Partida Rol por web

Laila acercó la silla que había en la habitación a la cabecera de la cama para sentarse al lado de la muchacha, comenzó a hablar tranquilamente pretendiendo utilizar el don que el gran abuelo trueno le había concedido a partir de su servidor el tótem serpiente, aprovechando que la droga suministrada afectaría la voluntad de la chica. Estaba claro que necesitaba hacer un gran esfuerzo mental y este sumado al que había hecho para cambiar su aspecto exigiría que después fuese a pasarlo realmente bien para descansar así su mente.

-Bien Jennifer, a partir de ahora vas a obedecerme-

Laila pretendía informar más tarde de que la posible rotura de mascarada estaba solucionada, pero debía comprobarlo y por supuesto obtener información... por otro lado esta muchacha podría resultar una buena sirviente e informadora.

-Cuéntame lo que eres, y lo que es tu padre-

La cirujana pretendía después hacer que no hablara de vampiros hasta nueva orden al respecto, pero no lo ordenaría aún.

La muchacha parece afectada por tu don, y con una mano en la frente comienza a hablar casi en estado hipnótico.

- Soy...bueno, el señor Shirō me adopto de un orfanato aquí en Estados Unidos...pero siempre supe que lo hacia bajo la presión de alguien o de algo...no se que decirle, solo se que desde los 12 me violaba cada día, sin importar mi estado, ya sabe a que me refiero, cuando la mujer esta en esos días... - dice con voz tranquila - Ishiro nunca me molestaba a no ser que me llegara mi hora de estar con el, pero fue hace unos meses que me entere de la existencia de un hermano mio, entre sus papeles había un registro de personas, pero eso no me llamo la atención ante la luz de esperanza para escapar de este monstruo que representaba mi hermano y entre esos papeles, comencé a encontrar cosas horrendas, cosas que Shirō hizo hace ya muchos años, cuando las guerras eran grandes, allá en Japón...no se que el sea, pero de eso ya hace unos 70 o mas años, cuando el tenia unos 20 años, pero el sigue con el aspecto de un hombre de 40...aunque su piel es fría, así como todo lo que es de el...imagino que es un vampiro, es la mejor explicación con la que me tope, ademas...el tiene una especie de pacto con gente de aquí, quienes le consiguen victimas para unos experimentos que realiza en Oil Lay, experimentos con humanos, vampiros...y con los que son como mi hermano...hombres lobo...recogí todos los papeles que pude y los lleve en mi bolso, pero lo perdí en la iglesia y si Shirō vuelve y no se encuentra conmigo ni con su libro, imagino que sabrá mi destino -

Laila escucha a la muchacha sabiendo que es la nueva dueña de esta muchacha, que su mente ahora le pertenece para siempre y además parece que se trata de una chica interesante si su hermano es un hombre lobo está claro que ella es miembro de la parentela también, aunque no tenía ni idea de cual podía ser la tribu de la que era pariente.

-Muy bien, yo te ocultaré si quieres, conozco algo sobre lo que me cuentas y no te engañaré, tengo cierto interés en ti ya que me parece que eres similar en cierta medida a mi-

Laila estaba convencida de lo que quería comprobar y sabía como podría intentarlo pero primero tenía que conseguir el permiso de la príncipe para quedarse con esta chica. Pero debía esconderla en la habitación que tenía en el despacho

-Como te sientes ahora ¿estás mejor? ten en cuenta que ya estás a salvo o casi-

La doctora sacó el móvil del bolsillo para llamar a su secretaria y comentarle ciertas cosas de lo sucedido para que esta se lo comunicase a la principe, tal vez pudiese tener una audiencia con ella para informar y pedir a cambio un favor.

Me siento en el banco de espera y saco mi biblia de bolsillo del bolsillo interior del anorak. Una amiga fiel, un camino recto... Empiezo a leerla, reafirmando mi fe y dejándome llevar por los versículos y la palabra del Señor, que va a ser mi dirigente en esta especie de batalla que debo librar contra las tinieblas.

- Padre...la señorita Jennifer ya puede recibir visitas, si puede acompañarme por favor - dice la enfermera mientras te encamina hacia una de las salas de pacientes, llegando hasta donde estaba la muchacha, consciente y tranquila, bebiendo un poco de jugo -

Sigo a la enfermera tras guardar la biblia en el bolsillo del chaquetón, que ahora llevo en la mano. ¿Qué le habrá habrá atacado? Lo más probable es que fuera un vampiro... Esta época de un mes de nocturnidad es terrible. Espero que llegue pronto el enviado por el Vaticano. Cuando llego a la habitación me sitúo al lado de la familia y hablo con dulzura.

- Hola hija... ¿Me recuerdas? Viniste a la Iglesia. ¿Qué tal estás?

Ella te mira confusa y te responde con un tono de debilidad.

- Disculpe padre...no lo recuerdo y ni siquiera recuerdo haber llegado hasta alguna iglesia...estoy bien, gracias por preguntar - dice mientras parece ubicarse mejor en el tiempo - ¡mi bolso padre!...¡¿usted tiene mi bolso?!

- Claro hija... - Respondo un poco decepcionado por nula respuesta. Saco su bolso de mi chaquetón, doblado alrededor de mi brazo. - Aquí tienes. - Se lo tiendo con delicadeza. - Fui al restaurante de tus padres y no había nadie, no pude avisarles...Deberías llamarles, estarán preocupados. 

La chica toma el bolso y saca el libro que llevaba dentro, suspira aliviada y luego habla asustada.

- No padre...¡no! Ishiro me matara, el no debe saber que estoy aquí...la doctora Laila me protegerá me lo ha prometido - dice algo alarmada - padre, aléjese del restaurante...Ishiro esta en Oil Lay, estará en medio de sus obscenidades, pero cuando vuelva y no me vea y si usted esta cerca...lo matara y luego me encontrara a mi para matarme también - ella estaba notoriamente desesperada ante la idea de que su padre la encuentre -

- ¿Ishiro? ¿Quién es ese? ¿Te hace daño? - Pregunto nervioso y acercando me a ella.- ¿Obscenidades? Te lo suplico, explícate mejor...

Sus signos comienzan a elevarse ante las preguntas, se altera notoriamente. La enfermera que te habia atendido antes ingresa y te pide que te retires, la muchacha antes de que salgas te dice:

- Padre, lleve este libro a la doctora Laila, ella le dará un buen uso -

Maldición, la he empeorado... Sin mediar palabra asiento a ante la enfermera y mes voy a buscar a la doctora Laila.

Preguntas por la doctora y ninguna enfermera sabe indicarte donde esta, hasta que una secretaria te avisa que ella fue junto a la alcaldesa a su oficina por una reunión.