Partida Rol por web

El lenauro esperaba la respuesta del elfo cuando por la escalera apareció el ex-prisionero, llevando su equipamiento en los brazos y perdiendo sangre por sus manos. Al verlo, por un momento se olvidó del elfo y acercándose al mismo observó con cuidado sus heridas

- Eso se ve mal, permitidme que alivie, aunque sea un poco, ese dolor - comentó mientras se concentraba en los dones que Mielikki le había otorgado. De sus manos surgió una leve luz azulada que consiguió restaurar las maltrechas manos del mago.

Sin embargo, su acción fue el preludio de sus palabras - Equiparos rápido. Espero que nos ayudeis a encontrar a quien os colocó en esa celda... quizás tengais algún conjuro que nos ayude a ubicarlo? - preguntó - Si es necesario puedo elevaros sobre el lugar para que tengamos mejor visión de la ciudad -

Mientras subía a lomos del Lenauro le dijo.

Mira Lenauro, tengo una mala noticia para tí y para los elfos.
No creo que puedan encontrar a Brass ahora, de seguro ya está lejos de aquí.
Tampoco creo que ese tal Shenasil pueda hacerlo, confío en que nosotros lo hagamos luego.
La búsqueda de Brass será parte de todo lo que hagamos.
Por cierto...
Me siento mucho mejor gracias. Además de estar feliz ahora.

- Me llamo Askritt - contestó el semicelestial al ver la forma en que lo llamaba el mago - Y quizás no lo encontremos, pero no será por no intentarlo - Al sentir como el extraño humano se acomodaba sobre su lomo, reacomodó sus alas para que no le molestase en sus movimientos y volvió a elevarse unos centímetros antes de volver a insistirle al elfo - Por donde estaban? No queremos que huya! -

El lenauro estaba listo para dirigirse hacia donde le indicaran y esperaba que el tal Brass no hubiera huido. Conocerá la furia de Mielikki se planteo mientras verifcaba que la bolsa donde llevaba sus piedras mágicas estuviera bien acomodada en su cintura.

Cuando salieron al exterior nada parecía haber perturbado la paz de aquel vergel extraferunico. Las El río Aguas Cantarinas, seguía fluyendo a través del lado occidental de la ciudad como si tal cosa, arrancándole melodiosas notas al aire conforme discurría su tranquilo camino. Rodeado por la Muralla del Prado, el centro del valle tenía un anillo interior de pequeñas y suaves colinas, eran conocidas como las hermanas y formaban una especie de triangulo con la ciudad .

Observaron que el campeón de la guardia elfa que les había venido a avisar se alejaba mas rápido de lo que cualquier ser podría desplazarse, el elfo parecía dirigirse a la aguja de cristal de la cual se rumoreaba que era una de las moradas de Corellon.

Shenasil les había esperado, pero era evidente porla expresión de su rostro que ya querría estar al lado de su compañero para encontrar a ese Brass, ese asesino, blasfemo, y corrupto ser que les había engañado y que ahora estaba en el interior de su Amada ciudad.

- Hemos de localizarle antes de que sea demasiado tarde. Si se ha infiltrado aquí guiado por quien me temo es que trama algo temible. ¡VAAAAAMOOOOS! –Grito mientras empezaba a correr en la misma dirección que el elfo que les había avisado, sus rápidos movimientos de manos indicaban que estaba nervioso, solo Alessea que le conocía bien sabía que esta tormenta de emociones, luego en combate o frente al problema se transformaba en una mente calma y serena, capaz de manejar con una frialdad y precisión increíble las situaciones mas complicadas.

- Vamos - El lenauro, con el mago sobre su lomo, simplemente pasó sobre la elfa que sería su guía y, con un movimiento seguro, aferró su cintura con sus musculosos brazos y aleteó con fuerza, siguiendo el camino que el guardia les mostraba con su carrera - Estad atentos, ambos lo conoceis - les indicó mientras avanzaba con seguridad y, en pocos segundos alcanzaba al elfo que los precedía.

- Decidme por donde - añadió al alcanzarlo y, dejarlo atrás - A la torre? -

Cuando salió al exterior nada parecía haber perturbado la paz de aquel vergel extraferunico. Las El río Aguas Cantarinas, seguía fluyendo a través del lado occidental de la ciudad como si tal cosa, arrancándole melodiosas notas al aire conforme discurría su tranquilo camino. Rodeado por la Muralla del Prado, el centro del valle tenía un anillo interior de pequeñas y suaves colinas, eran conocidas como las hermanas y formaban una especie de triangulo con la ciudad .

Observo que el campeón de la guardia elfa que les había venido a avisar se alejaba mas rápido de lo que cualquier ser podría desplazarse, el elfo parecía dirigirse a la aguja de cristal de la cual se rumoreaba que era una de las moradas de Corellon.

Shenasil les estaba esperando, pero era evidente porla expresión de su rostro que ya querría estar al lado de su compañero para encontrar a ese Brass, ese asesino, blasfemo, y corrupto ser que les había engañado y que ahora estaba en el interior de su Amada ciudad.

En la sala del trono estaban reunidos algunos de los miembros del consejo, la alta y majestuosa figura del rey Thranduil  se sentaba, meditabunda, en su trono; en pié, frente al rey, la alta y enigmática presencia del gran mago Calaf. Su barba blanca se prolongaba casi hasta sus pies, contrastando con el color negro oscuro de su manto y su gorro puntiagudo. La expresión de Calaf era de concentrada gravedad.
-Majestad, nuestros peores temores se están haciendo realidad. Nuestros espías nos comunican que en los reinos  vuelve a haber movimiento de tropas. Se han visto hordas de no muertos. Hacia tiempo que no merodeaban los no muertos  en nuestras montañas. Ahora vuelven a ser vistos.
-He mandado reunir un nuevo grupo de aventureros. –contesto el rey- En esos momentos irrumpió en la estancia un capitán con noticias de tierras lejanas. El rumor de que un Hobbit se le esperaba en la ciudad, pero que algo le estaba demorando en demasía y eso era malo. Cuando Drysiel irrumpió en la sala. El mago Calaf la miraba gravemente,  el rey posó sus manos sobre los manillares del trono, con la mirada altiva.

- ¿ Que os traé aquí?Estamos discutiendo asuntos de extrama gravedad Mi queridisima Drysiel  -Dijo con tono amable

A Zizel se lo veía preparado, pese a estar en cautiverio un tiempo no perdía ni un segundo su foco, siempre veía adelante.
Mientras viajaba arriba del Lenauro se ponía su equipo, no era demasiado y facil de colocar, no había armaduras.
En definitiva, el mago era simple, llevaba lo que necesitaba.

Askritt, dudo de que alcancemos al menos una victoria vana.
Sin embargo ya te considero mi compañero y daré mi vida por ti, estoy listo, no como quisiera pero listo en las circunstancias.
Que hoy se el inicio de una historia que los bardos contarán por generaciones.
Que los celestiales y los mortales caminen juntos a la batalla.
Que el mal se acabe.
Que hoy sea hoy, y hoy, hoy mi amigo, empieza el fin de muchas cosas.

Kricco volaba a un lado aunque lejos de Askritt y Zizel, no tenía mucho por hacer ahora pero quería acompañar al mago.

Comprendiendo abruptamente la maleducada osadía de su intromisión, Drysiel frenó su avance, recogiéndose como un perro arrepentido ante la bondadosa mirada del rey:

-Yo... eh... excusadme alteza. Busco... venía buscando a quien se hace llamar Yalashad. Exóticos extranjeros me comunicaron en las mazmorras que el medciano vio morir a mi... a Eanor. Disculpadme; no pude evitar... no tengo excusa.- dijo el monstruo, mientras se recogía compungido hacia una esquina, dando la sensación de que de un momento a otro se colapsaría sobre sí mismo, si seguía intentando empequeñecerse -Si tan solo pudierais indicarme dónde se encuentra... - dijo por fin esperanzada.

Mas su voz interior la fustigaba con dureza por su pusilanimidad entre tanto:

-¡ACABA CON ELLOS, MATALOS Y TRÁGATE SUS ENTRAÑAS! ¡NO TIENEN LAS RESPUESTAS QUE BUSCAS Y NO MERECEN MIRARTE SIQUIERA! ¡TE PONES EN RIDÍCULO! ¡ALZA ESA PODEROSA CABEZA Y ENSÉÑALES QUIÉN ERES! ¡EXIGE!

- Tranquila, solo es que nos has cogido en un mal momento. Algo nos esta atacando y hay que tomar manos en el asunto antes de que sea demasiado tarde.  - El Rey Thranduil se levanto de su trono, enfundado en su armadura de batalla, Drysiel se fijo en que Cantarina, la espada del rey no estaba atada con el nudo de la paz, eso era mala señal, solo la desataba cuando se dirigía a la batalla.

- Hija, estábamos  esperando a ese Yalashad, pero algo grave debe haberle sucedido pues aún no ha llegado. Necesito que me acomp... - El rey se detuvo un segundo como si estuviera escuchando a alguien que solo el podía oir. - Pensandolo mejor, calaf, ayuda a Drysiel a localizar a ese Mediano y traedlo aqui, si necesita ayuda prestadsela. -Luego alejandose junto con sus hombres Drysiel le oyo murmurar - Espero que sepas lo que haces...

- Bueno pequeña, parece que tenemos algo que hacer. -Calaf no parecía muy contento con la misión que su Rey le había encomendado. Calaf se dirigió a las escaleras que conducían al trono, las subió y entonces tras pronunciar unas palabras apareció a ante la vista de todos una especie de orbe que como bien sabía Drysiel era capaz de escrutar tierras lejanas, incluso encontrar a amigos o a enemigos que se escondían en las sombras.

- Bueno, dime lo que sepas de ese Yalashad, o mejor aún si tienes algo que le perteneció o si sabes de alguien conocido que este con el, alguien con quien este familiarizado, eso podría ayudarn os a encontrar a tu amigo

Drysiel observó el esférico artefacto con tanta esperanza como curiosidad, mientras los engranajes de su rápida mente élfica, afilados por su transformación dragonil, funcionaban con rapidez:

-Ikritt, el familiar de Eanor; el celestial dijo que el dragoncillo se había encariñado con el mediano. Del individuo poco más sé, a parte de ello y de que conoció y vio morir a Eanor en persona. Si el recuerdo de mi amado sirve, también estará en su mente. Sin embargo, puede que el ser leonado que se encontraba en las mazmorras tenga algo propiedad del halfling: según dijo, viajó con él anteriormente.- desplegó un buen cúmulo de posibilidades la mujer ante el hechicero -Si lo encontráis, lo traeré de vuelta inmediatamente; no lo dudéis.- añadió Drysiel con una voz tan chirriante que bien podría haber sido una amenaza en vez de una declaración de intenciones.

En ocasiones, controlar el maligno eco interior resultaba tan complejo y precario...

- Ikrit !VAYA! eso me facilita las cosas, tengo cierto vinculo con el, la cosa sera facil. -Calaf se situo enfrente del pequeño orbe, sus ojos se pusieron en blanco y poco a poco una energía empezó a manar de el, haciendose palpable a cualquiera que estuviera a su lado. - -Cuando acabo de pronunciar esas palabras que parecían capaces de tras pasar la barrera del espacio y del tiempo, una pequeña imagen se fue formando dentro de la bola.

Lo primero que se vió es una estancia lujosa, bella y ricamente decorada, se trata de una especie de baños y que la comida se sirve en ellos. La comida estaba servida por sirenas, y ahí estaba Ikrit contemplando divertido una escena.

Ikrit contemplaba divertido a Yalshad  que parecía estar intimando con una de las sirenas

Tengo entumecidos los músculos y necesito estos momentos de relax, jijijiji

Dejándome llevar, se agarro al espectacular torso de la sirena mientras su imaginación parecía volar

¿tú vives bajo el agua? ¿y cómo sujetas los muebles al suelo? jijijiji