y que decidan nuestras conciencias el mejor camino a seguir. Solonor y Bahamut guiarán nuestras respuestas.

Y avanzó junto a los dos, tan distintos y tan semejantes, de regreso hacia La Maraña.

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16/11/2008, 20:21
Director

 - Será mejor que nos vayamos,  no podemos perder tiempo. -Dijo shenasil tendiendoles la mano. Cuando le dieron la mano notaron como el cuerpo se les paralizaba, el aire se detuvo, y vibro como si estuviera compuesto de humo, y en ese momento el paisaje que tenían delante cambió. Ante ellos apareció un rico y fabuloso valle,  las casas estaban trabajadas en el paisaje, mezcladas con plantas que crecían en el lugar y formando una serie de bellas arboledas, pequeños valles frondosos y vistas encantadoras. El Gran Valle de Evereska y el muro de la ciudad alojaban la mayor concentración de elfos lunares que permanecen en Faerun; era un lugar donde se cultivaba la belleza y donde muy pocos forasteros eran bien recibidos.
pájaros, gatos y pequeña fauna silvestre de todo tipo eran numerosos, incluso dentro de la misma ciudad. Hay una increíble diversidad de árboles poco frecuentes fuera del Valle. Los más comunes el roble, boxwood, el nogal, shadowtop, duskwood, bluetop y árboles hojasazules, que eran esculpidos por los mágicos evereskanianos, una guirnalda más del valle en su real follaje azul.
Rodeado por la Muralla del Prado, el centro del valle tenía un anillo interior de pequeñas colinas. Las tres colinas más altas, conocidas como las Hermanas, formaban un triangulo prácticamente regular alrededor de la ciudad de Evereska. Las colinas eran rotas por el río Aguas Cantarinas, el cual fluía a través del lado occidental de la ciudad. Excepto cuando estaba oculta por la neblina o la fina lluvia procedentes del moribundo mythal durante el sitio de los espinardos, la ciudad en si misma era una maravilla de presenciar, comprendida por una serie de jardines de césped y terrazas arboladas con cristalinos riachuelos que desembocaban en pequeños charcos y fuentes. No había calles propiamente dichas, pero si caminos zigzagueantes, algunos de los cuales se hallaban cubiertos de vegetación y la flora local. Notas musicales, cantos y pequeñas criaturas del bosque llenaban el aire pero sin llegar a ser algo molesto.
Muchas casas eran trabajadas en el propio paisaje, mezclándose con el crecimiento de las plantas y dando lugar a una serie de bellas emergencias, depresiones y vistas espectaculares. Otras son espléndidas mansiones con muchas agujas y balcones que ascendían a través de los enormes árboles. Finalmente, algunas casas abandonadas.

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16/11/2008, 20:56
Director

Notas de juego

Os dejo por si quereis postear algo y sigo

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17/11/2008, 20:32
Drysiel

Los inquietantes ojos de Drysiel observaron el bello paisaje como si fuera una bonita tela que acabara de ensuciar con su mera presencia. Sus abultados globos oculares describieron un arco descendente hacia un costado, mientras la vergüenza los apartaba de la escena. Deseando que la concurrencia no se hubiese percatado de su presencia, su primer impulso fue abrazar la madre tierra: su único remanso de paz en la tempestuosa corriente de la vida que actualmente la impulsaba. Sin embargo, la situación requería de la poca entereza que pudiera reunir. Así, agachando la mirada para no advertir las inquisitivas miradas que la condenaban por lo que era, se dispuso a caminar tras sus dos acompañantes, mientras trataba de omitir los constantes susurros en su cabeza:

-¡MÁTALOS! ¡TE ODIAN! ¡NO TE MERECEN! ¡TÚ ERES LO QUE IMPORTA AQUÍ! ¡ TU PODER ES INFINITO!- decía la eterna letanía, mientras dibujaba siluetas de sangre y v´siceras en aquellos sobre quienes posaba la vista.

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18/11/2008, 08:19
Alessëa

Alessëa suspiró, dejando que la belleza de Evereska se infiltrara por sus pupilas, por los poros de su piel. La inundó como una bocanada de aire puro en una mañana de primavera, como una suave ola en una caleta recóndita, protegida por una barrera de coral tras la que la tormenta ruge y estrella su ímpetu.

Notó la presión de la mano de Shenasil, sin duda él estaba orgulloso de esa Joya de su raza, de la impresión que causaba en ella. Se giró hacia él, y  le sonrió...

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18/11/2008, 15:38
Director

Shenasil se detuvo delante de una pequeña construcción que estaba vigilada por cuatro elfos. cuando bajasteis la cosa no pintaba muy bien.

 

En una de las mazmorras un hombre de aspecto extraño era el único habitante de las mazmorras elfas.

Notas de juego

Iba a postear algo mucho mas currado, pero creo que para daros algo de juego permitire que lo hagáis vosotros, es una escena importante, y no quiero quitaros protagonismo

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18/11/2008, 20:58
Director

Adonde está el sacerdote elfos?
Zizel se levantó desde el rincón donde se encontraba, era un hombre de mediana edad, su rostro, blanco en su cutis no decía demasiado.
Mostraba signos de haber sido maltratado, por supuesto golpeado, ahora, una de las piernas de lo que parecía un pantalón ya no estaba, revelando en su pierna derecha una serie de inscripciones que partían desde su pie hasta lo mas alto de la misma.
Un murciélago permanecía inmóvil en un costado de la celda, colgando de alguna saliente pequeña en la pared. La criatura no se movía.
El humano, levantó sus manos mostrando unos extraños grilletes no eran como ningún otro que se hubiera visto antes, estos tenían una inscripción en color dorado que ahora parecía crepitar con unos chisporrotazos de un color azul intenso.

Aquí los he estado esperando, no tengo miedo a mi juicio ya que no he hecho nada, pero ustedes elfos si lo han hecho.

Alternaba la mirada continuamente en aquellos que se habían plantado en la puerta y en sus manos, parecía mirar con detenimiento aquellos grilletes y sus dedos, los cuales miraba con un alo de melancolía.

 

Movía continuamente sus pulgares aunque no intentaba liberarse de sus ataduras.

También me gustaría saber en que me he visto inmerso, poco he podido entender que ha pasado aunque por supuesto he analizado varios supuestos.
De que me acusan ustedes inmortales?

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18/11/2008, 22:20
Drysiel

El monstruo agitó sus garras nervioso, mientras su cuerpo se fundía instintivamente con el entorno predominantemente gris y oscuro, como su rugosa piel. El hombre le resultaba un completo desconocido y, por otro lado, ella se sentía tan fuera de situación como en cierto modo lo estaba él. Dicho de paso, las palabras ya no eran lo suyo. Puede que otrora sí, pero... ya no. Así, refugiada entre las sombras cercanas, la terrible criatura se mantuvo en un segundo plano, en silencio.

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19/11/2008, 03:51
Zizel

Luego de un momento de observar a los elfos Zizel reaccionó al ver a aquella criatura.
Probablemente perdido en sus manos y en las caras de los elfos, ellos lo habían encerrado después de todo.

Es una mujer semidragón?
Pero que deformidad ha sufrido o se se ha hecho a si misma?
Se preguntó.

Le costaba entender como los elfos habían llegado tan lejos, el Oscurantista los había corrompido por completo?
Miró con más detenimiento a aquellos nuevos seres, viendo si poseían algún símbolo sagrado de algún tipo.

No inmortales, no me asustaré frente a su criatura, si quieren sacrificarme a ella estoy listo, para lo que sea estoy listo.
Sirvientes de Moander? Como habéis caído tan bajo, creo que hasta a los Drows les daría asco tratar con dios de esa calaña.

Giró y miró al murciélago colgado en la pared y le habló como quien habla con una persona.

Algo extraño pasa aquí Kricco, no creo que el Oscurantista esté metido con estas criaturas.
Más bien parece que los elfos me han encontrado en un lugar que no era el correcto.
Es evidente que dudan de mí.
Murmuró, aunque sabía que lo escuchaban.

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20/11/2008, 18:26
Drysiel

Los brazos articulados del horror pétreo se agitaron nerviosos, mientras sus ojos mraban a los lados buscando inconscientemente a una figura que sabía que no esta allí; podía “sentir” que no estaba allí, por las casi imperceptibles vibraciones del entorno. Ni tan siquiera necesitaba volverse, de hecho: sus bulbosos ojos reptilianos aumentaban su ángulo de visión muy por encima de los de un ser normal:

-¡HABLA DE TI, ESTÚPIDA! ¡ ARRANQUÉMOSLE LAS ENTRAÑAS Y DEVORÉMOSLAS COMO EL MONSTRUO QUE ESPERA QUE SEAMOS! ¡CÓMETELO!- gritaba con insistencia su voz interior.

Por un instante su imaginación... tal vez más la del eco en su cabeza más bien, evocó olores sabrosos y gustosos, mientras su boca salivaba. Asqueada de sí misma, rebulló inquieta, acercándose un paso, abriendo la mandíbula bifacetada a los lados, como para decir algo. Su gesto más parecía una amenaza que una objeción cuando su poderosa pierna derecha la movió unos palmos para adelante, inmiscuyéndola en el círculo de hablantes.

Entonces pareció arrepentirse de haberlo siquiera intentado y reculó girándose lentamente, mientras luchaba contra la retorcida conciencia que la conminaba a desmembrar al infortunado:

-¿Y quién eres tú que tan listo te sientes?- dijo con un tono entre vejado, ofendido y melancólico, realmente más para sí misma que para el prisionero.

Sus hombros ya se volvían tratando de ocultar su fealdad, lo que liberó un pequeño reguerillo de sangre desde sus alas. El fluido se evaporó instantes después sin siquiera haber dejado marca de su presencia... inquietante, sin duda.

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20/11/2008, 19:01
Alessëa

Olía la reclusión, olía el maltrato, olía la impotencia. Pero no olía miedo. La celda, pequeña y extrañamente lóbrega para un entorno élfico, mostraba las paredes de roca, y la luz era tan escasa que incluso para sus pupilas la figura del humano no aparecía nítida por completo.

Se acercaron, y le vio entonces mejor. Dejó que hablaran, el hombre, quien clamaba desde el discurso de la incomprensión y la fatalidad, y Drysiel, desde su torturada ambivalencia. Contenida, a pesar de eso. Vio al pequeño animal que le acompañaba, y el modo que tenía de dirigirse a él le dijo mucho más.

Dejó pasar aún unos segundos, como si esperara respuesta a la pregunta de su hermana. Y entonces intervino.

-No somos sirvientes de ese dios al que maldigo. Ni somos verdugos, y tampoco jueces. Mírame, no llevo ropajes de Magistrada. Pero harás bien en responder a lo que te preguntemos, humano, porque de tus respuestas puede depender no sólo tu vida. Puede que de ellas dependa mucho más, todo aquello que te importa. Se acercan tiempos de negrura, las Profecías florecen, los dioses se revuelven en su retiro, y aquellos que deberían descansar se levantan.

Acercó su rostro sereno al del hombre, escudriñando sus facciones, calibrando su sinceridad.

-Has sido encontrado en una situación ambigua. Y has hablado de tal modo que has hecho dudar a los sabios entre los sabios. Ahora hay desacuerdo acerca de ti. Sin embargo, es necesario que sepamos, que aclares tus intenciones, que aclares tu historia. Cuéntanos, cuéntanos todo. Desde el principio. Y quizá no sólo te salves... quizá te ayudemos. O quizá no...

 

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20/11/2008, 20:00
Director

Shenasil busco inconscientemente la mano de Alessea, la calidez de ella le daba paz, no podía creer la desfachatez en boca de ese humano, se le había encontrado con el libro prohibido y cerca suyo los restos del ritual

- Graves pruebas apuntan en tu contra maldito hechicero, No entiendo que es lo que te hizo devolver a la "vida" al oscurantista, el cruel y miserable tirano que disfrutaba atormentando a seres inferiores y haciéndoles destruir aquello que les era más querido. -Las palabras del tirano estaban cargadas de dolor. Shenail apreto con mas fuerza la mano de Alessea, como si el contacto de esta pudiera borrar algun oscuro recuerdo del pasado

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21/11/2008, 00:08
Zizel

Jajajaja… aaaaaaaaaaaaaaaaajajajaja
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajajaja…
Rió Zizel desenfrenadamente.
El humano se calmó y se sentó en un costado de la celda.
Ay elfos, lamento mucho que nos veamos inmersos en tretas de dioses, más aún cuando nos utilizan en su favor engañados como si fuéramos sus marionetas.
Sonrió al ver a la mujer elfo tomada de la mano al otro de su mis raza.
Fúfalas Palantír, no conozco demasiado su lengua, pero he aprendido a decir “Mucho Gusto”.
Me alegra mucho estar entre amigos.
Miró incluso a la criatura de los seis brazos.
Allí bajo sus manos y dejó de mirar continuamente sus pulgares.
Definitivamente esos tatuajes en su pierna era algún tipo de conjuros, como quien escribiera su libro en su propia piel, o al menos algún hechizo.
A esta altura ya podían haber distinguido que Zizel hubiera sido capaz de arrancarse él mismo sus pulgares con sus dientes para luego teleportarse vaya a saber a que lugar.
Sin dudas, el que reconocían ya como un mago, esperaba por sus captores y estaba dispuesto a cualquier cosa si se hubiera visto en peligro.
Si, muy feliz, aunque sentía en cada paso que daba veía que me había inmerso en algo grande no sabía como terminaría, a veces es difícil determinarlo todo de antemano.
Así empieza esta historia amigos elfos, al menos si tienen tiempo de escucharla, creo que si inmortales, mucho más tiempo que yo por supuesto…

Allí Zizel se paró, se acercó a la reja y miró a cada uno de ellos a los ojos mientras hablaba, su mirada reflejaba fascinación en cada una de sus palabras y parecía volver a vivir las escenas que relataba en cada momento.
Era un día muy hermoso aunque como dije anteriormente algo había en el aire.
Aguas profundas estaba llena de vida, ella bailaba y la música, la música era hermosa, cada nota decía y hablaba de la creación, hasta parecía escribir una nueva aventura.
Después la vi y me acerqué, como podía resistirme a su belleza, Ah!!! Aquí los dioses me engañaron, fue lo primero que hicieron.
No, no fue ella pero el destino fue duro conmigo o esta tal Cazhalandra Paloemar la “encargada del templo del señor de la mañana” al menos eso decía, no se si la conocen, pero hablaba de La Sangre de Lathander, y como había sido robada.

Hizo una pausa…
Hay algo más aquí que el Oscurantista, Moander, no se que es… La reina araña? Bueno, no mezclaré mi relato con mis teorías.
Sigamos,
Dijo secamente.
La misión parecía sencilla, recuperar la sangre Lathander, la tenían y la querían destruir como seguramente ya se habrán imaginado, una secta de adoradores de Moander.
Si, la recuperamos y si, querían destruirla.
Y aquí es donde la historia se complica…
Ahora con la sangre en la mano, lo que dictaba la lógica era claro, guardarla y protegerla como es debido pero… Paloemar tenía otra idea, me comentó que con ella podríamos destruir para siempre la esencia del dios Moander.
Destruir a un dios maligno, bueno, es algo que cualquiera quisiera hacer, creo que hasta sus mismos adoradores en busca de obtener su poder no?
Ella sabía donde estaban sus restos, así que nos dirigimos hacia ese lugar, perdimos a casi todos los que iban con nosotros que ya a esta altura, deberá ser por los golpes, apenas si recuerdo sus rostros.
Y allí aparece su libro, debería haberlo conocido pero no, esto era nuevo para mí.
Debía ayudarla a hacer el ritual para que ella invocara el poder de la sangre y acabar con él.
Allí la joya que contenía la sangre comenzó a brillar, quedamos extenuados por el ritual, creí que los restos de Moander se movían.
“Jajajaja… Aaaaaaaaaaaaaajajajajaja!!! “
Reí en tono muy alto y con un tinte de locura.
”Hemos… hemos… despertado al dios… “
”Cazhalandra Como puedes ser tan idiota o tan inteligente, eso no lo puedo definir ahora. Le dije a la sacerdotisa.” Grité.
Allí desde el suelo me arrastraba mientras hablaba.
”Moander, Oscurantista, o como quieran llamarte, bienvenido. Bueno… una vez más.”
”Los dioses son tan raros, buscandonos continuamente como marionetas forjadoras de su historia.”
”La Sangre de Lathander, Señor del Alba no creo que tu sangre halla buscado esto, como me he visto inmerso en todo esto?”
”No lo lo se… Al menos tampoco puedo decirlo ahora.” Eso fue lo último que dije.

Busqué entre mi bolsa, de allí extraje un dedo de zombi, si del dios de la podredumbre se trata, no me quedaría sin enfrentarlo con sus armas.
Resoplé, como si fuera mi último aliento, momento en el cual utilicé me magia.
Pensé que podría aguantar su presencia o lo que se avecinara, sea lo sea haya hecho ya estaba hecho, ahora debía luchar.
En ese momento la norme masa de vegetación en descomposición, los supuestos restos de Moander, que parecía una enorme cabeza humana con tentáculos como pelo que servían como “manos” y que tenían bocas en ellos, se movieron
Noté como me había quedado inmóvil, mi cuerpo ya no me respondía, una risa estridente de triunfo, a mi lado me hizo girar la cabeza, entonces vi la carne sobre le rostro de Cazha cambiar y metamorfosearse como si tuviera vida propia.
Me pregunté una y mil veces si en el viaje había tratado de ver más allá de una posible ilusión en la clériga, pero era tarde.
Cuando hubo acabado la transformación, delante mío ya no tenía el cuerpo de la clériga, si no la de un hombre de mediana edad de pelo castaño y con cuidada barba en la que ya se podían ver las primeras canas.
Antes de que mis ojos se cerrasen en contra de mi voluntad, lo último que ví fue que la desconocida figura que tenía delante seguía riéndose.
El resto de la historia creo que la conocen…
Zizel se volvió a sentar y llamó a Kricco quien voló y se posó encima de él.

Notas de juego

Es un post largo pero bueno, tenía que contar lo que había pasado.

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22/11/2008, 17:35
Alessëa

En silencio siguió escuchando las palabras, las frases encadenadas con pasión y con lo que parecían hálitos de locura. El hombre hablaba de hechos tremendos, y su historia se desgranaba con horribles visos de veracidad, por lo menos estaba bien tramada. Sin embargo eso no demostraba que fuera cierta. Pero fuera como fuera, las piezas empezaban a encajar. Aunque aún faltaban algunas...

Con el contacto de las yemas de los dedos de Shenasil reconfortando el incipiente malestar de Alessëa, había algo en ese hombre que se proclamaba inocente de lo que la evidencia le acusaba que la hacía estremecer, la elfa siguió hablándole, buscando la verdad.

-Dices mucho, y dices bien. Entonces, afirmas que te movió la pureza, que querías liberar al Mundo de la zarpa del dios maligno, pero que te engañó un mago oscuro, que se transmutó a tus ojos en una bella mujer que te atrapó y te utilizó.  Sigue. Cuando te encontramos estabas junto al libro negro, y estuvo claro que tú habías despertado  al dios Pútrido, tal como Bran, el Sacerdote de Lathander, había dicho, acusándote. Ahora dices que no es tal, entonces, ¿acusas tú al clérigo de ello, Zizel? ¿Cuentas con alguna prueba que desmienta el relato de Bran...? Alessëa parpadeó una mínima fracción de segundo. Había algo más. Por un cortísimo lapso se vio transportada en el tiempo, otro lugar, otra era. Su vida era larga vista desde la óptica efímera de un humano, y estaba repleta de historias de traiciones y engaños.

Antes de ser digna de responder a la elección que Solonor había hecho de ella, de heredar con dignidad el Portador del Equilibrio, había sufrido largos y duros años de entrenamiento, de soportar arduas pruebas para verificar su temple y su transparencia. Y en una ocasión, sola se había quedado, enfrentada a los magos oscuros en la Torre Negra de la zona glacial de Abyss...

...la salvó del descrédito y de algo peor que la muerte, del deshonor entre los suyos y ante el Oráculo que la había señalado el testimonio de un niño. Un niño.

Sí. También ella había sido víctima en numerosas ocasiones de la malintencionada habilidad de los servidores del mal, había estado a punto de sucumbir a falsas pruebas, a palabras torcidas. Como víctima, y como juez. No iba a dejar que sucediera de nuevo, si podía evitarlo.

Sacudió la cabeza, y volvió a asetear con sus pupilas las ascuas del humano. No juzgaría a la ligera.

-¿Cuentas con testigos de lo que ocurrió? Danos nombres, Zizel... danos los nombres de aquellos que estuvieron allí... o de aquellos que, no estando, te conocen bien, y pueden hablar de tu sinceridad...

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22/11/2008, 23:39
Zizel

Zizel levantó su cabeza y miró a la mujer.

Bueno, tanto como que me ha movido la pureza de querer destruir a un dios maligno no ha sido tampoco.
Pero si, quería destruirlo, al menos parecía una oportunidad de hacer algo bien o por el bien si es más claro.

Se llevó la mano a la barbilla y continuó.

Bran el sacerdote de Lathander? No lo conozco, no tengo el gusto.
Tampoco puedo negar que he sido parte del despertar del dios, no eran los planes iniciales como ya he contado.
Esta tal Cazhalandra Paloemar, parecía saber mucho sobre como acabar con Moander para siempre y simplemente fui engañado para ayudarla a hacer el ritual.
Ella fue la que cambió, a esta altura no puedo precisar si siempre fue disfrazada como mujer y luego de que el dios despertase tomó su forma original o si el dios la transformó.
Me inclinaría a que he sido vilmente engañado por una simple polimorfización.

Cegarse por un objetivo, eso ya me ha pasado una vez.

Testigos? Los muertos que estuvieron conmigo, eso si es que pueden sacarles algo de información, de cualquier manera no es de lo más agradable hablar con los muertos no?

Luego miró al murciélago que estaba en su regazo y abrió los ojos de par en par.

Ah! Claro, Kricco, Kricco lo vio todo, pueden preguntarle a él, ve con ellos muchacho, no son mala gente, mira, hasta aquel tiene muchos brazos para cargarte.

Zizel no vacila por un segundo en sus palabras, de forma que parecería estar diciendo la verdad, o al menos lo que él cree que ha pasado.

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23/11/2008, 15:32
Drysiel

-Es... "aquella".- dijo el engendro en que se había convertido Drysiel, con la voz rasgada por un llanto, que sin embargo no podía brotar de sus ojos deformes y carentes de lacrimales.

Por fuera la dureza del ser resultaba una pesadilla encarnada; pero por dentro, un blando corazón se autofustigaba en la evocación de una mujer que puede que hubiera engañado a este mentecato, o puede que, aún peor, hubiera sufrido el mismo horrible destino que ella; tal era la naturaleza de aquel distante poder de un reino de horror.

Cazhalandra... aquel nombre repercutía en su cerebro como el eco de la primera pisada sobre un camino. De algún modo resultaba vagamente familiar; pero la mujer no conseguía distinguir si por un recuerdo benigno, uno maligno, o una mera invención de la retorcida mente demoníaca que ahora convivía con ella. De no ser por la fortaleza de Bahamut y las reliquias con las que los clérigos del dios habían preservado su cordura, hacía tiempo que habría sucumbido a aquel lado oscuro que trataba de crecer en su interior como un cáncer. Si tal había sido el destino de la mujer, comprendía muy bien cómo había ocurrido... pero aún peor, sabía que no tendría vuelta atrás. Fuera lo que fuese ella, ahora era parte de las huestes del aborrecible.

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23/11/2008, 18:02
Alessëa

Alessëa se movió, medio inquieta, medio ofendida.

-No estoy bromeando, ¿te lo parece? No juegues con nosotros, no lo hagas. Una mirada sesgada se escapó se la elfa hacia su hermana, que en ese momento respondía una única palabra, en un tono que llegó al corazón de la arquera como la más veloz y más poderosa de sus propias saetas. No conoces a Bras... entonces, ¿no sabes cómo se llama ese hombre de mediana edad, pelo castaño y barba entrecana...? ¿Ese hombre en el que dices que se transmutó Cazhalandra...? Bien...

Se giró hacia Drysiel y le dirigió una mirada que intentó calmar la herida que el humano podía haber abierto. Pero se dió cuenta de que era inútil... la herida que cargaba Drysiel era mucho más antigua, y mucho más profunda. Suspiró imperceptiblemente, y sonrió para ella, para su hermana, monstruosa y querida, ambas cosas. Sonrió también imperceptiblemente para el resto... no para los ojos afinados y agudos de la receptora de la Esencia de Bahamut.

Y después soltó su mano, aún sostenida por Shenasil, y le miró a él. Él sí era Magistrado, él sí podía decidir.

-Hay que enfrentarles, a él y a Bras. Y quisiera que me llevaras a ver al mediano. Pero antes... se giró de nuevo, encarándose al hombre de los tatuajes, que jugueteaba con su murciélago como lo haría con un hijo. -¿Quién es Yalashad, el Mediano, para ti...? ¿De qué le conoces...?