El hombre no puede dejar de notar como Ashren acaricia sus armas, pero lejos de molestarlo parece agradarle...no es fácil saber que piensa, las vendas disimulan enormemente sus reacciones. Examina atentamente el cartel durante unos instantes y después chasquea la lengua.
-Ya veo...conque sois mercenarios, ¿eh? Conozco muy bien los carteles de este sujeto, lleva mucho evadiendo la captura, hay que reconocérselo al hijoputa, es bueno. Pero no os preocupéis, os ahorraréis mucho tiempo, mis hombres ya han salido en su búsqueda. Si es el quien ha pasado por aquí, claro. Lo dejarán bien muerto y podréis cobrar la recompensa.
Sus dedos tantean un pequeño saquito a su cintura, del que saca algo de cecina de cerdo que empieza a masticar.
-Y ahora decidme, ¿quienes son los que van con él? ¿Y quién eres tu? -señala a Gerber- Si tu eres un mercenario yo soy un asqueroso furry, se nota que no has tocado un arma en tu vida. Menuda maricona.
Los hombres de atrás se ríen con ganas.
Niego con la cabeza, y señalo la palabra “vivo” del cartel. Luego levanto dos dedos con la diestra y uno con la siniestra, toco el cartel con el dedo de la mano izquierda, y lo acerco a los otros dos dedos levantados; para dejar finalmente tres dedos. Me pregunto si entenderá lo que quiero decir.
Me retiro la capucha, revelando mi rostro marcado por las cicatrices. Esbozo una media sonrisa, que tensa un poco la piel de los recuerdos perpetuos en mi rostro. Solo los ilusos menosprecian a un enemigo. Observo a los hombres. Soldados, montaraces, guardias… me pregunto si estos saben al menos pensar o son los peros amaestrados que todo siervo es.
¿Que querrán hacer estos dos? Deberíamos tratar de atraparlos vivos, aunque que nos hagan el trabajo será más fácil, menos peligroso, menos divertido. Debo dejar la conversación en manos de ms compañeros. Es obvio que conmigo, sería más interesante y divertida, pero también lenta.
Gerber escucho las palabras de Armand, hasta que llego el comentario hacia su persona. Pocas personas le habian sacado de quicio nada mas conocerle, habia sido un comentario increiblemente gratutito y de tercera, estaba claro que aquella gente estaba acostumbrada a regirse por la fuerza, estuvo a punto de contestarle de manera grosera y malhablada, pero recordo los arcos que les apuntaban anteriormente y a los dos lanceros que aquel tipo llevaba a la espalda que al parecer la inteligencia de aquellos tres tipos juntos no llegaba a la mitad de la de un mono, pero eso no lo diria en voz alta mientras estuvieran en aquella situacion. Si se llegaba el caso, nada como algun "aditivo" de su cinturon para aderezar su comida y bebida.
Dejando aquella falta a su persona Gerber siguio la broma de de aquella gente y con una sonrisa dijo- Como bien dices mi especialidad no son las armas, mi fuerza no esta en mis brazos, sino en mi cerebro,pero dejando eso a un lado, como bien señala mi compañero preferimos a dicho sujeto vivo a poder ser, y respecto a quienes somos creo habernos presentado anteriormente- aunque con la falta de inteligencia demostrada por esta gente dudaba que se hubieran enterado de mucho- pero si su merced lo desea no creo que halla problema en volver a presentarnos- esto ultimo lo dijo a sus compañeros para su confirmacion- Por mi parte mi nombre es Gerber, un simple y honesto alquimista- Gerber espero para ver si sus compañeros se presentaban ellos mismos o como la vez anterior el mismo haria de mediador.
El ataque gratuito hacia Gerber hace que la mirada desafiante de Elke se pose sobre aquel hombre. Un hombre llamado Armand. Su nombre indicaba una ascendencia de buena familia y tal vez, sería así. Un hombre consentido toda la vida, cuyo padre compró su posición.
Un hombre como ese no sabe lo que implica el sufrimiento y su finalidad. Tocar el camino divino. Que sea mi arco el que, de ser necesario, le muestre el verdadero camino...
Aún no había soltado su arco y sus muñecas se apretaron con el comentario realizado. Un leve gruñido salió de su boca cuando el Gerber respondió y al parecer, no sería necesaria su intervención. Igualmente, seguía vigilando detenidamente los movimientos de ese hombre. Cronometraba su respiración y analizaba su conducta. De tener que atacar, lo haría sin pensar...
- Es mejor que se ciña a responder inquietudes. Nos interesa poco si quiere mostrar poder frente a su gente -.
-¿Un alquimista? -esta vez podéis notar un tono de sorpresa- He oído hablar de ellos. Chiflados que se encierran en habitaciones, juegan con pociones y ungüentos y que de cuando en cuando saltan por los aires debido a algún absurdo experimento. No sabia que alguno prefería salir a buscar bandidos. Interesante... -murmura para si mismo.
Da un par de mordiscos más a la cecina y se ajusta la capa por detrás de los hombros, mientras sus hombres se miran entre sí y esperan nuevas instrucciones. Traga ruidosamente y continúa hablando, ignorando las ultimas palabras de Elke.
-Que ese furry siga vivo no depende de mí, alquimista, sino de Lady Henrriette. Ella es quien decidirá el castigo por invadir sus tierras sin permiso y pisar la Fortaleza Caída*. Pero si se resisten a la captura mis hombres los matarán y por mi experiencia, siempre se resisten. Son bestias estúpidas. -añade, como si eso lo aclarara todo.-Podéis esperar la vuelta de mis hombres junto con nosotros. Todavía hay preguntas que no habéis respondido.
*Tirad Inteligencia + Educación para información extra.
Miro a Gerber, es un hombre tranquilo, pero su fama le precede. Este estúpido debería cuidar mejor su lengua, y más sabiendo lo que un alquimista es capaz de hacer. Morir envenenado no es nada agradable, y mi impresión es que este hombre es capaz de eso y mucho más. Sin embargo, está claro que ahora estamos en desventaja. Y nuestra misión no está reñida con la de estos perros con correa. Habré de aguardar, tengo curiosidad por saber cómo se desenvuelve el Alquimista.
Me apeo de la montura, y me estiro, como si realmente quisiera relajarme. Más mantengo atención sobre mi entorno, mis compañeros y cualquier gesto, los soldados y ese edificio, la Fortaleza Silenciosa. Tengo la impresión de que debería tener alguna idea de ella, pero…
La insistencia de Armand con algunas preguntas me irrita. Ademas… Me señalo la garganta y hago un gesto tajante con la mano, luego señalo a Gerber y Elke, y con la misma mano hago una marioneta haciendo como si hablase. Luego me acerco a nuestra compañera, sosteniendo las riendas de mi caballo. Las dejo sobre su muslo, el que aprovecho para acariciar levemente sobre la tela, apartándome rápidamente antes de darle la oportunidad de reprenferme o golpearme.
Como si fuera lo más normal del mundo, sigo estriando las piernas y los brazos, manteniendo vigilados a los soldados. De ser necesario, así podre encargarme de varios de ellos antes. Elke podrá usar el arco con el resto y escapar. Si bien seré un blanco fácil, aún tengo la coraza de cuero y confio en que el corcel este bien entrenado y vuelva conmigo.
Motivo: Inteligencia+Educación
Tirada: 1d12
Resultado: 8(+7)=15
Cuando Armand nombro a los alquimistas no pudo mas que sacarle una sonrisa a Gerber y se dijo asi mismo- Si algo locos si que estamos los alquimistas, tambien jugamos con venenos, acidos y demas cosas, seria demasiado facil acabar con todos estos bravucones por la noche solo envenenando el suministro de agua, pero no queremos problemas que la supuesta Lady Henrriette, asi que mejor mantener la diplomacia- sabia que estaba divagando consigo mismo, pero aquel tipo ya le estaba cansando demasiado y estaba harto de ser cortes con él, pero a fin de mantener el pellejo a salvo lo mejor seria seguir asi.
Bueno como ves hay todo tipo de alquimistas, por unas razones u otros hay algunos que nos dedicamos a este tipo de trabajo- no sabia muy bien si preguntarlo o no, pero dadas las circunstancias lo mejor era tener la mayor cantidad de informacion posible, asi que dijo- Disculpe mi desconocimiento, pero ¿quien es su señoria Lady Henrriette?- esperaba no sonar demasiado descortes y provocar algo no deseado, pero al parecer ninguno de sus compañeros sabia tampoco quien era esa mujer asi que lo mejor seria preguntarlo sin mas dilacion.
Motivo: int+educacion
Tirada: 1d12
Resultado: 9(+13)=22
Elke nota la actitud del hombre hacia ella, pero trata de no decir nada. Al fin y al cabo, un hombre impío como él no podría comprender los grandes designios para los cuales ella había sido traída a este universo.
Ashren se acerca para dejar delicadamente las riendas de su caballo en sus piernas, a lo cual ella se voltea y lo mira de inmediato, viendo cómo mueve su mano con delicadeza y aprovecha para tocar su fina piel. No le produce escalofríos, ni miedo, ni nada, sólo ira por la acción de su compañero de tratar de profanar su templo.
Llegará el día en que su garganta no sólo no podrá emitir sonido, sino que no estará pegada a su torso...
Se limitó a mirar de manera fulminante a su compañero, quien parecía haber percibido la hostilidad de Elke hacia su acción. Sin más que decir, miró a Armand nuevamente con cara de interrogante. Era un hombre latoso y más que sólo pesado. ¿Podrían deshacerse de él en algún momento? Era realmente molesto.
Trató de reflexionar lo más que pudo sobre aquel extraño lugar, del cual sabía que algo había escuchado con anterioridad. Sólo esperaba poder recordarlo para dar con la identidad de la misteriosa señora de esta gentuza.
Motivo: Inteligencia+educación
Tirada: 1d12
Resultado: 5(+13)=18
La Fortaleza Caída...y de repente recordáis. ¿Como no hacerlo? Es una historia muy recurrente para contar a los niños, aunque pocas veces se oye fuera de ese ámbito. Según la historia, los Linnian eran una familia noble que confraternizaba en exceso con los furrys, llegando a considerarlos humanos a todos los efectos y emparejándose con ellos. Su poderoso ejercito disuadía al resto de las familias a enfrentarse contra ellos y por eso vivían tranquilos e impunes de sus crímenes. Hasta que los Henrriete, nobles de segunda categoría, los engañaron y consiguieron que mandasen sus ejércitos lejos mientras ellos atacaban la fortaleza principal. Además otra versión de la leyenda dice que para asegurarse la victoria drogaron a Lady Linnian, la única de la familia en la fortaleza, ordenando a sus soldados que se masacrasen entre si. Sea como sea, se alzaron con la victoria y después mataron a sus señores, la familia Bertrand, haciéndose con sus territorios que sumados a los de los Linnian les dieron una posición privilegiada que no han perdido desde entonces.
Todo esto ocurrió hace más o menos 100 años.
Ahora recuerdas que los Henrriette son una de las cinco casas nobles principales que controlan Merriandan, aunque su nombre pocas veces se oye fuera de este reino. No destacan demasiado en ningún aspecto, aunque se rumorea que Lady Henrriette tiene cientos de espías a su servicio en todas partes del mundo que la mantienen informada y alerta en todo momento. Su historia como traidores a sus propios señores hace que pocos quieran tener trato con ellos si pueden evitarlo.
La furibunda mirada de Elke es la esperada, pero tan solo le dedico un guiño descarado antes de alejarme y comenzar los ejercicios. Esta mujer… es fuerte y salvaje… no debería tomarme tanta molestia. Aunque empiece a ser incomodo, podría hacer muchas cosas, pero… ¿porque estoy bailando con ella? mejor dicho ¿Por qué estoy tratando de que ella juegue conmigo? Niego con la cabeza esto es un error pero… Suspiro, supongo que tendré que esperar, nos queda un tiempo hasta llegar a un lugar donde encontrar una mujer y ella no dará su brazo a torcer. Creo que seguiré con esto mientras pueda aunque pueda desahogarme.
El bastión de la traición, quien iba a imaginar que algún día estaría delante de él. Observo la construcción con renovado interés ¿Qué secretos ocultara? Porque está claro que algún secreto oculta. Nadie destina vigilancia, ni prohíbe pisar un lugar por nada. Esbozo una sonrisa. Acabar con unos perros domésticos y entrar a un lugar prohibido, suena bien. El problema son los Dracul, no podemos causar problemas innecesarios estando a su servicio, y lo mire por donde lo mire; esto aún es innecesario.
Elke, mira a Armand con furia. Niego con la cabeza, con sutileza, no podemos iniciar un combate. Pensé que ella era más lista. Yo no soy el más avispado, pero no soy tonto, aún no sabemos cuántos hay. Es innecesario arquera, innecesario.
-Lady Henrriette es la dueña y señora de estas tierras, desde el Pico de la Viuda hasta los Valles Helados, descendiente directa de los Henrriette, una de las cinco casas nobles más importantes de Merriandan. Es curioso que un alquimista no lo sepa, sobre todo si es uno tan..."ilustrado" como tú.
Vuelve a subir al caballo y sus hombres desandan el camino a la fortaleza, ahora con vosotros detrás siguiendo sus pasos. El recibimiento es justo lo que esperabais; hombres con los arcos listos para disparar en cualquier momento, todos vestidos con el mismo patrón que su capitán y prestos a recibir hombres. Hay al menos una docena, sin contar aquellos que podéis ver en las murallas. Una pequeña fuerza, pero algo os dice que no deben ser subestimados.
Una orden de Armand basta para que los hombres descansen mientras que otros se acercan para llevar su caballo con el resto de monturas. Corceles de patas fuertes y pezuñas gruesas, los más comunes en estas tierras, aunque de poca envergadura.
-Estos hombres y la mujer dicen ser mercenarios en busca de los furrys que se escondían aquí. Aguardarán con nosotros hasta que el resto de Guardias se una a nosotros con esa escoria peluda y volverán con nosotros a la fortaleza para ser recibidos por lady Henrriette, ¿queda claro?
Si alguno de los hombres se siente descontento con las ordenes, no lo deja traslucir. Armand se acomoda en una de las piedras más cercanas y os indica con un gesto que podéis sentaros a su alrededor. No parece ni remotamente preocupado, a pesar de que la mirada de Elke sería capaz de fundir metal sagrado.
-Antes evitasteis una pregunta...¿quienes acompañan a Mikhail?
Master se supone que sabemos quien acompaña a nuestro objetivo? O esta es la primera noticia de que va acompañado?
Te lo pregunto para no postear si lo sabemos o no y resulta que meto la pata.