Partida Rol por web

CAPITULO I

Primera Noche

La fría noche de Octubre cae sobre la ciudad de Regina, México. Las sombras alargan sus brazos cubriéndolo todo y la ciudad misma queriendo escapar de sus oscuros misterios enciende sus luces esforzándose por mantener un equilibrio en la superficie.

El territorio de San Marcos yace a la expectativa, sus calles solitarias parecen aguardar preocupadas a la inminente noche soplando un viento frío y silbante.

Un vehículo Range Rover negro enciende y apaga las luces delanteras para que le dejen pasar por la entrada de un viejo almacén comercial, un vigilante de seguridad privada activa la pesada cortina metálica y el vehículo pasa sigiloso descendiendo en círculo por los diferentes niveles del aparcadero cómo si lo hiciera directo al mismo infierno.

Al llegar al nivel más profundo la camioneta es aparcada en un espacio que dice "exclusivo". Descienden cuatro hombres altos y corpulentos enfundados en trajes negros y gabardinas gruesas de invierno, armados con AK 47.

Uno de ellos abre la puerta derecha trasera, de donde desciende el R1, Heriberto Lazcano capo de los Zetas.

Los cuatro guardaespaldas toman posiciones estratégicas mientras el conductor no desciende, este se queda dentro del vehículo en espera de nuevas indicaciones.

De pronto las débiles luces que a duras penas quisieran alumbrar aquel lugar, tiemblan misteriosamente y pareciera que su luz se debilitara por un instante, este hecho hace que los guardias zetas volteén hacia los reflectores como intentando encontrar la falla eléctrica.

Del rincón más oscuro de aquel lugar un par de brillantes ojos hacen su aparición, un personaje vestido como un monje, de piel palida mortecina y albino de cabellos y cejas paraciera flotar por el lugar pues el hábito marrón y desgastado cubre sus pies al caminar, se acerca a los Hellblazers y al capo quién se mantiene en una postura arrogante y algo enfadado por el lugar elegido para la reunión.

Tras recibir el sms avisando de la reunión se limpió la vitae de la comisura y manos en la ropa del cuerpo sin vida y sin aliento , le dió un beso en la frente y agradeció mucho la cita en la cena, acto seguido lo arrojó en el interior del contenedor del callejón donde estaban.

Se equipó con todo lo necesario para una reunión de ese calibre teniendo en cuenta que siempre podía salir algo mal y tambien se tomó la molestia de recoger a Jorge Lara en el punto elegido por este, por suerte para él le quedaba de camino. Una vez hecho fueron directos al punto de encuentro, para su gusto un buen sitio con margen de acción si avisaban de que algo iba mal.

Un Ford F-150 negro entró en escena en lo más profundo de aquel aparcamiento y la zona de "exclusivo", sin ceremonia alguna, una chica rubia, bajita y delgada cubierta con una gabardina de tres cuartos bajo del auto y lo cerró tras de si echándose las mano en los bolsillos. Con gesto neutro y despreocupado se acercó al que parece R1 y sus matones hasta estar a una distancia de precaución y respeto, la que debían mantener ellos por su puesto. 

Había recibido un sms de la reunión que esta noche se llevaría a cabo así como también uno de la Ductus Aurora donde me decía que me pasaría a buscar,por lo que conteste que me parecía bien.

Una vez que me subí al auto me sentí realmente incomodo,dado que debía de volverme una madeja de bola de estambre para un gato,no pensé que traería con ella un auto tan pequeño,o capaz que para su altura era enorme pero para alguien como yo que mide 2,20 cms es bastante incomodo y no muy practico.

También me había acordado de poner el símbolo de protección en mi corbata por si las dudas algun incivilizado cabeza de pala se le ocurría la graciosa idea de querer agarrarme desde ahí para someterme.

Esperaba que como era nuestra primera reunión como manada en esta ciudad,no empezáramos con derramamiento de sangre innecesario.

Una vez que llegáramos al lugar designado y la Ductus Aurora bajara del auto yo también haría lo mismo pero haciéndome sonar todos los huesos y músculos distendiendo los, porque al estar en esa posición muy incomoda aunque no muerto aún así era una pequeña tortura.

Cutter se limpió las manos con toallitas para no manchar el teléfono, al leer el mensaje se alegró porque eso significaba que tendrían tarea, pero que inoportuno era el momento. Miró con pena con al cuerpo que tenía sobre la mesa con la caja torácica abierta mientras pensaba que luego estando frio eso no iba a saber igual, pero si se ponía a comer no le daría tiempo a cambiarse el aspecto y en público no era plan presentarse tal cual por si había ojos indiscretos.

Ordeno a Biff que preparase la furgoneta y les dijese a los chicos que los siguieran de lejos por si acaso, mientras ella empezó a meter los órganos ricos en sangre en una nevera, dándole un mordisco al hígado antes de soltarlo. Después se puso delante del espejo y como quien se maquilla empezó a modificar las facciones de su cara hasta adoptar una que ya había usado anteriormente frente a su manada, era una reunión amistosa y no debería necesitar usar a Biff como escudo.

Al llegar al lugar el enorme tipo con pinta de motero permaneció sentado en el asiento del conductor, mientras que de la gran furgoneta negra se bajaba un hombre vestido de traje que se parecía a Danny Trejo de joven. Alzando los brazos y con una suave voz que no correspondía con su rudo aspecto empezó a hablar.

—¡Hermanos! como me alegro de veros en esta maravillosa noche. —Se acercó a Aurora y cogiéndole la mano se agachó para besarsela, después aspiro profundamente y se levantó con una sonrisa. —Estáis radiante esta noche, señora. ¿Acaso habéis tenido un agradable almuerzo?

A lo lejos de aquel lugar se escucha el eco de pasos, primero dos, luego uno, luego tres, luego uno, la luz mortecina de aquel lugar deja ver la figura de Chad J.K. ataviado con su uniforme de preso en color naranja brillante sobrepuesta una camisa de fuerza a medio abrochar y sujeto por las muñecas con unas esposas manchadas de sangre al igual que sus manos.

-Ehm... disculpen, ¿Alguien ha visto al conejo blanco con reloj de bolsillo? el maldito se llevo las llaves...- levanta los brazos hasta la altura de su rostro y hace tintinear las esposas.-¡Diganme por favor que he llegado a tiempo!- Su rostro parece sorprendido y enseguida bajando las manos y extendiendo las palmas hacia el frente inclina la cabeza de manera respetuosa cerrando los ojos para presentar sus saludo.

-Honorable Priscus... Apreciada Ductus... Estimada Sacerdotisa... Querido Abad... Azul Hermano... Malencarado R1... Carne de cañón...(Se dirige a los escoltas del capo) Luego Chad da un giro sobre sí mismo y al regresar a su posición original, las esposas cuelgan de su dedo meñique. -Upsi... el conejo invisible me ha liberado.- De entre sus pertenencias saca un reluciente reloj de bolsillo finamente tallado en plata lo abre y lo acerca exageradamente a la altura de sus ojos. -Por favor ustedes continúen, yo vigilaré que el segundero realice su recorrido diario sin falla alguna.- Hace un ademán con la mano para que la reunión continue mientras Chad sigue con la mirada el segundero de su reloj de bolsillo.

Suena un mensaje en mi móvil, alargo el brazo y lo cojo para ver que dentro de poco rato debo estar en el parking del "Gold Arrow".

Mi cena, aunque ella aun no lo sabe, me invita a soltar el teléfono y a seguir con nuestros "jueguecitos". -"Matias, no te distraigas, sigue con lo que estabas haciendo y te recompensaré"-Me dice mientras recorre mi espalda con un dedo.

-"Lo siento preciosa, normalmente me tomaría mi tiempo para esto, pero tengo prisa y debo acabar rápido"- Dicho lo cual me abalanzo sobre ella y clavo mis colmillos en su cuello.

Una vez debidamente alimentado, me visto con unos jeans, camiseta blanca y cazadora de cuero y me encamino al lugar de la reunión montado en mi Suzuki GsxR

Cuando llego logro distinguir al R1 con sus guardaespaldas, veo además que el resto de la manada tambien han llegado, Aurora, la Ductus, Cutter, la sacerdotisa, Jorge y Chad.

Bajo de la moto y saludo.-"Buenas noches hermanos, alguien me explica a que se debe esta reunion?"

Devolvió los saludos a casi todos por igual y de forma parca con un -Buenas noches - y un mínimo asentimiento de cabeza. El saludo de Cutter aunque incómodo para ella se merecía una mejor respuesta.

-Gracias Cutter, me he cortado el pelo distinto esta noche, debe ser eso pero gracias igualmente. -Se trataba obviamente de una mentira flagrante y descarada para que no su aspecto físico diese lugar a un tema de conversación, no era el momento.

-Matías, creo que muy pronto lo sabrás. -Dijo sonriente y misteriosa.

Cuando del rincón más oscuro de aquel lugar aparece una especie de monje se le queda contemplando con el aire espartano que suele lucir en estas situaciones. Sin embargo la curiosidad y la alerta se debatían en su fuero interno a partes iguales.

Al observar que todos los miembros de la manada estaba reunida me quito mi sombrero y mi mascara que oculta tanto mis rasgos faciales como mis ojos que parecen unos pozos oscuros profundos sin fondo y dejo caer una larga cabellera negra además de pararme con un porte recto dejando ver mis 2.20 cms en toda su extensión,delgado y en vez de ser pálido como el resto de mis hermanos y hermana,soy de piel azul como el lapiz lazuli la piedra con la cual se solía usar en las pinturas del siglo XIX.

Por lo que seguí callado mientras esperábamos que diese inicio la reunión que se llevaría a cabo esta noche.

Luego de la reunión escucharía las ordenes de la Ductus,aunque la verdad quería ver si podría esta noche meter mi cuchara en el debate que se abriera en la reunión.

La incomodidad del R1 se va convirtiendo en nerviosismo una vez que van llegando los miembros de los Hellblazers, los más atentos logran percibir una discreta gota de sudor resbalando por la sien de Heriberto Lazcano, el R1.

Este recobrando la postura se dirige a Minos Astari quién también aporta con su llegada a aquella misteriosa reunión.

-Acabemos pronto con esto Astari... ¿Que es lo que desean de mi territorio? tengo cosas importantes que tratar luego de esta reunión.-

Disfrutando de la incomodidad y nerviosismo del capo, Minos Astari da una vuelta completa ante la impotencia de sus escoltas de proteger a su jefe.

Asiente a cada saludo o llegada mientras examina cuidadosamente a Heriberto Lazcano.

Con una media sonrisa en el rostro se dirige al capo una vez que completa su círculo colocándose al frente de este.

Señala a la Ductus Aurora sin dejar de mira a los ojos del R1.

-Ella es Aurora, ductus de la manada Hellblazers, le proporcionaras lo que te solicite en territorio y recursos para hacerse de esta ciudad, a cambio te garantizamos arrasar con todos tu enemigos y de paso sacarnos una espina en el costado.-

Minos se hace a un lado para darle paso a que Aurora solicite lo necesario para su llamado.

Aurora es de ese tipo de sabbats que no le gustaba tener que depender de humanos directamente, no usaba ghouls y tiene el trato justo con ellos por lo que colaborar o tener supeditada a una banda le resulta incómodo, pero podría lidiar con ello por el bien de la Espada.

Al ser presentada por Astari se acerca y queda medio paso por detrás del prisci quedando firme con un mano sobre la otra a la altura del regazo y sonrió escuetamente ante el comentario de la espina en el costado.

-Empezaremos por tu número personal de contacto, uno al que te pueda llamar sin importar la hora. -Dijo con tono diligente.

Necesitamos a todo aquél que tengan en nomina y cogido por los huevos a nuestra completa disposición: médicos, policías, jueces, gente de hospital, periodistas... todo.  Eso principalmente y luego muchas personas que puedan cumplir distintas tareas llegado el momento: espiar ininterrumpidamente, otros que puedan enterarse de ciertas cosas, que pedimos cierto material lo hagan y muy puntualmente y por su puesto gente que este dispuesta a usar sus armas para una buena balacera.

Y por ahora nada más.

Mientras escucho lo que dice tanto el Arzobispo asiento en silencio para después intentar acercarme a este capo,pero de antemano me gano la Ductus de la manada por lo que espere a mi turno aún así me sentía como Goliat con un montón de Davids que caminaban adelante mio.

Por lo que me acerque a la Ductus para agacharme y poner mis labios a la altura de su oido y decirle con una voz muy baja:

-Necesito que le pida también ciertos libros de generales acerca de liderazgo y estrategias de guerra,ademas de madera de pino de mas de 40 años,también le recuerdo que necesitamos un lugar donde descansar por las mañanas que sea seguro para todos nosotros,además si me lo permite puedo llevarle las finanzas de este capo para que usted supervise los gastos de las operaciones y que no le pueda mentir sobre los tributos que debe de entregarnos.

Al terminar de decirle esto a la Ductus Aurora mire al capo y deje ver mi rostro de piel azul,con ojos negros profundos como si fuesen pozos oscuros sin fondos y unas orejas puntiagudas como elfo y unas manos tan grandes que un cráneo humano entraba entero y cerrar mi mano sobre el cráneo sin problemas. E incluso sin dejar de mirarle luego de decirle eso a la Ductus me ergo y dejo que me observe que mido 2.20 cms por lo que si tuviésemos un combate mano a mano mas allá de que yo fuese malo en ese tipo de peleas si intentaba escapar de mi gracias a mis piernas tan largas no me sería difícil en un par de zancadas alcanzarle y luego atrapar su cuello y dejarle caer a mas de 1 metro y medio de altura,de seguro no le mataría pero si sería capaz de romper algun hueso.

Todo se estaba precipitando demasiado rápido para el gusto de Cutter, en su opinión ellos deberían haberse reunido primero ellos, sin extraños delante. La manada llevaba tiempo sin verse, además lo hacían en una ciudad nueva y con nuevos objetivos. Antes de hablar de politiqueos y hacer negocios con mortales deberían haber renovado el vinculum que les unía como manada, aunque a estas alturas ya daba igual.

No creía necesario atosigar a Aurora con instrucciones, esta ya que sabía de sobra que le gustaba tener algún un sitio tranquilo y que se limpiara fácilmente para sus experimentos, que además si era lo suficientemente grande podría servir para la mayoría rituales. Aunque sí que tenía ganas de empezar a ver lo antes posible que posibilidades tenía la ciudad Regina para el Sabbat y sin dirigirse aparentemente a nadie dijo.

—¿Y los que no están en nómina? seguro que hay alguien que no trabaje directamente para ningún bando y que tenga recursos de los que nos pueda interesar... apropiarnos.

Matias observa la escena, nota la incomodidad de Lazcano en esta situación, incluso disfruta con ella.
Escucha a sus compañeros y asiente ante la petición de Aurora.
-"Estoy totalmente de acuerdo con nuestra Ductus, ahora lo más importante es que sepamos quienes son aquellos a los que controláis. Si más adelante necesitamos algo más material, tú solo preocúpate de estar disponible para nuestra llamada". Digo dirigiéndome al R1 en tono algo amenazante

Heriberto Lazcano se lleva la mano al cuello encontrándose con una medalla de oro macizo con la imagen finamente labrada de San Judas tadeo, patrono de los favores imposibles y santo favorito de los narcos.

Su confianza se renueva y comienza a reír ante las peticiones de Aurora y su manada. La fortaleza en su fé ciega a aquella reliquia familiar le renueva su postura mientras que aún con la sonrisa en la boca asiente  divertido para luego dirigirse a Minos Astari.

-Hecho Astari... tus muchachos tendrán lo que requieren sin ningún problema, sólo quiero que recuerdes, un trato con el diablo es un trato serio y la confianza se ganan con hechos, no con palabras.-

De su espalda sujeta al cinturon saca a relucir una pistola de oro con incrustaciones de diamantes y cachas de marfil con la imagen de la santa muerte. Apunta directamente a la frente de Matías Langreo.

-Y el respeto... se gana con respeto.-

Tanto aquella pequeña medalla como el símbolo de la pistola provocaron que la Bestia quisiera tomar el control para alejarse de aquella representación de Dios y de lo que parecía fe verdadera de Lazcano. Con un control dracónico enjauló de nuevo a aquel ser en lo más profundo de su corazón, bajo llave como debe ser.

A efectos prácticos Aurora ni tan siquiera pestañeó ante la exhibición de símbolos religiosos, meditó un breve instante sobre si debía ser Astari quien pusiese orden pero no iba poder esconderse siempre tras las faldas y autoridad del prisci por lo que se encendió un cigarro de papel de liar mientras el capo habla sobre el respeto, caminó despacio hasta ponerse entre su hermano y la pistola de R1 y expulsó el humo sobre esta.  

Bonita pistola, ahora, si no vas a usarla, guárdala.

Me alce de hombros,si bien se notaban que esas armas realmente eran bendecidas y me sentía algo molesto por ello,no era como que realmente tuviera que salir corriendo si o si de allí porque las pistolas fueran de acero,al contrario al ser del elemento mas puro de la tabla periódica el oro mis mas grandes miedos dentro de mi clan se esfumaron.

Aún así era incomodo,por un lado se nota que la intimidación de Matias aunque fuese velada no sirvió contra el mortal,y este al darse cuenta respondió de la manera mas natural que tiene una presa ante un enfrentamiento directo a su cazador,cambiar la defensa por el ataque,a la noche de hoy me preguntaba si realmente los vástagos no habíamos aprendido nada en estos miles de años que poseemos de historia,o es que ¿acaso se olvidaron de la Inquisición?,por lo que pensé ¨es una lastima que un hermano de manada deba aprender por las malas las lecciones de historia,pero estando yo presente no voy a permitir que se derrame sangre innecesariamente cuando podemos arreglarlo por otras vías¨.

Hice como que suspirase nuevamente,para luego fingir que tomaba aire e inmediatamente después de eso. Pegue un grito,que solo los mas valientes entre los valientes podrían soportar.

Si lograba mi objetivo,no solo bajaría las armas sino que el mortal en cuestión se mearía y cagaría encima de sus pantalones.

La visión de la medalla de San Judas no me afecta en absoluto, en cambio al ver a Lazcano apuntándome con la pistola bendecida por la Santa Muerte siento algo dentro de mi que me empuja a apartarme del mortal y a apartar la mirada del arma. Por suerte la rápida reacción tanto de Aurora, interponiéndose entre el narco y yo, y de Jorge lanzando ese grito aterrador, hacen que me sienta más seguro y logre recobrar algo la compostura.

El horror se ve reflejado en el rostro de Chad quién se aparta dando tumbos hacia atrás cruzando la palma de sus manos frente a su cara ante la fé verdadera de Lazcano, cae de espaldas y se hace un ovillo cerrando los ojos  mientras repite una y otra vez casi sollozando.

-No quiero regresar padre, no me obligues, no lo haré.... No quiero regresar padre, no me obligues, no lo hare...-

El terrible grito de Jorge Lara resuena estridente en todo el aparcadero incluso estrellando algunos cristales y accionando las alarmas de varios vehículos, los guardias de Lazacano huyen despavoridos dos a pie y el resto alcanza a subirse a la Range Rover. Mientras que Lazcano se lleva un dedo y un hombro a sus orejas haciendo un gesto de dolor ante aquel lamento del Kiasyd quitando el arma del rostro de Aurora mientras se coloca en cuclillas flexionando las piernas casi sentándose apoyándose en sus talones.