Partida Rol por web

 La ráfaga pilla desprevenidos a los tipos, que probablemente no se esperaban tal despliegue de artillería. El instinto no le falla a Gregory y ve como los dos hombres abandonan su cobertura y huyen espantados al comprobar que han mordido más de lo que pueden masticar. Mientras contempla como los tipos se cuelan por unos callejones cercanos se oye el ruido de la techumbre a punto de desplomarse.

No consigue acertar, pero ve como los atacantes huyen. Decide cambiar el fusil por la espada, allí fuera puede haber cualquier cosa.

-Vamos, tenemos que salir ya- grita Greg, dirigiéndose a Nova.

-Lynch, muévete o tendremos que sacarte en una urna.

Hadyn sonríe de medio lado, lo sabe, perfectamente, mira hacia atrás, comprobando qué está haciendo Lynch. No considera necesario repetir las palabras de Gregory, sobretodo teniendo en cuenta los crujidos del techo. Ella está a un paso de salir del lugar, pero no es de los que dejan atrás a nadie.

-Jenna, joder, ¡deja de rebuscar en la puta ropa ahora!

Comprueba el techo de nuevo, está a punto de caerse. Ni siquiera se ha dado cuenta que al estar fuera de la base, ha llamado a la ingeniera por su nombre, pero tiene que llamar su atención.

-Gregory, sal ahora mismo, te seguimos, no la voy a dejar aquí.

Ni siquiera en esta situación pierde la calma, es algo que conoce demasiado bien, el estar sin hacer nada, eso sí la pone nerviosa, pero esto, es sólo un poco más de lo que está acostumbrada en la Base y en las misiones. Pero si Lynch no levanta el culo, tendrá que ir a darle un par de patadas.

Todavía algo confusa por el golpe, Jenna levanta la mirada del cadáver al escuchar su nombre de boca de Gregory. Por suerte el pitido de sus oídos ya ha cesado por completo. La voz de Hadyn vuelve a llegar a ella y la obliga a generar una respuesta.

- ¡Ya voy! Joder...

Murmura, guardando las llaves que ha encontrado en uno de los bolsillos de su chaqueta de cuero y llevandose la otra mano a la cabeza, haciendo presión con el pedazo de tela que ya arrancó antes.

- Descansa en paz, Balmer... -Me ocuparé de que no hayas muerto en vano.

Se pone en pie y aunque al principio se tambalea, no tarda en estabilizarse y trotar hacia la puerta. No se había fijado en si había alguien o no fuera... confiaba plenamente en las aptitudes de sus compañeros y, sobretodo, en que no saldrían de no ser necesario.

Hadyn retrocede para agarrar a Jenna por un brazo. Gregory está fuera cubriendo el área. Las ratas escapan pero puede haber más. El tirón de Hadyn sacando a Jenna del local arranca un grito de la maltrecha ingeniero. Es en el mismo momento que se oye un sonoro crack y todo se derrumba. Las llamas se alzan hacia el cielo quejumbrosas, reclamando los restos del edificio.

Cuando la polvareda de destrucción se disipa un poco se oye la tos de Jenna. Hadyn se está levantando y apunta con su rifle alrededor, al igual que Gregory. Por el camino vienen soldados pero no parecen hostiles: vienen a ayudar. 

¿Quién se ha tomado tantas molestias para matar al pobre científico que ahora yace varias toneladas de escombro? El motivo de su muerte está claro: ese códice tiene información importante.

Justo a tiempo, han salido justo a tiempo, Hadyn levanta la vista mientras se levanta, el fusil en sus manos, comprobando que todo está bien, aunque sabiendo que Källstrom está cubriendolas. Se sacude un momento el polvo de los pantalones, se echa atrás el pelo corto, también lleno de polvo, no es que la preocupe, pero le molesta en los ojos, el maldito polvo.

Arruga el entrecejo, ¿en qué cojones estaba metido el tío ese? Seguramente será por ese puto libro, el que tiene en su casa, pero los que disparaban eran carroñeros, contratados por un segundo, o un tercero. Mira de nuevo a su alrededor, no, no se les ve ya, podrían seguirles, pero la información que pudieran sacarles sería más que nada inútil. Dinero cambiando de manos, sólo es eso, mientras les paguen, no hacen preguntas. Lo conoce demasiado bien.

-De puta madre, ni siquiera estando de puto permiso nos libramos de esta mierda, ¿esperamos a los soldaditos? Joder, no me apetece que me hagan millones de preguntas absurdas y me tengan retenida en sus putas barracas durante horas y horas, para terminar como empezamos.

Se encoje de hombros ligeramente. Mirando a sus compañeros.

-Ese tiempo puede ser el suficiente para que el pájaro haya volado de su nido y haya encontrado el puto libro antes que nosotros.

Con los carroñeros huidos, la zona parecía tranquila, si no se tenía en cuenta el bar derruido que estaba siendo fruto de las llamas. Tras tantos compañeros muertos, la pérdida de Elwin y el tabernero poco importaba ya, en realidad a Gregory ya había dejado de importarle la muerte, pues estaba preparado para abrazarla cuando le llegase la hora.

- Tienes razón Nova, no podemos perder el tiempo ahora mismo. Si alguien esta dispuesto a matar por ese libro, es mejor que lo pongamos a buen recaudo cuanto antes.

De dos rápidos pasos, el soldado se coloca detrás de un edificio, rompiendo la linea visual con los soldados y atento a cualquier posible enemigo escondido. Desde allí sigue hablando.

- Lynch, ¿sabes donde vivía ese tipo?

Jenna sale de los escombros. El polvo se mete por su boca y desciende hasta su garganta produciendo una tos seca que impide que hable durante unos momentos. Sin embargo, su cerebro ya está en marcha. Estos minutos de pausa otorgado por la tos, permiten que recuerde a la perfección su charla con Pollux y Casmir... Rubeus Casmir.

- Creo que debemos irnos de aquí cuanto antes. A parte del tiempo que podríamos perder... No estoy segura de que podamos confiar en... nadie.

Enseguida se pone en marcha, corriendo para salir del campo de visión de los soldados. Si los veían huir... serían más que sospechosos. Cuando ya se ha alejado unos metros, sigue hablando, sacando las llaves que había encontrado en el cadáver de Balmer para asegurarse de que están allí.

- Debemos encontrar el códice y entregárselo al Emperador. Y sino a él, a Rubeus Casmir o a Pollux, que sabrán cómo llegar hasta él sin problema. Pero lo primero es encontrarlo antes que nadie.

 El trío se aleja por las callejas antes de que los soldados lleguen a su altura. En medio del caos y el fuego nadie parece percatarse de su marcha.

Caminan rápidamente, siguiendo a Jenna. Al poco rato entran en un laberinto de casas de adobe de aspecto rústico: la zona donde algunos de los cuerpos civiles de la desaparecida Gulliver tenían su hogar. La ingeniero se detiene al borde de un callejón y señala una casa cercana. Es igual que las demás: una pequeña vivienda de una planta, de argamasa, con techumbre de adobe. Tiene una puerta principal y un par de ventanas frontales con los cierres y las contras echadas. 

A estas horas hay bastante gente por las calles.

La morena se detiene en un rincón oscuro de la calle y observa a su alrededor, buscando algún indicio de que alguien los haya seguido... o de que haya habido una visita a la casa de Balmer antes que la suya.

- Debemos ir al sótano. Tengo las llaves y no deberíamos tener problema... Pero no me fío nada. ¿Algún plan alternativo?

Al fin y al cabo, ella estaba especializada en tecnología, no en incursiones armadas...

Su mirada, perspicaz, se clava en cualquier rastro de sombra o movimiento que haya por los alrededores.

Hadyn examina atentamente la casa, otra más, de tantas, esta zona la conoce bien, mira a los que caminan por la calle, intentando averiguar si hay alguien que sea sospechoso.

Arruga ligeramente el entrecejo.

-Deberíamos entrar como si fuera la casa de uno de nosotros, para no llamar demasiado la atención, pero no me fío, pueden haber puesto gente para vigilarla, Lynch, ve delante, nosotros te cubriremos dos pasos por detrás. Gregory, vigila tu lado, ahí y ahí. -Nova señala los tejados, dos lugares con potenciales francotiradores. - Yo vigilaré el mío. Creo que es mejor no llevar las armas en las manos, pero estate atento.

La marine se encoje de hombros ligeramente, sabe que esto es zona civil, no quieren llamar la atención, pero si hay que hacerlo, se hará, sus uniformes pueden atestiguar que son de los buenos, pero ya no pueden fiarse de nadie, y lo sabe.

El soldado odiaba las zonas concurridas; su última experiencia persiguiendo al loco Hess por las calles atestadas había resultado en Aron casi muerto por las quemaduras y en él disparando a ciegas, cegado por las esporas.

Gregory vigila los tejados que su compañera le ha indicado y cuelga el fusil de asalto en su hombro. Las palabras de Nova tenían cierto razonamiento, sería más sencillo entrar si alguno se hacía pasar por el dueño.

- Es más fácil que la casa parezca de Lynch, ella no es militar, tú Hadyn puedes entrar con ella como si fueras una amiga. Yo me quedaré aquí fuera.

El espadachín se apoya en uno de los muros de la vivienda, como si estuviera resguardándose del sol. Vigilando desde las sombras.

Mientras Gregory se mantiene en una esquina Jenna y Hadyn avanzan hacia la puerta delantera. Los soldados están atentos a su entorno intentando comprobar si alguien les presta más atención de la debida. Al llegar al umbral la técnico prueba una de las llaves y acierta en la cerradura. La puerta se abre permitiendo ver el interior: un pequeño hall con unas escaleras de madera que ascienden a la segunda planta y dos puertas. El lugar es espartano, sin decoración alguna que dé una pista sobre su dueño.

Jenna enarca una ceja tras la observación de Greg. Vale que se había especializado en el campo técnico... Pero, teóricamente, seguía siendo soldado. Sin embargo, es cierto que tenía mucho más pinta de civil que sus dos compañeros, así que encontrándole lógica al asunto, asiente a su compañero y se apresura a abrir la puerta con total naturalidad. Antes, sin embargo, la examina con cuidado para intentar detectar forcejeos. Si alguien había entrado a la fuerza, no había dejado marcas en la puerta.

Después de abrirla, actuando con naturalidad y tranquila, sabiendo que Nova estaba a su espalda y Källstrom vigilaría la puerta desde fuera, da un sólo paso al frente. Lo suficiente para ocultarse de los ojos extraños que puedan observar desde fuera, pero no demasiado para activar ningún tipo de trampa o sistema. Al fin y al cabo, Balmer no pensaba que tuviera que dejar el códice en su poder de aquel modo...

Con ojo técnico, deja espacio a Nova para que entre y examina cada rincón al que su vista pueda llegar.

- Debemos ir al sótano. ¿Vamos directamente o registramos algo?

Pregunta a su compañera mientras su mirada no para quieta, buscando cualquier detalle que la haga sospechar.

Gregory ve desaparecer a la pareja en el interior de la casa. Alrededor todo parece normal. El soldado, sin embargo, no se relaja y continúa atento a su vigilancia.

Jenna y Hadyn entran en la casa. Los ojos de la ingeniero recorren las paredes y puertas buscando algún dispositivo electrónico pero no parece haber ni rastro de tecnología en este hogar. Al menos no visible. De cualquier forma no baja la guardia y continúa atenta mientras Hadyn cierra la puerta de la calle tras ellos.

Nova examina la estancia, las puertas,  buscando posibles trampas, posibles salidas, analizando dónde podría haber algún enemigo. Lo hace como hace todo, de un vistazo, sin plantearse que esto es la casa de un civil. Sólo conoce esa manera de hacer las cosas.

-Será mejor irnos rápido, Lynch, si lo importante es el libro, cojamos el libro, si ves que hay algun trasto de esos que te gustan que pueda tener información, adelante, pero rápido. Espera, voy a asegurar esto.

Se asoma por la escalera, con el fusil por delante, comprobando que no haya nadie, y la disposición del piso de arriba, luego se acerca a una de las puertas, comprobará las dos antes de dejar que Jenna haga cualquier cosa.

Jenna asiente y espera a que Hadyn haya acabado para dirigirse a una de las puertas. La verdad es que no tiene ni la más remota idea de dónde estaría el sótano al que debían llegar, pero si querían salir pronto de allí, debían ponerse en marcha cuanto antes.

Examina la puerta de su izquierda, de nuevo, asegurándose de que no haya ningún sistema electrónico que la cierre o la proteja y cuando ya está segura, mira a Hadyn y asiente cuando está preparada. Gira el pomo y, con suavidad, empuja la puerta antes de apartarse del umbral, sólo por si acaso. Puede que estuviera tomando demasiadas precauciones... Sólo era la casa de uno de los científicos de la destruida Base Gulliver. Pero teniendo en cuenta los incidentes acontecidos alrededor de aquel científico en cuestión durante los ultimos días... Toda precaución era necesaria desde su punto de vista.

Desde las sombras, Gregory se mantiene atento. Cualquier gesto extraño, frunce de ceño, mirada por encima del hombro, sería tomado como un acto sospechoso.

El soldado intenta aparentar naturalidad, como si el estar ahí fuese lo más normal del mundo. Desde que se marchó de Shaprut, Estigma había sido su hogar, la base y el campo de batalla. Y ahora intenta aparentar normalidad, como si estuviera en su día libre, o más bien en su pre-jubliación obligatoria.