Entiendo, pues vamos hacer un trato, tu te quedaras aqui, a partir de ahora trabajaras para las hermanas, repararas todo el establo construyendolo nuevo para paliar tus destrozos tuyos y de los otros y otro edificio mas para las molestias, quedaras a manos de Qüenya que no dudara en matarte si no haces lo que te tocas o osas levantar una mano de forma inadecuada. Luego seras libre para marcharte por donde has venido.
Que me dices?
Sin duda no era la mejor idea, pero sin duda necesitarian manos de obra para reconstruir el establo y mas aun si venia mas gente a buscar a esos dos. Aunque eran el motivo perfecto para irse durante una temporada como ya habian echo algunas de sus hermanas alguna vez.
El dolor del costado fue enorme, sentía como si me hubieran partido en dos, apenas mantení la cordura suficiente para al caer de rodillas poner ambas manos aun con las dagas agarradas en el suelo. Nunca hay que soltar las dagas, nunca.
Estoy como dando vueltas, noto la presión de algo sobre mí, puede ser el mundo. Estoy seguro que nos han ganado, los tengo encima y me quieren rematar. Pero todo mi campo de visión está negro, hago esfuerzo por abrir los ojos, pero los tengo apuntalados. Así que reuno mi fuerza y lanzo las dagas hacia arriba intentando defenderme.
Finalmente abro los ojos y veo a mi amigo Adonai cogiéndome en vilo. Un calor recorre mi pecho y las nubes se despejan fulminadas por un rayo.
La realidad se dibuja nítidamente y los colores vuelven a donde deberían. Me pongo en pie y veo al ladrón muerto y mis manos llenas de sangre. Parece que casi empatamos, sonrío de medio lado. Con un vistazo a mi aldedor me hago cargo de todo lo que ha pasado. Muevo un pie despacio y luego otro, para asegurar mi equilibrio. Viendo que todo está correcto me coloco un segundo de cuclillas junto al clérigo.
-Gracias amigo- le pongo una mano en el hombro. Despues me levanto y voy hacia el bandido que llevan acosándonos desde hace semanas, haciéndonos pasar frío, hambre, miedo y dolor, mis ojos se ennegrecen.
Me acerco a su cara y pongo los labios curvados de disgusto. Me regodeo con su miedo. Con un movimiento distraído le clavo una daga en la mandíbula de abajo arriba, atravesándole la boca y llegando al cerebro. Una muerte más rápida de lo que se merecía. Me levanto y escupo al cadaver.
En caso que tenga que hacer tirada o algo me dices, pero estas son mis intenciones.
Por supuesto, yo intentare evitarlo.
Tumbado como estaba, Adonai apenas podía ver lo que sucedía con el bandido que habían capturado. No le importaba demasiado lo que pasase. Sabía que podía confiar en su compañero y las elfas ya habían atendido sus heridas una vez. Se quedó dormido por unos segundos para despertarse con un sobresalto.
Allí donde fue criado y educado en la curandería la primera lección que recibió era que un herido jamás debía quedarse dormido o podría no despertarse ya.
¡Arriba! ¡Arriba! - gritó interiormente mientras se tocaba las sienes con ambas manos.
Sus esfuerzos parece que le ayudaban a aumentar su tensión arterial y consiguió incorporarse. Vio los cadáveres mutilados de los bandidos que les llevaban persiguiendo varios días. Decidió registrar sus cuerpos sin cansarse demasiado: cinturones, bolsas, bolsillos, colgantes e incluso sus ropas. Dim necesitaría algo que ponerse y el líder de los bandidos sólo había sido golpeado en la cara: todas sus posesiones seguramente estuvieran intactas.
Lanzo curar heridas menores sobre mí mismo al frotarme las sienes
Registro los cuerpos de los dos bandidos y el líder bandido que están a mi alrededor.
Xanthe escuchó los tartamudeos del hombre apresado, las vagas explicaciones y los ruegos no hicieron mella en su semblante, que siguió con la misma expresión, y solo alejó unos milímetros la hoja para que pudiese hablar sin rajarse él mismo el cuello.
-¿Quién ofrece la recompensa? Porque seguro que debes saber dónde has de ir a cobrar.
Pero el individuo siguió con los lloros -No tenemos tiempo para esto- pensó la elfa empezando a impacientarse por la actitud del humano, el fuego estaba sofocado pero ese era el menor de sus problemas -Lo peor está por venir, 20.000 Leones movilizarán a demasiada gente-, entonces Lía comenzó a intentar llegar a un trato con el hombre -Lo siento hermana no puede ser, es un cabo suelto que, como poco, se irá de la lengua a la menor oportunidad. En el peor de los casos nos matará mientras dormimos- pensó mientras la oía y sintió que su relación se iba a resentir por lo que iba a hacer a continuación -Pero es lo que hay que hacer-.
La mayor de las hermanas aferró bien la espada, dispuesta a hacer lo necesario para mantener a su familia a salvo, cuando vió al que se hacía llamar Dim acercarse con una mirada que indicaba claramente sus intenciones. Asintió con la cabeza levemente, él tenía mas motivos para hacerlo que ella, y le dejó al hombre balbuceante para que hiciese lo que se debía hacer.
Por supuesto, yo intentare evitarlo.
Lo siento hermana pero yo intentaré pararte para que él pueda hacer lo que debe hacerse. O mientras tú lo paras a él lo haré yo ^__^
-Si, si. Lo que digan con tal de seguir con vida! -Respondió el bandido ante el requerimiento de Lía, parecía realmente asustado.
Justo cuando Dim recuperó algo de fuerzas gracias a su ahora amigo Adonai, se levantó y empezó su recorrido hasta uno de los bandidos que les había hecho miserable la vida en los últimos días. Sus ojos inyectados en sangre expresaban sus sentimientos como una luz de antorcha en medio de la infraoscuridad.
Xanthe fue la primera en fijarse que el ladrón agarraba con fuerza la daga que portaba en su mano y sus intenciones de clavarla en el prisionero, ella, como la mayor de las hermanas, sabía que era la decisión correcta. Quizá ella misma lo hubiera podido hacer, pero no iba a arrebatarle ese placer a su inquilino. Quënya y el resto de hermanas observaba desde la distancia con curiosidad.
Pero Xanthe no fue la única en darse cuenta de las intenciones de Dim. Lía observó el comportamiento y se lanzó a la carga para impedirlo, Xanthe se dio cuenta tarde de la reacción de su hermana y no llegó a agarrarla para detenerla (está claro que no la iba a atacarla con su espada). Lía agarró dela ropa a Dim justo cuando la daga estuvo a punto de clavarse a la altura del cuello del prisionero, la inercia de la velocidad con la que iba y la fuerza del movimiento hizo que ambos (Lía y Dim) cayeran al suelo a unos metros de distancia. La Elfa inmediatamente se abalanzó contra el ladrón y lo sostuvo durante unos instantes.
Qüenya corrió desde el establo con su arco y flecha enfundados -Toca a mi hermana, imbécil, y no dudaré en clavar la flecha en un ojo! -Amenazó.
Por su parte, Adonai buscaba en los cuerpos cosas de valor. Cuando se percató del incidente corrió a la escena para ver de cerca lo que sucedía.
Lía forcejeaba en el suelo con Dim mientras Qüenya amenazaba al ladrón con el Arco. El resto observaban de cerca lo que ocurría...
Motivo: Forcejeo de Xanthe (Agarre)
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 7(+3)=10 (Fracaso)
Motivo: Forcejeo de Lia a Dim (agarre)
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 18(+3)=21 (Exito)
Motivo: Forcejeo de Lia a Dim (Sostener)
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+3)=22
Motivo: Intento de escape de Dim
Tirada: 1d20
Dificultad: 22+
Resultado: 2(+2)=4 (Fracaso)
Lunoscura, 18 Alturiak
Frío y despejado
30 px a todos por postear.
Proximo Check/Post: Domingo.
- Adonai (1/8pg) (6/13herido) (0/3PC): FATIGADO, Herida de flecha (6), herida de espada en el pectoral derecho (1) [+30px]
- Dim (7/7pg) (2/13herido): FATIGADO, Heridas de 2 flechas y un tajo de espada. [+30px]
- Xanthe (4/10pg): [+30px]
- Lía (8/8pg): [+30px]
Botín Enemigo: 5 arcos cortos, 28 flechas 3 hachas de batalla, 2 mazas ligeras, 1 espada larga, 5 cueros tachonados en mal estado, un camisón de mallas, 1 escudo pesado de madera abullonado, 4 dagas, 24 L.d, 129 H.p, 345 P, 6 piezas de ropa de viajero maloliente, 5 botas de piel malgastadas, 1 botas de cuero, 1 broche de plata (+/- 14 L.d), 3 sacos, 8 raciones de viaje, 6 odres de agua, 2 cuerdas de cáñamo, 5 antorchas, 1 lampara ojo de buey, 1 pinta de aceite, 2 grilletes, una nota con la recompensa de 2.000 L.d para atrapar a los ladrones (descripciones de DIM y ADONAI) y traer de vuelta una daga negra.
Lía no la tenía fácil, pero ha impedido que el bandido salga herido.
Mas vale que pares!, no puedes venir a mi casa y hacer lo que te plazca. Dijo Lía malhumorada, saco una de sus espadas y se giro sobre sus talones para dirigirse al bandido. Estaba dispuesto a utilizarla contra el recienllegado si hiciera falta, asi que lo controlo ligeramente por el rabillo del ojo.
Abre la palma, le ordeno. Sin pensarselo mucho le hizo un corte poco profundo y seguidamente le rasgo una pequeña parte de su ropa para que absorbiera la sangre de este. Lo miro directamente a los ojos, no tenia intencion de intimidarlo, mas al contrario. Esta sangre tuya me la quedo yo, si pasa algo o nos traicionas te aseguro que no hara falta buscarte para hacerte pagar en creces y no sera precisamente la muerte lo que esperara ahi. A quedado claro, verdad?
Al acercarse y ver la situación Adonai llama a la palabra.
¡Haya paz! ¡Haya paz, por favor! ¡No seamos drásticos! Atémosle mientras decidimos que hacer con él, pero hablemos antes de hacer alguna locura. La muerte es definitiva, puede esperar aunque sea unos minutos.
Sin embargo no se plantea intervenir físicamente en ningún momento dado su estado.
Todo se precipitó alrededor de Xanthe: la reacción de Lía, sus pocos reflejos para pararla, el forcejeo de la elfa con el humano malherido, y la flecha de Quenya apuntando al hombre. Xanthe volvió a elevar su espada hasta el gazante del prisionero, no se le ocurriese escapar dada la situación, y vió con alivio como ambos se separaban.
El acero relució en manos de su hermana pequeña y por un momento pensó en que iba a hacerlo servir contra el ladrón, pero se giró y se dirigió hacia ella. La miró fijamente pues no creía que fuese a hacer lo mismo que tenía ella pensado, cuando dijo las siguientes palabras se relajó un poco y vió como la sangre empapaba el trozo de tela. Una sonrisa asomó a sus labios y bajó la espada confirmando las palabras de su hermana.
Con Adonai acercándose dió unos pasos, recogió una de las cuerdas que llevaban los agresores y se dispuso a atar al hombre dirigiendo una significativa mirada a Lía -Esto se te da mejor a tí que a mí-.
Tirada oculta
Motivo: Atar prisionero
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+2)=15
Cojo una de las cuerdas y comienzo a hacer el nudo, aunque espero que Lía lo revise/asegure que a mí se me da mejor coger la espada con cara de mala leche que ir haciendo nudos marineros n__n
El ladrón fue detenido por la rápida elfa, sus intenciones no eran todo lo encubiertas que habría pensado. El sufrimiento y la venganza ardían demasiado fuerte en sus ojos. Cuando cayó al suelo, soltó todo el aire que tenía en los pulmones y con frustración se quedó quieto.
-Debería matarlo, ese cabrón me quería cortar las manos- forcejeo un poco más pero viendo que me tiene bien cogido voy dejando el cuerpo flacido y bajando la respiración- ya estoy más calmado, quitate de encima Elfa- no recuerdo su nombre ahora mismo-.
Cuando se marcha hacia el bandido usa una especie de conjuro para dominarlo, yo prefiero que me maten que ser un esclavo, supongo que será suficiente castigo que viva con miedo. Me guardo las dagas en sus fundas, una en la cadera y otra en el muslo y me quedo sentado con las piernas cruzadas lanzando miradas como dardos al bandido superviviente.
Lía observo como su hermana hacia el nudo y le dio un par de vueltos mas tarde cuando ella termino para asegurarse de que no se moveria.
Si actuaramos todo por nuestros impulsos vosotros dos no estariais vivos o por lo menos libres. No me hagas arrepentirme de haberos ayudado.
Tirada oculta
Motivo: uso de cuerdas
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+4)=8
Adonai recordó que uno de los bandidos muertos llevaba dos pares de grilletes. Fue a recogerlos. Se demoró un poco en volver y volvió a la escena con ellos sugiriendo utilizarlos.
- ¿Qué os parece si no tomamos riesgos, lo registramos y lo atamos como merecen los criminales?
Acto seguido le esposó una muñeca al tobillo contrario y, mientras le cacheaba y registraba todos los entresijos donde pudiera tener algo mientras le preguntaba con voz brusca:
- ¿Dónde encontraste esos carteles de "Se busca"?
Durante mi ausencia para tomar los grilletes, cojo todos los saquitos de monedas de los cadáveres cercanos que puedo de forma disimulada aprovechando que las elfas están pensando en los nudos y las cuerdas