Partida Rol por web

Dentro en la habitación, ya acercándose la noche y un poco mas descansados ¿por donde comenzamos? ¿los muelles? pregunta a Morik antes de salir de allí, para idear un plan de acción y no andar paseando en la noche por al ciudad ¿o tienes algún lugar en mente?

El perro que ya se habia arreglado un poco mas se lame las patas distraidamente al tiempo que contesta.

- Vamos a los muelles, la verdad es que no se me ocurre otro sitio y por algun lado hay que empezar.

De acuerdo entonces, vamos allí dice colocándose la chaqueta preparándose para ir hacia los puertos, al menos para comenzar allí su búsqueda 

Emprendéis el paso por las estrechas calles de la ciudad, unas calles que en estos momentos, bajo los leves rayos lunares, muestran una cara muy distinta a a de la jornada diurna. Solo unos pocos permanecen despiertos, aquellos que tienen algo que festejar...y aquellos que tienen que trabajar. Los trabajos que deben hacerse al amparo de la oscuridad.

Un viento húmedo y frío se cuela por las ropas y hace estremecer, la noche es algo fría incluso para esta época de al año. Merriandan, incluso en esta zona, sabe que el invierno nunca está demasiado lejos y aquí los inviernos son los más fríos...a excepción del Norte. El lugar de donde proceden los humanos.

Las cuerdas que amarran los barcos crujen, produciendo una sinfonía estridente que resuena por todo el puerto y que se repite acompasadamente al ritmo del viento. La oscuridad es tal que un humano apenas podría muy lejos, pero vuestros sentidos son mucho mejores. El olor a salitre, pescado podrido y otros productos se clava en vuestras narices mientras intentáis discernir algo.

Pero esta vez algo os discierne a vosotros primero.

Una pandilla de tres marineros se acerca desde un callejón oscuro, con cierta dificultad para mantener el equilibrio. La respuesta, las botas de vino que cuelgan de su costado y que se bambolean como si estuviesen medio vacías. Uno de ellos se fija en vosotros y les da un codazo a sus compañeros, al tiempo que te señala. 

Morik se da cuenta rapido de que les estaban siguiendo. No era dificil con el follon que estaban armando, pero eso no quitaba que le escamara.

Dando empujones con el lomo comenzo a guiar a Ailyn hacia la orilla del puerto tratando de evitar todo callejon o lugar susceptible de encerrona.

Al sentir los empujones de Morik guiando los pasos lejos de los callejones. Me había percatado de aquellos que venían hacia nosotros e incluso nos habían marcado, no era extraño, una furry sola por el puerto de noche no debe ser muy común. Dejo que Morik guíe los pasos sin perder de vista aquellos marineros, no podemos dejar que nos tomen desprevenidos, no teníamos tiempo que perder debíamos encontrar rápidamente algún indicio de Rerum en la zona, deben estar por algún lado. 

-Ooola wapa -saluda el primero de ellos, arrastrando la mitad de sílabas- ¿que tal si te vienes con nosotrosss a pasar un wuen rato? Las calles no son seguras para...para una furry tan wapa, nosotrosss te cuidaremos bien preeeeciosaaa.

Ni corto ni perezoso te agarra de la cintura y puedes notar el olor a suciedad de quien no se ha duchado en varios días, mezclado con el aroma del vino barato. Al sonreír puedes ver unos dientes tan negros que casi parece que los haya perdido todos. Los otros dos se acercan, entusiasmados por el aparente éxito de su amigo.

Joder, aunque es algo a lo que nos arriesgábamos pienso al ver a aquel borracho acercarse, el solo olor causaba repulsión pero intento controlarlo y mostrar mi mejor sonrisa Hola marinero respondo acariciando la barbilla, mientras con la otra mano comienzo a sacarme la suya de la cintura nada me gustaría mas, pero en este momento no sera posible espero que razonando comprendan, aunque lo dudo mucho mientras intento alejarme de aquel sujeto.

Morik eriza el lomo situandose frente a Ailyn. No le gustaban aquellos tios y pese a todo les habia tocado. No pensaba dejarla sola, ante todo era un caballero, pero pese a lo ebrio del asunto tenia sus dudas en un combate contra 3.

Un gruñido como el de un mecanismo levadizo comienza a sonar en tono de advertencia.

Los hombres se fijan en el chucho por vez primera al escuchar sus gruñidos, pero al comprobar lo escaso de su tamaño nuevamente lo ignoran y se centran en su presa.

-No digas eso, preeeeciosa -dice otro de ellos.- estamos muuuuy solos y necesitamos compañía...muuuucho tiempo en alta mar, sin compañía femenina, ¿entiendes? Se buena y ten compasión de unos pobres marineros...

Se acercan aún más, sin que tus razonamientos ni los gruñidos de Morik sirvan de mucho. Por el momento no se muestran agresivos, pero eso podría cambiar en cualquier momento si te niegas a acompañarlos.

Como era de esperar, las palabras no parecían ser suficientes y para peor de males, se acercaba cada vez mas Tranquila, trata de conservar la calma piensa mientras apretaba el puño, las ganas de darle un golpe eran cada vez mas fuerte, este tipo era justamente todo lo que odiaba de los humanos, su gesto por un momento se torno de fastidio, pero rápidamente vuelve a la normalidad pobres seguro murmura He dicho no dice alejándose un paso hacia atrás aprendan a escuchar intentando parecer calmada e incluso casi juguetona pero aun con el puño apretado detrás de ella.