Al contrario de lo que pudiera parecer por os sucesos acaecidos anoche, logras dormir de un tirón. Despiertas con suavidad cuando tu estomago decide que es hora de volver a llenarse. A la luz del día el castillo parece mucho menos amenazador y sí más triste. Una ruina del tiempo olvidada por todos.
Mikhail ya se ha despertado y aprovecha el rocío del musgo para lavarse la cara. Te sonríe amablemente y se dispone a preparar el fuego matutino mientras le da unos toquecitos a Balasch con cierta rudeza. Por su aspecto parece que la guardia nocturna no dio ningún indicio negativo.
Anoche no viste nada sospechoso, ningún indicio de persecución; solo los cánticos de los animales nocturnos, de lechuzas y búhos en busca de presas, así como una manada de lobos en movimiento. Tanto la nutria como Miuki han dormido de un tirón, este primero con algún que otro ronquido ligeramente molesto, pero sin nada más que reseñar.
Te despiertas cuando notas unos toques rápidos en el hombro, seguido de la inconfundible risa de Mikhail. Al abrir los ojos puedes ver como el resto del grupo empieza a ponerse en movimiento para comenzar el nuevo día.
Me desperezo poco a poco, intentando adaptarme a la luz. La verdad es que se agradecía el haber podido disfrutar de una noche tranquila y de poder descansar. Aunque el detalle de despertarme y ver al pigmeo cachondeándose de mí no es algo que me agrade demasiado. O bien le hacia gracia el despertarme o bien me la había jugado...
Vaya... veo que estáis madrugadores y con buen humor... nos va a hacer falta, a ver si encontramos un camino que podamos seguir - "saludo" a mis compañeros con un intento de sonrisa mientras pienso "Mas vale que no sea la segunda opción de la que se ríe Mikhail o juro que se va a volver a reír de mí ahorcado en un árbol con sus propios intestinos" - mmm... quizás con algo de suerte lleguemos a Nurgon de una vez por todas.
-¿Ya estas cansado de andar, lobito? ¿Quieres que te haga unos zapatos acolchados? -me río con ganas- No debemos estar demasiado lejos, imagino que en una semana o así llegaremos. Este mundo es muy grande e imagino que has visto muy poco, pero es posible que tengamos que recorrer mucho más.
Rebusco entre las bolsas para sacar algunas galletas de viaje que les reparto mientras me arrodillo ante la madera para empezar a iniciar un fuego.
Mucho más. A saber donde están el resto de Elegidos. No creo que sea tan fácil como encontrar a estos dos. Suspiro hondo y me centro en mi tarea.
¿Cansado?... No me hagas reír, estoy acostumbrado a más. Simplemente, prefiero llegar cuanto antes - contesto mientras me preparo y estiro un poco, no pudiendo evitar una risilla al ver a Mik de rodillas con el trasero a huevo, intentando encender fuego - aunque mira... ahora que lo dices, podría despellejarte las patitas y hacerme esos zapatitos que dices... aunque algo tan pequeño no entraría, sería mejor venderlos...
En el fondo creo que no son tan malos... además, será mejor que me acostumbre, quiera o no. Y creo que un poco de humor nunca viene mal.
Miro detenidamente a Miuki, fijando mi vista en su estado y en su cara - tienes mejor pinta que ayer. ¿Te ves con fuerzas de seguir?
La mañana la despertaba con un nuevo dia. Parecia que por fin las nubes de duda y dolor habian desaparecido. Casi como si se tratara de un juego habia una suerte de musica sonando en su cabeza.
Revolviendose en el suelo se estira la pereza levantando la cola y tensandola tan larga como es y con modales mas propios de una barbara que una señorita se da una señora rascada de costado sobre su ropa. Al abrir los ojos puede ver a Balasch mirandola fijamente, cosa que hace a sus orejas saltar como un resorte y proferir un grito de sorpresa.
- ¡Ah! Eh... si, gracias... -dice sentandose en una postura ya mas decente- estoy... estoy bien, gracias.
Se atusa el pelo rapidamente y comienza a alisarse la cola con las manos.
-Oh, no sabía que me querías tanto que quieres sentir el roce de mi pelaje en tus delicados piececitos, si quieres puedo cortarme un mechón para que le des besitos antes de acostarte. Fíjate, creía que eras un tipo duro y resulta que eres un afeminado -dicho esto estallo en carcajadas.
Me dispongo a añadir algo más, pero de repente me sorprende un ráfaga de aire y me deja totalmente paralizado. Trae olor a humo, a carne asada...y a humanos. Las advertencia de Balasch despiertan en mi mente. Alzándome de nuevo, les miro, estoy seguro de que Balasch también lo ha captado, aunque no Miuki.
-Voy arriba, veré si puedo ver algo.
Iba a reprender cuando veo a Mikhail reaccionar y decido dejar que guíe la prudencia.
Afeminado dice... le podría enseñar a afeminarse a el también a base de guantazo limpio, a ver cuanto aguantaba como saco de prácticas. Pero al menos ha reaccionado rápido, la verdad es que no he visto venir esto antes.
Miuki, ten cuidado y no te alejes. No creo que después de lo de ayer, luchar sea lo mejor para ti ahora - digo dirigiéndome a la chica kitsune mientras preparo mis armas y me estiro un poco con una sonrisa - No quiero sonar machista, pero creo que de momento, es mejor que Mik y yo nos encarguemos de esto.
Miro fijamente a aquellos dos que la trataban de proteger, no iba a decir que le parecia algo injusto sobretodo teniendo en cuenta que ella ya era mayor para valerse por si misma, pero casi como un cubo de agua fria suelta una pregunta que si la pone en tension.
- ¿Me pensais dejar sola aqui?
Por muy cargantes que podáis ser, no tengo intención de dejaros tirados - contesto con una sonrisa burlona - simplemente te digo que te quedes algo detrás de mí. De salir alguien mal parado, mejor que sea yo.
Tras prepararme, me asomo a las escaleras con Miuki cerca y pregunto en voz baja
Mik, ¿son una amenaza o podemos seguir?
No me gusta... humanos justo ahora... espero que no sean los perros falderos de esa basura...
Me apresure a subir la torre tan rápido como pude, sin mirar siquiera donde ponía los pies. Al llegar arriba me aproxime hacia la zona norte, de donde había notado que venía el olor de los humanos. Y entonces los vi.
Cabalgaban hacia el castillo por entre la maleza con gran agilidad. Vestían capas verdes de diferentes tonalidades con las que se camuflaban a la perfección con el entorno. Y portaban armas. Podía oir el metal rozando entre sí o contra las piezas de cuero. Estaba acostumbrado a oír ese sonido, pues siempre significaba problemas. Y ahora los problemas venían a nosotros.
Sin perder la calma vuelvo a descender y respondo a Balasch
-En nuestra situación cualquier humano es una amenaza y estos vienen hacia aquí y están armados. No creo que sean los tuyos -digo lanzándole una mirada significativa- pero en cualquier caso creo que sería mejor partir. Nos superan en numero y van montados. Y...yo también tengo una recompensa por mi cabeza -confiesa.
Rápido... tenemos que escoltar a Miuki y buscar cuanto antes una salida trasera... no creo que sea divertido si nos encuentran - comienzo a decir rápido mientras hecho otro vistazo rápido para ir percatándome de todo - tsk... debe haber unos siete contados así a vistazo rápido... - tras esto, reflexiono un momento - espera, espera. ¿Cómo que "también"?
Pero no iba a entrar más en detalle. Aunque avanzaban despacio y entre la maleza, un furry con un buen oído adaptado podía captarles perfectamente. Estaban cerca. Muy cerca. Mejor era callar y actuar rápido. Con un movimiento desenfadado, me cubro con la capucha y me cubro la boca con el tapabocas para descolgar mis kathares y armarme.
No debemos hacer ruidos. Hay que ser rápidos si queremos salir de aquí. Dudo que sean amistosos... Y menos con la situación que tenemos Mikhail y yo y que luego podremos discutir si salimos sanos - susurro a mis compañeros - si nos ocultamos en las sombras que hay aquí dentro, tenemos menos posibilidad de ser vistos. Evitad la luz el máximo posible y evitad rezagaros o hacer cualquier locura. ¿Estamos? Y pase lo que pase... no ataquéis si no os han visto. Un ataque sorpresa debe ser certero o estar bien encubierto. Si falláis, estáis muertos. Y tener que aguantaros es un lujo que no creo que pueda permitirse la Muerte con muy buena gana.
Asentí con rapidez a las indicaciones de Balasch, totalmente de acuerdo con sus palabras. Por esta vez cachorrito, solo por esta vez. No me cabía duda de que enfrentarnos abiertamente a hombres armados podía acabar muy mal. Miuki y Balasch podían ser los elegidos de Gaia, pero hasta el momento no habían demostrado poseer más capacidades que el mismo. Excepto quizás lo ocurrido a Miuki la noche pasada, ¿tendría algo que ver? Sacudo la cabeza para despejarme mientras olfateo para calcular a que distancia están nuestros enemigos.
-Tranquilo cachorrito, no debes preocuparte por mis dotes para pasar inadvertido. Apostaría a que son mucho mejores que las tuyas. Pero creo que no son tu fuerte, ¿verdad, preciosa? -pregunte a Miuki mientras terminaba de recoger a toda prisa nuestras escasas pertenencias. No podía eliminar las marcas del fuego, pero a lo mejor pasaba inadvertido.
Miuki se dedica a recoger presurosa todo aquello que pudiera delatar que alli habia habido alguien, tambien sabia que el fuego delataria, pero el fuego lo podia haber hecho cualquiera.
- Posiblemente mustelido -dice completamente seria ahora que ya se habia percatado de la gravedad de la situacion- pero eso no quita que sepa correr.
Sabia que tampoco era una gran corredora, sin embargo posiblemente su vida y la de Balasch y Mikhail dependieran de ello, asi que ganas no iban a faltarle.
- ¡Vamos! Ya nos contaras si nos es util darte a los humanos mas adelante.
Definitivamente era una broma y habia usado su tono de broma, pese al temor que la atenazaba.
Perdonad pero no he tenido unos dias muy buenos esta semana
Está bien... Ahora que lo tenemos todo, vamos - contesto al frente del grupo y avanzando con cautela - y recordad, intentad ser sigilosos. Y no ataquéis a nadie a no ser que sea necesario o haya una certeza al 100% de causar una baja.
Perdonad si ando algo escueto o si tardo. Estoy esta semana de vuelta en Madrid, pero me da que el viernes se me acaba el chollo y andaré en Plasencia de nuevo (sin red telefónica y sin rúter), aunque trato de contestar siempre. Si veis que tardo un porrón y medio, es eso y pido perdón de antemano.
Justo a tiempo. Los humanos están ya tan cerca que podéis oír el relinchar de los caballos y el sonido de sus cascos hendiéndose en la tierra. Alguien grita una serie de ordenes. Seguramente se están preparando para registrar la fortaleza.
Con un poco de suerte podréis evitar ser vistos y salir indemnes. La construcción, tan poco practica para guarecerse o para establecer una defensa, es el lugar perfecto en el que ocultarse. Rincones oscuros, montículos de rocas, orificios en las paredes...salir por detrás debería ser un juego de niños.
Hacedme tirada de Destreza + Sigilo.